La filósofa Victoria Camps ganó ayer el premio Nacional
de Ensayo por su obra 'El gobierno de las emociones' (Herder), un libro
en el que sostiene que los afectos y la razón no son incompatibles. El
premio, dotado con 20.000 euros y concedido por el Ministerio de
Cultura, distingue al mejor libro en la modalidad de ensayo publicado en
el 2011. Para Camps, catedrática de la Universidad Autónoma de
Barcelona (UAB), las emociones son necesarias porque sin ellas no hay
motivación para actuar.
En su ensayo, Victoria Camps se pregunta qué lugar ocupa
la vergüenza, el miedo, la compasión, la confianza o la autoestima en la
configuración de personalidad moral. A su entender, «únicamente a
partir de un conocimiento que concilie razón y sentimientos se pueden
asumir responsabilidades morales».
Camps, que cree que la filosofía es más necesaria que
nunca en tiempos convulsos, argumenta en su libro que los cambios de
mentalidad y opinión se producen porque también han mudado los
sentimientos. Frente a las teorías deterministas, la autora arguye que
«en el ejercicio de la autonomía estriba la dignidad del ser humano que,
a diferencia de los animales, puede elegir y tomar decisiones sobre el
modo de vida que desea». En línea con lo que preconizaba Pico della
Mirandolla, al elegir el hombre se enaltece o se degrada.
Para Camps, ser libre no se reduce a poder elegir entre
distintas opciones. Ser libre es sinónimo de ser capaz de
autogobernarse, lo que a la postre no es otra cosa que la autonomía
moral. Concebir la libertad como mera capacidad de decidir de manera
indiscriminada, sin sopesar el valor y el sentido de lo que se elige,
«dejándose llevar por la inercia, equivale a menoscabar el significado
moral de la libertad».
Una cita muy querida por la premiada pertenece a John
Stuart Mill y dice así: «Quien deja que el mundo escoja por él su plan
de vida no necesita de otra facultad que la imitación simiesca. En
cambio, quien elige su propio plan pone en juego todas sus facultades».
A su entender, las emociones son inadecuadas si llevan a
la persona a actuar erróneamente, algo que puede ocurrir con el miedo o
la vergüenza, sentimientos que pueden ser buenos, pero que también
bloquean a menudo a la persona.
En este sentido, un sentimiento tan en boga en la
sociedad actual como la indignación será pueril si no va más allá. Por
eso es importante conocer el porqué de las emociones y saberlas
gobernar, algo que es un cometido de la ética. No en vano, la ética se
ha ido entendiendo como la disciplina encargada del dominio y la
erradicación de las pasiones o sentimientos, a veces nocivos, como el
miedo, la vergüenza, la indignación o la culpa, mientras que la
sabiduría práctica se ha encaminado a reprimirlas e intentar
eliminarlas. Victoria Camps es de las que piensan que la filosofía no es
un manual de autoayuda, de modo que no ofrece respuestas prácticas a
las zozobras del espíritu. Con todo, cree que la clave de todo está en
la educación, dado que los sentimientos, en cierta manera, se pueden
educar. Victoria Camps se declara aristotélica, por cuanto suscribe la
idea de que la ética es ante formación del carácter. El principio
'conócete a ti mismo' se revela fundamental para analizar por qué una
persona actúa como lo hace.
Acatar órdenes y copiar modelos de conducta, dice Camps,
«es más fácil que decidirlo por nosotros mismos». «Cuando algo no
funciona, la opinión pública pide leyes para que lo resuelva», sostiene
la profesora. En opinión de Camps, el individualismo ha hecho perder de
vista que las personas son interdependientes y se necesitan unas a
otras. Así las cosas, el individualismo exacerbado «conduce a sociedades
atomizadas, en la que cada uno va a lo suyo». En suma, la galardonada
pone de manifiesto el difícil equilibrio que entraña el ejercicio de la
libertad y la asunción de responsabilidades que comporta la vida en
comunidad.
Camps fue senadora por el PSC-PSE de 1993 a 1996. Es una
persona cualificada para opinar sobre la consulta de autodeterminación
que auspicia el presidente de la Generalitat, Artur Más. «Hoy es
razonable el referéndum pero no la ruptura», dijo. En declaraciones a
Efe, la catedrática de Filosofía Moral y Política, se mostró «más
cercana a la postura del PSC» al respecto, si bien matizó que le
gustaría verla «más estructurada».
Victoria Camps es además presidenta del Comité de
Bioética de España. Se hizo especialista en esta materia tras estudiar
en el Husting Center de Garrison (Nueva York) y en el departamento de
Ética Médica de la Universidad de Chicago.
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