domingo, 21 de julio de 2013

TIEMPO DE FIESTA,.canción,./ ROBOS DE CAMIONES,.

TÍTULO; TIEMPO DE FIESTA,.canción,.

 Qué difícil es
cuando las cosas no van bien.
Tú no estás feliz,
y eso me pasa a mi también.
Porque hemos perdido la frescura del amor,
y el respeto por los dos,
discutiendo a cada instante sin razón.

Pero antes déjame decirte que te quiero.
Que este amor es la única cosa que yo tengo.
Y me voy de tu lado porque no quiero perderlo.
Lo que tú y yo necesitamos sólo es tiempo.

Tiempo para poder curar nuestras heridas.
Tiempo para empezar de nuevo nuestras vidas.
Tiempo para saber si tú me necesitas.
Tiempo para saber si me quieres todavía…

Qué difícil es
hablarte y tú no responder.
Conversar lo mismo
y enfadarnos otra vez.

¿Por qué no me dejas que me vaya por un tiempo?
Sin decirnos que al momento
te vas a quitar la vida si me voy.

Pero antes déjame decirte que te quiero.
Que tu amor es la única cosa que yo tengo.
Y me voy de tu lado porque no quiero perderlo.
Lo que tú y yo necesitamos sólo es tiempo.

Tiempo para poder curar nuestras heridas.
Tiempo para empezar de nuevo nuestras vidas.
Tiempo para saber si tú me necesitas.
Tiempo para saber si me quieres todavía…


TÍTULO; ROBOS DE CAMIONES,
­

Aumentan los robos en camiones y furgonetas de reparto

el problema de los robos en el transporte de mercancíasCada vez hay más robos en camiones y furgonetas de reparto. Lo aseguran las asociaciones de transportistas y empresas de mensajería. Dicen que también les roban gasoil de los depósitos, y que la mayoría de los asaltos se producen en las áreas de descanso,.

El problema de los robos: el transporte víctima de los ladrones


La sustracción de vehículos y de la mercancía transportada se han convertido en hechos demasiado habituales y en un auténtico quebradero de cabeza para los transportistas. Y no es un problema que afecte únicamente a nuestro país. Incluso en otros estados europeos la situación es peor.

Los robos que afectan al transporte por carretera ha adquirido en los últimos años tales dimensiones que la Europol lleva varios años analizando la forma de actuar de las bandas organizadas especializadas en la sustracción de vehículos o de la mercancía y fomentando la colaboración entre las policías de los diferentes países europeos y con el sector privado.
 
El problema es de tal calibre, que las grandes compañías europeas del sector se han agrupado en una organización, denominada TAPA (Transported Asset Protection Association) en la que participan expertos en seguridad de la cadena de suministro. Esta asociación estimó que en 2007 el sector del transporte en Europa sufrió unas pérdidas de unos 8.200 millones de euros, cantidad que se ha incrementado en los años sucesivos.

Como herramienta de trabajo para combatir los robos, los miembros de esta organización han creado el TAPA Incident Information System (IIS), una base de datos que los socios y las fuerzas de seguridad pueden consultar a través de internet, donde se recoge toda la información sobre actos criminales relacionados especialmente con mercancías de alto valor. Además de incluir una descripción exhaustiva de cada incidente, éstos están referenciados geográficamente, lo que permite, entre otras cosas, ver rápidamente la peligrosidad de una ruta determinada.
 
Uno de los indicadores de riesgo que elabora la TAPA es el ratio del valor de las pérdidas sufridas en el transporte en función del valor de la mercancía transportada en cada estado europeo. Así, en 2007, el país con el ratio más alto de pérdidas en función del valor de toda la mercancía transportada fue el Reino Unido, con 83.941 euros perdidos por cada 1.000 millones de euros. Le seguían Holanda (con 60.875 euros), Luxemburgo (36.151 euros), Bélgica (25.387 euros) y Francia (18.647 euros). España aparecía en séptimo lugar en esta lista, con 14.737 euros de pérdidas por cada 1.000 millones de euros.
 
FUE NOTICIA
 
En nuestro país, las zonas preferidas de los ladrones para actuar se concentran en torno a los polígonos industriales de las grandes ciudades y en las áreas de servicio de las principales vías de comunicación, con una especial incidencia en el arco mediterráneo.
 
