TÍTULO: «Dejar de ser víctimas es una decisión personal»
Se
hizo famosa mundialmente tras escribir Como agua para chocolate y
siguió deleitando a los lectores con sus historias mágicas y sus ...
Se hizo famosa mundialmente tras escribir 'Como agua para
chocolate' y siguió deleitando a los lectores con sus historias mágicas y
sus 'íntimas suculencias'. Ahora, la mexicana Laura Esquivel regresa
con un ensayo acorde con los tiempos de rebelión que corren y dedica
'Escribiendo la nueva historia' a «los indignados que quieren cambiar
las cosas y que, sin embargo, no siempre tienen claro cuál es el camino a
seguir».
-¿Por qué este libro?
-El momento actual está pidiendo una acción diferente.
Necesitamos recuperar el rumbo, recobrar el sentido de la vida. Hay
mucha gente que está muy disconforme con el modo en que estamos
viviendo, pero con eso no basta. Tenemos que actuar y pensar de modo
diferente para poder transformar el mundo.
-¿De dónde vienen las lecciones que en él imparte?
-Cuando estuve hace unos años al frente de la Dirección
General de Cultura de Coyoacán desarrollé un taller de dramaturgia que
consistía más que nada en una invitación a actuar. Ahí empezó todo. La
idea era darles a los asistentes, y ahora a los lectores, una serie de
herramientas y un método que les ayudara a retomar las riendas de su
vida. Los resultados fueron sorprendentes. La gente es capaz de lograr
esos cambios que necesita.
-¿De qué manera se le ocurrió usar la dramaturgia para este fin?
-Porque lo que queremos hacer es similar a trabajar con los
personajes de una historia. Primero debemos conocer nuestros
antecedentes, analizar por qué somos como somos, darnos cuenta de cómo
el pasado afecta a nuestras vidas. Después ya iremos tomando un camino u
otro. La elección es lo que nos hace ir hacia un lado o su contrario.
Analizar todas las ocasiones en que hemos repetido una historia que nos
ha resultado dolorosa nos ayuda ver dónde nos hemos equivocado.
-En su libro plantea una serie de preguntas que obliga a contestar por escrito.
Según mi experiencia nos ayuda a conocernos, nos va
transformando. La experiencia de escribir al que primero sirve es al
escritor.
-¿Por qué nos cuesta tanto conocernos?
-Porque no es fácil. En realidad nos vamos creando nuestra
película y aquello que nos duele lo escondemos. De ahí que sea tan
revelador cuando miramos hacia dentro y comenzamos a comprender lo que
nos sucede. Muchas veces nuestros males se deben al concepto que tenemos
de nosotros mismos.
-¿El remedio?
-Reeditar nuestra memoria. En ella es donde ponemos
imágenes, palabras, ideas, que no tienen por qué determinarnos para
siempre, al menos que así lo decidamos. Dejar de ser víctimas es una
decisión personal.
-Pero para todo esto hace falta tiempo, algo importantísimo según sus lecciones.
-Efectivamente. Robarle el tiempo a alguien es robarle
libertad, voluntad y creatividad, porque es con él cuando uno puede
planificar su vida, organizar sus emociones, pensar en un mundo mejor.
¡Menudo susto para ciertos poderes que podamos imaginar un mundo en el
que ya no tengan cabida!
-Hablando de poder, dice de los miembros de las altas
esferas del gobierno o de los que están al frente de corporaciones
internacionales que toman las decisiones que más afectan a la mayoría de
los habitantes del planeta que no están en su sano juicio. ¿Qué es lo
que más le indigna?
-Que demuestran una profunda ignorancia. Todas las
decisiones que toman en contra de los individuos y de la naturaleza
componen un acto suicida, porque finalmente se van a rebelar en contra
de ellos mismos. ¿De qué les van a servir los millones que tienen en la
bolsa cuando haya una explosión global?
-La educación en la competencia que mamamos desde pequeños tampoco ayuda. ¿Habría que cambiarla?
-Totalmente. Cómo puede ser uno feliz si los demás no
tienen nada. La educación debería estar encaminada a compartir y no a
competir.
-¿Qué tal si.? Esa es la pregunta que propicia un cambio, ¿no es así?
-Sí, porque con ella se entra ya de lleno en el infinito
campo de las posibilidades. Nos hacen creer que en este mundo de
competencia brutal hay un significado único para cada cosa, pero el arte
demuestra que no. Cuando se formula esa cuestión ya no hay límite
alguno.
-Le dedica su libro a los millones de indignados que hay en el mundo. ¿Cómo valora todo este movimiento?
-No se imagina lo que me conmueve cuando veo a esos jóvenes
tomando las calles. Pero no están surgiendo de la nada, ellos están
recobrando lo mejor de nosotros, de lo que hemos ido sembrando. De algún
modo, en estos indignados están presentes generaciones pasadas y los
mejores sueños. Y darán su fruto.
