El cerebro (del latín cerebrum, con su raíz indoeuropea «ker», cabeza, en lo alto de la cabeza y «brum», llevar; teniendo el significado arcaico de lo que se lleva en la cabeza) es un término muy general y se entiende como el proceso de centralización y cefalización del sistema nervioso más acabado y complejo del reino animal.[1]
El cerebro se encuentra ubicado en la cabeza; por lo general, cerca de los principales órganos de los sentidos como la visión, audición, equilibrio, tacto (Extremidades y piel), gusto y el olfato. Se corresponde al encéfalo de humanos y otros vertebrados y se subdivide en cerebro anterior, medio y posterior. En otros animales, como los invertebrados bilaterales, se entiende como cerebro a una serie de ganglios alrededor del esófago en la parte más anterior del cuerpo (véase protóstomos e hiponeuros) comprendidos por el protocerebro, deutocerebro y tritocerebro en artrópodos, ganglios cerebral, pleural y pedial en moluscos gasterópodos y masas supraesofágica y subesofágica en moluscos cefalópodos. También muestran cerebros muy arcaicos o simples bilaterales como platelmintos, nemátodos o hemicordados. Sin embargo, hay bilaterales que muestran muy pocos rasgos distintivos de cefalización como los bivalvos o briozoos. Algunas especies de invertebrados no existe un cerebro por carecer completamente de sistema nervioso, como los poríferos, placozoos y mesozoos, y otros aunque teniendo sistema nervioso por carecer de rasgos definidos de centralización o cefalización al mostrar simetrías no bilaterales como los cnidarios, ctenóforos o equinodermos.[2],.
TÍTULO: CARTA DE LA SEMANA UN TREN A NINGUNA PARTE,.
Cada veinte minutos se comete una violación en la India. El alarmante dato es una constante en ese país desde hace años, pero se ha ...
Comprendo que a algunos, en parte a mí mismo, les resulte difícil comprender que se inaugure, con gran coste, un AVE hasta la frontera de Francia; un tren que al resto de los españoles nos aproxima más a una tierra que, oficialmente, quiere desvincularse de nosotros. Pero así ha sido, en esta España llena de paradojas, contradicciones profundas y actitudes que rayan con el surrealismo, la inauguración del tramo ferroviario Madrid-Figueras, en plena tensión separatista, con el Príncipe de Asturias, Mariano Rajoy, Artur Mas y la ministra de Fomento mirándose, muy serios todos, desde asientos enfrentados. Menudo fotón. Y menudo follón.
Hay quien ha querido ver en este trayecto de cincuenta y tres minutos un asomo de 'cumbre' política entre el president de la Generalitat y el presidente del Gobierno central, con Don Felipe de Borbón y Ana Pastor de más o menos incómodos testigos. Puede que no sepamos nunca el tenor, más o menos literal, de lo hablado en esa menos de media hora, mientras el resto de España se acercaba, a trescientos kilómetros por hora, a un trozo de la tierra patria que, oficialmente -otra cosa sería la realidad, que tantas veces discrepa de lo oficial-lo que quiere es alejarse.
Asumo, por tanto, que los españoles de a pie, por muy buenas fuentes que tengamos, no conoceremos la realidad-real de lo hablado en esta 'cumbre de la Renfe'. Pero la verdad es que son muchas las cosas que ambas partes, aparte del tema del fútbol, que es lo que nos dicen que trataron, tienen que hablar. Qué sería de las relaciones humanas si el fútbol no existiese, si Messi no hubiese recibido el balón de oro y si el astro argentino del Barça no hubiese portado esa tremenda chaqueta de gala que ha acaparado tantos comentarios.
Lo malo es que limitándonos a tratar sobre el fútbol, sobre lo que engordan las fiestas navideñas y sobre el clima invernal no vamos, en el no-diálogo entre la Generalitat de Catalunya y el resto de los españoles, a ninguna parte. Ya sabemos que Rajoy es hombre de pocas palabras, y que Artur Mas, que es más locuaz, dice algunas tonterías en mitad de su parlamento. La última jacaranda ha sido pretender que premien como mejor película en catalán un filme que es mudo. Y así vamos...
Bien, puestos a confiar, confiemos en que este preludio futbolístico-gastronómico sea seguido por algo más enjundioso, porque, en efecto, hay que hablar, aunque sea en la quietud del Palacio de La Moncloa, que últimamente no es que corra mucho hacia parte alguna, la verdad. Forzoso es llegar a un pacto entre dos interlocutores que han venido, desde el pasado mes de septiembre, dándose portazos en las narices. Y ya lo creo que el pacto es posible: la propia representante del PP en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, ha pedido un semestre negociador, lo que, dicho sea de paso, parece haber sentado mal en las inmóviles estructuras 'populares' en Madrid. Pero sí, pienso -y me parece que no soy el único-que hay que hablar de esa consulta que quiere organizar Mas y que debería, 'in extremis', organizar el Estado; y de ese pacto fiscal, que sin duda puede reconvertirse en algo más modesto; y de tantas otras cosas, susceptibles de volver el agua, aunque sea embravecida, a sus cauces racionales.
