Tom Hanks y Halle Berry: a pura ductilidad, ambición y coraje

Los protagonistas del nuevo filme de los hermanos Wachowski hablan del desafío de haber hecho una superproducción independiente, muy compleja, que cruza historias, personajes, segmentos temporales y espaciales.

yúdennos, ayuden a la gente a que saque coraje para venir a ver nuestra película”, nos piden los hermanos Wachowski a los periodistas que los entrevistamos en Los Angeles cuando estaba por estrenarse Cloud Atlas: La red invisible –que en la Argentina se conocerá mañana-, la superproducción independiente más cara de todos los tiempos, tanto que los directores tuvieron que invertir dinero de su propio bolsillo. En ese contexto, es fácil entender por qué, cuando ningún estudio quería financiarles el proyecto, el que Tom Hanks y Halle Berry hayan aceptado participar fue tan providencial para los hacedores de la trilogía de Matrix .

Lana Wachowski llama a Tom Hanks “el James Stewart de nuestros tiempos” y no es original, ése es un elogio que el actor ya está muy acostumbrado a recibir. “No tengo ningún problema en aceptar el halago, es más, doy por sentado que soy el actor más conocido de todo este elenco, de hecho es al único al que el público va a reconocer fácilmente en la película porque los maquilladores no pudieron disimular el tamaño de mi cabeza en ninguno de las seis historias”, bromea. Su simpatía lo precede y cuando llega junto a Halle Berry a la habitación donde una decena de medios lo espera, entre ellos Clarín , hace una de sus jugadas. Pide permiso para ir al baño primero y una vez en la puerta invita a algún periodista a entrar con él. “Ustedes se pierden la primicia”, remata cuando ve que, obviamente, ninguno se va a animar.
A lo largo de Cloud Atlas , Hanks y Berry se van a encontrar , perder y reencontrar en distintas épocas de la humanidad, incluyendo un futuro norcoreano postacocalíptico. Sus personajes, diferentes en las seis historias que se cuentan de manera paralela para mostrar cómo las vidas individuales pueden estar conectadas y moldear otras ,ya sea en el presente, pasado o futuro, parecen destinados a conectarse como pareja. Uno puede ser un santo en una vida y un villano en otra, propone el guión basado en un best seller británico. La propuesta es inteligente y compleja y una de las razones por las que, mientras muchos actores no aceptaron el desafío, Tom Hanks fue el primero en subirse a bordo.
¿Qué fue lo que más los atrapó de este proyecto que parece tan difícil de vender?
Hanks: Sabía que iba a ser muy divertido. Me hizo acordar cuando empecé a hacer teatro de repertorio, donde estrenábamos seis obras por temporada y en una interpretabas al guardián de los perros y eras divertido, y en otra eras el Lord de Essex y si eras muy afortunado te tocaba ser Ricardo III .
Berry: A mí me interesó mucho la temática que plantea, eso que todos alguna vez pensamos, cuál es nuestro propósito en la vida, si estuvimos antes aquí, si nuestras acciones afectan a otros. Y esta película es acerca de seis personas que están realizando estos viajes personales en distintos tiempo, dándose cuenta cómo un acto cruel o de amabilidad puede cambiar el destino de ellos mismos, y de otros, centurias mas tarde.
¿Con cuales personajes de los que interpretan se conectaron mejor?
Hanks: Sin dudas me encantó el villano, Dermott Hoggins, el escritor de Knucke Sandwich, al que no le caen bien los críticos (un violento que protagoniza una de las escenas más brillantes de la película). Qué pena que sólo tuve dos días para estar en su piel, me hubiera gustado tener seis semanas para meterme en su mundo. Creo que estuve más tiempo en la silla de maquillaje que filmando sus escenas (risas). Un tipo sin paciencia, Hoggins, muy diferente a los roles que usualmente hago.
Berry: Todos mis roles me gustaron, y coincido con Tom en que es maravilloso poder experimentar, como en mi caso, cómo sería si fuera blanca. O hispana. Mi madre es blanca y eso me ayudó bastante para entender mejor el rol. Tuve la suerte de que me tocaron personajes heroicos, que tenían que tomar decisiones que les permitían crecer espiritualmente. Siento que mi alma evolucionó junto con las de los personajes.
Como si la trama sola no fuera complicada y difícil de traducir al lenguaje cinematográfico, el hecho de que fueran tres los directores, los hermanos Andy y Lana Wachowsky y el alemán Tom Tykwer ( Corre, Lola, corre ) hizo la experiencia aún más complicada. “Pero muy excitante”, asegura Susan Sarandon, otra de las figuras que participan en este notable ensamble (ver Sarandon y la inteligencia ).
Fuiste el primero en ser convocado. ¿Les fue difícil explicarte de qué se trataba la película?
Hanks: Me fascinó las agallas que tuvieron, la inmensa aventura en la que se metieron de lleno. Muchas veces los guiones hablan por sí mismos, pero esta vez fue complicado. Creo en ellos, enseguida les dije que si conseguían financiamiento podían contar conmigo. La verdad es que pensé que no la iban a poder hacer, y chequeaba cada tanto. Me sorprendieron cuando me llamaron para iniciar el rodaje, habían pasado como tres años de las conversaciones iniciales.
Berry: El guión vino con un escrito especial, como de diez páginas, muy denso, que nos ayudaría a entender de qué se trataba. Al principio fue difícil captar la idea, no era parecido a nada que hubiera leído antes. Pero ellos nos explicaron bien como crecerían nuestros personajes a lo largo de la trama y de golpe todo empezó a cristalizarse.
Hanks: Transformarse debajo de un maquillaje y de un vestuario es una experiencia muy liberadora, se las recomiendo. Y también les aconsejo que se preparen a ver el filme muchas veces. Yo ya lo vi como tres veces y en cada una encontré un detalle que se me había pasado por alto. Se dicen verdades profundas, se hacen conexiones cósmicas. Vale la pena invertir en una entrada. Confíen en mí, en lo que digo, no por nada dicen que sería un gran vendedor de autos usados (risas).

