La trilogía de Cincuenta sombras fue desarrollada a partir de un fanfiction de Crepúsculo titulado originalmente Master of the Universe (Amo del Universo) y publicado por episodios en los sitios web de fanfiction bajo el seudónimo de "Snowqueen's Icedragon". El relato contaba con personajes que llevaban los nombres de los personajes que Stephenie Meyer creó para Crepúsculo, Edward Cullen y Bella Swan. Después de que surgieran varios comentarios acerca de la naturaleza sexual del material, James eliminó la historia de los sitios web de fanfiction y la publicó en su propia página web, FiftyShades.com. Más tarde volvió a escribir Master of the Universe como un relato original, en el que renombró los personajes principales con los nombres Christian Grey y Anastasia Steele, y lo eliminó de su sitio web antes de su publicación.8 En una entrevista para MTV, Meyer comentó sobre la serie que: «en realidad no es mi género, no es lo mío [...] Bueno, lo está haciendo bien. ¡Es genial!».9
Esta versión mejorada y ampliada de Master of the Universe se dividió en tres partes. El primer libro, titulado Cincuenta sombras de Grey, fue lanzado a la venta como libro electrónico y como libro de bolsillo de impresión bajo demanda en mayo de 2011 por The Writers' Coffee Shop, una editorial virtual, con sede en Australia.10 El segundo libro, Cincuenta sombras más oscuras, fue publicado en septiembre de 2011, y el tercer libro, Cincuenta sombras liberadas, en enero de 2012. The Writers' Coffee Shop tenía un presupuesto de marketing restringido y confió la publicidad en gran medida a blogs de libros, pero las ventas de la novela se vieron impulsadas por la recomendación de boca a boca.11
La naturaleza erótica del libro y la percepción de que su base demográfica de lectores estaba conformada en gran parte por mujeres casadas de más de treinta, llevó a que el libro sea tildado como «porno para mamás» por algunas agencias de noticias.12 13 El libro también ha sido popular entre las adolescentes y mujeres universitarias.13 14 15
Con el lanzamiento del tercer libro en enero de 2012, los noticiarios en los Estados Unidos habían comenzado a informar sobre la trilogía de Cincuenta sombras como un ejemplo de marketing viral y del aumento de la popularidad de la literatura erótica femenina, atribuyendo su éxito a la naturaleza discreta de los dispositivos de lectura electrónica.16 17 Debido al creciente interés por la saga, los derechos de la trilogía de Cincuenta sombras fueron adquiridos por Vintage Books para el re-lanzamiento en una edición nueva y revisada en abril de 2012.18 19
El 1 de agosto de 2012, amazon.co.uk anunció que había vendido más copias de Cincuenta sombras de Grey de lo que había vendido la serie completa de Harry Potter, por lo que E. L. James se convirtió en la autora más vendida en Amazon.co.uk, superando a J.K. Rowling.20.
TÍTULO: INDEFENSA PARA UNA RELACIÓN,.
El asesinato de Almudena Márquez revela graves alteraciones mentales en su asesino, pero también el grado de locura de nuestras leyes,.
Uno no sabe nunca lo que el destino le tiene reservado”, escribía Almudena en una red social el pasado 10 de febrero. Ya intuía que su destino era complejo, que no discurría por cauces normales. En aquel momento salía con Juan Carlos Alfaro, de 39 años, el hombre que se convirtió en su asesino ocho meses después. Por esta relación, la madre de Almudena y Juan Carlos habían cruzado denuncias y amenazas. Ella le había denunciado cuatro veces (dos ante la policía y otras dos en la Guardia Civil), e, incluso, había amenazado con matarle si no dejaba a su hija. Él, por su parte, la había denunciado por amenazas. Y sí, la muerte estaba rondando.
Cuando Almudena quiso poner fin a su noviazgo, Juan Carlos la asesinó. “Soy francotirador y os mataré a todos para quedarme con ella”, dijo. Y a un amigo, un día antes del trágico suceso, le comentó: “Antes de que me acusen de pederasta, la mato, hago una masacre y me suicido”. Y lo llevó a cabo. De un lado, Almudena había empezado a cambiar, ya no quería estar con él. De otro, quizá comenzó a intuir que había en su obsesión por ella algo oscuro, por lo que tal vez se le pudiera acusar de pederastia. ¿Sentía que era un pederasta? Una amiga relató cómo Almudena, después de rechazar un regalo que él le había ofrecido y ser insultada al rechazarlo, le contestó: “Das pena intentando estar con una niña de 13 años como yo”.
