miércoles, 5 de septiembre de 2012

A LA ÚLTIMA CON Flávio Conceição./ POESÍA EL CINTURÓN:

TÍTULO: A LA ÚLTIMA CON Flávio Conceição:


El fichaje estrellado: Flavio Conceiçao

Después de Zinedine Zidane y Luís Figo, Flavio Conceiçao se convirtió en la tercera incorporación más cara del Real Madrid. Los millones invertidos en el brasileño nunca se vieron reflejados en el juego del mediocentro, que salió por la puerta de atrás del club 'merengue'.
Flavio Conceiçao (Santa Maria da Serra, 13 de junio de 1974), bien merece estar entre nuestros estrellados tras su paso por el de los galácticos, a pesar de haber disputado con Brasil 45 partidos internacionales y tener una dilatada carrera profesional.
La llegada de al Real Madrid trajo consigo una nueva política de fichajes. Las grandes estrellas del mundial suspiraban por jugar en ese Madrid de Zinedine Zidane, Luís Figo, David Beckham, Roberto Carlos, Michael Owen, Raúl... Pero ese Madrid no solo eran estrellas. También se necesitaba músculo y sacrificio. La posición clave, como posteriormente se evidenció, fue la mediocentro, donde Claude Makelele fue su máximo exponente.
Alguien que pasó mucho más desapercibido fue el brasileño Flavio Conceiçao. El medio llegó a Chamartín en el año 2000 procedente del Deportivo de la Coruña para ser el apoyo de Makelele en la medular y hacer olvidar la turbulenta marcha de Fernando Redondo al Milan. El madridista pagó por Conceiçao unos 4.400 millones de las antiguas pesetas (27 millones de euros). Era hasta la fecha la tercera incorporación más cara del Real Madrid, por detrás de y Figo.
Conceiçao provenía del , con el que había disputado cuatro campañas bastante exitosas. Entre 1996 y hasta su por el Real Madrid en el año 2000, el centrocampista brasileño destacó en el club gallego por aportar equilibrio al centro del campo deportivista junto a Mauro Silva. Su gran técnica y sacrificio lo hacían destacar en facetas ofensivas y defensivas. Esa etapa le valió para ser un fijo en las convocatorias de la seleçao y que el Madrid se fijará en él (como petición expresa de Vicente del Bosque) y desembolsara tal cantidad económica.
Habían muchas expectativas entorno a Flavio (que posteriormente fue denominado por muchos como un centrocampista de cristal) pero en las tres temporadas que disputó en el Bernabéu solo jugó 45 partidos marcando un único gol. Las lesiones, continuas y que no le permitían coger ritmo, junto con poca la adaptación y el juego anárquico de aquel Real Madrid, hicieron que Flavio no pudiera triunfar en el club madridista o, cuanto menos, justificar su fichaje.
El mejor momento de Conceiçao en aquella etapa fue cuando ganó la novena Copa de Europa del Real Madrid. En la final sustituyó a Makelele en la segunda parte, aunque su aportación a lo largo de la competición fue testimonial.
Su periplo merengue finalizó en 2003. Aún le restaba un año de contrato pero los técnicos del Madrid optaron por forzar una cesión. Del Bosque había dejado el Madrid y Carlos Queiroz abría una nueva época en el Madrid galáctico de Zidanes y Pavones. Conceiçao recaló en el Borussua Dortmund donde tampoco cuajó una buena .
Tras terminar su contrato con el Real Madrid, el medio brasileño pasó por el Galatasaray turco y el Panathinaikos griego, donde se retiró en 2006. Sin duda fue uno de los grandes fichajes estrellados de Florentino, y de los más olvidados, que quedó en un segundo plano por las grandes inversiones económicas realizadas en otros .
TÍTULO: POESÍA EL CINTURÓN:

Mi cinturón aprieta tu cintura,
y tu sonrisa, mi corazón.
Sobrevolamos las islas indecibles
ya nuestro paso las nubes se disipan.
¿Cómo regresar al beso y la armonía
sin que la respiración se entrecorte?
¿Cómo planear la noche compartida
después de tanta ausencia?
Sólo el aire es aliado nuestro
porque nuestro deseo es de aire puro.
Cuando descendamos a la tierra
las alas deberán seguir batiendo:
el aire de las alas
es nuestro sostén único
y las alas del aire nuestro lecho.
Desembocan los ríos en los mares azules
como en tu pecho desemboca el mar.
Abrázame en tus alas
para que otro aire no me roce
sino tu aliento, del que vivo y muero.
Bajo el cielo impalpable
hecho de luz y espera,
abrázame, amor mío, con tus alas.
Abrázame sobre la corrompida
ciudad sagrada de los hombres. Con una bañera, un cinturón perdido y mucha poesía.foto.

 

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