-foto---Damian Lewis, el marine Nick Brody de 'Homeland', ha recibido el Globo de Oro al mejor actor. El éxito de esta serie: «El suspense que ...
El actor Damian Lewis (Londres, 1971) se ha convertido en
el hombre de moda de la televisión. En la pasada edición de los Globos
de Oro, Lewis se llevó a casa el premio al mejor actor por su papel de
Nicholas Brody en 'Homeland', un marine que regresa a los EE UU tras
soportar ocho años de torturas de Al Qaeda. Pero, después de tanto
tiempo como prisionero, ¿se habrá convertido en un infiltrado?
'Homeland' es el drama del momento con cinco Globos de Oro y seis
Premios Emmy. Una historia sobre el espionaje, el terrorismo y las
torturas de la CIA que emite Fox y que llegará este año en abierto a
Cuatro.
- ¿Por qué 'Homeland' consigue enganchar al público?
- Porque es una serie muy poderosa que atrae mentalmente.
Su capacidad para sorprender nos lleva a encontrarnos con personajes
que se van construyendo muy poco a poco y donde la política y la
psicología tienen espacio. Me siento muy orgulloso de ser protagonista
de una ficción tan ambiciosa.
- Su personaje no es fácil de interpretar...
- El sargento Nick Brody es un marine norteamericano que
dan por muerto y reaparece, como un héroe, ocho años después de haber
sufrido la tortura y la brutalidad de Al Qaeda. Pero la agente de la CIA
Carrie Mathison, que sufre una enfermedad mental, comienza a pensar que
se ha convertido en un infiltrado de Al Qaeda. Con esa base la serie va
evolucionando y surge las pregunta: ¿estará ella en lo cierto o no?
- ¿Cómo se preparó para el papel?
- He visto muchos documentales de soldados en la guerra y
he leído sobre la experiencia postraumática de los prisioneros. También
he estudiado el islam y a los militares. Incluso fui a una mezquita en
Londres y me invitaron a rezar.
- ¿Se sorprende de la evolución de su propio personaje?
- 'Homeland' es una serie que da muchas vueltas. Cuando
parece que toma una dirección, cambia sin más y va por otro camino.
Estamos en la tercera temporada y, obviamente, nos queda mucho por
hacer. No sé qué futuro le deparará a mi personaje porque los guionistas
no comparten esa información conmigo.
- ¿Cuáles son las claves del éxito de 'Homeland'?
- El suspense que provoca lo desconocido y cómo se cuenta
la historia. Los personajes están escritos desde su verdad, son
auténticos en tres dimensiones. El compromiso que tienen con el trabajo
mantiene la serie en un estado muy saludable.
- La serie eleva a primer plano la cuestión religiosa. ¿Es usted creyente?
- Soy anglicano, pero no practico. Me considero un hombre
espiritual. Me he enfrentado a la pérdido de mi madre y siento que su
energía vive conmigo. Esa forma de pensar es budista pero encuentro
consuelo en ese pensamiento.
- La película 'La noche más oscura' y 'Homeland' abordan
las polémicas torturas por parte de la CIA. Hay quien ha criticado la
aparición de esas escenas.
- La administración Bush utilizó, de forma efectiva,
ciertos métodos comprometedores para extraer información. Vivimos un
clima político inestable y eso provoca que se apunte con el dedo hacia
quien se atreve a a enseñar lo que ocurrió. Nosotros solo mostramos la
realidad.
- La enfermedad mental de Carrie aparece de forma ambigua.
- Creo que los problemas mentales son muy comunes y es
necesario mostrarlos de forma sensible. Y eso es lo que nosotros
intentamos hacer.
- ¿Es cierto que pensó en dejar la profesión y dedicarse a otra cosa?
- Llevo actuando desde hace mucho tiempo y empiezo a
pensar que conozco mi trabajo demasiado bien. Me apetece escribir
guiones o dirigir una película. Tal vez, alternar la interpretación con
la dirección me divierta más.
TÍTULO: FELIZ COMO UNA PERDIZ,.
