La prensa española resiste la crisis con un número similar de lectores y un incremento de la audiencia, pero con una menor difusión.
Foto del Presentador leyendo libros que lanzo estas dos noticias para estar informado para el día de mañana, etc.
La prensa española resiste la crisis con un número
similar de lectores y un incremento de la audiencia, pero con una menor
difusión. En concreto, en 2011, el número de lectores de diarios apenas
se redujo un 0,9% hasta situarse en los 13,26 millones de personas
mayores de 14 años. A pesar de este descenso, el número de lectores ha
crecido un 6,1% en los últimos diez años. Por su parte, la audiencia, es
decir, la lectura de ejemplares, aumentó un 1% hasta los 21,12 millones
diarios, según los datos recogidos en el 'Libro Blanco de la Prensa
Diaria 2013', un completo y exhaustivo análisis del sector publicado
ayer por la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE).
La difusión estimada de los diarios españoles descendió
en 2011 un 6% hasta los 3,52 millones de ejemplares diarios. La
tendencia se mantuvo en el primer semestre de 2012 con un retroceso del
4,4%. En la última década, la difusión de la prensa en España acumula
una caída del 17,64% -agravada a partir de 2007-. «La situación ha sido
muy difícil y ha exigido sacrificios muy duros y enormemente dolorosos,
sobre todo en empleo», explicó el nuevo presidente de AEDE, José María
Bergareche, durante su intervención en el acto. El nuevo responsable de
los editores españoles reconoció que el «rigor» y «control» del gasto es
lo que ha permitido al sector seguir adelante.
Y es que la crisis que azota a España se ha reflejado
indudablemente en los datos económicos del sector, como muestra el
análisis financiero realizado por Deloitte e incluido en el 'Libro
Blanco'. El informe destaca que la importante reducción de los gastos ha
permitido mantener unos resultados operativos positivos de 43,8
millones de euros antes de impuestos, aunque esta cifra supone una caída
del 53% respecto a 2010. El resultado después de impuestos se reduce un
58% hasta los 28,1 millones de euros.
Referencia informativa seria
Esta disminución de beneficios está relacionada con la
caída de la publicidad un 12% en el ejercicio anterior. Las perspectivas
son negativas también para este año, donde se prevé un descenso de un
18%. De hecho, desde 2007 hasta la previsión para 2012, los ingresos de
explotación del conjunto de los diarios se redujo un 41,7% y ha pasado
de 2.980,4 millones hasta los 1.737,3 millones. «Creo que la coyuntura
económica en nada debería obviar el papel de la prensa. Somos el medio
de comunicación de referencia», explicó Bergareche. En su opinión, los
periódicos son más necesarios que nunca para que las virtudes públicas
prevalezcan, «incluso en un entorno tan difícil y hostil como el
presente».
Por su parte, la prensa digital continúa con su lento
pero inexorable avance, que se reflejó en un incremento de lectores del
10,8%. Estos buenos datos tuvieron su traslación a la publicidad con un
crecimiento en este formato del 10%. Según datos de i2p de Arce Media y
Media Htline recogidos en el informe, la inversión publicitaria en
medios convenciones se contrajo un 7% el año pasado, hasta los 4.845,4
millones de euros.
Pese al empuje de la prensa digital, Bergareche destacó
la trascendencia de los medios impresos. «Sin nosotros, en Internet
habría muy pocas noticias nuevas. Y las pocas que entonces circulasen
por la red serían otra cosa. Carecerían del rigor, de la profundidad y
de la capacidad de análisis que los periódicos empleamos a diario»,
expresó.
En 2011 se multiplicó el número de contenidos de pago en
las ediciones digitales de los periódicos, según el estudio 'Modelos de
pago en el sector de la prensa: una estrategia defensiva', realizado por
el director del Departamento de Empresa Informativa de la Universidad
de Navarra, Alfonso Vara Miguel. El estudio destaca que en 2011 el
número de diarios estadounidenses que empezaron a cobrar por sus
contenidos pasó de 240 a 1.532.
Según explica este experto, la mayoría de lectores de
diarios digitales estarían dispuestos a pagar por contenidos exclusivos,
no localizables fácilmente en Internet, que aporten valor real,
resuelvan necesidades informativas y de entretenimiento y que sean
útiles. Sin embargo, el estudio recalca que los usuarios de diarios
digitales son más sensibles a la subida de precios que los lectores de
prensa impresa. Y es que el precio medio de venta al número del conjunto
de diarios se incrementó un 1,1% en 2011, hasta un promedio de 1,28
euros.
