ENTREVISTA: ASUN AGUIRREZÁBAL DE ANTOÑANZAS ESCRITORA Y CONFERENCIAS.
Sevilla, desde mayo de 1575 a mayo de 1576, un año difícil para ella.
—¿Por qué le parece Santa Teresa una mujer tan actual?
—Fue una mujer que tuvo una trayectoria muy poco corriente en la época en la que vivió, el siglo XVI. No fue de mujer corriente ni una monja de la época, metida sólo en el convento. Y ha logrado atravesar cuatro siglos sin que deje de hablarse de ella, con libros, obras de teatro, películas, etcétera, sobre su vida y su obra.
—¿Cómo cree que una mujer que no fue a la universidad y apenas pudo estudiar, sin formación humanística, pudo destacar de esa manera en un mundo dominado por varones?
—Ella siempre tuvo dentro un espíritu especial de obediencia. Era muy humilde y escribía para que la entendieran, tal y como hablaba, y lo escribía en papeles para que los letrados, confesores, expertos, etcétera, pudieran aconsejarla. Aunque parecía una monja normal, tenía una profunda influencia de Dios. Se fue a Toledo y allí la animaron a que escribiese todas las experiencias místicas que tenía. Y así lo hizo. Y se puso a escribir lo que ella consideraba su vida.
—Su autobiografía, traducida a muchos idiomas como todas sus obras, fue denunciada a la Inquisición. ¿Por qué?
—Fue una venganza fortísima entre mujeres, que las había en su época y las habido en todas. Santa Teresa había ido fundando conventos según se lo iban pidiendo. Nunca intentó llamar la atención, pero entre las que le pidió un convento fue la princesa de Évoli, que tenía una gran cercanía a Felipe II. En Pastrana, donde tenía su territorio, fundó ese convento y el príncipe de Évoli le pidió un día que le dejara libros para leer y Santa Teresa le prestó su autobiografía. Pero en esto muere el príncipe y a la princesa le da un ataque vehemente de viudedad y decide hacerse monja en ese convento, aunque lo que hizo fue armar una revolución tremenda por la ropa que se ponia y cambiando todos los horarios. Las monjas, acostumbradas a todo lo contrario, no podían vivir con ella y un día de madrugada salieron del convento dejándolo todo por medio como lo había dejado ella. Y la princesa, en venganza, cogió la autobiografía de Santa Teresa, que tenía del marido, y se lo dio a la Inquisición de Valladolid. Y ésta lo retuvo durante toda la vida de Santa Teresa.
—¿Cómo reaccionó ella?
—Escribió otro, «Las moradas», recordando aquél y otras nuevas experiencias.
—¿Y qué pasó con el libro después de que Santa Teresa muriera?
—Se juntaron dos mujeres, la hermana de Felipe II, con la monja que fundó el convento de Madrid, y consiguieron rescatarlo. Felipe II lo pondría en El Escorial.
—Se atribuye a San José una sanación «milagrosa» de Santa Teresa, cuando estaba a punto de morir...
—Parece que fue San José la que le sacó de la primera gravísima crisis de salud que tuvo y por lo que ya habían preparado su tumba. Ella se encomendó a San José y se curó, aunque estuvo tres años tullida.
—¿Puede considerarse casi otro «milagro» que se conserven sus manuscritos en tan buen estado, después de más de cuatrocientos años?
—Sí. Es increíble que apenas se conserve nada de Molière o de Lope de Vega y, sin embargo, tengamos miles de páginas manuscritas de una mujer que escribió con una tinta casera, que era rayadura de metal, escamas de pescado y barro. Además, un erudito, el padre Tomás Álvarez, logró borrar todas las tachaduras que le habían hecho los inquisidores.
—A escondidas de su padre, Santa Teresa leía novelas de caballería. ¿Influyeron en su obra?
—Le encantaban esas novelas y las leía como loca. Y en mi opinión, le influyeron en el concepto de fundar ejércitos espirituales que deberían defender las iglesias. Tenía una imaginación enorme y estaba pendiente de todo lo que pasaba en el mundo.
—Llegó a Sevilla en mayo de 1575 y estuvo un año. ¿Cómo fue su estancia en la ciudad?
—Al principio horrible. Le hicieron toda clase de faenas. Santa Teresa fue a Sevilla por cumplir el voto de obediencia. Además, le habían prometido el oro y el moro, entre otras cosas, que habían fundado una casa para ella, que el arzobispo la esperaba, que le iban a dar de todo. Pero nada de eso tuvo. Además, llegó enferma y pasó un calor terrible. Pero luego la cosa fue mejorando, aunque eso lo contaré en el Aula de ABC.
