La actriz malagueña Nuria González vuelve al teatro, concretamente al Lara de Madrid. Lo hace para interpretar, una vez más, el papel de Carlota en la comedia "Tres", obra escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio, un sello de garantía para Nuria.
AC.: ¿Lleva la cuenta de las veces que ha actuado en la comedia "Tres"?
Nuria González: No la he hecho, la cuenta, pero podría averiguarlo.
AC.: ¿Qué es lo que más le interesa y divierte de esta comedia y del personaje que interpreta en ella?
Nuria González: Me interesa que es una comedia escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio, que es para mí una garantía. Me divierte que ha conseguido crear unos personajes fantásticos, tres tipos de mujer, que si no fuera por los antecedentes escolares, seguramente, no se habrían conocido dada la disparidad de sus recorridos vitales. Y de Carlota, mi personaje, me encanta justamente su capacidad para divertirse.
AC.: Actriz de cine, teatro, televisión. ¿En qué medio se siente más cómoda y por qué?
Nuria González: Me siento cómoda haciendo un buen personaje de un buen texto. Eso lo abarca todo. Acerca del teatro te diré que no es comparable a ningún otro medio: tiempo y espacio son tuyos y de las personas que han procurado ese encuentro…está todo ahí, concentrado, y tú tienes hora y media para disfrutar el viaje… ¿Quién da más?
AC.: ¿Qué características debe tener un personaje para que usted decida interpretarlo?
Nuria González: Me gustan los personajes con luces y sombras, pero cualquier personaje que esté bien escrito es una tentación. Porque si es capaz de convencerte siendo aún papel, es que tiene posibilidades.
Cartel de la comedia de teatro "Tres". |
Nuria González: Me faltan tantos/as, que no acabaría nunca. Lo que sí está claro es que hasta que no trabajas con alguien, no sabes cómo resultará. Es un camino lleno de sorpresas.
AC.: ¿Qué personaje aún no ha interpretado y sueña con hacerlo?
Nuria González: Una ingenua, por ejemplo.
AC.: ¿Qué opinión tiene sobre el cine español?
Nuria González: A mí me gusta.
AC.: De no haber sido actriz, ¿qué otra profesión le hubiera gustado ejercer?
Nuria González: Jardinera.
AC.: Si estuviese en sus manos, ¿qué cambiaría de su profesión?
Nuria González: Tenemos mucho que mejorar y yo no sabría por dónde empezar.
AC.: ¿Cómo se define a sí misma Nuria González?
Nuria González: Encogiéndome de hombros.
La actriz malagueña, Nuria González |
Nuria González: Casi nunca me ha sucedido. Pero cuando alguien sale con esas, ya sea de un andaluz o de un peruano, pienso: ¡vaya, un prejuicioso más en la agenda!
AC.: ¿Visita con frecuencia su tierra?
Nuria González: Voy a ver a mi familia, claro.
AC.: Cuando lo hace, ¿qué lugares de Málaga le gusta recorrer?
Nuria González: Pedregalejo, el Parque, la Malagueta, la plaza de la Merced, la calle San Agustín, subir a Gibralfaro, o llegar paseando al morro… Eso sin salir de la capital…
AC.: Además de Málaga, ¿qué otras ciudades o pueblos andaluces se encuentran entre sus preferidos?
Nuria González: Granada siempre ha sido un lugar especial para mí.
TÍTULO: FALLECE EL INSTRUCTOR DE UN F5 AL TRATAR DE TOMAR EN BASE DE TALAVERA,.
Muere el instructor de un F-5 al tratar de tomar tierra en la base de Talavera ... con un camión de bomberos que esperaba al F5 accidentado ... accidente militar con desenlace fatal en la base de Talavera la Real (Badajoz).
Hoy a las 13 horas tiene lugar en el aeropuerto de Badajoz el acto fúnebre de despedida al comandante fallecido en el siniestro aéreo,.
Un fallo en uno de los dos motores de un avión F-5
que realizaba un vuelo de instrucción desencadenó ayer un nuevo
accidente militar con desenlace fatal en la base de Talavera la Real
(Badajoz). Es el cuarto en los últimos nueve años y provocó la quinta víctima mortal en este periodo.
A las 9.47 de la mañana falleció cuando aún estaba dentro de la cabina el comandante e instructor Ángel Álvarez Raigada
tras un fuerte impacto al tomar tierra. Tenía 38 años, dos hijos y era
natural de la localidad de Coreses (Zamora). Hoy a la una de la tarde
los mandos militares celebrarán en la base aérea un acto de imposición
de condecoraciones y honores fúnebres.
Además, resultó herido grave el copiloto. Se trata del alférez Sergio Santamaría de Felipe,
de 23 años, natural de Salamanca y que presumiblemente salvó su vida al
activar la expulsión de su asiento (eyección) justo antes de que el
reactor tomara tierra de forma muy violenta delante de varios bomberos y
personal de emergencia que esperaban la llegada del reactor.
Este alumno había llegado a la base pacense el pasado 3
se septiembre tras un proceso de selección. Acababa de iniciar por tanto
el quinto y último curso para pilotar aviones de caza y ataque, y se
encontraba ya en la fase de especialización, indicó el Coronel Antonio
Taranilla Manjón, jefe de la Base de Talavera y Ala 23 desde septiembre
de 2011.
