Rafa Nadal durante la entrevista. Redacción. Un estreno de lujo para un programa de entrevistas, 'Frente a Frente'. Ana Pastor arrancó su .
ntrevista
Nadal: "Yo siempre he visto Cataluña como parte de España"
La vuelta de Nadal al tenis, y la situación de España fueron los temas centrales de la entrevista del nuevo programa de Ana Pastor
Redacción. Un estreno de lujo para un programa de entrevistas, 'Frente a Frente'. Ana Pastor arrancó su nuevo programa con la entrevista a Rafa Nadal. Una entrevista bien llevada, con preguntas directas y con un tiempo pausado.Su vuelta al tenis, las lesiones y las ilusiones por la vuelta abren una entrevista bien templada y con buen ritmo. "¿Has pensado alguna vez en dejar las pistas? El jugador lleva tiempo fuera de las pistas debido a una lesión. El jugador, tranquilo y sin perder la sonrisa no pone fecha a su vuelta, aunque sí ilusión en que sea pronto.
Nadal se muestra esperanzado y siempre positivo ante su futuro en las pistas "uno es como es, juega como puede y no puede cambiar su estilo de juego si quiere resultados positivos", aunque reconoce que todavía le falta mucho camino por recorrer.
El dolor centró parte de la entrevista, "ahora no tengo ganas de volver a una pista porque me duele la rodilla" comenta el manacorí. "¿Cómo es Rafa Nadal enfrentandose a algo tan nuevo como el dolor parado?" Nadal no se siente enfermo, "tengo la suerte de tener la familia bien, todos bien a mi alrededor... lo único es que no puedo jugar al tenis". "Me siento capacitado para volver a estar donde estaba antes de este parón". El tenista confía en que su regreso a las pistas llegue al Open de Australia.
Además del tenis, Nadal ha comentado sobre otros aspectos de su vida, y la situación actual de España. De Cataluña ha afirmado que respeta todas las posturas pero: "Es complicado imaginarme compitiendo en la Copa Davis contra algunos de mis mejores amigos".
Las palabras de Rafael Nadal
“Lo manía de colocar las botellas puede tener solución, lo de los calzoncillos es imposible”
“Mi tio me ha ayudado decisivamente en lo que he conseguido en mi carrera deportiva, quizás a la hora de aguantar según qué tipo de dolors, presión y partido él ha sido decisivo, desde pequeño me ha llevado al límite y mi relación con él siempre ha sido excelente. Antes que nada es mi tío, luego es mi entrenador, todo son ventajas”
“Las tormentas prefiero verlas desde casa, ni los perros, me gusta ver ambas cosas y desde lejos”
“Me siento querido por los franceses, por la calle me muetra su cariño, pero cuando salgo a las pistas allí cambia la situación, pero en general no puedo hablar mal de ellos. El humor es bueno, reirse de uno mismo es bueno, pero con los guiñoles distorsionas la realidad de un sector que no conoce bien el deporte y con toda la bola que le dimos aquí en España ellos se armaron de razones para seguir”
“El parón que estoy haciendo ha sido muy negativo porque me he perdido eventos como US Open y Juegos Olimpicos pero si algo tiene positivo es que me ayudará a alargar mi carrera, mi gran objetivo es estar en Río de Janeiro 2016 y allí intentaré estar”.
TÍTULO: XXV DEL XL. LA CARTA DE LA SEMANA,.
Aquí mismo están los apuntes con los que trabajaba para escribir este domingo, tal cual adelanté el pasado, sobre la victoria de Obama, ...
Aquí mismo están los apuntes con los que trabajaba para
escribir este domingo, tal cual adelanté el pasado, sobre la victoria de
Obama, El Santo Negro, en el Chicago de la semana anterior, esa ciudad
en la que el viento da la vuelta y deja heridas en forma de jirones
helados en los rostros de los paseantes. Ganó, tal y como parecía que
iba a pasar, y celebró su fiesta en el parque en el que, si fuese enero,
quedarían congelados todos sus fidelísimos seguidores. Y tenía aquí las
consideraciones elementales sobre algunos bebederos y comederos
aceptables: muchos restaurantes italianos y muchos steakhouses. Me
satisfizo un pulpo salteado con patata del tamaño de un huevo de
codorniz cenado en compañía de Juan Verde el hombre de Obama en Europa,
el español que ha llegado a ser viceministro de comercio en un gobierno
USA en el Via Stato, un interesante y coqueto refectorio a la vera de la
avenida Míchigan. Y una hamburguesa sabrosa y consistente en Miller's,
uno de esos bares de película en los que se presume que deben sentarse
todos los periodistas del Chicago Tribune entre columna y columna a
beberse un trago de Tennessee. Y en nada hubo de complacerme la
frustración permanente que supone comer carne en aquel país:
extraordinarios pedazos de animal viejo masacrados impunemente en
carbones abrasadores, sea en Morton's, sea en el carísimo Smith and
Wollensky, sea en el Gibsons Bar de la calle Rush. Es mejor zamparse
unas ribs con magnífica salsa barbacoa y salir arreando después de haber
pagado un platal por un buen vino de Napa o de Sonoma (los vinos de
California son buenos, o a mí me lo parecen, pero pasados de precio).