En fin, al menos, a Artur Mas y a Rajoy les gusta el fútbol. Pero las discrepancias empiezan, según nos cuentan quienes ha prestado atento oído a la menor filtración de la conversación, en que uno piensa que la televisión engorda muchísimo, y el otro, no. Así, ya digo, este tren, por lo demás un gran avance que hay que celebrar, no nos lleva a parte alguna.
TÍTULO: MUNDIAL DE BALONMANO ESPAÑA-35- DINAMARCA-19-
España gano a Dinamarca y hasido campeón del mundo en un gran partido jugado en la Ciudad de Barcelona, etc.
TÍTULO: BARCELONA-5-OSASUNA-1- LIGA FÚTBOL.
El Barcelona jugo un gran partido de fútbol con goles de Messi, etc,.
TÍTULO: SE ACABO CHICOTE,.
Alguien va a tener que dar de comer a los 2.463.000 comensales de Alberto Chicote. El chef borde de la televisión despide esta noche la primera temporada (a las 21.30 horas en La Sexta), después de haber puesto orden en los fogones de una docena de restaurantes de España. Tras el paso del huracán Chicote... ¿les va mejor? Pues a algunos no, porque el italiano Da Vinci y el gallego El Castro de Lugo han echado el cierre. Y eso que en ninguno de estos encontró un ratón muerto en el lavavajillas.
La otra cara de la moneda la ponen el Sagar y El gusto es nuestro, ambos de Madrid. Los propietarios de estos restaurantes hacen balance... y aprueban al cocinero madrileño. «Al principio sentimos un poco de vergüenza, pero después, al ver la reacción positiva de nuestros clientes, supimos que habíamos hecho lo correcto», reconoce Kumar Gangaramani, que regenta el hindú Sagar en el barrio de Salamanca de Madrid.
Cuenta con satisfacción que «los fines de semana no hay sitio sin reserva previa». Y eso es mucho decir, cuando la mayoría de los restaurantes que recurrieron a Chicote apenas llenaban la mitad de las mesas y tenían 'agujeros' de 5.000 y 6.000 euros al mes. El problema de ellos, al margen de contar con el salón casi vacío, residía en la falta de entendimiento entre los cocineros y el resto del personal. La tensión llegó a tal punto que durante una discusión con Chicote, uno de los chefs del local se marchó de la cocina. Pero eso está olvidado. «Está viniendo gente de toda España, preguntan por Chicote y se sacan fotos con nosotros», relatan entre agradecidos y todavía sorprendidos.
Enseñar lo más 'feo' de su cocina no ha asustado a los espectadores. Tampoco a los clientes de El gusto es nuestro, un restaurante de Vallecas donde no faltaba armonía -el dueño recibía a los empleados con abrazos y besos-, sino un poco de orden en la cocina. «La imagen que hemos dado en el programa ha sido muy positiva, conservo mis clientes antiguos y hemos conseguido atraer a nuevos», asegura Alicia, la dueña. Es más, «nadie ha pedido ir a la cocina para ver cómo está».
Cuando entró (a ésta y a otras cocinas) Chicote no se quedó sin palabras... Todo lo contrario. 'Eres más guarro que la Potitos', 'En la nevera hay cosas de la Primera Guerra Mundial', '¡Dios mío! Si aquí cortaron las cabezas de la revolución francesa'... son algunas de las frases que le han convertido en leyenda en la tele. Salvando la parte de guión, hay que reconocer que tenía mucha razón.
- ¿Le hirieron sus palabras?
- Es duro que te digan a la cara los errores que has cometido en tu negocio... Pero yo solo tengo palabras de agradecimiento -confiesa Alicia-.
Además de unificar el equipo y reestablecer los roles del negocio, Chicote metió mano en la decoración del local, en la carta... Aunque hay cosas que los restaurantes han mantenido a pesar del paso de Chicote: «¡El espíritu de convertirnos en el mejor restaurante indio de Madrid! Eso no cambia y estamos haciendo grandes progresos», afirman entusiastas en el Sagar.
El 'coach' culinario cierra esta noche el bar con un último reto: salvar El pozo viejo, un local que asoma en una de las calles con más solera de Marbella, pero que se ha quedado anclado en la gastronomía de hace décadas. Luego el chef madrileño de las camisas de colores dará un breve respiro a dueños, cocineros y camareros. Pero no se confíen, que ya está buscando nuevos fogones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario