Museo del Prado
Museo del Prado | |
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Vista general. | |
Información geográfica | |
Coordenadas | Coordenadas: mapa) ( |
País | España. |
Ciudad | Madrid. |
Información general | |
Construcción | Proyecto aprobado en 1786 (originalmente para albergar el Real Gabinete de Historia Natural). |
Inauguración | 19 de noviembre de 1819, 193 años. |
Superficie | 41.995 m².[1] |
Director | Miguel Zugaza (desde 2002). |
Presidente | (del Real Patronato) José Pedro Pérez-Llorca (desde 2012). |
Conservador | (Director adjunto de Conservación e Investigación) Gabriele Finaldi (desde 2002). |
Información visitantes | |
Visitantes/año | 2.911.000 (2011).[2] |
Dirección | Calle Ruiz de Alarcón, 23 (Retiro). |
Metro | Atocha
Banco de España |
Sitio web | Sitio web oficial del Museo. |
Otros datos de interés | Bien de Interés Cultural 9 de marzo de 1962 RI-51-0001374 |
Singularmente rico en cuadros de maestros europeos de los siglos XVI al XIX, su principal atractivo radica en la amplia presencia de Velázquez, El Greco, Goya (el artista más extensamente representado en la colección),[6] Tiziano, Rubens y El Bosco, de los que posee las mejores y más extensas colecciones que existen a nivel mundial,[7] [8] a lo que hay que sumar destacados conjuntos de autores tan importantes como Murillo, Ribera, Zurbarán, Rafael, Veronese, Tintoretto o Van Dyck, por citar solo algunos de los más relevantes.
Por crónicas limitaciones de espacio, el museo exhibía una selección de obras de máxima calidad (unas 900), por lo que era definido como «la mayor concentración de obras maestras por metro cuadrado». Con la ampliación de Rafael Moneo, se previó que la selección expuesta crecería en un 50%, con unas 450 obras más.[9] En julio de 2011, muy avanzada la reorganización de las salas, la exhibición permanente ha sumado unas 300 obras, por lo que el total expuesto llega a 1.150, de un inventario de más de 8.600.[10] Además de las pinturas, el Prado posee alrededor de 950 esculturas, 6.400 dibujos, 2.400 grabados, 800 objetos de artes decorativas, 900 monedas y 800 medallas.[11]
Al igual que otros grandes museos europeos, como el Louvre de París y los Uffizi de Florencia, el Prado debe su origen a la afición coleccionista de las dinastías gobernantes a lo largo de varios siglos. Refleja los gustos personales de los reyes españoles y su red de alianzas y sus enemistades políticas, por lo que es una colección asimétrica, insuperable en determinados artistas y estilos, y limitada en otros. Sólo desde el siglo XX se procura, con resultados desiguales, solventar las ausencias más notorias.
El Prado no es un museo enciclopédico al estilo del Museo del Louvre, el Hermitage, la National Gallery de Londres, o incluso (a una escala mucho más reducida) el vecino Museo Thyssen-Bornemisza, que tienen obras de prácticamente todas las escuelas y épocas. Por el contrario, es una colección intensa y distinguida, formada esencialmente por unos pocos reyes aficionados al arte, donde muchas obras fueron creadas por encargo. El núcleo procedente de la Colección Real se ha ido complementando con aportaciones posteriores, que apenas han desdibujado su perfil inicial. Muchos expertos la consideran una colección «de pintores admirados por pintores», enseñanza inagotable para nuevas generaciones de artistas, desde Manet, Renoir y Toulouse-Lautrec, que visitaron el museo en el siglo XIX, hasta Picasso, Matisse, Dalí, Francis Bacon y Antonio Saura, quien decía: «Este museo no es el más extenso, pero sí el más intenso».[12]
Las escuelas pictóricas de España, Flandes e Italia (sobre todo Venecia) ostentan el protagonismo en el Prado, seguidas por el fondo francés, más limitado si bien incluye buenos ejemplos de Nicolas Poussin y Claudio de Lorena. La pintura alemana cuenta con un repertorio discontinuo, con cuatro obras de Durero y múltiples retratos de Mengs como principales tesoros. Junto al breve repertorio de pintura británica, circunscrito casi al género del retrato, hay que mencionar la pintura holandesa, una sección no demasiado amplia pero que incluye a Rembrandt.
