El 'sexting' y otros delitos
¿El número de delitos de menores ha crecido con la crisis?Emilio Calatayud. Al contrario, está decreciendo. Ya no tenemos a esos chicos de ...
El 'sexting' y otros delitos
Abogado y escritor (Ciudad Real, 1955),
es titular del Juzgado de Menores de Granada y famoso por sus
sentencias ejemplares, que han reducido los delitos en su
circunscripción. 16.000 chavales han pasado por su tribunal.
XLSemanal. ¿El número de delitos de menores ha crecido con la crisis?
Emilio Calatayud. Al contrario, está decreciendo. Ya no tenemos a esos chicos de 16 años que dejaban de estudiar y empezaban a ganar 1500 euros poniendo ladrillos, que eran bombas de relojería. A cambio han subido el maltrato a padres, un delito que casi solo se da en clases medias-altas.
XL. También están aumentando los casos de ciberacoso entre jóvenes. ¿Qué le parece la moda del sexting?
E.C. Yo me enteré de lo que era el sexting en el juzgado. Lo que pasa es que los chavales lo llamaban prueba de amor. Fue hace un par de años. Una adolescente, por amor, se grabó masturbándose y luego envió la grabación a su novio.
XL. El problema es que el asunto no suele quedar en una cosa de dos.
E.C. Como era previsible, las imágenes se difundieron por todos lados. Siempre lo digo: tendría que haber teléfonos específicos para menores. O los que hay deberían llevar advertencias de que pueden ser una herramienta para cometer delitos.
XL. ¿Cómo es la juventud actual?
E.C. Muy buena, mejor que la de tiempo atrás. El 80% de los chavales que veo en el juzgado no son delincuentes; solo han cometido un delito, y se los puede reorientar. Pero hay un 2% que son carne de cañón o malas personas directamente: los Cucos y Rafitas que escandalizan a la opinión pública.
XL. ¿Es la Ley de Menores suficiente para tratar con ellos?
E.C. En contra de lo que se dice, no es una ley blanda. Lo que ocurre es que ante casos dolorosos, como los de Marta del Castillo o Sandra Palo, hay quien hace mucha demagogia. Yo puedo enviar a un chaval de 16 años otros tantos a un internado y a partir de los 21 pasa a la cárcel. Considerando la percepción del tiempo de la juventud, es un castigo tremendo, mucho más caro que un atentado terrorista. Otra cosa son las contradicciones existentes en otros aspectos...
XL. ¿A qué se refiere?
E.C. Por ejemplo, un chico de 16 años puede negarse a ir al colegio, porque ya no es obligatorio, pero, si causa algún daño por vandalismo, ¡sus padres son los responsables!...
XL. Increíble. Cuénteme otro caso.
E.C. ¡Los padres no pueden reclamar más que por vía judicial las notas de sus hijos si ellos no se las dan, porque se considera que afectan a su intimidad! Sería necesario un gran Pacto por el Menor que unificara las distintas edades y aplicara el sentido común.
XL. El mismo que usted emplea en sus conocidas sentencias ejemplares... ¿Son eficaces realmente?
E.C. A las pruebas me remito. En esa mesa guardo regalos que me han hecho chavales reformados. Quizá la sanción que recuerdo con más cariño fue un Camino de Santiago que hice con seis chicos internos o en libertad vigilada: todos mejoraron sin duda después de la experiencia. Ojo, que no soy el único juez que impone estos castigos. Los jueces de Menores de toda España hacen una gran labor.
XL. Con todo, usted insiste en que la responsabilidad de enderezar a un chaval es de los padres.
E.C. Por supuesto. Ha sido un disparate la pretensión de dejar la educación en manos de los profesores, que ya tienen bastante con enseñar. Y, además, todo ese error de tener miedo a usar la autoridad porque nos recuerda al pasado, de querer ser amigos de los hijos, de permitir que se abuse de los derechos y se ignoren los deberes. Es el mal de una sociedad pobre que pasó a ser rica y ahora, mira por dónde, vuelve a ser pobre.
Pregunta a bocajarro
¿Son un peligro las nuevas tecnologías?
Pueden serlo. Los móviles y ordenadores de última generación tienen muchas ventajas, pero también inconvenientes muy graves. Vendría bien una asignatura para enseñar a los menores, pero también a los padres, un uso correcto de Internet.
Su desayuno: «Un montado de bonito con pimiento rojo y una caña de cerveza. Por la noche, antes de acostarme, me tomo un cacao caliente con magdalenas para dormir bien».
Emilio Calatayud. Al contrario, está decreciendo. Ya no tenemos a esos chicos de 16 años que dejaban de estudiar y empezaban a ganar 1500 euros poniendo ladrillos, que eran bombas de relojería. A cambio han subido el maltrato a padres, un delito que casi solo se da en clases medias-altas.
XL. También están aumentando los casos de ciberacoso entre jóvenes. ¿Qué le parece la moda del sexting?
E.C. Yo me enteré de lo que era el sexting en el juzgado. Lo que pasa es que los chavales lo llamaban prueba de amor. Fue hace un par de años. Una adolescente, por amor, se grabó masturbándose y luego envió la grabación a su novio.
