Los brasileños se han lanzado a estudiar idiomas con
frenesí y un poco de prisa. El Mundial de Fútbol del año que viene y las
Olimpiadas de Río de 2016 han obligado a los sectores relacionados con
el turismo a ponerse las pilas: el Gobierno ha enrolado a 115.000
hosteleros y taxistas en clases de inglés y español, y hasta las
vendedoras de acarajé, el tradicional bollo de frijoles de Bahía, hincan
ya los codos con vistas a explicar a los turistas las excelencias de su
misteriosa mercancía. El gran país sudamericano no destaca en el
conocimiento de lenguas ajenas, con un nivel «muy bajo» de inglés según
el último ránking de Education First, así que hay que apurarse para
lograr que los visitantes se sientan a gusto mientras gastan alegremente
sus reales.
Pero en ese listado de sectores estratégicos, llamados a
entablar estrecho contacto con los extranjeros, se echaba de menos un
gremio al que también le espera mucha tarea. Las prostitutas del estado
de Minas Gerais, hartas de verse ninguneadas por las autoridades, han
decidido promover sus propios cursos de idiomas: empezarán en marzo con
el inglés, al que ya se han apuntado ochenta mujeres, y tienen previsto
ampliar la oferta al español, el italiano, el francés e incluso el
portugués, porque muchas son inmigrantes y no lo dominan. «El inglés es
importante. No solo para el Mundial, sino también para la vida: todos
los días atendemos aquí a italianos, y también he recibido a
canadienses. En nuestra profesión, el diálogo es esencial», ha explicado
al portal de noticias 'Uai' la presidenta de la Asociación de
Prostitutas, Cida Vieira, que estará entre las alumnas: «Yo solo sé
decir 'money', 'good morning' y 'good evening'», confiesa.
Baño de nieve
Las clases serán gratuitas, pero la asociación no recibe
ninguna ayuda pública, así que el proyecto depende de profesores
voluntarios, igual que en otras áreas cuentan con la colaboración de
médicos y psicólogos. Para esta enseñanza no vale cualquiera: la
intención es organizar un curso de inglés especializado, técnico, que
recoja de forma actualizada el vocabulario a veces crudo y a veces
metafórico del comercio sexual. La propia Cida Vieira, especializada en
fetichismo, ha destacado las necesidades particulares que implica su
parcela del negocio. ¿Cómo se llama en inglés, por ejemplo, lo que en
Belo Horizonte se conoce como 'baño de nieve', que consiste en ir
derritiendo una vela sobre el cuerpo del cliente? El léxico para la
dominación y la sumisión ha de incluir áreas de experiencia como lamer
tacones o chicotear culos, que no suelen figurar en el programa de los
niveles básicos de las academias. «Estas clases son importantes para la
dignidad del trabajo -insiste Cida-. Las mujeres tienen que ser capaces
de negociar un precio justo y defenderse». Su organización, con 4.000
asociadas, lleva más de tres años reivindicando esa dignidad y
combatiendo los eternos tabúes, a veces mediante iniciativas
inesperadas. En octubre, por ejemplo, organizaron el primer certamen
'Miss Prostituta', una versión concienciada de los concursos de belleza
que elegía a la profesional «más simpática y que demostrase mayor
autoestima y mayor empeño en la lucha por sus derechos». También están
detrás del Día Nacional sin Prejuicios, una jornada anual dedicada a
combatir las ideas preconcebidas y reduccionistas acerca de las mujeres
que ejercen este oficio. Las clases de inglés, aseguran, servirán
igualmente para fomentar el respeto: «Cuanto más nos capacitamos, mayor
es el diálogo que se establece con la sociedad y, de esa manera,
reducimos los prejuicios».
Acostumbradas a que las marginen, las prostitutas de
Minas Gerais contemplan el Mundial de Fútbol con una mezcla de
expectación y desconfianza.
Por un lado, representa una evidente oportunidad
comercial, aunque no quieren hacerse muchas ilusiones sobre su alcance:
«Tenemos un informe de Sudáfrica que muestra que, no sé si debido a la
cuestión del sida por allí, los resultados no fueron tan buenos. No hubo
clientela. No sé si eso se repetirá con Brasil. Porque, en el exterior,
Brasil significa playa, mujer bonita, culos y jaleo, ¿no?», ha
planteado Cida. Por otro lado, temen que la «higienización» emprendida
por las autoridades acabe desplazándolas del centro de las ciudades que
van a servir de sede, como Belo Horizonte: «Van a querer escondernos».
