martes, 13 de noviembre de 2012

EL MONTES Y EL RÍO ./ LAGARTO AMARILLO: DEJARSE LA PIEL./ CONTRA LA GUERRA EN EL FRAGOR DE LA BATALLA,.

TÍTULO: EL  MONTES Y EL RÍO .

 EN mi patria hay un monte.
En mi patria hay un rio.

Ven conmigo.

La noche al monte sube.
El hambre baja al río.

Ven conmigo.

Quiénes son los que sufren?
No sé, pero son míos.

Ven conmigo.

No sé, pero me llaman
y me dicen "Sufrimos".

Ven conmigo.

Y me dicen: "Tu pueblo,
tu pueblo desdichado,
entre el monte y el río,

con hambre y con dolores,
no quiere luchar solo,
te está esperando, amigo".

Oh tú, la que yo amo,
pequeña, grano rojo
de trigo,
será dura la lucha,
la vida será dura,
pero vendrás conmigo.

TÍTULO: LAGARTO AMARILLO: DEJARSE LA PIEL.

Foto del lagarto verde.

Hacia frío y restos de olor a café
Y en el oído, silencio con la hora que es

Te he conocido
Me salto la cama y me parto la falda al caer
Hacía frío, me guardas el ancla
Tenía canciones que hacer

Tuve que ir y volver a la luna
Perderme y jugarme la vida
Tuve que andar al revés
y volver a aprender lo que ya conocía
Tuve que huir al volver de la luna
después de jugarme la vida
Supe que a veces tal vez, hay que dejarse la piel

Amanecido con cuerpo de campo a través
Descolorío me caigo y me vuelvo a caer
Malherido me escondo en tu falda pero algo me falta no sé
Habría ido, me apuntas la falta tenia canciones que hacer

Tuve que ir y volver a la luna
Perderme y jugarme la vida
Tuve que andar al revés
y volver a aprender lo que ya conocía
Tuve que huir al volver de la luna
después de jugarme la vida
Supe que a veces tal vez, hay que dejarse la piel

Más que perderse a medio camino, podía ser
Punto y seguido, comprueba que todo ha ido bien
Hubiera ido, me apuntas la falta tenia canciones que hacer.

TÍTULO: CONTRA LA GUERRA EN EL FRAGOR DE LA BATALLA,.

Comparada por la crítica de su país con las grandes novelas bélicas escritas por Hemingway, O'Brien o Mailer, 'Los pájaros amarillos', del ...

Kevin Powers, excombatiente en Irak, cautiva con su primera novela, 'Los pajaros amarillos', un alegato antibelicista,.

Comparada por la crítica de su país con las grandes novelas bélicas escritas por Hemingway, O'Brien o Mailer, 'Los pájaros amarillos', del debutante Kevin Powers (Richmond, 1980), ha sido un de las grandes sorpresas editoriales en Estados Unidos.
Preseleccionada para el 'Guardian First Book Award' y finalista del prestigioso 'National Book Award', editada en español por Sexto Piso, la novela cuenta de primera mano el sinsentido y la crueldad de la guerra de Irak desde la óptica de un joven soldado enviado a combatir en una contienda que no entiende, le cambia la vida y le roba para siempre su presente.
Powers, poeta que debuta como novelista, aprovecha su experiencia como soldado en Irak, en el 2004 y el 2005, para firmar un alegato contra la guerra en el que la amistad que forjan los dos soldados protagonistas es lo único positivo entre tanto horror e inútil e indiscrimado derramamiento de sangre.
El joven novelista y excombatiente admite que no albergaba la intención de escribir ningún libro en particular. Su único propósito era contar su amarga experiencia en la contienda, relatar lo que él vivió en primera persona. Pero precisa que una vez se metió en harina, como haría a su juicio cualquier persona «honesta» que quiera narrar un conflicto armado, solo pudo escribir un «alegato antibelicista». Tiene razones contundentes. «No hay nada peor que la guerra», afirma. El horror del que habla el coronel Kurtz en 'Apocalipsis Now' se torna en este caso en una pesadilla vivida en un desierto, bajo un sol inclemente y en ciudades fantasmas en las que el enemigo parece ausente pero surge de repente en forma de mina anticarro o de francotirador apostado en una azotea.
Lo peor de la guerra, opina Powers, es reconocer que tienes que «sacrificar una parte de tu humanidad para sobrevivir». «Tienes que comprometer algunos de tus ideales que son importantes para ti porque estás en una guerra. Tomar parte de todo eso es lo peor. No se me ocurre nada más horrible que tener que acabar con la vida de otro ser humano», afirma.
Powers sabe de qué habla. Se alistó con 17 años en el ejército más poderoso del mundo. Con 23 estuvo a cargo de una ametralladora en Mosul y Tal Afar. Allí, donde los soldados le hablaban de tú a tú a la muerte, una compañera de batallón que acaba convertida en una estadística sirve a los reclutas de desahogo para pensar que la próxima bala no les alcanzará a ellos.
«Cuando estás en la zona de combate no piensas tanto en la posibilidad de morir. Estás en guerra y tu cerebro reacciona enumerando las circunstancias en las que puedes esquivar la muerte: si hago esto puedo morir, o si hago esto me puedo salvar. Y te agarras a ello como si fuera un tótem», relata. «Solo prestamos atención a las cosas extrañas, y la muerte no era extraña. Extraña era la bala que llevaba tu nombre, la bomba enterrada para ti. Esas eran las cosas a las que estábamos atentos», explica el joven soldado Bartle, protagonista de la primera novela del exsoldado.
Críticas al ejército
Powers acusa al ejército estadounidense de llevar engañados a los jóvenes, la mayoría chicos de barrios pobres de las grandes ciudades, que buscan una salida en la milicia. «Cuando eres joven crees en tus líderes y en lo que te están contando. Después te das cuenta de que la historia es muy diferente. Además, el hecho de pertenecer a un ejército tan poderoso puede dar al soldado una cierta sensación de que es invencible; pero cuando llegas a la zona de combate te das cuenta de que no es así», reflexiona Powers.
Como veterano de guerra, es muy crítico con la política internacional de su país, aunque cree que con Obama se avanzará en la dirección correcta. «Tuve miedo ante la posible victoria de Romney en las elecciones. Su triunfo habría supuesto volver a la política de George W. Bush», apunta. «Obama tendrá mucha oposición, pero si sacó adelante la reforma de salud, podrá poner en marcha una política menos militarista», concluye.

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