XL. El problema es que el asunto no suele quedar en una cosa de dos.
E.C. Como era previsible, las imágenes se difundieron por todos lados. Siempre lo digo: tendría que haber teléfonos específicos para menores. O los que hay deberían llevar advertencias de que pueden ser una herramienta para cometer delitos.
XL. ¿Cómo es la juventud actual?
E.C. Muy buena, mejor que la de tiempo atrás. El 80% de los chavales que veo en el juzgado no son delincuentes; solo han cometido un delito, y se los puede reorientar. Pero hay un 2% que son carne de cañón o malas personas directamente: los Cucos y Rafitas que escandalizan a la opinión pública.
XL. ¿Es la Ley de Menores suficiente para tratar con ellos?
E.C. En contra de lo que se dice, no es una ley blanda. Lo que ocurre es que ante casos dolorosos, como los de Marta del Castillo o Sandra Palo, hay quien hace mucha demagogia. Yo puedo enviar a un chaval de 16 años otros tantos a un internado y a partir de los 21 pasa a la cárcel. Considerando la percepción del tiempo de la juventud, es un castigo tremendo, mucho más caro que un atentado terrorista. Otra cosa son las contradicciones existentes en otros aspectos...
XL. ¿A qué se refiere?
E.C. Por ejemplo, un chico de 16 años puede negarse a ir al colegio, porque ya no es obligatorio, pero, si causa algún daño por vandalismo, ¡sus padres son los responsables!...
XL. Increíble. Cuénteme otro caso.
E.C. ¡Los padres no pueden reclamar más que por vía judicial las notas de sus hijos si ellos no se las dan, porque se considera que afectan a su intimidad! Sería necesario un gran Pacto por el Menor que unificara las distintas edades y aplicara el sentido común.
XL. El mismo que usted emplea en sus conocidas sentencias ejemplares... ¿Son eficaces realmente?
E.C. A las pruebas me remito. En esa mesa guardo regalos que me han hecho chavales reformados. Quizá la sanción que recuerdo con más cariño fue un Camino de Santiago que hice con seis chicos internos o en libertad vigilada: todos mejoraron sin duda después de la experiencia. Ojo, que no soy el único juez que impone estos castigos. Los jueces de Menores de toda España hacen una gran labor.
XL. Con todo, usted insiste en que la responsabilidad de enderezar a un chaval es de los padres.
E.C. Por supuesto. Ha sido un disparate la pretensión de dejar la educación en manos de los profesores, que ya tienen bastante con enseñar. Y, además, todo ese error de tener miedo a usar la autoridad porque nos recuerda al pasado, de querer ser amigos de los hijos, de permitir que se abuse de los derechos y se ignoren los deberes. Es el mal de una sociedad pobre que pasó a ser rica y ahora, mira por dónde, vuelve a ser pobre.
Pregunta a bocajarro
¿Son un peligro las nuevas tecnologías?
Pueden serlo. Los móviles y ordenadores de última generación tienen muchas ventajas, pero también inconvenientes muy graves. Vendría bien una asignatura para enseñar a los menores, pero también a los padres, un uso correcto de Internet.
Su desayuno: «Un montado de bonito con pimiento rojo y una caña de cerveza. Por la noche, antes de acostarme, me tomo un cacao caliente con magdalenas para dormir bien».
TÍTULO; LOS SECRETOS DEL GIEN TONIC,.
LOS SECRETOS DEL GIN TONIC,.
Nació casi por casualidad allá por el siglo XVIII, cuando las tropas británicas destinadas a la India empezaron a añadir algo de ginebra al ..
Nació casi por casualidad allá por el siglo XVIII, cuando las tropas británicas destinadas a la India empezaron a añadir algo de ginebra al agua con quinina que debían beber a diario para esquivar la malaria. Tres siglos más tarde, el gin-tonic sigue siendo uno de los combinados más solicitados en todo el mundo y, sobre todo, en España. Prueba de ello es que «nuestro país se ha convertido en el primer consumidor per cápita de ginebra de Europa y el tercero a nivel mundial», afirma Bernardo DOrey, assistant manager de Food & Beverage del hotel Ritz (ritz.es).
Imparable. Muchas son las causas de este auge: la aparición de un sinfín de ginebras premium, «que ofrecen nuevas opciones y matices, puesto que cada marca puede y debe ir con una guarnición diferente; así como el hecho de que el gin-tonic se considera ya una bebida gastronómica. Toda esta versatilidad, jamás encontrada en otros productos, llama la atención de cualquier persona», añade DOrey.
La mezcla perfecta. El secreto de un gin-tonic magistral comienza, según Camilo Domenech barman de Premium Bar (premium-bar.com), «eligiendo un buen cristal; están muy de moda las copas de balón, pero me gustan más los vasos anchos, llamados collins, para que la burbuja no pierda fuerza. Tras enfriarlo llenándolo con hielo hasta el borde y desechándolo luego, se escancia la ginebra en el vaso vacío y se añaden los ingredientes deseados para que la impregnen con su aroma. Se pone el hielo y, por último, la tónica». Su toque del experto: «Un octavo de vuelta con la cucharilla mezcladora para que no pierda fuerza», concluye Domenech
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