La proliferación del número de robos, la desarticulación por parte de las fuerzas de seguridad de bandas organizadas que tenían como víctimas principales a los transportistas y la complejidad del “modus operandi” de algunas de ellas ha supuesto que los medios de comunicación generales hayan dirigido su atención en varias ocasiones a lo largo de este año hacia esta cuestión.
 
Así, a principios de marzo, fue noticia el desmantelamiento por parte de la Guardia Civil de una organización de delincuentes que se hacían pasar por guardias civiles, policías municipales o vigilantes de seguridad y que se tenía constancia de que había actuado en Madrid, Extremadura, Castilla La Mancha y Asturias.
 
La denominada Operación Junco, se saldó con la detención de 17 personas y la incautación de joyas, electrodomésticos, quince vehículos de gama alta, una pistola, un revólver y todo el material que utilizaban en los atracos: chalecos antibalas, inhibidores de frecuencia, rotativos luminosos para disfrazar los vehículos, esposas, etc.
 
Frente a la creencia generalizada de que estos grupos están formados por extranjeros, los integrantes de esta organización eran en su mayoría españoles de entre 20 y 35 años, que residían en los barrios madrileños de San Fermín, Villaverde y Usera y en tres localidades próximas a la capital. Muchos de ellos ya tenían antecedentes por haber pertenecido a bandas organizadas e incluso alguno tenía antecedentes por homicidio, lo que da una idea de lo peligroso que puede resultar hacer frente a estos individuos en caso de atraco.

Las investigaciones se iniciaron en octubre del año pasado, después de que se cometieran varios robos con violencia en la provincia de Toledo, que parecían estar cometidos por el mismo grupo de delincuentes. Las pesquisas de la Guardia Civil dieron su resultado y descubrieron que esta banda estaba compuesta por tres subgrupos. Uno de ellos se dedicaba a robar a la mercancía de los camiones y mientras tanto secuestraban a los conductores de los vehículos, empleando la violencia si éste ofrecía algún tipo de resistencia. Disfrazados de guardias civiles, policías municipales o guardias de seguridad, paraban los camiones que previamente habían seleccionado por su carga, principalmente electrodomésticos, material informático, videoconsolas y mercancías similares, que tenían como destino los estantes de grandes superficies. Una vez detenido el vehículo, hacían bajar a los conductores con la excusa de que iban a inspeccionar la carga.
 
Entonces reducían al conductor, lo metían en un vehículo y se dedicaban a circular por carreteras con bastante tráfico para pasar desapercibidos y no levantar sospechas. Mientras tanto, el resto del grupo de asaltadores se lleva el camión a algún lugar apartado y se hacían con la mercancía.
 
Otro grupo de esta misma organización era mucho más contundente y agresivo, ya que directamente cruzaban los vehículos en la carretera para obligar a los camiones a detenerse. A continuación, empleando métodos violentos, secuestraban al conductor y seguían el mismo procedimiento hasta que desvalijaban los camiones.

En esta Operación Junco, dirigida por la sección de delincuencia organizada de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, también participaron las comandancias de Madrid, Toledo y Ávila, y el Grupo de Reserva y Seguridad de Valdemoro (Madrid), lo que da una idea de lo complejo y laborioso que resulta desarticular este tipo de bandas de delincuentes.
 
CAMIONES EN MARCHA
 
Hace algo más de tiempo, también fue muy “sonada” la detención de un grupo de atracadores integrado por exmilitares de las fuerzas especiales de países del este europeo, que asaltaban los vehículos en marcha. Debido a las numerosas medidas de seguridad que tomaban antes de asaltar un vehículo, se puede decir que su desarticulación fue un poco producto de la casualidad, ya que nunca se les pilló con las manos en la masa. Un control rutinario en la provincia de Lleida en el que se detectó que se transportaba mercancía robada fue el origen de la operación que culminó con la neutralización de estos acróbatas del robo.
 
En un periodo de algo más de tres meses, asaltaron una docena de vehículos en marcha de varias empresas paqueteras que circulaban por la A-2, A-3 y A-4. Sorprendentemente, en los discos de los vehículos en los que se habían registrado los robos no figuraba que hubieran hecho ninguna parada, pero las puertas habían sido forzadas, cortando los cierres con una radial y faltaba mercancía de valor.
 
