Hay veces que el alma se parte, y una tiene que ir
buscándola para recomponerla y recomponerse poco a poco. Por donde sea.
Se escurre a lo largo del cuerpo, y una ya, no alcanza a recogerla. No
sabe donde está, donde se quedó. Hay veces, que con la fuerza que te da
la búsqueda interna de la mejor 'yo' vas descubriendo, y en cierta
medida vas componiendo, lo que creías que eras, pero ya, después de
perder el alma, nunca vuelves a ser tú. Hay veces que miras atrás,
porque lo que ves delante del espejo no lo reconoces, entonces, algo
emerge de ti, y gritas un ¡Ay! de cansancio, de tristeza, de esperanza; y
a cualquiera de nosotros el cuerpo se nos volvería a caer al suelo,
pero a Eva no, a Eva la Yerbabuena (Fráncfort, 1970), el '¡Ay!', la
lleva a los escenarios, tras trece años de parón, en el que ha alumbrado
a Martina, su hija. '¡Ay!', para avanzar, para buscar, para
encontrar,..., y para disfrutar con el Premio Nacional de Danza esta
noche en el Teatro López de Ayala.
-Me llama la atención su baile 'de dentro a fuera'...
-Creo que para mí el baile es una búsqueda interna. Me ha
ayudado a descubrir como soy como persona y eso no es fácil..., no sé,
me quedan muchos años para decir una frase en concreto que pueda
definirme..., estoy en plena búsqueda. Ya no en la mitad, estoy un poco
menos, pero estamos en ello. Sinceramente, me cuesta mucho
autodefinirme, pero uno trata dentro de la filosofía llevarlo de la
manera más sencilla, más humilde, siempre intentando no engañar a nadie y
menos a uno mismo...
-¿Le gusta lo que ve dentro de usted?
-Muchas veces me gusto mucho, otras veces no me gusto nada y
otras, tengo la certeza de que tienes que seguir buscando, que no has
encontrado. Hay cosas que admiras de ti misma como mujer y a mí lo que
me ha aportado el flamenco es el hecho de sentirme realizada en muchos
aspectos, pero no todo es maravilloso. Yo soy tranquila, sencilla y hay
un porcentaje muy alto en mí de mucho carácter y eso la gente lo ve.
Pensarán: ¡cómo se puede ser tan tímida y luego tener ese
temperamento!..., y es cierto que hay veces que me choca ser así, ser
dual..¿que si me da miedo la dualidad?, si, me da miedo, respeto. Miedo a
lo desconocido.
-¿Qué busca Eva la Yerbabuena en cada espectáculo?
-Depende de cual sea. Hay muchas inquietudes y trato en ese
momento de exponerlas. Depende de lo que sea. Tengo fama de
melodramática pero es lo que me conmueve, me gusta transmitir lo que me
provoca, lo que me hace sentir. En cada uno de mis espectáculos me gusta
compartir pero nunca me pregunto porqué, el qué, pero luego, sí te da
que pensar...
-La mayoría de sus puestas en escena, de sus espectáculos rezuman dolor, tormento...
-No lo sé.. , yo no achaco a mi infancia ningún trauma, es
más, no cambio mi infancia por la de hija. Yo me crié con mis abuelos.
He tenido contacto con la naturaleza día a día, y si, no he estado
rodeada de niños de mi edad, he jugado sola y esa experiencia de vivir
rodeada de adultos es diferente. Creces viendo esos valores, viendo su
sufrimiento y esa ha sido mi Biblia. Sinceramente, no quiero llegar a
ser una persona insensible y cada vez nos quieren hacer más insensibles a
través de las noticias, la prensa..., no se mira que estás comiendo en
casa, y hablan de matanzas. A la larga te acostumbras a muertes a
diario, a guerras.., y yo por ejemplo, no quiero ser una persona que
mire y no vea. .
-¿Qué ha aportado la maternidad a su baile?
-Realidad, te hace diferente, te aporta sensibilidad...
transmites lo que sientes... todo lo que conlleva la maternidad está muy
presente.
