lunes, 27 de mayo de 2013

OFRECER FLORES A UNA MUJER SE HA CONVERTIDO EN INDECENTE CON Mayim Hoya Bialik,./ ESCRITORAS A LOS 14 AÑOS,.

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 TÍTULO: OFRECER FLORES A UNA MUJER SE HA CONVERTIDO EN INDECENTE CON Mayim Hoya Bialik,.

-foto-Mayim Hoya Bialik (nacida el 12 de diciembre de 1975) es una actriz estadounidense, además de doctora en neurociencia por la UCLA, conocida por su papel de Blossom Russo en la comedia de situación de principios de los 90, Blossom, y por su papel de Amy Farrah Fowler en la serie The Big Bang Theory.

Biografía

Bialik nació en California en el seno de una familia judía. Sus abuelos, que fueron refugiados del Holocausto, emigraron de Hungría, Polonia y Checoslovaquia.[cita requerida]
Su carrera como actriz comenzó a finales de los 80 y principios de los 90. Su primera aparición cinematográfica fue en la película Beaches (Eternamente amigas en España), papel por el que ganó un premio como “Mejor actriz joven en una película fantástica o cómica”. Posteriormente trabajó en series de televisión como MacGyver, Murphy Brown, Webster y Doogie Howser, M.D.. En 1990 tuvo su primer papel protagonista en una serie de televisión, la comedia de situación Molloy, que fue cancelada tras una única temporada.
Su éxito definitivo vino en 1991 con la serie juvenil Blossom, en la que interpreta a una adolescente inteligente que ha de enfrentarse a los problemas de la juventud en un hogar que comparte con su padre músico y sus dos hermanos.
Al concluir la serie, Bialik decidió centrarse en sus estudios y sólo regresó a la actuación para interpretar pequeños papeles. Se matriculó en la Universidad de UCLA, a pesar de ser admitida en universidades más prestigiosas como Harvard o Yale, para permanecer cerca de sus padres.
En 2000 se graduó en neurociencia y estudios judaicos y hebreos. En 2007 obtuvo el doctorado en neurociencia, defendiendo una tesis centrada en el hipotálamo y el trastorno obsesivo-compulsivo en el síndrome de Prader-Willi.1 2
Tras diez años retirada de las pantallas, Mayim Bialik reapareció en la película cómica Kalamazoo, a finales de 2005. También puede vérsela en un episodio de la serie cómica Larry David, como Jodi Funkhouser, la hija lesbiana de un amigo del protagonista. Bialik también tuvo un papel importante en las series Fat Actress y Siete en el paraíso. P
En 2010 apareció en el último capítulo de la tercera temporada de la serie de comedia The Big Bang Theory, donde interpreta a Amy Farrah Fowler, una chica con personalidad afín a Sheldon Cooper, a quien conoce en una cita a ciegas organizada por sus amigos Howard y Raj. A partir de la cuarta temporada se convierte en un personaje recurrente de la serie. Actualmente forma parte del elenco de personajes principales. Curiosamente fue citada como "la chica que actuaba en Blossom" en el episodio "The Bat Jar Conjeture" (1x13) poco más de dos años antes de su primera aparición en la serie.
También hay una aparición breve de Mayim en Bones, temporada 4, capítulo 20.
A la fecha de 15 de agosto de 2012, Mayim sufrió un accidente automovilístico en un Volvo blanco arremetida por unos turistas chilenos en un cruce. Bialik sufrió un severo corte en su pulgar de la mano izquierda por el que fue trasladada urgentemente al hospital más cercano. En un principio, se temía que pudiera perder la falange, pero unas horas más tarde fue la propia artista quien tranquilizó a sus seguidores mediante un tweet que escribió su marido: "Conservaré todos mis dedos" (Europa Press)

Vida personal,.

La actriz estaba casada con Michael Stone del que se ha separado en 2012 por diferencias irreconciliables. Con él, tiene dos hijos, Miles Roosevelt Bialik Stone, nacido el 10 de octubre de 2005, y Frederick Heschel Bialik Stone, nacido el 15 de agosto de 2008.[cita requerida]

TÍTULO: ESCRITORAS A LOS 14 AÑOS,.