Definitivamente los retoques y tal vez el exceso de botox tienen a Meg Ryan con un rostro más alejado de lo que conocíamos. La actriz no ha conseguido mantener la expresión dulce y alegre que la caracterizaba antes de sus arreglos faciales. Era innegable que era una de las actrices más bellas de Hollywood y tenía un estilazo. Quizá el miedo a envejecer hizo que perdiera su belleza. Nos deja una lección para todas: es mejor envejecer con dignidad. Foto: Getty Images

TÍTULO: MEG RYAN:

Margaret Mary Emily Anne Hyra, (n. 19 de noviembre de 1961; Fairfield, Connecticut, Estados Unidos), es una actriz de cine, televisión, productora de cine y televisión estadounidense. Más conocida cómo Meg Ryan. Durante su trayectoria profesional Ryan ha recibido varios premios y nominaciones entre las que cabe destacar tres candidaturas al Globo de Oro a la mejor actriz de comedia o musical y una al Premio del Sindicato de Actores a la mejor actriz protagonista.¹ Conocida por sus intervenciones en películas como Innerspace (1987), When Harry Met Sally (1989), Sleepless in Seattle (1993), French Kiss (1995) o You've Got Mail (1998). Además la actriz ha recaudado con sus películas, hasta el año 2009, más de 1.100 millones de dólares sólo en Estados Unidos.2,etc.

-foto.Meg Ryan y la impactante transformación de su rostro

Meg Ryan exhibe su versatilidad y encanto natural en cada papel que encarna. Es protagonista en el debut en el largo de Jonathan Kasdan como director cinematográfico, Entre mujeres, junto a Adam Brody.

Meg tiene entre manos tres proyectos actualmente en fase de producción: Una misiserie de la HBO...

Meg Ryan y la impactante transformación de su rostro,.

Definitivamente los retoques y tal vez el exceso de botox tienen a Meg Ryan con un rostro más alejado de lo que conocíamos. La actriz no ha conseguido mantener la expresión dulce y alegre que la caracterizaba antes de sus arreglos faciales. Era innegable que era una de las actrices más bellas de Hollywood y tenía un estilazo. Quizá el miedo a envejecer hizo que perdiera su belleza. Nos deja una lección para todas: es mejor envejecer con dignidad.

TÍTULO: ALGO PARA RECUERDO:

Muy tierna, lograron llevar la poesía al cine.

No soporto la pareja que forman Meg Ryan y Tom Hanks. No me gusta ninguna de las películas que han hecho juntos y esta que era la mejor valorada llevándose incluso nominaciones al oscar al mejor guión (¿¿¿???) y a la mejor música (con canciones que dan vergüenza). En un principio, dentro de lo que cabe, no está muy mal. Pero a medida que avanza va empeorando y mucho hasta llegar a un final más que nefasto.

Nos encontramos ante un guión en el que las situaciones que nos propone la directora no hacen nada de gracia y también con un guión que da demasiadas vueltas sin llegar a nada en concreto. Un final previsible y asqueroso remata una película que no sorprende en ningún momento y nos encontramos ante la típica comedia romántica de siempre porque al fin y al cabo eso es lo que en realidad es esta película.

Tampoco entiendo que se destaque la química entre Meg Ryan y Tom Hanks cuando apenas salen en un par de escenas juntos en toda la película. De ellos dos decir que Meg Ryan está tan insoportable como de costumbre para no variar. Tom Hanks está algo mejor, cumple pero tampoco es nada del otro mundo. Todos los actores secundarios bastante mediocres y con papeles con bastante poca importancia excepto el chico que interpreta al hijo de Hanks que tiene bastante protagonismo y que en ocasiones merece ser extrangulado.

La misma comedia romántica de siempre. Eso es lo que es "Algo para recordar". Espero no recordarla y olvidarla inmediatamente de mi memoria porque es un producto totalmente olvidable.