TÍTULO: ¿ EURO EN PANAMA?.El euro podría ser adoptado por el Gobierno de Panamá como moneda de curso legal, a la par que el dólar estadounidense. De momento, tan ..
El euro podría ser adoptado por el Gobierno de Panamá como moneda de curso legal, a la par que el dólar estadounidense. El presidente, Ricardo Martinelli, ha lanzado una sugerencia en ese sentido.
El euro podría ser adoptado por el Gobierno de Panamá como moneda de curso legal, a la par que el dólar estadounidense. De momento, tan solo es un deseo del presidente, Ricardo Martinelli, quien en una reciente visita a Alemania ha lanzado una sugerencia en ese sentido, mal acogida entre los expertos locales, que creen «poco probable» ver circulando la divisa de la Eurozona.
Si finalmente saliera adelante la iniciativa, la moneda única europea entraría en una nación cuya economía se comporta como la excepción a la regla. Mientras gran parte del mundo hace malabares para lidiar con la recesión, el país centroamericano tiene una tasa de crecimiento anual del 10,6 % que lo convierte en un 'tigre' cuya capital compite con ciudades como Nueva York o Hong-Kong en levantar más y más altos rascacielos, construye un metro, el PIB de sus 3,5 millones de habitantes es de 21.000 dólares de media y el déficit fiscal no excede el 1,8%.
Las grandes multinacionales se han instalado allí, atraídas por la prosperidad derivada de las millonarias inversiones en la ampliación del famoso Canal que une los océanos Atlántico y Pacífico y que debe concluir en 2014, así como por los incentivos que ofrece el Gobierno de Martinelli. Los turistas entran y salen del paraíso de las compras. La capital del istmo es el centro del que parten numerosos vuelos internacionales. Y los servicios son buenos. Hasta se puede beber agua del grifo, una exclusividad en Latinoamérica.
Panamá es un país básicamente de servicios, cuyos tres pilares son la actividad comercial de la Zona Libre de Colón (ZLC); el sector marítimo y logístico con el área del canal; y el sector financiero, con su centro bancario internacional.
Martinelli aprovechó su visita a la locomotora europea para lanzar su propuesta. «En Panamá, la moneda en libre circulación es el dólar estadounidense y le dije a la canciller (Angela Merkel) que estamos estudiando las vías para que el euro se convierta en otra moneda de curso legal y sea aceptada en el mercado panameño». El mandatario no dio detalles de cómo o cuándo se implantaría. Pero, como estaba de visita oficial para atraer más capital e incentivar el comercio con el extranjero, fue diplomático y, al tiempo, expresó su «total confianza» en la divisa europea, así como en la pujanza de Alemania y de la UE.
Economistas y analistas panameños no se han mostrado muy entusiasmados con la idea porque, a su juicio, la promoción gubernamental del euro «resulta un contrasentido», ya que podría generar un «riesgo cambiario» y «afectar el desarrollo del comercio», aunque aceptarían su uso para denominar cuentas bancarias. No en vano, la nación centroamericana es uno de los paraísos fiscales del mundo.
Desde 1904
Una de las voces contrarias es la del exministro de Economía y Finanzas Fernando Aramburu, que rechaza el uso general de una moneda como el euro que se encuentra «en una situación inestable». Para el abogado Carlos Ernesto González Ramírez, aunque es legal el manejo de cualquier moneda en operaciones privadas, «Panamá siempre usará la que mejor le rinda; es un tema de mercado, no de ley». Desde 1904, un año después de que Panamá se separara de Colombia, el dólar fue asumido como dinero de curso legal. Coexiste con el balboa, que solo se usa en monedas, no en billetes, y que no llega al 1 % del circulante.
De todas formas, sería una oportunidad inigualable para el euro asentarse en una nación de 75.520 kilómetros cuadrados que ha prosperado de manera espectacular desde que el 31 de diciembre de 1999 asumiera de manos estadounidenses la administración, funcionamiento y mantenimiento del canal.
Para Rogelio Alvarado, director de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía y Finanzas, la bonanza se debe a la reinversión de «su recurso más importante, no solo en lo que respecta al tránsito de naves comerciales por el país, sino a la expansión portuaria que está muy ligada a los puertos a ambos lados del Canal». Colón y Balboa son los más grandes de América Latina. Y este año, según las estimaciones de diversos organismos financieros y estadísticos nacionales e internacionales, la expansión será en torno al 11 %, la mayor en una región con previsiones de crecimiento máximo del 3,2 %.