Su explicación oficial a las pocas horas del accidente
fue que «durante el vuelo (el avión) ha tenido un fallo de uno de los
dos motores, el cual se ha parado, y ha vuelto con el otro motor. Estaba
a punto de aterrizar cuando por causas desconocidas se ha precipitado
contra el suelo».
A última hora de la tarde de ayer, fuentes de la
Delegación del Gobierno informaron de que el alférez herido permanecía
estabilizado en la UCI del Hospital Infanta Cristina de Badajoz,
donde entró en estado consciente. Esto permitirá conocer más detalles
del accidente en los próximos días, pues varios expertos han confirmado
que el F-5 puede volar y aterrizar con un solo motor, un imprevisto que
no es la primera vez que ocurre en los vuelos de instrucción de la base
de Talavera, donde lo habitual es que se resuelva con éxito.
El alumno que sobrevivió ayer al accidente fue hospitalizado tras sufrir varios traumatismos
y golpearse fuera de la aeronave. Se sabe que había activado la
eyección de su asiento, situado delante del puesto del instructor. Este
es un mecanismo de seguridad que permite la autoexpulsión de la cabina
en casos extremos. Así, el piloto sale despedido y lo hace provisto de
un paracaídas que posteriormente se despliega solo. Evidentemente, a tan
poca altura, como era el caso de ayer, el riesgo es mayor.
Según han explicado a HOY varias fuentes, cuando se detectó el fallo en uno de los dos motores,
el instructor avisó a tierra, se activó el protocolo de emergencia y
varios vehículos antiincendios se aproximaron a la pista de aterrizaje.
Una hipótesis es que fallaron los flaps de las alas y el reactor
aterrizó por un lateral de la cabecera de la pista totalmente
desestabilizado, por lo que la eyección del alumno fue lateral y no
hacia arriba. Varias versiones coinciden en que el cuerpo del alferez impactó contra uno de los camiones de bomberos estacionados junto a la zona de aterrizaje y que esperaban al F-5 para intervenir.
De hecho, uno de los vehículos de bomberos no se movió
del perímetro acotado para la investigación en las horas posteriores y
junto a él se podía ver un paracaídas.
Según otras fuentes consultadas, el comandante instructor
ya había fallecido cuando el personal de la base se aproximó al avión,
que había empezado a arder. Un testigo cercano llegó a escuchar dos
explosiones.
El accidente ocurrió en la única pista que hay en la base
aérea, que es compartida con los aviones comerciales del Aeropuerto de
Badajoz. Hasta allí se desplazaron ayer desde Madrid miembros de la
Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares.
Avión recién modernizado
La base cuenta con 20 aviones F-5, aunque no todos están
operativos al mismo tiempo pues algunos están en revisión y otros son
modificados para modernizarlos, pues este avión supersónico es un modelo
de patente americana y fabricación española que entró en servicio en el
Ejército del Aire español en enero de 1970. Aunque su primer destino
fue Morón de la Frontera, pronto fueron destinados a la Escuela de
Reactores de Talavera la Real, en Badajoz.
Lo habitual es actualizarlos periódicamente en aspectos
mecánicos, así como en la digitalización de sus mandos - en origen eran
analógicos- con el fin de que los alumnos del Ala 23 más punteros
utilicen reactores lo más similares al F-18 o Eurofighter que tendrán
que pilotar tras la fase de instrucción en Talavera.
Este proceso de modernización puede durar varios años y
el reactor que ayer impactó contra el suelo era uno de los que estaba
recién actualizado, según aseguraron fuentes militares.
14 muertos desde 1985
Desde 1985, el Ejército del Aire español ha sufrido la
pérdida de 14 pilotos y 12 aviones F-5, todos ellos con base en
Extremadura. El primer accidente tuvo lugar en 1984. Un caza F-5 se
estrelló en las cercanías de Argamasilla de Alba (Ciudad Real) y murió
el piloto.
Lo mismo ocurrió en 1985 cuando otro aparato cayó al mar
en Cádiz. En 1986 un piloto falleció al desplomarse un avión F-5 en
Talavera. En septiembre de 1988 otro militar se salvó al lanzarse en
paracaídas antes de estrellarse el aeroplano que pilotaba y que cayó en
Jerez de la Frontera.
También se salvó en 1989 el oficial que conducía otro F-5
que se incendió y estalló en pleno vuelo cerca de San Pedro de Mérida.
Ese mismo año fallecieron tres pilotos en dos accidentes: uno cerca de
Torrejón y dos cerca de la localidad extremeña de Orellana la Vieja.
En octubre de 1991 hubo dos fallecidos más en un
accidente en el que el F-5 quedó siniestrado en la misma pista de
aterrizaje de la base, donde sus dos ocupantes quedaron carbonizados. En
2003 se produjeron dos siniestros en Extremadura con este modelo, donde
fallecieron un capitán y un teniente en Balboa. Hasta hoy, el último
accidente se produjo en 2006 donde murieron dos pilotos en Burguillos
del Cerro, si bien el último registrado en el país tuvo lugar hace seis
meses. Este fue en un vuelo de instrucción, aunque no está relacionado
con la base de Talavera. Fue en abril, cuando un C-101 se precipitó en
Alcalá de Henares (Madrid), muriendo piloto y alumno.
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