Feliz como una perdiz
Carolina Cerezuela proclama haber alcanzado el nirvana en su papel de madre y esposa
Donde dijo digo dice Diego. O más bien, dice Carla,
Carlos e incluso ha dicho 'sí quiero'. Cómo sería de reticente Carolina
Cerezuela para la cosa del matrimonio que ella se autodenominaba «novia a
la fuga». Pero por la boca muere esta actriz y abogada laboralista,
hiperactiva, 'curranta' y cabezota. Ahora es la esposa más feliz del
mundo. «Ya he conseguido casar a la Cerezuela» escribió el tenista
Carlos Moyá, su hoy marido, en Twitter el día que por fin la llevó a
altar. «Me lo restregó hasta el último momento», bromea ella. Tampoco
decía tener prisa para la maternidad... Y, sin embargo, a sus 33 años
recién cumplidos (los hizo el lunes, 14 de enero) acaba de ser madre por
segunda vez. «Estoy muy sensible, tengo tan reciente el parto que
todavía me emociono», confesaba Cerezuela esta semana durante el acto de
promoción de Dodot Sensitive, los pañales que asegura ponerle a su
recién nacido.
«Quiero transmitir a las madres recientes el mensaje de
que lo van a hacer bien, que no se dejen asustar, que se fíen de su
instinto». Ella lo ha hecho. «He recibido mil consejos, pero al final,
he seguido lo que me dictaba el corazón y me funciona». Claro que
Cerezuela «esos miedos a quedarte sola con el bebé o a que el crío deje
de respirar» nunca los ha tenido. No le ocurrió ni con su primogénita,
Carla, que ahora tiene dos años y cuatro meses. «He nacido para ser
madre», proclama a los cuatro vientos. Lo suyo es una apología de la
maternidad en sesión continua. Ha sufrido dos cesáreas, pero asegura que
volvería a pasar por ello «mil veces». La única «pena» que tiene es «no
haber sabido lo que son las contracciones». Sus amigas alucinan.
«Disfruto con un bebé entre las manos -prosigue imparable
Carolina-. No he encontrado nada que me llene más que mis hijos y mi
familia. Antes esto era solo cosa de mujeres, pero ahora los padres lo
comparten todo, desde el momento del parto. Carlos es el primero que ha
querido estar presente. 'Si me pierdo esto me da algo', me decía».
Y por poco le da algo, porque el alumbramiento de su
segundo hijo se adelantó por consejo médico y a Moyá le pilló en un
avión. Llegó a tiempo, a pesar de todo. «Esperamos a que bajara del
avión y llegara a la clínica». Y es que Cerezuela (en las antípodas de
famosas como Mónica Cruz que ha recurrido al donante anónimo),
«considera que la figura del padre es fundamental». «Carlos no me ayuda
-precisa-. Carlos cría a sus hijos igual que yo. Y tiene mucha mano para
dormirles». El pequeño es «tragón y dormilón», pero si algún día
llegara a desvelarse, su madre jura que nunca le aplicará el método
Estivill. «Nosotros somos muy de bracitos y de mimos. Mi instinto me
dice que el bebé cuanto más pegadito mejor».
Apegada a su madre
Este sistema se lo aplica a sí misma pues todavía no se
ha despegado de su madre. «Para mí es un pilar único y fundamental. Una
persona a la que admiro, me enseña mucho cada día. Estoy muy apegada, lo
reconozco. De niña, hasta dejaba de jugar en la calle para ir a casa y
estar con ella». Lo mejor de todo (y lo más difícil) es que Moyá también
adora a su suegra. «Es que se han juntado una suegra que es un encanto y
un yerno maravilloso», bromea Carolina inmersa en su particular
nirvana. Pronto se reincorporará como jurado del concurso 'Tu cara me
suena'. De momento, la cara que le suena es la de su bebé... «Se parece
mucho a su hermana y de rebote a su padre».
Mientras media España se desespera por encontrar un
empleo, Cerezuela se da el lujo de rechazar ofertas. «Soy consciente de
ser una privilegiada y doy gracias cada día, pero he trabajado duro para
poder permitirme ahora este paréntesis. Es que para mí no hay nada que
esté por encima de mi familia. Cuando iba a Barcelona a hacer 'Tu cara
me suena' regresaba en el puente aéreo de las seis de la mañana para
estar en casa cuando se despertara mi hija. Para nosotros irnos un fin
de semana sin los niños es implanteable, perdemos la capacidad de
disfrutar. Pero, ojo -advierte la actriz con un guiño-,que los niños también duermen... Y nosotros como pareja seguimos teniendo nuestros momentos y nuestro sitio».
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