jueves, 17 de enero de 2013

Baja la fiebre por la Gioconda del Prado./ LLUVIA DE PULGADAS EN LAS VEGAS,.

Baja la fiebre por la Gioconda del PradoTÍTULO: BAJA LA FIEBRE POR LA GIOCONDA DEL PRADO,.
Más de tres millones de personas visitaron el museo del Prado en 2012. Es un nuevo y apetecido récord para una de las grandes pinacotecas ...

Baja la fiebre por la Gioconda del Prado

Un año después de su «resurrección» y tras visitar en París a su gemela, la pintura luce sin sobresaltos en la sala 49 del museo

Más de tres millones de personas visitaron el museo del Prado en 2012. Es un nuevo y apetecido récord para una de las grandes pinacotecas del mundo, que tiene en la pintura de Velázquez, Goya o el Bosco sus grandes imanes. Un atractivo que se incrementó hace ahora doce meses gracias a una obra que llevaba más de un siglo en el museo pero a la que un espectacular lavado de cara puso en la primera línea escaparate. Es la Gioconda del Prado, que compite en belleza con su famosa gemela del Louvre, con la que compartió sala unos días en el museo parisino y que fue pintada bajo la supervisión del mismísimo Leonardo da Vinci hace cinco siglos.
La fiebre que generó se ha moderado. La catarata de curiosos que se agolpó frente a la tela hace un año se ha tornado en un constante y ordenado rosario de espectadores que desfilan sin alborotos por la sala 49 del Prado, su emplazamiento provisional. No se producen las agobiantes aglomeraciones de cada día ante la Gioconda parisina ni tiene como ella protección especial. No hay vidrio ni cordón de seguridad, aunque los bedeles han de estar muy atentos. El Prado no permite hacer fotos -ni siquiera sin flash- pero son muchos los espectadores que se saltan la orden y se escapa algún que otro flashazo, para disgusto de los vigilantes.
La locura se desató el pasado 21 de febrero, primer día de exposición de la tabla restaurada de esta 'gemela' de la Mona Lisa de París. Una marea humana pugnaba por acercarse al cuadro pintado por una mano aún desconocida pero ante la vigilante mirada de Leonardo da Vinci, según coinciden los expertos, conservadores y restauradores que dieron cuenta tres semanas antes de los detalles de una excepcional «resurrección».
La oscura 'Gioconda de Madrid' permaneció décadas en la sala 56-B sin generar excesiva atención. El Louvre pidió al Prado en 2010 que estudiara su Gioconda ante la exposición que preparaba sobre la 'Santa Ana' de Leonardo para la pasada primavera. La tabla llevaba casi tres siglos en las colecciones reales, pero todo cambio cuando en 2011 se retiró un denso repinte negro del siglo XVIII que ocultaba el paisaje original, parejo al de la Mona Lisa del Louvre. Se resaltó la enigmática belleza de una figura que hoy brilla mucho más que su gemela parisina, oscurecida por los oxidados barnices de los que se liberó a la madrileña. Dos años necesitó el taller del Prado para concluir el complejo proceso de restauración, tras constatar que la «excepcional» conservación de la tabla permitía quitar los repintes sin peligro.
El ojo de Leonardo
Fue «una auténtica revelación» para Almudena Sánchez Martín, conservadora responsable de la intervención, que abría «una ventana que llevaba cerrada más de dos siglos». La investigación fue «una gran aportación para conocer el procedimiento de trabajo de Leonardo y el modo en que se realizó la obra original».
La Gioconda del Prado, hasta entonces una copia más, pasó a ser «la versión más importante de todas las conocidas». Se confirmó que fue ejecutada al tiempo que la de París y bajo la atenta mirada del genio del Renacimiento. Los estudios y la restauración «confirman la elaboración paralela» de unas pinturas a las que cabe llamar gemelas sin temor a errores. Ambas figuras son idénticas en dimensiones y morfología y cada corrección del dibujo bajo la pintura original de la de París se repite en la del Prado. Se aprecia en la alteración del contorno de la cintura, la posición de los dedos, el perfil del velo y el de la cabeza e incluso ajustes de los perfiles de las mejillas y el cuello.
No cabe duda de que el ojo de Leonardo vigiló a esta Gioconda, pintada sobre nogal y no sobre roble o chopo como se suponía, y sobre la misma preparación sin yeso y con blanco de plomo que 'La dama del Armiño' o el 'San Juan Bautista' de Da Vinci. No se ha dilucidado cuál de los discípulos del genio florentino la pintó, pero todas las papeletas son para Andrea Salaï (1480-1524) y Francesco Melzi (1493-1573), amante y heredero de Leonardo. Fuera quien fuere, tuvo a la vista el trabajo de Leonardo y realizó las mismas correcciones, desde el dibujo preparatorio hasta las últimas pinceladas. El discípulo pintó junto al caballete del maestro, y repitió paso por paso los planteamientos, arrepentimientos y correcciones de Da Vinci. La diferencia radica en el muy leonardesco 'sfumato', ausente en la Mona Lisa de Madrid, y en las cejas que sí tiene la de Madrid y no la del Louvre. El Prado habla así siempre de «copia» para referirse a la tabla de Madrid y de «original» cuando se habla de la de París.
La resurreción de la Gioconda del Prado abrió el debate sobre si se debe o no restaurar la Mona Lisa del Louvre, con la que la pintura del Prado se confrontó en junio pasado catalogada como 'La Gioconda, taller de Leonardo' junto a joyas de Rafael, Fra Angélico o Boticelli.
 
