sábado, 27 de julio de 2013

DE CERCA, PEQUEÑO MANUAL DE SUPERVIVENCIA ANTINEURAS,./ TENDENCIAS,.MARBELLA SIEMPRE SOLIDARIA,.

Gurús de la comida eco, sana y sostenibleTÍTULO: DE CERCA, PEQUEÑO MANUAL DE SUPERVIVENCIA ANTINEURAS,.

Pequeño manual de supervivencia antineuras

Obsesionados por la alimentación, detractores del shopping, apocalípticos de la economía... Descubre cómo neutralizar a los cenizos que ...
No se trata de hacer oídos sordos a los problemas que sufren nuestro planeta y nuestra sociedad. Pero, ¿es realmente necesario (y apetecible) ver sistemáticamente la vida de color negro? Así parecen creerlo ciertas aves de mal agüero que, siempre al acecho, viven dispuestas a darnos su pequeña lección de Apocalipsis vital durante una cena entre amigos. ¡No nos dejemos ganar! Acallarlos es posible. Pero, para ello, primero debemos identificar con exactitud su tribu de origen...



Domingueros antisistema

¿Quiénes son? Personas con las que, en el fondo, estamos completamente de acuerdo: no podemos seguir generando CO2 sin reparos o acumulando desechos no reciclables. Y nuestras compras de occidentales mimados no deberían hacerse a costa del trabajo de mujeres y niños explotados, está claro. Pero, por favor, ¿podemos comprarnos un vestido nuevo sin que nuestro marido, partidario del desarrollo sostenible, nos sermonee delante de los niños como si fuéramos menores de edad? Y eso no es nada al lado de lo que hacen nuestras amigas, cuando una de ellas exclama virtuosamente en público: “¡Me da vergüenza cuando abro mis armarios!”. Misteriosamente, esta amiga se sobrepone con valentía a esta culpabilidad cada vez que llega el momento de llenar dichos armarios de nuevo. Nosotras lo sabemos bien: estuvimos con ella de shopping el sábado pasado, sin ir más lejos.

¿Cómo bloquearlos? En general, estos nobles maestros olvidan que resistirse a una moda banal no les da permismo para acumular smartphones, tabletas y ordenadores sin ningún complejo; o que ir en bici al trabajo no compensa los efectos negativos de sus tan frecuentes escapaditas de fin de semana (en avión, por supuesto). Son antidesarrollo solo cuando les interesa. Así que, ¿qué hacer con ellos (y con nosotros mismos)? Organizar un mercadillo para dar salida a esa ropa que ya no usamos o montar una fiesta de intercambio de prendas en casa de una de las amigas puede reconciliar a todas las partes. Es un primer pas para reciclar nuestros armarios desbordados.



Pitonisos económicos

¿Quiénes son? Cómodamente instalados en su sofá de lino comprado en Habitat, y ante un chuletón de buey cocinado al punto y sazonado con escamas de sal del Himalaya, estos ecopesimistas sienten que han tocado fondo y tienen la moral por los suelos (aunque pisen esos suelos con calcetines de hilo de Escocia 100%). ¿ Su problema? El país, “que se va a pique, y Europa con él”. Por no hablar de la corrupción de los políticos y de la triste historia de los universitarios que deben emigrar para labrarse un futuro. Arremeter contra todo lo nuestro, en otros tiempos un deporte ocasional, se practica ahora, en modo amateur, en tres de cada cuatro encuentros sociales. La frase: “En 10 años seremos todos chinos” es obligatoria en algún momento de la noche. No es que estos centinelas de salón estén totalmente equivocados, pero son irritantes. Y sería refrescante poder hablar cinco minutos de algún otro tema.

¿Cómo bloquearlos? Es tentador lanzarse al cinismo (“¿Crisis?, ¿qué crisis, con todos esos restaurantes de moda sin una mesa libre?”). Pero hay que gestionar esta técnica con prudencia para no ser más demagogos que ellos. En cambio, cierto recochineo hacia estos apocalípticos está totalmente recomendado. Y un tajante “¿y si, mejor, nos ponemos a buscar razones para la esperanza?” acabará con su estatus de gruñones patentados. De hecho, ese fue el tema del último Foro de Avignon, un laboratorio de ideas sobre las relaciones entre la economía y la cultura, donde ofrecen una visión más constructiva. Recordemos, a modo de mantra, la frase de Jean-Louis Servan-Schreiber, autor de “Amar (a pesar de todo) el siglo XXI”: “Cada época ha guardado en secreto sus venenos, pero también sus antídotos. Y tenemos a nuestra disposición más de los que creemos”.


Gurús de la comida eco, sana y sostenible


¿Quiénes son? El salmón con mercurio, las vacas locas y el pollo con dioxinas ya formaban parte de su repertorio. Y, con el escándalo de la carne de caballo, están desatados. Repiten datos sobre la pubertad precoz de las jóvenes (demasiadas hormonas ocultas) o las trazas de fármacos en el agua del grifo. En resumen, saben crear ambiente para que disfrutemos de nuestra deliciosa cena de sospechosa procedencia. Además, como han renunciado gluten, la lactosa, la sal y el azúcar refinado, son unos invitados muy animados. De los que te animan a huir, vaya.

