Llega a las pantallas 'Volver a nacer', película que la actriz considera un «homenaje a la maternidad»
Penélope Cruz estrena 'Volver a nacer' a las órdenes de
uno de sus directores favoritos, el italiano Sergio Castellito. Cuando
la actriz española preparaba este filme, donde interpreta a Gemma, una
profesora incapaz de tener hijos, en las pausas del rodaje amamantaba a
su hijo Leo. La entrevista tiene lugar en Toronto, durante el Festival
de cine de la ciudad, y Cruz aparece como siempre impecable con unos
pantalones negros y unos altísimos zapatos de tacón. La cinta 'Volver a
nacer' cuenta la historia de una refugiada bosnia residente en Italia
que, 16 años después, regresa a Sarajevo con el niño que acogió como un
hijo en la guerra. Allí ella le hablará de su padre, un fotógrafo
americano fallecido llamado Diego. El guión esta basado en el libro 'La
palabra más hermosa' (Ed. Lumen) de Margaret Mazzantini, la escritora
casada precisamente con Castellito.
- ¿Por qué una historia de amor en mitad de la guerra suele ser tan cinematográfica?
- No lo sé, supongo que influye el factor épico. La
historia de amor con su admirador es real, igual que la relación con su
hermano, su amor platónico por Koyko y su compleja historia con Tashka.
Al final de una forma oscura y dolorosa Gemma se encuentra con el regalo
de su vida.
- ¿Cuál es el mensaje de la cinta?
- Creo que es un homenaje a todas las mujeres, un
homenaje a la maternidad. Es un homenaje a la relación de una madre con
su hijo. Una mujer que no puede tener hijos y que no sabe ser feliz sin
ellos. Por supuesto supe entender sus sentimientos antes de convertirme
en madre, pero una vez que das a luz entiendes su situación desde un
punto de vista más profundo.
- La relación entre los protagonistas es muy fuerte, parece que pueden con todo lo que les ocurre por el amor que sienten.
- Primero su amor funciona cuando son jóvenes y está
lleno de esperanza, de fuerza. Luego los dos cambian y ella no puede
tener hijos. Cuando está con él se siente protegida, pero al mismo
tiempo en conflicto porque no puede tener familia. Al final un niño
llega a su vida y Diego, que ya no cree en la raza humana, necesita la
fuerza de Gemma para seguir existiendo.
- En la pantalla usted siempre aparece de forma dramática, con grandes gestos, emociones. ¿Es algo natural a su forma de ser?
- Depende de como se dé el rodaje, de la frecuencia con
que el director ruede las escenas y el tono que requiera la película. En
este caso todo estaba muy claro porque el libro que ha escrito Margaret
es maravilloso. Como actriz lo importante es tener un buen guion con
las respuestas claras. Me niego a rodar con uno que no esté terminado,
porque el rodaje acaba siendo un desastre. No es que no crea en
milagros, pero en ése no creo. Me gusta contar con el material en la
página.
Miedo a envejecer
- ¿Cómo se sintió al interpretar a una mujer madura, de cierta edad?
- Eso fue algo que me interesó mucho de mi personaje.
Interpretar a alguien desde los 20 a los 50 años. Siempre he querido
hacer algo así, pero hasta ahora nunca había encontrado el personaje
adecuado y no sólo por la curiosidad física sino por todo lo que
significa emocionalmente para un actor el proceso de envejecer.
- ¿Y cómo se sintió?
- Tomé fotos de toda mi familia y me di cuenta de lo
mucho que me parecía a mi abuela en ese momento. Descubrí cosas incluso
de mi padre, de todos los miembros de mi familia y nuestras caras se ven
reflejadas en la historia.
- ¿Le da miedo envejecer?
- Soy una mujer con mucha suerte y para mí lo mas
importante es la salud. Jamás me la tomo a la ligera porque he visto
muchas cosas en mi vida. Trato de no responder de forma estúpida a este
tipo de preguntas porque, como actriz, me preguntan lo mismo desde los
22 años. A mí me ayuda haber crecido en Europa, donde envejecer es una
celebración. Yo trato de cuidarme y de cuidar a mi familia para evitar
situaciones dolorosas. No importa lo que tengas en la vida o cómo sea de
maravillosa, con la salud no se juega y quiero mantenerme saludable.
