TÍTULO; Un joven de 21 años, herido grave tras saltar desde el cuarto piso de un hotel,.
La víctima es de nacionalidad inglesa y practicaba 'balconing'
Un varón de 21 años ha resultado herido grave con
politraumatismos después de haberse precipitado desde el cuarto piso del
hotel Honolulu, de Magaluf, en el municipio mallorquín de Calvià.
Según han informado fuentes del 061 a Europa Press, al
parecer la víctima es de nacionalidad inglesa y fue asistida y
trasladada por una UVI móvil del 061 hasta el Hospital Son Espases. El
suceso tuvo lugar sobre las 03.35 horas de la pasada madrugada en la
calle Pinada de Magaluf.
TÍTULO; A VECES TATUARSE SIGNIFICA CERRARSE EL 90% DE LAS PUERTAS,.
Vive
en Badajoz pero es de origen canadiense. Hasta hace un año y medio
residía en Madrid pero se trasladó a la ciudad con su familia ...
Vive en Badajoz pero es de origen canadiense. Hasta hace un
año y medio residía en Madrid pero se trasladó a la ciudad con su
familia buscando mayor tranquilidad. Es tatuador profesional y tiene su
establecimiento abierto en la calle Stadium. Asegura que los tatuajes
son un arte, que se trata de una decisión muy personal y que siempre se
debe acudir a un profesional.
-¿Cuándo empezó en el mundo del tatuaje?
-He crecido en este ambiente, a los 14 años comencé mis
andaduras por los estudios y a los 16 ya era anillador. Más tarde empecé
a desarrollar mis habilidades en el estudio de un amigo y me hice
tatuador.
-¿Por qué en Badajoz?
-Vivía en Madrid, en Vallecas, no quería que mi hijo se
criara en ese ambiente. Así que nos trasladamos a esta ciudad hace un
año y medio porque mi chica es de aquí y por ahora nos va bastante bien.
-¿Mejor que en Madrid?
-Cuando llegue aquí no conocía a nadie, pero todo es
cuestión de tiempo y que la gente sepa de tu trabajo. Nos va bien desde
el primer mes, además estoy contento porque en Badajoz hago solo el
estilo que a mí personalmente me gusta.
-¿Qué estilo le define?
-El tradicional americano. Se trata de un estilo muy
clásico propio de los marineros que se iban a la guerra y se tatuaban
sentimientos o el nombre de seres queridos. También me gusta el estilo
chicano, de los mejicanos de los años 60, procedente de la cárcel. Pero a
parte, hago japonés, tribal mahorí, etc.
-¿Qué significa para usted un tatuaje en la piel de una persona?
-Es una manera de expresión con uno mismo. Quién se tatúa
es porque quiere plasmar algo importante de su vida, sentimientos o
sensaciones. A unos les gusta, otros sienten curiosidad y otros te
tachan de delincuente. Es algo que eliges tú.
-¿Considera que la sociedad rechaza los tatuajes?
-Los tatuajes están integrados siempre que uno los pueda
cubrir con la ropa. Para el que no se dedique a esta profesión, tatuarse
significa cerrarse el 90% de las puertas, porque la sociedad no lo
acepta. La televisión influye en las personas y en muchas ocasiones se
tatúan para parecerse a los famosos sin pensar que tendrán
inconvenientes a la hora de encontrar empleo. Es algo que cambiará, hay
países que están acostumbrados a los tatuajes como Canadá, Eatados
Unidos o Inglaterra y pienso que en España es cuestión de tiempo.
-¿Usted cree que la gente se tatúa por moda?
-En muchas ocasiones sí, pero lo que les digo a todos los
clientes es que el tatuaje que decidan hacerse lo van a llevar este
verano y los próximos 60 veranos. Así que aconsejo que lo hagan con
cabeza.
-¿Su trabajo tiene muchos controles sanitarios?
-Nunca he tenido ningún problema. La inspectora de sanidad
viene por aquí bastante, son controles muy estrictos, pero hay que
aceptarlos dado que trata de seguridad para el cliente y para mí.
Controles sanitarios
-Uno de los mitos que existen es que los tatuajes pueden producir algunas enfermedades, incluso cáncer de piel.
-No lo creo. Los pigmentos son vegetales, el riesgo de
cáncer es el mismo que tener un móvil cerca. Hay muchas personas de 50 y
60 años tatuadas de pies a cabezas y están perfectamente. Podría haber
algún riesgo de infección si la gente acude a tatuadores no
profesionales que no pasen controles sanitarios.
-¿Cómo son sus clientes?
-La clientela es muy dispar porque el nivel de vida es más
bajo que en Madrid. He bajado los precios, pero sé lo que vale mi
trabajo y ya no puedo cobrar menos. Generalmente son de clase media
trabajadora, porque los que tienen dinero no se tatúan mucho que
digamos. El problema que hay es la desinformación, porque los chavales
van a tatuarse con cualquiera que sin conocimientos está dispuesto a
tatuar y después vienen a mi tienda para que se los arregle.
-¿Cuánto cuesta un tatuaje?
-El mínimo son 50 euros, uno de 5 por 5 centímetros. Hay
tatuajes más pequeños, pero el precio no lo bajo porque sé lo que cuesta
el material. A partir de ahí, el precio varía en función del tamaño y
la complicación del dibujo.
-¿Se puede vivir de este negocio?
-Sí, sí. Con mi tienda nos mantenemos mi familia y mis tres
perros. Estoy contento porque trabajo en lo que me gusta y me gano bien
la vida.
-¿Incluso en Badajoz?
-Sí, sí. Desde el primer mes la tienda se sostiene con mi
trabajo. Si en 5 o 6 meses no pudiera ganarme la vida me marcharía sin
duda, porque sé que fuera no me falta trabajo.
-¿Alguna vez ha venido un cliente enfadado?
-Afortunadamente nunca. Me tomo mi trabajo y a mis clientes
muy en serio. Hago el diseño que el cliente me pide, se lo enseño y
modifico algo si no les gusta. Lo miramos varias veces, y si le gusta el
resultado final, con toda seguridad le va a gustar el que le tatúe.
Creo que esta metodología ha hecho que los clientes estén siempre
contentos conmigo.
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