-¿Cómo se consigue con cada reto dar más, con menos elementos sobre el escenario?
-Me apetecía. Llevo muchos años en la compañía trabajando
con un mínimo de quince personas, me apetecía estar sola. Somos muy
pocos en '¡Ay!'. Ni más ni menos que los que tienen que estar, para
contar lo que se quiere contar. Trece meses apartada de mi trabajo me ha
dado mucho que pensar y reflexionar, y veo las cosas de otra
manera...Hay un poco de todo: visión del miedo, ese que vivimos todos,
el miedo a los cambios, a las situaciones nuevas, al momento del
flamenco actual, entre fusiones y confusiones. Una visión de todo en
global, es lo que tienes. '¡Ay!', es muy minimalista, donde la luz la
pone la música, el baile y la iluminación y poco más..., luego cante:
tangos, siguiriyas, nanas,... etc.
-No se confunde con otro tipo de espectáculo: es cante hondo.
-Desde luego. En este espectáculo hay un instrumento nuevo,
es el que más me gusta y con el que hacía mucho tiempo que quería
trabajar: el violín, el violín de Vladimir Dimitrenco. Ha sido un
experimento maravilloso. Hay veces que escucho el violín y me altera el
corazón.. , me provoca muy directamente, y a parte, el sonido es como un
latido. Es la primera coreografía y provoca de alguna manera. Cuenta
con su sonido lo que yo no pueda contar con mis movimientos: tres meses
de inquietudes, miedos, felicidad, incertidumbre. Es lo que se saca...,
el violín es el latido de una persona, en este caso, soy yo.
-Tres cantaores, uno de ellos Enrique 'El Extremeño'..
-Es que el cante me aporta todo. Es el primer instrumento
musical. Es la madre del flamenco, sin cante no entiendo el flamenco.
Imagina la voz de Enrique, pero también las otras dos voces, la de José
Valencia o la de Jeromo Segura.
-¿Qué significa ¡Ay¡?
-Hay una letra de La Niña de los Peines que dice: 'el óle
es una palabra que no tiene explicación...' y es como el ¡ay!, lo
utilizamos para todo y no tiene en realidad un significado. Fue lo
primero que pronunció mi hija Marieta. Cuando dice ¡ay!, lo que quiere
es un abrazo.., pero si lo ves a lo largo del espectáculo puede ser
miedo, alegría, disfrute, inseguridad... es lo bueno que tiene este
¡Ay!, que tiene muchas lecturas.
-¿El público se adapta a lo que representa o ha sentido alguna vez que tuvo que adaptarse usted a él?
-Tengo una idea que sigo y defiendo. Soy privilegiada
porque siempre he hecho lo que he querido. Me han podido comentar: «haz
tal espectáculo en tal centenario...», si, se me ha podido dar alguna
idea, pero si no me ha gustado he dicho que no. Trabajo en lo que me
gusta y de lo que me gusta. Vas creando tu público y prácticamente me
van conociendo. Habrá momentos en que les guste más y otras menos, pero
son fieles a tus ideas y a tu compromiso.
-Eva, ¿ya ha encontrado lo que buscaba como bailaora?
-Yo aún no he encontrado lo que busco como bailaora. Eso
significaría que me podría retirar y esta es una carrera que no termina
nunca. Seguiré buscando aunque no esté como intérprete y seguiré
buscando a través de los otros, de los demás.
TÍTULO: RECONSTRUYENDO A ACFIA,.CANCION,.
Tú no me diste nada al final
y yo te di la vida total
¿para qué sirvió?
sino sirvió de nada.
Y al resultar que tu amor
fué tan profundo como
el agujero donde enhebro las ilusiones
me di de bruces contra el suelo.
Saqué una pistola y disparé
contra todos los hombres buenos
bailé con la muerte hasta el amanecer
y allí lloré por los dos.
Saqué una pistola y disparé
contra todos los enamorados
salté de mi tumba para robar
la luz de las estrellas.
En el triángulo letal
perdimos todos el compás
y quién hablará
si se acabó la fiesta.
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