El motor de semejante despegue es el plan de desarrollo de cerca de 20.000 millones de dólares, de los que 5.250 se han destinado a las obras de expansión del canal, y que responde a cambios en la política económica que buscan invertir en servicios públicos, como sistemas de aguas, comunicaciones y energía, acompañada de modificaciones en las regulaciones legales.
«La infraestructura de Panamá no creció a la misma velocidad que la economía o la ciudad, especialmente en los últimos cuatro años», admite el ministro de Obras Públicas, Federico José Suárez, para quien «el país no previó crecer a este ritmo», porque «es una víctima de su propio éxito».
Según Alvarado, la pobreza, que en el 2006 afectaba al 38% de los panameños, se ha reducido hasta el 25,8 % y la miseria ha pasado del 17,6% al 10,4 %, según datos del pasado marzo. En 2000 el desempleo era del 15 % y ahora del 4,5%, al incluir el denominado «desempleo voluntario», por lo que a efectos prácticos Panamá vive una coyuntura que «se considera de pleno empleo».
Necesitado de mano de obra, Panamá recibe con los brazos abiertos a empresas que se instalen y lleven a sus empleados. Porque faltan ingenieros, arquitectos, contables o abogados. Puede convertirse en un nuevo El Dorado para desempleados españoles. El idioma ayuda, el clima es bueno, salvo la pegajosa humedad tropical, la playa está a una hora por carretera, se puede hacer turismo ecológico, la seguridad es aceptable y los precios no son disparatados: la inflación llegó a 6,1% en septiembre.
Protestas y muertos en la segunda mayor zona franca
No parece que la posible implantación del euro genere en Panamá tantas protestas como las manifestaciones de la semana pasada en Colón, un área libre de impuestos donde trabajan unas 30.000 personas en cerca de 3.000 sociedades y que representa el 7% del PIB nacional. Hubo tres muertos entre quienes rechazaban el decreto presidencial para privatizar terrenos de la mayor zona franca del mundo, después de Hong Kong, con el objeto de recaudar 2.000 millones de dólares.
La violencia estalló por el temor a perder empleos y la reducción de salarios. Fue de tal calibre que Ricardo Martinelli dio marcha atrás a su iniciativa. El miércoles volverá a la carga, pero dialogando con los dirigentes de la zona. «Si el pueblo colonense no quiere que se vendan las tierras, se derogará la venta», dijo el mandatario, que exalta a su nación por poseer «la mejor localización estratégica de entrada a Latinoamérica».
Si finalmente saliera adelante la iniciativa, la moneda única europea entraría en una nación cuya economía se comporta como la excepción a la regla. Mientras gran parte del mundo hace malabares para lidiar con la recesión, el país centroamericano tiene una tasa de crecimiento anual del 10,6 % que lo convierte en un 'tigre' cuya capital compite con ciudades como Nueva York o Hong-Kong en levantar más y más altos rascacielos, construye un metro, el PIB de sus 3,5 millones de habitantes es de 21.000 dólares de media y el déficit fiscal no excede el 1,8%.
Las grandes multinacionales se han instalado allí, atraídas por la prosperidad derivada de las millonarias inversiones en la ampliación del famoso Canal que une los océanos Atlántico y Pacífico y que debe concluir en 2014, así como por los incentivos que ofrece el Gobierno de Martinelli. Los turistas entran y salen del paraíso de las compras. La capital del istmo es el centro del que parten numerosos vuelos internacionales. Y los servicios son buenos. Hasta se puede beber agua del grifo, una exclusividad en Latinoamérica.
Panamá es un país básicamente de servicios, cuyos tres pilares son la actividad comercial de la Zona Libre de Colón (ZLC); el sector marítimo y logístico con el área del canal; y el sector financiero, con su centro bancario internacional.
Martinelli aprovechó su visita a la locomotora europea para lanzar su propuesta. «En Panamá, la moneda en libre circulación es el dólar estadounidense y le dije a la canciller (Angela Merkel) que estamos estudiando las vías para que el euro se convierta en otra moneda de curso legal y sea aceptada en el mercado panameño». El mandatario no dio detalles de cómo o cuándo se implantaría. Pero, como estaba de visita oficial para atraer más capital e incentivar el comercio con el extranjero, fue diplomático y, al tiempo, expresó su «total confianza» en la divisa europea, así como en la pujanza de Alemania y de la UE.
Economistas y analistas panameños no se han mostrado muy entusiasmados con la idea porque, a su juicio, la promoción gubernamental del euro «resulta un contrasentido», ya que podría generar un «riesgo cambiario» y «afectar el desarrollo del comercio», aunque aceptarían su uso para denominar cuentas bancarias. No en vano, la nación centroamericana es uno de los paraísos fiscales del mundo.