—¿Qué huella dejó en Sevilla?
—Dejó una huella muy importante y sus monjas consiguieron que el libro de mística más importante del mundo, «Las moradas», no se lo entregaran a Felipe II para El Escorial y que se quedara en Sevilla. Y también se quedó en Sevilla su retrato.
—Cuando Santa Teresa murió, su sepulcro fue cerrado con nueve llaves, de las que tres se las quedó la duquesa de Alba, tres las monjas del convento donde fue enterrada y las tresrestantes el confesor de dichas monjas. ¿Era una costumbre de la época?
—Sí. Ella murió camino de Ávila, en feudo de los duques de Alba, en Alba de Tormes. La polémica sobre si había que trasladarla o no ha durado varios siglos pero allí sigue.
—El pie derecho y parte de la mandíbula de Santa Teresa están en Roma, la mano izquierda en Lisboa, el ojo izquierdo y la mano derecha en Ronda...¿Era también costumbre de la época trocear a los cuerpos de los santos fallecidos y distribuir esas partes por lugares alejados?
—Sí. En el Escorial le dieron a Felipe II dos mil reliquias de santos. Era un típico obsequio tener un trocito de un santo, encuadrarlo, enmarcarlo y tenerlo como un tesoro. A la Santa quisieron despedazarla, pero no le cortaron tantas partes como quisieron. Pero más que de la carne, hicieron muchas reliquias de sus ropas, de sus páginas, de sus escritos. Copiaron su letra, etcétera.
—¿Por qué fue nominada Santa Teresa como Patrona de la Gastronomía?
—Santa Teresa cocinaba de maravilla. Y dijo aquello de «Entre los pucheros también anda el Señor».
—La Iglesia Anglicana también la considera santa...
—Sí, esto tampoco es nada habitual. Su influencia se extiende a muchas confesiones. En la preparación de las actividades del quinto centenario de su nacimiento comí con un pope ucraniano y le pregunté por qué estaban tan interesados en la mística católica en Ucrania y me dijo que daba clases de Literatura en la Universidad de Kiev y había leído un libro traducido del polaco al ucraniano la mística de Santa Teresa. «Aquí interesa mucho», me dijo.
—Santa Teresa decía que hablaba mucho con Dios. Si viviera ahora, ¿de qué cree que hablarían?
—Diría que Cristo es el amor y que hay que vivir como cristianos, pero no con crucifijos al cuello sino viviendo los pasos de Cristo.
—¿Hubiera actuado Santa Teresa en la época actual como alguien a quien podamos reconocer?
—Creo que como la madre Teresa de Calcuta.
—¿Cree que ahora hacen falta más qeu nunca mujeres como ella?
—Creo que sí, porque ella no se dedicaba sólo a la mística o la oración. Le decía a sus monjas «quiero obras» y eso es muy moderno, ¿no cree?,.
TÍTULO: AHORA HACEN FALTA MÁS QUE NUNCA MUJERES COMO SANTA TERESA ASUN AGUIRREZÁBAL EN LA TIENDA CHICA CLARY NOVIAS CASTUERA.
ENTREVISTA: ASUN AGUIRREZÁBAL DE ANTOÑANZAS ESCRITORA Y CONFERENCIAS.
Asun Aguirrezábal es invitada al Pueblo de Castuera por el Concejal de Festejos para hacerle la entrevista puesta en el texto de arriba que nos habla de su vida esta gran escritora y conocer sus grandes libros, etc.
Pero Asun Aguirrezábal va a La Tienda Chica de Castuera del Señor José María para comprar lo siguiente, 2 pares de medias color carne de señora, 2 cajas de pañuelos de señora color azul, 3 trapos de cocina color blancos, 2 bolsas para el pan, y le regala al Jefe un libro escrito por ella misma sobre la Ciudad de Madrid., etc.
Luego la escritora Asun Aguirrezábal entra en la tienda de Clary Novias de Castuera La Jefa es Clary para comprar lo siguiente, 2 vestidos de señora color azul verano, 2 pantalones vaqueros rojos verano, 2 bañadores de señora color verde, y le regala un libro escrito por ella misma sobre La Playa Desierta, etc.
Demos las gracias a la escritora llamada Asun Aguirrezábal por venir al Pueblo de Castuera por el Concejal de Festejo para hacerle la entrevista puesta en el texto de arriba y por comprar en las dos tiendas que son La Tienda Chica del Señor José María y la tienda de Clary Novias La Jefa es Clary, etc.
Foto suelta del Pueblo de Castuera, etc.
Foto suelta del Pueblo de Castuera, etc.
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