La biblia de los refranes
Se
publicó hace 445 años pero hoy sigue manteniendo intacto su interés.
Juan de Mal Lara (1524-1571) realizó hace cuatro siglos y medio ...
Se publicó hace 445 años pero hoy sigue manteniendo
intacto su interés. Juan de Mal Lara (1524-1571) realizó hace cuatro
siglos y medio una hazaña filológica y reunió en un extenso volumen una
miríada de refranes de un idioma tan rico como el castellano, ya
entonces con casi seis siglos de uso a sus espaldas. Mal de Lara tuvo el
acierto de titular su ambiciosa recopilación 'La Philosophía vulgar' e
incluir en su compendio una cifra mágica y redonda que remitía a las mil
y una noches. Y es que son 1001 las sentencias populares comentadas, a
las que suma otras trescientas citadas en sus comentarios. La obra
recupera ahora todo su esplendor en una edición crítica de más de 1.500
páginas a cargo de Inoria Pepe Sarno y José María Reyes Cano con la que
la Editorial Cátedra celebra los cuarenta años de su colección Letras
Hispánicas.
Mal de Lara publicó esta espléndida colección de refranes
en Sevilla en 1568. Es una obra espectacularmente ambiciosa y precursora
de la investigación sobre la sabiduría popular que encierran los
refranes. La vigente originalidad del 'protofilólogo' y humanistas
sevillano consiste, quizá, antes que en recoger el inmenso caudal que
provenía de los refraneros anteriores, en recuperar, con una
investigación de campo, los refranes que quedaban en la memoria de sus
contemporáneos y de facilitar a todos el acceso a una antigua cultura
autóctona y enraizada en el pueblo.
Los comenta atento siempre al contexto cultural y humano, y
se plantea su labor, según los editores «como una moderna indagación
sociológica que aporta nuevas facetas al humanismo de finales del siglo
XVI». Lo culto y lo popular se sintetizan en esta 'Philosophía vulgar',
algo «que todavía no se había constatado en la cultura española y que
marca el rumbo hacia el interés que demostrarán la novela y el teatro
del siglo siguiente».
Desde la antigüedad tenemos noticia de los refranes, que
están dentro de la paremiología, la ciencia que estudia las máximas,
sentencias, proverbios y demás enunciados que quieren transmitir algún
conocimiento tradicional basado en la experiencia. «Fueron considerados
por los humanistas de gran utilidad para la enseñanza al conciliar
aspectos morales con el aprendizaje del latín y de la retórica de una
manera más fácil», apuntan los editores.
Herramienta crítica
«No 'ay' parte en la vida humana en que el hombre no halle
refrán para aprovecharse, 'quando' quisiere y lo 'huviere' menester, o
en letras o en aplicación», apunta Juan de Mal Lara, para quien los
refranes, son «tan abundantes en doctrina, tan copiosos en sentido, tan
breves en sus razones, tan propios a la 'sciencia', que no 'ay' parte en
'philosophía', a donde no se puedan aplicar bien y entrar mejor». Los
define como «una razón que tiene dignidad; que, sacada de los misterios
de la 'philosophía', representa 'quanto' sabía la antigüedad» y como «un
dicho celebrado que tiene cierta novedad avisada, con que
particularmente se conoce». Letras Hispánicas comenzó su andadura en
1973 y en estas cuatro décadas de presencia ininterrumpida en el mercado
se ha convertido en la colección de clásicos anotados con más títulos
en su catálogo.
La obra de Mal de Lara hace el número 725 de esta colección
de referencia tanto en literatura como en filología que se es una
apreciada herramienta crítica para los estudios hispánicos. Junto a
ella, Cátedra celebra la efeméride publicando la edición crítica de
'Sefarad' de Antonio Muñoz Molina, 'Pájaros en la cabeza', de Paloma
Pedrero, y la 'Poesía inédita' de Pedro Salinas. Desde la épica medieval
a la literatura actual, el catálogo de Letras Hispánicas ofrece al
estudioso y al lector común una visión general de las literaturas
hispánicas, ordenada por las etapas literarias tradicionalmente
aceptadas. El siglo XX se ramifica en sus géneros, y la literatura
hispanoamericana también. Cada título se acompañada de una reseña que
sitúa la obra y la engarza. «El catálogo sólo es el mapa que lleva al
lugar deseado» dicen los responsables de este sello integrado en el
Grupo Anaya que ofrece una historia crítica de nuestra literatura.
TÍTULO: EL RETO DEL DISEÑO ES HACERLO,.bien con el menor presupuesto posible»
«El reto del diseño es hacerlo bien con el menor presupuesto posible»
Hoy Digital - hace 14 horas
Después
de haber estudiado arte y decoración en Mérida y de haber trabajado en
Extremadura de la mano de compañías como La Estampa ...
Después de haber estudiado arte y decoración en Mérida y de
haber trabajado en Extremadura de la mano de compañías como La Estampa
Teatro o Suripanta, para las que preparó escenarios para montajes en el
Teatro Romano de Mérida, como el de 'Antígona', Marcelo Pacheco marchó a
Madrid para probar suerte en el mundo de la escenografía. Allí se
introdujo en el mundo de la moda, que fue la que primero la abrió las
puertas, preparando decorados para fotografías publicadas en revistas
como Elle o Vogue. En esa primera etapa hizo un poco de todo, hasta
decorados de stand para ferias gourmet, pero fue crucial en su vida
profesional, porque comenzó a conocer a gente del cine.