Desde 1904
Una de las voces contrarias es la del exministro de Economía y Finanzas Fernando Aramburu, que rechaza el uso general de una moneda como el euro que se encuentra «en una situación inestable». Para el abogado Carlos Ernesto González Ramírez, aunque es legal el manejo de cualquier moneda en operaciones privadas, «Panamá siempre usará la que mejor le rinda; es un tema de mercado, no de ley». Desde 1904, un año después de que Panamá se separara de Colombia, el dólar fue asumido como dinero de curso legal. Coexiste con el balboa, que solo se usa en monedas, no en billetes, y que no llega al 1 % del circulante.
De todas formas, sería una oportunidad inigualable para el euro asentarse en una nación de 75.520 kilómetros cuadrados que ha prosperado de manera espectacular desde que el 31 de diciembre de 1999 asumiera de manos estadounidenses la administración, funcionamiento y mantenimiento del canal.
Para Rogelio Alvarado, director de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía y Finanzas, la bonanza se debe a la reinversión de «su recurso más importante, no solo en lo que respecta al tránsito de naves comerciales por el país, sino a la expansión portuaria que está muy ligada a los puertos a ambos lados del Canal». Colón y Balboa son los más grandes de América Latina. Y este año, según las estimaciones de diversos organismos financieros y estadísticos nacionales e internacionales, la expansión será en torno al 11 %, la mayor en una región con previsiones de crecimiento máximo del 3,2 %.
El motor de semejante despegue es el plan de desarrollo de cerca de 20.000 millones de dólares, de los que 5.250 se han destinado a las obras de expansión del canal, y que responde a cambios en la política económica que buscan invertir en servicios públicos, como sistemas de aguas, comunicaciones y energía, acompañada de modificaciones en las regulaciones legales.
«La infraestructura de Panamá no creció a la misma velocidad que la economía o la ciudad, especialmente en los últimos cuatro años», admite el ministro de Obras Públicas, Federico José Suárez, para quien «el país no previó crecer a este ritmo», porque «es una víctima de su propio éxito».
Según Alvarado, la pobreza, que en el 2006 afectaba al 38% de los panameños, se ha reducido hasta el 25,8 % y la miseria ha pasado del 17,6% al 10,4 %, según datos del pasado marzo. En 2000 el desempleo era del 15 % y ahora del 4,5%, al incluir el denominado «desempleo voluntario», por lo que a efectos prácticos Panamá vive una coyuntura que «se considera de pleno empleo».
Necesitado de mano de obra, Panamá recibe con los brazos abiertos a empresas que se instalen y lleven a sus empleados. Porque faltan ingenieros, arquitectos, contables o abogados. Puede convertirse en un nuevo El Dorado para desempleados españoles. El idioma ayuda, el clima es bueno, salvo la pegajosa humedad tropical, la playa está a una hora por carretera, se puede hacer turismo ecológico, la seguridad es aceptable y los precios no son disparatados: la inflación llegó a 6,1% en septiembre.
Protestas y muertos en la segunda mayor zona franca
No parece que la posible implantación del euro genere en Panamá tantas protestas como las manifestaciones de la semana pasada en Colón, un área libre de impuestos donde trabajan unas 30.000 personas en cerca de 3.000 sociedades y que representa el 7% del PIB nacional. Hubo tres muertos entre quienes rechazaban el decreto presidencial para privatizar terrenos de la mayor zona franca del mundo, después de Hong Kong, con el objeto de recaudar 2.000 millones de dólares.
La violencia estalló por el temor a perder empleos y la reducción de salarios. Fue de tal calibre que Ricardo Martinelli dio marcha atrás a su iniciativa. El miércoles volverá a la carga, pero dialogando con los dirigentes de la zona. «Si el pueblo colonense no quiere que se vendan las tierras, se derogará la venta», dijo el mandatario, que exalta a su nación por poseer «la mejor localización estratégica de entrada a Latinoamérica».
TÍTULO: FOLKLORE POLITICO: CASTUERA EL AVIÓN:
Saben que cada vez que se dedican a perder el tiempo en simplezas como retirar o no el avión de Castuera bajan un ...
Folklore político. Los prolegómenos de las elecciones en puerta perfilan, depuran, el curso que habrá de seguir lo que vulgarmente evocan ..
Efectivos de la base militar de Talavera retirarán el F-5 de una de las rotondas de entrada a la localidad.
Desde que fuera colocado en 2001 y se decidiera su
traslado durante un pleno municipal en el año 2003 su futuro ha sido
incierto. Ahora, tras el pacto de investidura llevado a cabo entre el
Partido Popular e Izquierda Unida hace año y medio y después de que
firmasen su compromiso con un programa compuesto por 21 puntos, parece
que el último vuelo del avión es inminente.