A los taxistas y los camareros no les pasa eso. Pero
seguro que tampoco reciben decenas de ofertas de profesores dispuestos a
enseñarles inglés, como les ha ocurrido a las prostitutas de Minas
Gerais en cuanto ha trascendido su iniciativa.
TÍTULO: DEPORTES .REAL MADRID 'Hat-trick' de expulsiones
-foto- Kaká vió una primera amarilla por un codazo y la segunda por obstaculizar un saque de falta,.Tres rojas en una semana
Es la tercera expulsión seguida tras las de Ramos y Adán
El Real Madrid volvió a acabar un partido con diez jugadores. Desde
que arrancó 2013, ha sido una constante. Van tres partidos y tres rojas.
El primero en caer fue Sergio Ramos por doble tarjeta amarilla y que
acabó con cinco partidos de sanción por los insultos del central a Ayza
Gámez. El Real Madrid ya ha recurrido la sanción.
Después llegó la roja directa a Adán. El meta derribó a Vela en una ocasión manifiesta de gol. Iker salió por el portero titular, que ayer cumplió su partido de sanción.
Y en el Reyno le tocó el turno a Kaká. El brasileño duró en el campo tan solo 17 minutos. Entró en el terreno por Higuaín y enseguida vio la primera tarjeta al soltar el codo en un salto con Rubén. Pero la amarilla que se podía haber ahorrado Kaká fue la segunda.
Obstaculizó el saque de falta, aunque bien es cierto que el jugador de Osasuna aprovechó para forzar la jugada sacando rápido contra el madridista, que apenas tuvo tiempo de reaccionar. Con la reglamentación en la mano, es tarjeta y no hay nada que objetar. De hecho, el propio Kaká se marchaba del campo cabizbajo, consciente de que cayó en la trampa, y pidió perdón a Mourinho justo cuando enfilaba los vestuarios.
Con la de Kaká, ya son 27 expulsiones en la etapa de José Mourinho. Lo más curioso es que el Madrid jugó mejor con uno menos en los últimos minutos del partido.
Kaká volvió a salir con el partido cuesta arriba. Mou tira de él siempre que el equipo va perdiendo y no es capaz de deshacer un empate. La última vez que el brasileño terminó expulsado fue en un partido con Brasil en el Mundial, en el duelo de la primera fase frente a Costa de Marfil. Es la primera vez que ve la roja como jugador del Real Madrid. Otra tarde para olvidar.
Después llegó la roja directa a Adán. El meta derribó a Vela en una ocasión manifiesta de gol. Iker salió por el portero titular, que ayer cumplió su partido de sanción.
Y en el Reyno le tocó el turno a Kaká. El brasileño duró en el campo tan solo 17 minutos. Entró en el terreno por Higuaín y enseguida vio la primera tarjeta al soltar el codo en un salto con Rubén. Pero la amarilla que se podía haber ahorrado Kaká fue la segunda.
Obstaculizó el saque de falta, aunque bien es cierto que el jugador de Osasuna aprovechó para forzar la jugada sacando rápido contra el madridista, que apenas tuvo tiempo de reaccionar. Con la reglamentación en la mano, es tarjeta y no hay nada que objetar. De hecho, el propio Kaká se marchaba del campo cabizbajo, consciente de que cayó en la trampa, y pidió perdón a Mourinho justo cuando enfilaba los vestuarios.
Con la de Kaká, ya son 27 expulsiones en la etapa de José Mourinho. Lo más curioso es que el Madrid jugó mejor con uno menos en los últimos minutos del partido.
Kaká volvió a salir con el partido cuesta arriba. Mou tira de él siempre que el equipo va perdiendo y no es capaz de deshacer un empate. La última vez que el brasileño terminó expulsado fue en un partido con Brasil en el Mundial, en el duelo de la primera fase frente a Costa de Marfil. Es la primera vez que ve la roja como jugador del Real Madrid. Otra tarde para olvidar.
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