TÍTULO:  LLUVIA DE PULGADAS EN LAS VEGAS,.
 
 Ver en Las Vegas a un nutrido grupo de gente alrededor de una mesa de juego no es nada extraño. Que no estén esperando a conocer el,.
 
Ver en Las Vegas a un nutrido grupo de gente alrededor de una mesa de juego no es nada extraño. Que no estén esperando a conocer el resultado que depara la última mano de póker o para ver el color y el número de la ruleta por el que se decanta la bola es algo más inusual. En este caso el centro de atención es una partida de Monopoly que está usando como tablero una pantalla de 27 pulgadas. Se trata de 'IdeaCentre Horizon 27', un tablet de un tamaño similar al de una mesa de café y que el fabricante chino Lenovo ha presentado como el primer "ordenador interpersonal". Equipado con Windows 8, al colocarlo en posición horizontal cambia su interfaz para ser utilizado en compañía, respondiendo a diez puntos táctiles al mismo tiempo, lo que le diferencia de otros proyectos similares.
Este ha sido uno de los puntos de color del Consumer Electronics Show (CES) que acaba de concluir en la urbe que preside el desierto de Nevada. A pesar de lo ecléctico de la primera gran cita mundial del gremio tecnológico, los televisores se han convertido en los grandes protagonistas durante estos días. Las novedades se han centrado en resoluciones de ensueño y controles gestuales y orales, así como diseños gigantescos, curvos o transparentes. El nuevo estándar 4K UltraHD ha pulverizado todos los registros existentes y ha reinventado la alta definición tal y como el mercado la conoce a día de hoy. multiplicando por cuatro la resolución de una televisión HD de 1080p.
Samsung, que recogió gran parte del protagonismo desechado por Amazon, Google, Microsoft y Apple con sus ausencias, presentó un equipo de 85 pulgadas que incorpora esta tecnología aunque fue muy difuso en lo que respecta a fechas y precios de su comercialización. Sin embargo, entre los nuevos inquilinos del catálogo de la firma surcoreana destaca un televisor lejos de esas monstruosas medidas, el LED F8000. Viene equipado con un procesador de cuatro núcleos y dispone de un sistema de reconocimiento que adapta los contenidos en función de los gustos y la edad de los usuarios. No hace falta el mando, basta con entonar la voz y preguntar, evitando de esta manera un soporífero paseo por toda la parrilla televisiva para dar con algo que merezca la pena.
Los equipos OLED también han tenido presencia, principalmente, de la mano de LG. La factoría de Seúl mostró la primera pantalla curva de esta especie, lo que permitiría, entre otras cosas, eliminar "las distracciones visuales" que producen una visión defectuosa en los bordes. Además del EA9800, LG ha anunciado Laser TV, una pantalla de cien pulgadas que llegará a Estados Unidos durante el primer trimestre del presente curso, así como varios modelos UltraHD. El mayor problema que plantea esta nueva tecnología es la creación de contenidos adaptados a esta definición. El otro contratiempo para los fabricantes reside en que la televisión no es un equipo con un ciclo de vida tan corto como el de los móviles o las tabletas. Para solventar esto, Samsung pondrá en el mercado 'Smart Evolution', un pequeño dispositivo que servirá para actualizar las prestaciones de modelos adquiridos recientemente.
A pesar de la cercanía del Mobile World Congress que se celebrará a finales de febrero en Barcelona, algunos han mostrado sus cartas en lo que a telefonía móvil se refiere. El CES 2013 ha colaborado a difuminar un poco más las fronteras entre los 'smartphones' y las tabletas con terminales como el Ascend Mate, del fabricante chino Huawei, que tiene una pantalla de 6,1 pulgadas, la más grande del mercado. Unas medidas que incluso superan al Galaxy Note de Samsung, quien ha abanderado durante muchos meses esta gama bautizada como 'phablet' o 'tabletofono'.
Por su parte, Lenovo ha dado a conocer el K900 de 5,5 pulgadas, que comenzará a comercializarse en mercados emergentes. ZTE lanzará en las próximas semanas Grand S, un teléfono de 6,9 milímetros de grosor y cinco pulgadas, un tamaño que también ha sido escogido por Sony para actualizar su gama de móviles. El Xperia Z, el gigante de la compañía nipona, tiene una cámara de 13 megapíxeles, está equipado con un procesador de cuatro núcleos y aguanta treinta minutos bajo el agua, pudiendo atender una llamada mientras te duchas. En algunos países, este terminal llegará acompañado del ZL, más pequeño que su hermano pero con las mismas prestaciones.
Las tabletas han tenido menos visibilidad que en otras ocasiones. Entre lo más destacado, Panasonic presentó un modelo de 20 pulgada, Polaroid dio a conocer dos modelos 'low cost' y marcas como Sony o Samsung han puesto al día su oferta con mayores medidas.
 

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