- Imagino que desde que es madre también se cuidará más.
- Desde el momento que eres madre todo cambia, todo.
Miras al mundo con ojos completamente diferentes, desde el primer
segundo vuelves a visitar tu infancia y lo haces con otro filtro, no ya
mental sino desde tu corazón. Vuelve a vivir ciertas experiencias que
pensabas olvidadas y eso te abre los ojos. Con este personaje pensé que
lo había entendido cuando lo leí, pero después de convertirme en madre
lo comprendí de otra manera.
TÍTULO: Ha muerto Patty Shepard REINA,,.
Iba uno a escribir algo sentido y personal sobre la muerte de Patty
Shepard. En la memoria sentimental de uno, Patty Shepard fue en la tele y
en el cine español de los 60, el primer apunte de que otro canon
estético era posible. Ella, con sus grandes ojos claros en los anuncios
de Fundador y Nico, aquella Lady Godiva en camiseta que anunciaba el
Centenario Terry cabalgando un caballo blanco, eran tías distintas.
No se vea sexismo en esto; me acojo a la autoridad de Andrés Torres Mora, que lo había dicho antes, hablando de Zapatero: "Era un tío distinto". Ella fue distinta en aquella España, lo que se puede ver en el video incluido arriba.
Aquella era también la España del turismo, de las legendarias suecas
que alimentaron por sí mismas un subgénero del cine español, el
landismo. Alfredo Landa, el protagonista absoluto dijo siempre que
"Patty Shepard es la actriz más guapa con la que yo he trabajado".
En realidad ya se me había adelantado Javier Memba en su blog con la misma vivencia y la misma memoria de los hechos. Yo apenas recuerdo su deriva por el terror gótico en los 70 porque ya había perdido el interés, pero me parece que su belleza delicada era un manifiesto de rotunda modernidad a finales de los sesenta, cuando interpretó 'Un, dos, tres, al escondite inglés', con Iván Zulueta. Luego ya vinieron otras modernas, como Sonia Bruno (née Antonia Oyamburu) y otras. Antes estaba Teresa Gimpera, cuyo aire tan escasamente hispano le impidió trabajar con Alfred Hitchcock, que había visto una referencia suya, con una mala foto en blanco y negro y la llamó para un casting, porque buscaba una actriz que encarnara a Juanita de Córdoba, la protagonista cubana de 'Topaz'. Al verla tan rubia y con aquellos rasgos, la despidió sin muchas contemplaciones y eligió a la actriz alemana Karin Dor, que, lo que son las cosas, parecía una cubana auténtica.
No ha tenido un obituario que le hiciera justicia en los periódicos. Que la tierra le sea leve.
No se vea sexismo en esto; me acojo a la autoridad de Andrés Torres Mora, que lo había dicho antes, hablando de Zapatero: "Era un tío distinto". Ella fue distinta en aquella España, lo que se puede ver en el video incluido arriba.
En realidad ya se me había adelantado Javier Memba en su blog con la misma vivencia y la misma memoria de los hechos. Yo apenas recuerdo su deriva por el terror gótico en los 70 porque ya había perdido el interés, pero me parece que su belleza delicada era un manifiesto de rotunda modernidad a finales de los sesenta, cuando interpretó 'Un, dos, tres, al escondite inglés', con Iván Zulueta. Luego ya vinieron otras modernas, como Sonia Bruno (née Antonia Oyamburu) y otras. Antes estaba Teresa Gimpera, cuyo aire tan escasamente hispano le impidió trabajar con Alfred Hitchcock, que había visto una referencia suya, con una mala foto en blanco y negro y la llamó para un casting, porque buscaba una actriz que encarnara a Juanita de Córdoba, la protagonista cubana de 'Topaz'. Al verla tan rubia y con aquellos rasgos, la despidió sin muchas contemplaciones y eligió a la actriz alemana Karin Dor, que, lo que son las cosas, parecía una cubana auténtica.
No ha tenido un obituario que le hiciera justicia en los periódicos. Que la tierra le sea leve.
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