ESCRITORAS A LOS 14 AÑOS
 
Hypatia Pétriz y Laura Pérez Maquedano son pioneras. Con apenas 14 años se han estrenado en el mercado literario de nuestro país.
Hypatia Pétriz y Laura Pérez Maquedano son pioneras. Con apenas 14 años se han estrenado en el mercado literario de nuestro país. La primera a nivel nacional, con la novela 'Diario de H' (ed. La Galera) y la segunda de la mano del cuento infantil 'La tortuga perdida' (ed. Aizkorri), que ella misma ha ilustrado con una serie de dibujos al pastel.
Se confirma lo impepinable: las editoriales se están liando la manta a la cabeza y buscan hacer caja por todos los medios. En tiempos de crisis hay que arriesgar. Eso sí, no perdamos de vista una diferencia de calado: la catalana Hypatia responde a una operación de dimensiones planetarias que tiene su origen en EE UU, donde los negocios se cazan al vuelo. Los adolescentes se han convertido en un filón muy apetitoso, que debidamente explotado también puede reportar beneficios en la industria del libro. «Hasta los 20 años la chavalería lee muchísimo. ¡Sobre todo las chicas!», recalca Iolanda Batallé, directora de La Galera. Una opinión que comparte Aurelio Erdozain, responsable del sello Aizkorri, aunque en su caso ni buscó expresamente una autora jovencita ni pretende gestionarle a Laura un 'pack' de apariciones estelares en la tele. «Me mandó un cuento sobre una tortuga, con texto y dibujos, por email. Como relato para niños me gustó y ya está. ¿Por qué no publicarlo?», pregunta en voz alta el editor vasco. La calidad se impone y no habría que ponerle barreras.
Ahora bien, insistimos, el fenómeno de Hypatia rompe moldes. Ver para creer: ¡ya tiene una agenda solo para entrevistas! A lo mejor su nombre de pila era una premonición: se lo puso su madre como homenaje a la filósofa de la antigua Alejandría, que en los últimos tiempos goza de cierta popularidad gracias a la película 'Ágora', de Amenábar. No obstante, atención, que la novelista barcelonesa puede terminar monopolizando un nombre tan inusual y solemne. Razones no le faltan, ya que esta cría ha vendido más de 5.000 ejemplares de 'Diario de H' en un tiempo récord. A las dos semanas de ponerse a la venta, a principios de marzo, ya estaba sacando una segunda edición en catalán. ¿Tanto interés tiene? Pues sí. No le ha hecho falta más que retratar a una chiquilla de su edad. Desengaños sentimentales, discusiones con la novia de su padre, desfogues en las redes sociales y pasión por la música, todo eso y algo más trufan una historia «que no tiene nada de autobiográfica, salvo la canciones que me han marcado», aclara la escritora, en conversación telefónica desde su casa, en Barcelona.
No hay sexo ni drogas
El libro se presenta con tipografía grande y dibujitos (estrellas, calaveras...), muy al estilo de cierta literatura juvenil, y adjunta una cuadernillo para que los lectores se animen a escribir su propio diario. El volumen supera las 260 páginas. No hay sexo ni drogas pero sí mucho rock n' roll: desde el gótico morboso de Nick Cave a la pasión por el riesgo de Lou Reed, un tipo que lo puede todo (jazz, rock alternativo y pop); sin olvidar a grupos actuales como Russian Red, liderado por Lourdes Hernández, una incondicional de los Beatles que vive en Los Ángeles.
La editorial promociona la obra de Hypatia como «una versión adolescente» de 'El diario de Bridget Jones', que se nota ya en el propio diseño y maquetación: tapas duras, color rosa... Manejable y simpático. Otro de los escritores de La Galera, Francesc Miralles, autor de manuales de autoayuda, ejerció la función de 'coaching' con la debutante. Solo le hacía falta un empujoncito para pegar el salto y hacer historia en el mundillo literario. «Es muy inteligente. Un día me pasó unos relatos suyos y, la verdad, tiene mucho talento. Por eso le encargamos una novela romántica, con la frescura de su edad... Este año celebramos nuestro 50 aniversario y era una novedad muy interesante», constata Iolanda Batallé, directora de La Galera, más que satisfecha con la apabullante acogida que está recibiendo el libro. El enfoque femenino y sentimental responde a una estrategia de marketing, pero en última instancia la responsable de La Galera y la propia autora aseguran -para ampliar el espectro- que la trama también puede tener su encanto «para chavales y mujeres de 30 años».
