martes, 8 de enero de 2013

LOS CINES EN CASTUERA EL VIAJE A NINGUNA PARTE,./ También nos gusta duro

TÍTULO: LOS CINES EN CASTUERA EL VIAJE A NINGUNA PARTE:

El viaje a ninguna parte dirigida por Fernando Fernán-Gómez y protagonizada por Fernando Fernán-Gómez, José Sacristán, María Luisa Ponte, Juan Diego, ..
Tranquismo, años cuarenta. Dentro de un grupo de cómicos de la legua medio emparentados entre sí, aunque no siempre recuerdan con precisión cuál es su parentesco, surgen amores y desamores. Hay separaciones dolorosas y encuentros felices; el trabajo se entremezcla con el amor, los problemas económicos con los familiares, y el hambre con el sueño de alcanzar el triunfo.  

Recomendamos encarecidamente esta película, hoy en La 2 de TVE a las 22.00 horas.

"... El viaje a ninguna parte (...) es un homenaje a los antiguos cómicos, tan sentido como emocionante. Pero es mucho más: es un lúcido y amargo retrato de la derrota, es un canto a un mundo extinto en el que los sueños, el amor al oficio y el compromiso solidario marcaban el rumbo de la existencia. En los personajes de El viaje a ninguna parte viven el dolor, el amor, la miseria, la esperanza... la vida misma"
(M.A. Palomo en El País)

Aquí tenéis una escena magistral de la película,.

TÍTULO: También nos gusta duro

Unos pétalos de rosa sobre la cama, una música de ambiente, luz tenue… y un amante que te desnuda poco a poco, susurrándote al oído lo mucho que le gusta ver tu cuerpo desnudo, y poder por fin acariciarlo. Sin duda, esa parece ser la idea de una noche de sexo perfecta en muchas mentes femeninas. De hecho, si una escribe “sexo duro” y “mujer” en Google, lo que se encuentra es una multitud de vídeos porno destinados casi en exclusiva al supuesto deleite masculino. ¿Es que acaso el puro sexo salvaje es sólo cosa de hombres? Otro mito a desmontar.
Fuckhard somecards
 Some Cards, al más puro estilo del Sr. Grey: "I don’t make love, I fuck hard".
El sexo puede ser muy buen sexo, cuando es sucio, visceral, y de hecho a las mujeres puede enloquecernos lo mismo, o incluso más, que una noche romántica en toda regla. Sí, reconozcámoslo, y entendámoslo, a las mujeres también nos gusta “follar” y no sólo “hacer el amor”.  El sexo salvaje  es, cuanto menos, una de las mejores formas que tenemos de liberarnos, al menos durante un rato, de nosotras mismas.
Por norma general, en las mujeres, el mayor enemigo a la hora de disfrutar es nuestra propia cabeza. Si en algo nos diferenciamos de los hombres es en nuestra dificultad para darle al botón de “off” de la maraña de nuestros pensamientos, para dejar de pensar en las mil cosas que nos quedan por hacer o que podríamos estar haciendo, y dejarnos llevar simplemente por el momento.
¿La cura? Un buen polvo, así de claro. Una pareja que te coja por banda, y te use, que te arañe, te muerda, y te penetre hasta agotarte. Donde las manos, las bocas, los gemidos se entremezclan, y todo es puramente animal, instintivo. Dejar que te posean, o bien, poseer tú a esa otra persona, usarla a tu antojo y buscar tu placer con su cuerpo, como si fuera un objeto, y sin que exista ningún tipo de culpa en ello. ¿Pero tiene que ver algo el amor en este tipo de encuentros?

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