¿Cómo bloquearlos?
Todos los expertos coinciden: aunque las prácticas agroalimentarias actuales son más que cuestionables, nuestra comida nunca ha sido más segura. Si darnos a la comida “safe” implica volver a la disentería y a la salmonelosis crónicas de antaño, solo podemos decir: ¡No, gracias”.

Tecnoparanoicos

¿Quiénes son? Dicen que el Gran Hermano nos espía cuando compramos “50 sombras de Grey” (para una amiga, claro) en Amazon, y que traza un perfil de nuestras actividades que podría caer en muy malas manos. Que, para él, estamos geolocalizables en todo momento. ¿Y nuestros hijos? Convertidos en disléxicos a fuerza de asesinar la gramática vía WhatsApp, nunca encontrarán trabajo si siguen colgando fotos en paños menores en Instagram. Más que enseñarles a recoger su habitación, de hecho, deberíamos mostrarles cómo borrar sus huellas en las redes sociales...

¿Cómo bloquearlos? Ellos mismos lo hacen, porque son deliciosamente contradictorios. Se abalanzan sobre su iPad en plena comida familiar para averiguar de dónde son originarias las chirivías (el tema ha surgido en la mesa), les encanta hablar por Skype con su hija, que estudia fuera, y están enganchados al supermercado on line. ¡Es tan fácil sacarles los colores!


S.O.S derrostismo
  • “Como mantener la moral incluso en tiempos de crisis” es el título del precioso breviario antidesánimo de la psicosocióloga francesa Patricia Delahaie (ed. Le livre de poche). De él hemos rescatado tres fórmulas mágicas.
  • “¿Es tan grave?”. Resulta curioso constatar que, a menudo, la respuesta es... no. Pensar a más largo plazo nos permite tomar distancia de las dificultades del momento y conseguir un mejor enfoque para resolverlas.
  • “Acuérdate de de lo bueno”. Rememorar un momento hermoso, agradable o de serenidad no elimina nuestro problema, pero lo sitúa en un escenario menos negro y más propicio a reflexiones positivas.
  • “Ya basta”. Dirígete esta frase con un tono de maestra de escuela. Así atajarás los pensamientos obsesivos, estériles y algo masoquistas. La idea: cerrar las válvulas de la autocompasión. 
TÍTULO; TENDENCIAS,.MARBELLA SIEMPRE SOLIDARIA,.

Marbella siempre solidaria.

Marbella siempre solidariaCon Marbella tengo un problema grave, nunca se qué ropa meter en la maleta, si un par de trapillos para salir a cenar con los amigos, o un ...
 
Con Marbella tengo un problema grave, nunca se qué ropa meter en la maleta, si un par de trapillos para salir a cenar con los amigos, o un maletón modelo María Teresa Campos, en el que ocultar un par de novios o amigos fuertes para las noches de soledad. Opté por un carrito tamaño medio y metí la patita. Aquí si quieres que te consideren tienes que venir con un cargamento de trajes de volantes, con o sin pedrería, altísimos zapatos de tacón o plataforma, bisutería fina, pamelas o tocados. Porque en Marbella dependiendo del sarao al que te inviten tienes que vestir como Máxima Zorreguieta o como Victoria Abril, eso sí, sin enseñar el culete que aquí son muy miraos para esas cosas.
Yo opté por un dos piezas modelo tigre –estoy hasta las narices de las manchas–, para ir a la cena que organizaban en La Tirana. Cuál no sería mi sorpresa cuando me dice Manolo, su propietario, que la noche era al más puro estilo mejicano mariachis incluidos. ¡Casi me da un pasmo! A empujones llegué hasta la mesa que teníamos reservada, y pedí lo que se pide en semejante situación: una margarita de tamarindo que me supo a gloria bendita, y me mantuvo despierta hasta las dos de la madrugada, no sin antes observar detenidamente la mesa en la que se encontraba María Roca, sí, sí, la hija de Juan Antonio Roca, el cerebro del ‘caso Malaya’, ocho años ya en la cárcel. María, abogada de profesión, morena guapa, parecía seria, como preocupada, tanto que apenas levantó los ojos del plato. Como debe ser cuando algunos de los que te rodean pueden ser damnificados de tu padre.
Los años 20 de Gunilla
No siempre el fin justifica los medios, pero si en vacaciones no ofreces algo de diversión y fantasía la gente se queda en casa comiéndose una pizza y la cooperación, en números rojos. No es el caso de Marbella, donde siempre hay gente que responde a la llamada de asociaciones como la de la Lucha contra el cáncer, que llenó hasta la bandera y eso que el cubierto costaba 150 euros per capita, que no está nada mal si tenemos en cuenta que asistieron 250 personas.
Más o menos las mismas que acudieron a la noche siguiente, a 300 euros el cubierto, a la llamada de la Princesa María Luisa de Prusia, prima de la Reina Sofía, que preside la Asociación antisida Concordia, a la que no podía faltar mi admirada Gunilla Von Bismarck, recién salida de sus cuarteles de invierno. Lucía Gunilla un vestido años 20, marca de la casa, que adornaba con un tocado de plumas, de los muchos que guarda en el baúl de los recuerdos. Lo que yo daría por meter la cabeza en esos armarios de Gunilla donde cada trapo tiene su historia, que en ella forman parte ya de la leyenda.
 

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