jueves, 3 de enero de 2013

UNA COSA QUIERO DECIRTE CON AZUCENA:/ Vuelve el aguinaldo:


 TÍTULO: UNA COSA QUIERO DECIRTE CON AZUCENA:

Azucena, desahuciada y madre de tres hijos,.


Sobrevive gracias a la ayuda de una familia noruega,.

Ayer en el programa en el canal siete salio Azucena dando las gracias a la familia noruega por haberla ayudo economicamente a no perder su casa y a su hija dandole juguetes, un bonito geto de ayuda que hay pocos en nuestro país, todos debemos ser grandes hermanos ayudarno en todo lo que necesitamos el día de mañana, etc.

TÍTULO:  Vuelve el aguinaldo:

 Dame el aguinaldo, carita de rosa, que no tienes cara de ser tan roñosa. Y si me lo das, y si me lo das, que pases las Pascuas con felicidad».

 Dame el aguinaldo, carita de rosa, que no tienes cara de ser tan roñosa. Y si me lo das, y si me lo das, que pases las Pascuas con felicidad». Desde tiempos inmemoriales, este estribillo se repetía una y otra vez por todas las calles del pueblo la noche del 24 de diciembre como una retahíla antes de la tradicional cena en familia.

El aguinaldo siempre fue en Alburquerque una de las costumbres típicas navideñas y, aunque se ha perdido en muchas ciudades, pervive en núcleos rurales como éste, incluso ganando fuerza como en este 2011, en el que se han visto muchos grupos de niños llamando a las puertas de las viviendas para pedir unos euros con los que comprar chucherías u objetos de pirotecnia.
Ya no es como antaño, cuando los amigos, ataviados con ropajes propios de Navidad, iban provistos de zambombas, panderetas, tambores o botellas de anís que rascaban con una varilla mientras cantaban villancicos.
A cambio de ellos, los propietarios de las casas les daban el aguinaldo en forma de dulces navideños: mazapanes, turrones o mantecados y algún traguito de licor en caso de que los visitantes fueran ya mayorcitos.
En raras ocasiones eran obsequiados con dinero, tal vez dos reales o una peseta de la peseta, como máximo.
Hace años que dejaron de cantarse los villancicos y, excepto alguna zambomba aislada y un gorrito de Papa Noel, los amigos van vestidos normalmente y se limitan a cantar esa simple letanía de «Dame el aguinaldo.».
Además, hartos de dulces en sus casas, solo piden dinero, y es lo que reciben: algunos céntimos de euro, o cantidades mayores cuando se presentan en casa de los familiares.
Ante esta situación, es muy interesante la iniciativa de la rondalla del Grupo Folklórico 'Albahaca', que ha recuperado la tradición a lo grande.
Así, once miembros de esta asociación local recorren estos días las calles y las plazas de Alburquerque cantando numerosos villancicos.
Se trata de personas de edades comprendidas entre los 30 y los 65 años, con conocimientos musicales, que portaban guitarras y otros instrumentos, y se encontraban acompañados por las hermosas voces de Feli Pardo y Gema Benítez, ambas con dilatada experiencia en los cantos y los coros.
Esta rondalla no necesitaba llamar a los timbres de las puertas, sino que la gente las abría para escuchar sus melodías navideñas y en los bares abrían espacio para ceder un lugar privilegiado a unas personas que han recuperado el espíritu de la Navidad.

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