viernes, 5 de julio de 2013

EL PUBLICO VA A ENTENDER LA ESENCIA Y MENSAJE DE LA OBRA,./ ACORDES FLAMENCOS Y CLASICOS PARA MEDEA,

TÍTULO; EL PUBLICO VA A ENTENDER LA ESENCIA Y MENSAJE DE LA OBRA,.
Tribuna de Salamanca
  1. «El público va a entender la esencia y mensaje de la obra»
    Con ese porte que tanto caracteriza a los bailarines, esa mirada profunda, Antonio Najarro se enfrenta de nuevo a la obra de Séneca, Medea y ...
 
Con ese porte que tanto caracteriza a los bailarines, esa mirada profunda, Antonio Najarro se enfrenta de nuevo a la obra de Séneca, Medea y de nuevo también al Teatro Romano. Cuando hace trece años pisaba el escenario emeritense lo hacía como bailarín interpretando a Creonte. Ahora regresa como director del Ballet Nacional y defendiendo la primera obra, Medea, de esta 59 Edición del Festival de Teatro Clásico que levanta el telón al fin esta noche.
Como él mismo señala, una palabra define su carrera, tesón. También desvela su secreto que le ha ayudado a conseguir estar al frente del Ballet Nacional con 35 años, «estar siempre preparado para cualquier oportunidad que se te presente». Todo esto aderezado con la mejor vocación que existe, sentir amor por su profesión.
-¿Cuántas veces has pisado el escenario romano?
-Es mi segunda vez. Hace trece años vine como bailarín del Ballet Nacional interpretando a Medea. Y ahora vuelvo como director.
-¿Observa cambios en el Teatro Romano?
-Ha mejorado muchísimo, sobre todo en cuanto a la infraestructura de la zona de detrás del Teatro. Esa zona reservada a los artistas, a nivel de camerinos, y todo parece mucho más rematado y cómodo. El entorno sigue siendo maravilloso pasen los años que pasen.
-¿Qué experimentó cuando se reencontró con el escenario?
-Es una sensación que se no se puede explicar. Cuando lo pisé como bailarín fue realmente mágico. He pisado los teatros más importantes de todo el mundo, pero como el de Mérida ninguno, es único. Quizás también la obra que representamos, Medea, que para nosotros es algo muy interno, es una obra que saca lo mejor del artista y lo mejor que se tiene como intérprete, y por eso es aún más mágico y especial. Nada más llegar de Madrid, lo primero que hice fue ver el escenario , y volví a revivir lo que sentí en aquel momento como bailarín. Ahora como director también fue muy especial.
-¿Encuentra alguna similitud entre el Teatro emeritense y cualquier otro?
-El de Mérida es único. He estado en Roma, en muchos sitios, pero para mí es el más bonito que existe. No sólo me llama la atención en cuanto a la estética, sino también en cuanto al tamaño. Pienso que hay anfiteatros que son enormes, y se pierden. Pero el de Mérida en concreto, para la danza, me parece perfecto.
-¿Qué puede esperar el espectador de esta Medea?
-Desde que llevo dirigiendo el Ballet Nacional, concretamente desde el 2011, realizo un trabajo muy personal con cada uno de los artistas, muy cercano, con mucho rigor y trabajo, pero con muy buena energía. Un trabajo que coincide con el mismo que realizaba cuando dirigía mi compañía privada. Un trabajo con una base muy positiva, incentivando al bailarín y sacando lo mejor de cada uno de ellos. Y el resultado se está viendo, llevamos ya tres producciones bajo mi dirección, con mucho éxito, viajando muchísimo y con una energía estupenda. Y eso es lo que van a poder ver en esta Medea. Van a ver un elenco perfectamente preparado, formado por los mejores bailarines de este país, con unas ganas de hacerlo bien y de disfrutar haciendo lo que hacen, y transmitiendo ese disfrute al público.
-¿El público va a captar el mensaje y la esencia de la obra?
-Yo pienso que sí. Es una obra que se creó en el 84 y seguimos todavía girando todavía con muchísimo éxito. Creo que es la obra más importante a nivel argumental que tiene el Ballet Nacional, y creo que es por cómo está concebida y cómo se transmite. La obra está perfectamente narrada. En su momento Miguel Narros supo escoger los momentos más importantes, la boda el conjuro, el sacrificio, lo más descriptivo de la obra. Representar obras dramáticas a través de la danza es muy complicado, hay muchos intentos que fracasan y en este caso fue un éxito rotundo y lo seguirá siendo. Es muy simple y al mismo tiempo muy detallista.
-¿Bailarín se nace o se hace?
-Pienso que las dos cosas. El bailarín nace porque es una profesión muy dura, y como no te guste, y no sea vocacional no la puedes llevar a cabo. Es muy duro, son muchas horas ensayando al día. Sino naces con eso, es imposible. Y después te tienes que hacer, es muchísimo sacrificio.
-¿Y en su caso?
-En mi caso desde los siete u ocho años estaba dando piruetas, y me encantaba escuchar la música, las guitarras. Me volvía loco. Mis padres entendieron que era lo mío, y empecé pronto a dedicarme profesionalmente.
-Si pudiera compartir un consejo con algún bailarín que comienza, ¿qué le diría?
-Primero que se lo piense muy bien, que sienta que esta profesión le alimenta su vida, y que sienta que bailando experimenta las mejores sensaciones que puede experimentar y no con cualquier otra cosa. Porque precisamente eso es el empuje que le va a ayudar a afrontar día tras día, clase tras clase, ensayos, decepciones, audiciones, formar parte o no en una compañía. Que veas que un compañero lo consigue y sientas que no es tan bueno como uno mismo. Todo este tipo de situaciones, la única forma de asimilarlas es que realmente la danza sea la vía de tu vida. Sino es así, es mejor no hacerlo, porque es una profesión muy dura, aunque también es muy gratificante. 