Había dejado de quererle, le parecía un hombre decepcionante. Juan Carlos, que la consideraba algo de su propiedad, no lo soportó. El abusador necesita a su víctima para sentirse seguro. Pero, ¿qué llevó a la niña a fijarse en él? Almudena no conocía a su padre. Cuando sus progenitores rompieron su relación, la madre pidió su custodia, pero no se la concedieron y la niña se fue a vivir con su abuela. La niña se hacía llamar “Oscuridad” en las redes sociales donde, como muchos adolescentes, reflexionaba sobre la vida. ¿Intuía que había una parte oscura que no entendía dentro de sí? ¿Qué la hizo enamorarse de alguien tan mayor? Un hombre que se disfrazaba de Rambo, que era aficionado a las armas y que seducía a sus amigos enseñándoles a disparar.
Almudena comenzó a relacionarse con él cuando apenas tenía 11 años. Entonces se empezó a asimilar a Juan Carlos y sus gustos: se vestía de negro y comenzó a gustarle el “heavy metal”. Al mismo tiempo, la madre de un compañero de su colegio contó que era una niña muy infantil, que no se juntaba con los chicos de su edad, sino con los más pequeños. Toda niña, entre los cuatro o cinco años, hace su elección amorosa, que suele ser su padre. La atención emocional de este o de un sustituto que realice esa función es muy importante. Pero hay dos posiciones paternas que pueden perjudicarla. Si él le presta demasiada atención y la convierte en una especie de “pequeña novia”, es decir, si la utiliza, la niña buscará cuando crezca hombres mayores porque se habrá quedado enganchada a su progenitor. Pero si el padre es distante y frío o está ausente, puede que ella busque compañeros que compensen las características de ese padre, lo que la conduce a que pueda ser manipulada por hombres mayores.
La menor de Europa
La edad legal para mantener relaciones consentidas con un adulto es de 13 años. Es la menor de toda Europa. En Francia e Italia, se permiten a partir de los 14 años; en Reino Unido, desde los 16 y en Portugal e Irlanda, una vez cumplidos los 17. Así que en nuestro país, en una edad en la que los menores aún pueden ir al pediatra y en la que tienen prohibido beber alcohol, se les considera mayores para tener relaciones sexuales con adultos, si son consentidas y no hay manipulación.
¿Pero creen que una niña de 13 años, aunque consienta ese vínculo, no es manipulada por un hombre que le triplica la edad? Nuestra cultura se rige por algunas normas insalubres desde el punto de vista psicológico. Alfaro sabía que la ley le amparaba porque había consultado su situación a un abogado, pues tenía miedo de ser acusado de corruptor de menores. Solo la madre y la abuela de Almudena se dieron cuenta de lo mal que estaba Juan Carlos. Llevaba un arma en el coche y, aunque tenía otras 15 de forma legal, era una persona peligrosa. Se trataba de un hombre armado que no admitía la distancia que Almudena estaba intentando poner entre ellos.
Además, su ex novia se había ahorcado, uno de sus ex amigos se había tirado a las vías del tren y sus hermanos hacía meses que no salían de casa. Las leyes conservan vacíos sorprendentes en algunos temas. Este es uno de ellos. Negar el proceso psicológico de una niña que todavía no ha llegado a la adolescencia y suponer que, porque tenga un cuerpo con apariencia de mujer ya lo es, promueve la pederastia y coloca a los niños en una situación de indefensión por parte de adultos con una sexualidad alterada.
La mirada psicológica
La adolescencia comienza en torno a los 14 años. La relación con un adulto a esta edad evoca la figura paterna y se acerca a las relaciones incestuosas. Cuando se da este abuso, el menor sufre un daño psíquico que marcará toda su vida. Además, al existir en la ley la figura del consentimiento, la víctima puede llegar a sentirse culpable. Se debería retrasar la edad de consentimiento por lo menos tres años más.
La noticia: El crimen de El Salobral
Almudena Márquez, una niña de 13 años, fue asesinada a tiros por Juan Carlos Alfaro, de 39 años de edad. Él mismo llamó a la policía. Después volvió a casa, cogió un fusil, disparó de nuevo, matando a otro vecino e hiriendo al abuelastro de Almudena, y se atrincheró. Salió después de varias horas de negociación con el arma en la mano y se entregó, sí, pero a la pulsión de muerte habitaba en él, pues se pegó un tiro.
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