Hypatia ha conseguido milagrosamente que no se le suba el éxito a la cabeza. Su madre, Lourdes, controla el flujo de entrevistas y no disimula su orgullo ante una hija que «salvo algunos arrebatillos, se comporta como una adulta». La cría es una esponja que ha exprimido hasta la última gota todos los estímulos culturales que han puesto a su alcance. Desde la adaptación infantil de 'La flauta mágica', de Mozart, a obras de teatro tan originales como 'Oxígeno', de los químicos Djerassi y Hoffmann, que recrea las vicisitudes de los científicos del siglo XVIII. Lectora voraz, entre sus autores favoritos destaca Edgar Allan Poe y está a punto de hincarle el diente a 'Crónicas marcianas», de Ray Bradbury. También cita de carrerilla a un puñado de autores, como David Escamilla y Jordi Sierra, que publican en la misma la editorial que acaba de ponerla en el disparadero. Es diplomática, mide mucho sus palabras y tiene la lección bien aprendida. Nada de preguntas «personales».
- ¿A qué colegio vas?
- No cuento cosas de mi vida privada.
- ¿Perdón?
- Es algo personal.
- ¿Tienes hermanos?
- No, pero sí una gata.
- ¿Te llevó mucho tiempo escribir la novela?
- Todo un verano.
- ¿En tu familia hay más literatos?
- No, son gente de ciencias. Pero les gusta mucho el arte.
- Eso te habrá influido.
- No, no, Nadie me ha impuesto nada.
- ¿Estás preparando un segundo libro?
- Sí, pero no estoy obsesionada con publicar.
- ¿Otra vez algo romántico?
- No, nada que ver. Es un argumento mucho más complejo.
- Yo creo que tu pasión es la música. Te he oído y cantas como una mujer de 40 años.
- Gracias.
- ¿Ya tienes grupo?
- No. Pero colaboro con los amigos que sí tienen. Toco la guitarra, el piano y el ukelele.
Poder de las blogueras
El mercado literario ha dado un vuelco brutal en los últimos cinco años y no hay vuelta atrás. Las adolescentes han empezado a marcar tendencia gracias a los foros de Internet. De hecho, hay editoriales que empiezan a otorgar la misma importancia al blog de una chica que al suplemento cultural de un periódico. «Hay que estar en la pomada», comentan por lo bajini los responsables de algunas colecciones juveniles. No les queda alternativa.
Sin ir más lejos, en la última Feria del Libro de Madrid, la directora de La Galera se encontró con unas 300 blogueras en el ciclo de encuentros con los autores de la sección Luna Roja (para lectores a partir de 14 años). «Los escritores usaban megáfono para responder a las preguntas», recuerda con emoción una profesional que, a sus 41 años, no había visto nada igual.
En la actualidad hay un sinfín de portales en Internet -como Adicción Literaria o Juvenil Romántica- volcados en la obra de novelistas que trabajan para un público imberbe. No se ven reseñas de los clásicos, nada de Salgari o Verne, pero asombra la disciplina y vehemencia que derrochan las blogueras. Son mujeres, de entre 12 y 35 años, que leen sin cesar para dar sus opiniones. No tienen la capacidad de influencia de sus colegas anglosajonas, pero tiempo al tiempo. Muy pronto surgirá un prodigio similar al de Beth Reekles, una galesa de 17 años que tuvo la ocurrencia de colgar una narración de género rosa en la Red, 'Kissing booth' (Cabina para besar), y en un pispás alcanzó 19 millones de lectores y 40.000 comentarios en Internet.
Random House no tardó en echarle el ojo y acaba de publicarla en papel. Es una apuesta segura a ojos de una editorial que en 2012 facturó 2.142 millones de euros, un 22,5% más que en el ejercicio anterior. Tienen un olfato finísimo para captar las nuevas tendencias y -de paso- hacer caja. «Es algo que está en el ambiente. No se puede obviar», admite Batallé. Su editorial se ha lanzado a la piscina en España, a la espera de que 'Diario de H' sirva para abrir camino.
- Hypatia, ¿qué piensas estudiar en el futuro?
- Algo de ciencias. Es que si estudias literatura, sabes mucho de literatura y nada más... Eso no me basta. A mí me gusta el terror. Y si quiero escribir de enfermedades y esas cosas, pues más vale saber de biología. ¡Para no cagarla! Y perdón por la expresión.
- Pero los novelistas se documentan...
- Ya, ya, pero yo prefiero tener conocimientos sólidos. Me gusta el trabajo duro. Mejor una carrera de ciencias.
 

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