Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».
Los caminos del desayuno me lleva hacia el Pueblo de Castuera para conocer cada calle con su historia con sabor alegría de saber amar para ir a La Tienda Chica del Señor José María para comprar lo siguiente,
2 pijamas de señora color naranja, 3 bracas color blanco de señora, 2 toallas de ducha grande de color verde.
Los verbos del tiempo son como nubes pasajeras de ser como los rayos nuevos que llevan el desayuno hacia la tienda de Clary Novias de Castuera para comprar lo siguiente, 2 pantalones vaqueros verano caballero color azul, 2 bañadores de señora, 2 cinturones color rojo caballero, etc.
Los minutos del desayuno me hace regresar de amor con besos plateados para ir corriendo al Pueblo de Castuera en conocer su historia para también comprar en La Tienda Chica del Señor José María y la tienda de Clary Novias La Jefa es Clary, etc.
Foto del avión en Castuera, etc.
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