Para lograr sacar al jabalí del monte se le puede ofrecer comida, bebida ó sexo, ... de lado del cazador, apostándose fuera del alcance de sus agudos sentidos.
El nuevo amo del monte.
Es un predador que no tiene enemigos naturales. De todo se alimenta y se adapta a todos los terrenos. El jabalí coloniza el territorio andaluz y se expande ya desde las sierras de Huelva a las más orientales, incluso en las campiñas donde halla refugio cerca. Se ha introducido en cotos de caza menor y, en algunos, ha sustituido al conejo como principal especie cinegética. Su proliferación tiene ciertas ventajas y algunos riesgos que hacen necesario controlar las poblaciones. Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre y podría afirmarse también que el hombre es el único enemigo del jabalí.
De los 9.000 ejemplares capturados en el 2001 hemos pasado a los 20.000 de la temporada pasada.
El guardia civil Francisco Sánchez Moya, destacado en el puesto de Estepa (Sevilla) a finales del siglo XIX, conocía a la inmensa mayoría de los últimos bandoleros de Sierra Morena. El guardia conocía sus nombres, sus rostros y sus costumbres. Y, a la inversa, las partidas de Seis Dedos, Pernales, El Vivillo, Pedigón o Soniche sabían del valor de Sánchez Moya. Muchas fueron sus capturas y sus casos resueltos. Los bandoleros lo respetaban y se cuidaban de encontrárselo frente a frente, ya fuera en el monte, en una posada o en alguna feria de ganado, a la luz del día, o en una de aquellas calles empedradas en el silencio de la madrugada. También aquel guardia civil sentía un profundo respeto por aquellas bandas con las que muchas veces se jugó la vida. Sin embargo, su peor herida estando de servicio, a caballo por Sierra Morena, la capa verde engrasada, no se la causó la pistola ni la faca de un bandolero, sino el mordisco de un jabalí.El jabalí es un predador. Se alimenta de todo tipo de hierbas y carroña y ataca también los nidos de perdices, las crías de conejo, cabra y corzo. Es un fantasma nocturno, capaz de recorrer hasta 40 kilómetros bajo la luz de la luna. Tiene tal voracidad y capacidad para adaptarse a cualquier medio que, a día de hoy, prácticamente ha colonizado todo el territorio andaluz, o quizás reconquistado, porque hay quien sostiene que hubo tiempos, muy antiguos, en los que el jabalí habitó todos nuestros campos.
Enrique Leyva, presidente de la Asociación de Titulares de Empresas y Cotos de Andalucía (Ateca), recuerda que, después de la Guerra Civil, la caza mayor se localizaba en dos núcleos muy concretos de la región: Hornachuelos y Andújar. El resto de las sierras estaban dedicadas a la ganadería y a la siembra de pastos.
El abandono del campo por parte del hombre, provocado en gran medida por el desarrollismo de los años 60, dejó las sierras desiertas, territorios propicios para la colonización. El ciervo se expandió gracias a reintroducciones artificiales, como la repoblación de unas 800 reses de Las Navas de la Concepción y Berrocal en la sierra de Huelva. «El jabalí no se ha repoblado nunca —precisa Leyva—. Come de todo y se adapta a todos los terrenos; su expansión ha sido natural». Y aún continúa.
Los datos oficiales de capturas de la Consejería de Medio Ambiente son muy reveladores. El jabalí sufrió un ligero declive a finales de los años 90, pero desde entonces el incremento ha sido muy notorio, pasando de unos 9.000 ejemplares capturados en el año 2001 a los 20.000 de la temporada pasada. El incremento ha sido de más de un cien por cien. Y no es un hecho generalizado entre las especies, como se puede comprobar estos datos con los del ciervo. En este caso, las capturas alcanzaron su récord en el año 2002, con unos 40.000 ejemplares cobrados. Desde ese momento, se inició una recesión que aún continúa y que hizo que el año pasado el dato de ejemplares cazados bajara hasta unos 34.000.
El jabalí no tiene enemigos naturales, ya que la presencia del lobo en los montes andaluces es prácticamente testimonial.
La previsión es que la cifra de jabalíes cobrados se siga multiplicando cada año, por la sencilla razón de que cada vez son más los cotos de caza menor en los que se autoriza su captura. Esto constituye una gran ventaja, puesto que los terrenos de caza mayor ocupan el 15 por ciento del mapa andaluz (1,7 millones de hectáreas), mientras que los cotos de menor abarcan el 85 por ciento restante (5,2 millones de hectáreas). Las zonas tradicionalmente despobladas de jabalíes, como las sierras de Málaga, el entorno de Palma del Río (Córdoba) o la Sierra Sur de Sevilla, están comenzando a acostumbrarse a la presencia de esta especie. La sociedad de cazadores de Antequera, tradicionalmente de caza menor, lleva varios años organizando cacerías de jabalíes y, dentro de su término municipal, la de Bobadilla, tiene previsto organizar este año su segunda montería. Según cuenta su presidente, el año pasado se cobraron 30 jabalíes de un total de 80 avistados. La razón no fue la falta de puntería en los 90 puestos, según explica, sino el corto alcance de las balas de escopeta del calibre 12 -la Junta no les ha autorizado el uso de armas rayadas y la falta de algunos puestos más. Este año insistirán, asegura el presidente, para que le autoricen al menos cien puestos, dada la densidad de jabalíes en el coto. Hay sierras tradicionalmente conejeras en las que el conejo no ha terminado de despuntar tras la mixomatosis y la EHV, en las que el jabalí se ha convertido en la especie reina de la caza, obligando a los cazadores a cambiar a la fuerza la afición.TÍTULO: EL VIENTO DEL SUR:
El viento es un caballo:
óyelo cómo corre
por el mar, por el cielo.
Quiere llevarme: escucha
cómo recorre el mundo
para llevarme lejos.
Escóndeme en tus brazos
por esta noche sola,
mientras la lluvia rompe
contra el mar y la tierra
su boca innumerable.
Escucha como el viento
me llama galopando
para llevarme lejos.
Con tu frente en mi frente,
con tu boca en mi boca,
atados nuestros cuerpos
al amor que nos quema, .
Foto al Rey Juan Carlos le gusta la caza, etc.
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