Digo que lo tenía ordenado según el método con el que me gusta escribir: algunas ideas sueltas anotadas en hoja adjunta y alguna que otra frase cerrada que encajar en un texto al que se le va dando cuerpo en una tarde, normalmente, de martes. Pero hete que me percato de que este domingo de marras es el que ve cumplir veinticinco años al suplemento semanal más leído de la prensa en español, este que sostiene ahora en sus manos y que comenzó su andadura en el año 87, este en el que tengo el honor de compartir tribuna con escritores de primera línea y con periodistas admirables con los que jamás supuse podía siquiera codearme. Hete aquí que esta publicación ejemplar, equilibrada, moderna, señorial, ve caer sobre sus espaldas el cuarto de siglo siendo una referencia leída por millones de personas gracias a su calidad y a la distribución magnífica del grupo Vocento, publicación de la que uno percibe su importancia cuando escribe en ella. Durante años puedo contactar con lectores fieles y exigentes que están a la que salta sobre cualquier asunto que se aborde: por lo que me cuentan los editores, aquellos artículos en los que se señalan pitanzas y lugares suelen ser los de más repercusión y cierto es que compruebo en mi correo el acuerdo o desacuerdo de muchos amigos lectores, alguno de los cuales si no tiene que tener piedad no la tiene. Especialmente cuando me columpio con algún dato que no se corresponde, con una fecha, un nombre, un lugar erróneamente deslizado en algún suelto: soy avasallado por cientos de mensajes de forma inmisericorde, lo cual nos recuerda que somos mortales y que no conviene habituarse a los púlpitos.
XLSemanal suele cerrar con diez días de antelación, es decir, lo que lee usted hoy lo entregué el pasado martes 13, lo cual impide abordar asuntos de extrema actualidad, como pasa en la prensa diaria: cualquier reflexión inmediata se queda vieja o cualquier previsión es arriesgadísima. Ello obliga a darle la vuelta a las cosas, a calmar el juego, a practicar esa sana y constructiva intemporalidad que caracteriza a los suplementos dominicales. Ello me he permitido hacer esta tarde junto a mi gran amigo de escritura, de nombre Jack Daniel's, que tan serenamente me acompaña. Enhorabuena a los que han hecho posible este monumento a la elegancia y el análisis que es XLSemanal, por los veinticinco años vividos y por los muchos que quedan por vivir.
Digo que lo tenía ordenado según el método con el que me gusta escribir: algunas ideas sueltas anotadas en hoja adjunta y alguna que otra frase cerrada que encajar en un texto al que se le va dando cuerpo en una tarde, normalmente, de martes. Pero hete que me percato de que este domingo de marras es el que ve cumplir veinticinco años al suplemento semanal más leído de la prensa en español, este que sostiene ahora en sus manos y que comenzó su andadura en el año 87, este en el que tengo el honor de compartir tribuna con escritores de primera línea y con periodistas admirables con los que jamás supuse podía siquiera codearme. Hete aquí que esta publicación ejemplar, equilibrada, moderna, señorial, ve caer sobre sus espaldas el cuarto de siglo siendo una referencia leída por millones de personas gracias a su calidad y a la distribución magnífica del grupo Vocento, publicación de la que uno percibe su importancia cuando escribe en ella. Durante años puedo contactar con lectores fieles y exigentes que están a la que salta sobre cualquier asunto que se aborde: por lo que me cuentan los editores, aquellos artículos en los que se señalan pitanzas y lugares suelen ser los de más repercusión y cierto es que compruebo en mi correo el acuerdo o desacuerdo de muchos amigos lectores, alguno de los cuales si no tiene que tener piedad no la tiene. Especialmente cuando me columpio con algún dato que no se corresponde, con una fecha, un nombre, un lugar erróneamente deslizado en algún suelto: soy avasallado por cientos de mensajes de forma inmisericorde, lo cual nos recuerda que somos mortales y que no conviene habituarse a los púlpitos.
XLSemanal suele cerrar con diez días de antelación, es decir, lo que lee usted hoy lo entregué el pasado martes 13, lo cual impide abordar asuntos de extrema actualidad, como pasa en la prensa diaria: cualquier reflexión inmediata se queda vieja o cualquier previsión es arriesgadísima. Ello obliga a darle la vuelta a las cosas, a calmar el juego, a practicar esa sana y constructiva intemporalidad que caracteriza a los suplementos dominicales. Ello me he permitido hacer esta tarde junto a mi gran amigo de escritura, de nombre Jack Daniel's, que tan serenamente me acompaña. Enhorabuena a los que han hecho posible este monumento a la elegancia y el análisis que es XLSemanal, por los veinticinco años vividos y por los muchos que quedan por vivir.
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