 TÍTULO; ACORDES FLAMENCOS Y CLASICOS PARA MEDEA,.
Acordes flamencos y clásicos para Medea 
El verano emeritense, además de estar marcado por las fuertes temperaturas, también se caracteriza por la oleada de cultura que inunda la ...
 
El verano emeritense, además de estar marcado por las fuertes temperaturas, también se caracteriza por la oleada de cultura que inunda la ciudad. La 59 edición del Festival de Teatro Clásico arranca de la mejor de las maneras. Medea de Séneca vuelve a iniciar la programación de una de las citas más importantes de la región, como ya hizo en su primer estreno el 18 de junio de 1933. Entonces una ya consolidada Margarita Xirgu protagonizó la más cruel y pasional de las venganzas clásicas.
Ochenta años después recoge el testigo el Ballet Nacional junto con la Orquesta de Extremadura, en ese volver a los orígenes que erigieron al Festival de Teatro Clásico como un importante referente, y al escenario romano como el deseado por los que se desenvuelven en el mundo de las artes escénicas.
Esta noche el Teatro Romano levantará el telón para estrenar la primera de sus obras, que estará en cartel hasta el domingo.
Una Medea particular donde el diálogo deja paso a la danza neoclásica fusionada con el flamenco arraigado, y le concede total protagonismo. Una Medea, dividida en dos partes, y con un reparto cambiante. Una Medea encabezada por Antonio Najarro, que de nuevo pisa el suelo emeritense, aunque no como bailarín sino como director de la obra y del Ballet Nacional de España.
Najarro llega a la capital autonómica con este clásico del Ballet Nacional, que se estrenó hace tres décadas, y que el bailarín recuperó hace unos meses. En Mérida además contará con una colaboración de honor, la Orquesta de Extremadura.
Reparto cambiante
En cuanto al elenco de bailarines y continuando con su política de dar oportunidad a profesionales que comienzan su carrera artística y recogen el legado como nuevos intérpretes, el sábado Najarro ha programado el cambio generacional, como él mismo indica. Ese día, Medea será interpretada por Esther Jurado y Jasón, por Mariano Bernal.
El resto de noches, viernes y domingo, recogerán el testigo los roles principales. Maribel Gallardo, quien participó en el estreno hace tres décadas en el Festival defendiendo a Creusa, interpreta a Medea, símbolo de esa venganza que traspasa los límites. Para Najarro además es el personaje culmen de cualquier bailarina de danza española, que marca un antes y un después en esta disciplina. «Es un personaje totalmente visceral, que o cuenta la verdad o no cuenta nada», indica Gallardo.
Del resto del elenco destacan también Francisco Velasco, que interpreta a Jasón, Miriam Mendoza que da vida a Creusa, la colaboración especial de una grande de la danza, Lupe Gómez que defiende el papel de Nodriza y Curillo que interpreta a Creonte, colaborando como artista invitado.
El guión que da forma a la obra y que tantos éxitos ha cosechado, fue una interpretación del recientemente fallecido Miguel Narros sobre el texto de Séneca. «En el estreno le dedicaremos unas palabras a este grande del teatro a modo de homenaje, y también haremos algo en el resto de representaciones», subraya Najarro, quien además indica «que en su momento conquistó al público, y lo continuará haciendo». La intención del Ballet Nacional es conseguir que Medea siga traspasando fronteras, principal meta de la gira que comienza en septiembre y que tiene como destino Asia.
Sinergia entre orquestas
Un elenco cambiante que se apoya en abrir camino a los que comienzan, y una sinergia entre dos orquestas, que para la de Extremadura además significa «un empujón relevante, y un motor que nos va a ayudar en el futuro», como señala su director, Álvaro Albiach.
Dos escenarios sonoros fraccionan la obra en dos partes, y que además de construir entornos diferenciados, también muestran dos maneras diferentes de transmitir una misma tragedia, Medea.
Ya Antonio Najarro en el rescate de la Medea de Miguel Narros y Manolo Sanlúcar, que estructuró la música de la obra, buscó integrar la percusión flamenca del Ballet Nacional con la partitura original. «Fue un paso muy complicado, muy complejo y muy arriesgado», puntualiza el director del Ballet Nacional. José Antonio Montaño, director de la Orquesta del Ballet Nacional lo hizo posible, consiguiendo que Medea resultara aún más mágica.
La primera parte se centrará en la Medea de Samuel Barber, defendida por la Orquesta de Extremadura, que construirá una atmósfera neoclásica centrada en la suite de un ballet, que romperá con una segunda parte con acordes y percusión flamenca de un lenguaje musical mucho más reconocible. «Es absolutamente descriptiva y desgarradora», explica Albiach.
En cuanto a la escenografía, dos puertas situadas en el arco central del Teatro Romano y una base en el suelo que crea dos escenarios. «Con el entorno que tenemos no necesitamos nada más», concluye el director de la obra.
La música quizás sea el punto fuerte de esta Medea, más que representada en el escenario emeritense. Quizás la conjunción, la sinergia de diversos estilos la haga diferenciar del resto. Quizás la calidad de los bailarines, que seguro se dejarán la piel en el suelo romano consigan con éxito transmitir la sed de venganza de Medea y no dejar indiferente a nadie. Lo que sí es cierto, es que Medea siempre se encuentra a gusto entre las columnas del Teatro Romano, y sobre todo, entre el público emeritense.

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