-Para acabar, una curiosidad. En su libro pregunta: «¿Cree
que una caricia puede acarrear una ola de ternura?» ¿Tiene tanta fuerza algo tan nimio?
-Por supuesto.
TÍTULO: Entrevistando a: Gemma Santos, LA RADIO,.
El oyente de radio no
tiene siempre la oportunidad de comprobar en persona que las sensaciones que te
transmite una voz a través de las ondas se corresponden con la personalidad de
quien las emite cuando conversas con esa voz cara a cara. Es lo que ocurre con
Gemma Santos, redactora de deportes de la cadena COPE.
A pesar de su juventud, 33 años,
tiene mucha radio a sus espaldas,
comenzando en “Radio Marca” en los inicios de la emisora hasta su llegada a la
radio de los obispos. Siempre relacionada con la información deportiva, ha
trabajado con profesionales de la talla de Roberto Palomar, Andrés Montes o
José Antonio Abellán. Con ella charlamos de deporte, de radio, de periodismo y
del papel de la mujer en la información deportiva.
GEMMA SANTOS, redactora de deportes de la cadena COPE
Esto es un hobby de siempre. Mi mamá fue
entrenadora, la primera presidenta de un club en España, el Atlético de Pinto,
mi papá fue árbitro, de hecho ellos se conocieron así, y desde pequeña he visto
fútbol. Desde pequeña he visto al “Atleti”, al Madrid, al Getafe, al Barça, a
la selección,…es algo que siempre me ha gustado. Tenía claro que quería ser
periodista y lo de la radio si que vino un poco por casualidad. A los 18 yo
empecé la carrera queriendo ser corresponsal de guerra. Luego al final, con los
miedos, por supuesto que lo dejas a un lado. Y al estudiar en una pública, no
tener prácticas, etc. me dijeron: pues vente a una radio, Radio Las Águilas, la
radio de un barrio de Madrid, que está en el Mercado de Las Águilas, y prueba a
hacer radio. Me llevé mis cassetes, era un programa de música de los años 60 y
70, pinchaba con cassete, me puse delante del micro y dije “Hostia”, esto, esto
es lo que yo quiero. La radio es lo que yo quiero. Y luego, por supuesto que me
encanta el periodismo deportivo, pero es un mundo, por lo menos en aquél
entonces, un poquito cerrado.
Me enteré que “Marca” abría una radio. Entonces subí con mi cassete, que yo estaba haciendo prácticas en la “Inter” [Radio Intercontinental] subí a ver quien lleva la radio, quién es el director. Y me dicen: Roberto Palomar. Y entonces le dije a Roberto: “escúchame porque quiero trabajar en “Radio Marca”. Esto me fascina, se de fútbol, no soy una niña – porque en aquél entonces imagínate, en el año 2000 no había tantas chicas- no soy una niña que no sepa de nada. Tu pruébame”. Y me escuchó y me cogió. Así que sí, un poquito de casualidad hay y para mí es sencillo acceder al mundo del periodismo centrado en el fútbol.
Porque le echaste morro
No, no que le
echara morro, sino que a mí, a mi casa no iban a venir a buscarme. Eso estaba
clarísimo, eso lo tenía claro. Tenía yo que ir, evidentemente, así que entré,
cobrando “dos duros”, haciendo doscientos millones de horas, pero bueno, luego,
ha merecido la pena, desde luego.
Si te digo “No sabes como te quiero” ¿De que
es de lo que te acuerdas?
Andrés [Montés],
Andrés…Además hace tres días que hizo tres años que nos dejó. La verdad es que fue
una etapa maravillosa. Cuando me dicen “¿Qué recuerdas de ese programa?” digo
“Risas”. No teníamos guión, porque no había absolutamente nada, no teníamos
ninguna previsión y nos tirábamos hora y media riendo todo el santo rato.
Aprendí muchísimo con Andrés, sobre todo aprendí a hacer radio de la nada, a
entretener de la nada. Él decía que “había que vender el muñeco”, que éramos
especialistas en vender el muñeco. Él hablaba, él tenía la maravillosa facultad
de sacar una sonrisa incluso a los temas más espinosos. Llegaba muchas veces
muy cansado con la NBA, llegaba recién despertado a hacer el programa y ¡No se
le notaba nada! De aquella época recuerdo eso. Yo me acuerdo que vino Andrés y
me dijo: “quiero hacer un programa nuevo. Va a ser de 14:30 a 16:00. He hablado
con Paco [García Caridad] para pedirte porque quiero tu voz”. Él me decía que
yo era la María Callas de la radio. Y
le dije “pues guay ¿Y que quieres que hagamos?” y me dice “no tengo nada claro,
quiero crear personajes y ya veremos sobre la marcha” Y a raíz de ahí ya ves si
dieron personajes ¡La chica del “Pisporris! [Risas] Fue muy, muy entrañable.