Aunque sean aspectos menos conocidos, el museo cuenta también con una importante sección de Artes decorativas (Tesoro del Delfín) y con una destacada colección de esculturas greco-romanas.
Junto con el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía, el Museo Nacional del Prado forma el Triángulo del Arte, meca de numerosos turistas de todo el mundo. Esta área se enriquece con otras instituciones cercanas: el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Nacional de Artes Decorativas, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y otros pequeños museos.,etc,.
TÍTULO: CALLEJA PIERDE CONTRA LA UDIENCIA,.
Jesús Calleja no ha podido superar el descenso a las profundidades de
la audiencia. Cuatro ha decidido retirar temporalmente su ‘reality’ aventurero,
‘Desafío en el abismo’, por los bajos resultados que ha tenido en sus dos
primeras entregas. Hace quince días, este concurso se estrenó ante el 5,3% de
los televidentes. Y como no gustó el resultado, optaron por cambiarlo a la noche
de los viernes, después de ‘Hermano mayor’. Táctica que ha terminado por
hundirlo (4,1% del ‘share’).
Calleja ha pedido «paciencia» a sus seguidores y les ha prometido en
Facebook que regresarán cuando encuentren el «momento más idóneo de emisión». En
este nuevo reto, el aventurero más famoso de la tele se llevó a la Península de
Yucatán (México) y a Guatemala a un grupo de diez jóvenes, de lo más variopinto,
que nunca había pisado la montaña. «Cuando veáis el casting que hemos elegido
vais a pensar que estamos locos, ¡qué pandilla tan inexperta y tan desigual!»,
alentó el morbo Calleja en la presentación.
El presentador se volcó en intentar enganchar a los espectadores: «Ha
sido el mayor reto de mi vida, he pasado todo el rodaje teniendo pesadillas,
casi sin dormir por todas las cosas que podían suceder». Hasta vivieron un
terremoto de 7,4 grados en la costa guatemalteca el año pasado.
Pero además de hacerles bucear por galerías subterráneas, colgarles
desde un helicóptero o deslizarlos por una tirolina a 300 metros de altura,
también airearon lo que se cocía dentro del campamento base. Convirtiéndolo así
en un ‘Gran Hermano’ al aire libre, que solo mostró las primeras crisis, algunos
roces... Y la expulsión de Beatriz.
En lo que llevamos de año, Calleja no es el único que se queda sin
programa por el suspenso de la audiencia. Anne Igartiburu, que durante 15 años
estuvo al frente de ‘Corazón’ (La 1) –donde ahora volverá–, no ha podido
levantar el magacín ‘+Gente’ y tendrá que despedirse de su parroquia el próximo
viernes 17 de mayo. Incluso el humorista Dani Mateo tuvo que bajar la persiana
de ‘El Intermedio International Edition’ a las seis semanas, por no reproducir
los datos su padrino Wyoming.
‘Realitys’ a la sombra de ‘GH’
‘Desafío en el abismo’ ha dejado constancia de que no hay ‘reality’
más potente que ‘Gran Hermano’. Desde que en abril de 2000 Mercedes Milá nos
descubriera este formato, le han salido numerosos competidores sin hacerle
sombra. Solo unos meses después de que se abriera la puerta la casa de Guadalix
de la Sierra, Antena 3 paseó por España a un grupo de jóvenes en ‘El Bus’. Un
concurso que la cadena no renovó por sus frustrantes cifras (tuvo una media de
3,7 millones frente a los 7,8 millones de ‘GH’).
Antes de tiempo tuvieron que desalojar ‘El castillo de las mentes
prodigiosas’ (también Antena 3), donde en 2004 Alicia Senovilla encerró a una
docena de videntes y brujos nacionales e internacionales, de la altura de Paco
Porras. Duró un mes y en un solo día tuvieron que expulsar a cinco concursantes
de golpe. También, a los 30 días desmontaron la carpa de ‘Circus. Más difícil
todavía’ (Cuatro), un ‘Fama a bailar’ para las futuras promesas de este
espectáculo. Pero más sonado fue la cancelación de la octava edición de ‘OT’
(Telecinco), presentado por Pilar Rubio, que en seis galas tuvieron que
despachar a su ganador, Nahuel, con 2,2 millones de media. Y cuidado que tuvo
éxito este formato.
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