Su primer trabajo fue para la Agencia EFE, allá por el año
1992, que le encargó un decorado para la Televisión Cultural
Iberoamericana. Fue su primera incursión en el mundo televisivo que a
día de hoy le ha dado tantas alegrías, incluyendo dos premios de la
Academia de la Televisión, el último este mismo mes de abril, por la
exitosa serie televisiva 'Isabel' de La 1, a sus 43 años de edad.
-¿Cómo llegó a Telecinco?
-Algunos amigos me habían dicho que en Telecinco estaban
buscando a gente para reforzar el verano. Así que me fui allí y me
cogieron. Comencé preparando decorados para un programa que tenía Concha
Velasco, para las Mama Chicho y para el Colacao Maravillao. Al poco
tiempo se marchó Valerio Lazarov y llegó a la cadena Maurizio Carlotti,
que quería un cambio de estrategia en la cadena y apostó por mí para la
nueva imagen. Imagínate, hubo cambio rotundo, de logotipo, de platós,
pasamos de los neones a los decorados blancos y resultó un éxito. Al día
siguiente salió en todos los periódicos y a la audiencia le gustó. Lo
primero grande que hice fue la gala de Miss España en Salamanca, cuando
sólo tenía 25 años.
-¿Y después?
-Después ya vino todo, hice el decorado de los primeros
informativos digitales de Europa, que los hizo Telecinco. También
entrega de premios como los TP de Oro, la serie 'Al salir de clase', que
imagínate, los protagonistas tenían la misma edad que yo. Aquello se
hizo ya con dos platós de 1.500 metros. En Telecinco estuve cinco años
haciendo de todo, terminé como responsable de imagen, pero las jornadas
eran agotadoras y pensé que debía cambiar, así que me marché de la
televisión pero de forma amistosa.
Miguel Bosé
-¿Pero el salto lo dio al vacío o ya tenía algo?
-No, estuve un año y medio como freelance, haciendo mucha
publicidad con Alan Bainé. Me llamó entonces Miguel Bosé para un
programa que estaba haciendo en La 1, 'El séptimo de caballería'.
Preparé entonces también los Premios de la Música de la SGAE.
-¿Pero ahora ya tiene su propia empresa?
-Sí, en el año 2000, creé junto a mi socio Alberto Esleta
la empresa 'Área de Efímeros' en la que prestamos nuestros servicios de
escenografía y dirección de arte a televisiones públicas, a privadas, a
empresas. Estamos colaborando con la serie 'Splash', el programa de
Risto Mejide y antes hemos hecho 'Amar en tiempos revueltos', por la que
también me dieron un premio de la Academia de la TV en 2008 y ahora con
'Isabel', que hemos conseguido cuatro con la serie. Pero han sido
muchos los trabajos, también en 'La Señora', '30-90-60', 'La
República'...
-¿Cuál es el secreto de trabajar en las mejores series?
-Creo que, además del entusiasmo, trabajar mucho, porque yo
trabajo en un polígono industrial desde las nueve de la mañana hasta
las once o las doce, o cuando terminemos. El secreto también está en un
trabajo intenso, porque yo digo que somos atletas de fondo y con el
fondo tenemos que llegar al éxito. Además, en mi empresa mimamos todos
los proyectos, sean grandes o pequeños, los tratamos a todos igual,
porque el reto del diseño es hacerlo bien cuando hay menos presupuesto.
-¿Está siendo 'Isabel' la serie más difícil que ha hecho hasta ahora?
-El más difícil es siempre el trabajo último, el que tienes
entre manos. Pero, es verdad, 'Isabel' está siendo complicado, porque
hay que documentarse y prepararse. Yo me leo todos los guiones con
antelación, me tengo que meter en la sociedad del siglo XV, en esa
mezcla de culturas, en la sociología de los personajes y luego tengo que
interpretar todo eso y preparar los escenarios en dos grandes platós.
He tenido que viajar a Londres, a Marruecos y por toda España para
conseguir mobiliario, como una silla de la reina inglesa. La verdad es
que para mí está siendo un reto, porque, además de entretener, la serie
tiene un interés didáctico y atrae la atención de gente que estudia
historia, y hay que hacerlo bien. Pero no pretendemos dar una visión
antropológica, sino social del momento.
-¿Y no le han criticado?
-Sí, pero me encanta la crítica, porque hace que te mires
hacia dentro, e intentas sacar la parte positiva, la parte constructiva
para aprender. Sí que me gusta la crítica, es muy importante que exista
la crítica.
-Y ahora que ya lo ha hecho casi todo, ¿qué es lo que le queda por hacer?
-Pues me queda mucho por hacer, porque mi objetivo es
llegar a ser director de arte, ser diseñador del producto, hacer una
valoración general.
-¿Le gustaría hacer cine algún día?
-Sí, claro, me encantaría, pero mucha gente de cine me ha
dicho que ahora no es el momento ideal, porque no hay dinero y el cine
está bajo mínimos. Pero si ahora podemos hacer muchas cosas con tres
cámaras, me han dicho que el día que pueda hacer cine, donde hay muchos
más recursos, debe ser fantástico.
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