TÍTULO: GALA, UN MORIBUNDO LLENO DE VIDA,.
Antonio Gala (Brazatortas, Ciudad
Real, 1936) asiste encantado a la multitudinaria ceremonia de su
resurrección civil. Recuperado del cáncer
Antonio Gala (Brazatortas, Ciudad Real, 1936) asiste
encantado a la multitudinaria ceremonia de su resurrección civil.
Recuperado del cáncer, menos ácido y con algo menos mala baba, el
dramaturgo y escritor presenta al respetable 'Quintaesencia' (Planeta),
un libro que firma pero que no ha escrito. Ha dejado que Isabel Martínez
Moreno le retrate a través de extractos, retazos y frases de su obra
que llenan más de trescientas páginas en una edición primorosa. Es un
repaso a casi cinco décadas de andadura literaria que sitúan al autor
ante el espejo de sus propios pensamientos. Gala, más atemperado y con
una lengua algo menos viperina, se presenta como «un moribundo lleno de
vida». Con todo, reparte leña y asegura que «no debemos resignarnos a
tener un gobierno de idiotas».
«El libro no está mal; no tengo nada que decir. Es un
resumen de mi pensamiento antes que de mi vida y mi obra. Una colección
de opiniones, algunas desechables y que habría suprimido de buena gana»,
admite locuaz y divertido un Gala con muy buen aspecto que regresa al
circo editorial tras batallar con quimios y fármacos. Reaparece ante los
medios en el Jardín Botánico de Madrid tan pinturero como acostumbra:
poncho de alpaca para defenderse del intenso frío otoñal, colorido
pañuelo de seda al cuello, suéter beige y su inseparable bastón.
Dice que no es un clásico «porque para serlo de veras hay
que morirse varias veces y yo no tengo ninguna urgencia ni una prisa
desesperada por morirme». Y eso que Gala ha mirado a la muerte a los
ojos -«he sufrido tres muertes clínicas»- y sabe que la señora de la
guadaña ha bajado los ojos y le ha dado otra oportunidad. «Estoy
moribundo, como siempre y como todos. La vida es estarse muriendo todo
el tiempo. No debemos asombrarnos por eso», dice nada solemne. «Es un
estado que no me desanima. Todo lo contrario; si el tiempo es limitado,
la intensidad de la vida es ilimitada. Amo la vida y me siento más vivo
que nunca, ahora que camino hacia una muerte casera, natural y lo más
confortable posible», proclama. «No hace falta echarse a la calle para
vivir intensamente. Basta con reflexionar. Y yo amo la vida», insiste.
Unas ganas de vivir que no se traducen en ganas de
escribir. Asegura que su obra y su vocación social «están cumplidas».
Admite que deshoja con cierto desdén la margarita de sus memorias. Hay
más posibilidades de que no las escriba, pero advierte de que si lo hace
será bajo la bandera de una inmisericorde sinceridad. «He dicho
verdades antipáticas para mí y sobre mí. Si escribiera mis memorias,
sería más que sincero y debería poner puntos muy dolorosos sobre íes muy
importantes, así que es posible que no las escriba y me ahorre un
trance dolorosos». «Pensé en titularlas 'Autorretrato con paisaje al
fondo' pero ahora sé que el título debería ser 'No os levantéis, conozco
la salida», ironiza.
Atemperado
Asegura Gala ser «realista antes que optimista o
pesimista» y admite que su carácter, a veces vitriólico, se ha
atemperado. «Me he hecho menos gracioso y menos ácido. Antes era más
partidario de ridiculizar al enemigo y ahora menos. No me atrevo a
reírme de nadie porque, salvo que se incurra en un ridículo de
nacimiento, todo el mundo, o casi todo, es respetable». Pero tras la de
cal llega la de arena. «No se puede decir que tenemos un gobierno de
gilipollas, pero puede pensarse; y eso va a misa», reflexiona en alta
voz.
Recuerda a renglón seguido que no pertenece ni ha
pertenecido a ningún partido y que votó «una única vez, cuando mi amiga
Pilar Miró me lo pidió». Pero agrega que «no debemos someternos a
directivas que nos resulten dudosas». «¿España está chocheando? Si es
así, debería darse cuenta, porque si yo soy consciente de que voy a
chochear, no hablo en público», asevera este 'Midas' de la palabra
escrita que vende sus libros como churros. Con su primera novela, 'El
manuscrito carmesí', se adjudicó el Planeta en 1990. Ligado a este sello
desde entonces, ha vendido más de cuatro millones de ejemplares de sus
libros, por los que ha recibido medio millar de premios.
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