Dada alta incidencia de este tipo de robos, las empresas afectadas montaron vigilancias con sus departamentos de seguridad e incluso recurrieron a empresas de detectives. Pero no tuvieron resultados, se llegó incluso a valorar la posibilidad de que los asaltantes se “empaquetaran” como mercancía para, una vez dentro del vehículo, actuar. Pero la realidad era otra. Con varios automóviles se cercioraban de que no había moros en la costa. Luego, uno de los vehículos se colocaba delante del camión para obligarle a ralentizar la marcha. Entonces uno de los asaltantes saltaba desde otro vehículo a la parte trasera del camión, se sujetaba con un arnés y forzaba la cerradura usando una radial. Se introducían en el semi, seleccionaban la mercancía y la arrojaban al vehículo con techo practicable que seguía al camión. Y después desaparecían. Como ya hemos comentado, fue la localización casual de parte de la mercancía que habían sustraído en uno de los robos cuando la sacaban de España en un camión lo que permitió su identificación y arresto.
 
En lo que se refiere al modo de actuar, el lugar preferido de los cacos para sustraer la mercancía es en las áreas de servicio, mientras los conductores están comiendo en el restaurante o durmiendo en los vehículos.
 
dispositivos de seguridad en los vehículos de transporte de mercancías
 
Descansar por la noche se ha convertido casi en una misión imposible. Si no se encuentran en un recinto vigilado, la inmensa muchos conductores aseguran que no se puede dormir tranquilo, hasta el punto de estar pendientes de cualquier ruido sospechoso, sobre todo si están realizando una ruta que no conocen. Prefieren buscar un área que esté abierta las 24 horas y, mejor todavía, en la que les conozcan. También hay que tener mucho cuidado cuando se cargan algunas mercancías, como los electrodomésticos, por si hay coches estacionados en los alrededores, vigilando, y se van detrás del camión.

Según un estudio de la IRU y el ITF (International Transport Forum) publicado en 2008, en el periodo comprendido entre 2000 y 2005, el 17% de los conductores habría sufrido algún ataque en esos años y de éstos, el 30% en más de una ocasión. El 60% de los ataques tuvo como objetivo el vehículo y su carga, mientras que el 42% se produjo en áreas de servicio. El 30% de los conductores asaltados no comunicó a la policía el incidente. Según este estudio, los países donde se produjeron más ataques, en función de los millones de toneladas de tráfico internacional, fueron Rumanía, Hungría y Polonia.
 
EN LA CIUDAD
 
Pero el peligro no reside sólo en la carretera. También son objetivo de los amigos de lo ajeno la maquinaria de obra, que queda aparcada durante los fines de semana en el “tajo”, y los vehículos de reparto y de mensajería que recorren los núcleos urbanos.Ya se ha convertido en una imagen habitual la presencia de cerrojos e incluso candados colocados sobre las puertas de las furgonetas de reparto.
 
Tipsa ha implantado cierres especiales de seguridad en sus vehículos
Tipsa ha implantado unos cierres especiales en sus vehículos de reparto con los que ha conseguido reducir el número de sustracciones considerablemente.
 
La empresa de paquetería Tipsa, después de detectar el incremento de robos cuando el vehículo se queda solo mientras el conductor está haciendo la entrega (esta acción delictiva, en la que no se emplea ni la coacción ni la fuerza contra personas conlleva sanciones reducidas ya que se considera “falta de hurto” en lugar de un delito) adoptó una serie de medidas par maximizar la seguridad en los vehículos de reparto.
 
Entre las medidas tomadas destaca la instalación de unos cierres especiales con los que se garantiza el cierre del vehículo durante el reparto, ya que la llave solo se puede retirar de la cerradura si esta está cerrada, para prevenir los olvidos. Por otra parte, por su estructura física, ofrece una gran resistencia al robo.
 
Desde que han pusieron en marcha esta medida en octubre del año pasado, no han sufrido ningún robo en los vehículos ero sí dos o tres directos sobre el conductor, según nos cuenta Francisco Domínguez, director de seguridad en Tipsa. Los resultados: excepcionales. Además de mejorar la imagen frente a sus clientes, al limitar la pérdida de envíos, han conseguido una rebaja de la póliza del seguro de un 300%.

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