A pesar de haberse anunciado ya la retirada, aún no hay
fecha concreta, según asegura el teniente de alcalde, Juan José Perea.
Ahora mismo es el alcalde en funciones por la ausencia de Paolo Atalaya,
que está convaleciente de una reciente operación.
Además, asegura que el traslado del aparato será a coste
cero para las arcas del Ayuntamiento, pues serán los operarios de la
base aérea de Talavera y sus propios vehículos los encargados de ello.
Aunque no hay una decisión tomada, lo más probable es que la rotonda sea
ajardinada y no se coloque ningún ornamento sobre ella.
Pero la polémica no cesa. Cuando el actual Gobierno de Castuera,
formado por el Partido Popular, hizo el anuncio de que cumpliría con
esta parte del trato, las quejas y protestas vecinales se tornaron
serias y se formó una plataforma ciudadana, ‘Aguante Castuera’, para
enfrentar la decisión y luchar por la permanencia del aparato.
Tras la recogida de 1.466 firmas de castueranos mayores
de edad y de que éstas fueran entregadas en el ayuntamiento, el
movimiento consiguió llevar la propuesta hasta el pleno municipal
celebrado el día 26 de octubre y pudo manifestar su postura y argumentar
los motivos por los que quieren mantener el aeroplano en el municipio.
El salón de plenos estaba abarrotado de ciudadanos interesados.
Un portavoz de Aguante Castuera aseguró que no tienen
vinculación política y defendió la importancia de lo que consideran un
ornamento y símbolo del pueblo. Allí se celebran títulos deportivos y
los turistas y castueranos se fotografían. Según dijo, todos lo conocen
por ser simplemente el ‘avión de Castuera’, y no un aparato bélico.
También defendió la presencia de simpatizantes de todos
los partidos políticos entre los firmantes y dejó claro que el pueblo
quería revertir la decisión tomada por el Gobierno local.
Por su parte, tanto el Partido Popular como Izquierda
Unida mantuvieron su decisión «por coherencia política» y con sus votos
en contra de nada sirvió el apoyo del Partido Socialista.
Izquierda Unida
Izquierda Unida expresa su «rabia, pena e incomprensión
por el derroche de firmas y fuerzas» por este asunto. Además su portavoz
preguntó en ese pleno a los presentes por qué no se rebelaron contra
otras situaciones como la reforma laboral, la bajada de la renta básica o
la subida de impuestos.
Asegura la formación izquierdista que la retirada del
aparato «no habría tenido trascendencia si se hubiese quitado hace casi
diez años», cuando fue tomada la decisión.
No le parece buena idea al edil tampoco «imaginar a los
niños celebrando títulos deportivos en un avión de guerra» y quiso dejar
claro que la postura del partido ha sido la misma desde que en 2001 se
colocase el aeroplano, cuando crearon también una plataforma en contra
del F-5 por considerarlo únicamente un símbolo bélico que nada tiene que
ver con la población de Castuera.
Partido Socialista
El PSOE de Castuera considera la recogida de firmas un
«baño de participación ciudadana» y solicita a los otros dos partidos
prestar oídos al pueblo.
La portavoz de los socialistas, Piedad Roso, expresa
también que «ninguna decisión política debería estar por encima de la
decisión de un municipio» y propone una consulta popular para que sean
los ciudadanos los encargados de decidir si el avión es retirado o no.
Por ello, se muestra a favor de la iniciativa de la
plataforma local y considera que oponerse es «decir no al pueblo». Tachó
a sus rivales de ser los responsables de «problemas que no había antes
de la investidura», pues afirma que «hacen uso de la participación solo
para hostigar y para hacer pose política».
Partido Popular
Los populares, por su parte, cargan contra el PSOE por su
cambio de postura, ya que en el año 2003 se abstuvieron y «aceptaron la
decisión».
Según Juan José Pera, el PP no quiere que Castuera «sea
el pueblo del avión y sí el pueblo del turrón o del queso». Considera
que el PSOE estaba haciendo suya la propuesta de Aguante Castuera.
Además, el edil asegura que «no existe ningún documento o
contrato que acredite de quién es el avión o cuándo y cómo se hizo el
traslado desde la base aérea de Talavera, por lo que «no está
incorporado a la lista de bienes del Ayuntamiento».
Quiere aclarar también que, en contra del rumor que
circula por la localidad, la retirada del avión tendría un coste de cero
euros y se pregunta cuántas de las firmas recogidas respondían a la
creencia de que sería de 20.000 euros.
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