Si tuvieras que quedarte con tan solo un
recuerdo de aquella etapa, se que es imposible, pero no solo un recuerdo de
aquello, un recuerdo de Andrés ¿Cuál sería?
¿Un recuerdo de
Andrés? Su capacidad para entretener al oyente, eso en cuanto a nivel
profesional. ¡Es que era un animal mediático! Tanto en la tele, como en la
radio, tenía una personalidad que es algo muy difícil de conseguir. Yo me quedo
con su personalidad. Es muy difícil tener tu propia personalidad a la hora de
comunicar, tener un estilo propio. Y a nivel personal, era entrañable. Era una
persona peculiar pero un tío súper súper ingenioso.
Cuando llamaron
a Gari Uranga, un jugador del Getafe. Andrés leía los mensajes, que llegaban de
los oyentes, y hubo uno que decía que yo había estado en una cafetería tomando
café con Gari Uranga ¡Y yo no le conocía en absoluto! Era mentira, pero a
Andrés le hizo gracia y entonces empezaron a estirar la coña, el Getafe, Gari
Uranga…hasta que un día le llamaron y nos cruzaron a los dos en directo. ¡Y eso
parecía “El tomate”! [Risas] Y Gari Uranga: “No, yo no la conozco de nada, yo
estoy con mi novia…” Esa fue la vez que más vergüenza pasé, sí sí.
Sí, eso fue una
idea de Abellán. Él fue un pionero en la radio musical española. Los formatos
de los morning show los trajo él.
Cosas tecnológicas que España estaba a años luz de Estados Unidos las trajo él.
Cuando me trajo a la “COPE” me dijo que yo le gustaba de “Radio Marca” y que
quería aquí explotarme, quería que, además de deporte, que le encantaba mi voz
y quería que hiciera radio musical. No sabía que iba a ser un programa en
inglés [risas] hasta que me vine para acá, pero me dije “bueno, por qué no”. Él
creía mucho en el proyecto. Yo, no es que no creyera, es que ya le avisé de que
mi inglés no era perfecto ni soy bilingüe, pero bueno. Duró una temporada y
estuvo divertido.
El día a día es
fantástico. Esto es una fiesta. La verdad es que queda fatal, va a parecer
súper-pelota que yo diga que son increíbles, que son buena gente, que son
divertidísimos, que son increíbles compañeros pero es que es la verdad.
Federico y César.
Exacto. Tiempos en los que la “COPE” estaba
siempre rodeada por la polémica, por sus declaraciones, etc. ¿El periodista deportivo
como se abstrae de todo eso?
Nosotros lo
llevamos un poco al margen. En ningún momento he tenido ningún problema o los
de deportes hemos tenido algún problema. “Deportes” es algo que está al margen
pero estando antes con Federico y estando ahora con Buruaga. Bueno, ahora nos
dan un poco más de “bolilla”, evidentemente. Se apuesta mucho más por el deporte
que antiguamente cuando se apostaba más por la política o la radio social. Pero
nosotros hemos vivido siempre al margen. Yo no he tenido ningún problema de
tener que acogerme a la cláusula de conciencia [risas] ni muchísimo menos.
De las dos
cosas, y de religión. De las tres cosas. No es que sea peligroso sino que hay
que ser prudente porque son temas que hieren la sensibilidad de muchísima
gente. En el tema de la política es algo evidente, con la que nos está cayendo;
en el tema de la religión porque hay mucho fanático que no respeta las
opiniones que podamos tener los demás; y en el tema de fútbol porque la cosa
está muy crispada ahora [risas].
Pues la verdad
es que no estoy muy a favor de que se mezcle. Me lo preguntas por el tema del
Barça., o por el himno, cuando se pitó.
Es evidente que
el fútbol tiene una parte social absolutamente innegable, y más en estos
tiempos en el que sirve un poco de vía de escape. Es verdad que se hablaba
antes del “opio del pueblo”, no tanto ahora, pero sí que es cierto que ahora,
en el deporte, un partido te puede servir de vía de escape. Imagínate una persona
que lo está pasando fatal, que se ha quedado sin trabajo, pues pone la tele,
pone la radio, nuestro programa en este caso, le damos “buen rollo”. Si pierde
su equipo, bueno, pero ha pasado dos horas entretenidas, y si gana se lleva la
alegría de ese día. No estoy a favor de que se politice. En el tema del Barça
porque hay millones de culés en todo
el mundo, fuera de Cataluña, incluso dentro de Cataluña habrá gente que no esté
de acuerdo con la independencia. Yo respeto, por supuesto, pero además respeto
profundamente todas las opiniones, pero creo que el deporte es eso: deporte. Y
se está viciando mucho últimamente.
¿Más elitista
quizá? No, yo creo que el deporte es para todos. Valoro mucho y respeto esa
opinión de Enric González. Admiro mucho la pluma que tiene gente como Enric, o
como Segurola, o como Palomar para encontrar siempre la palabra exacta y
plasmarte una realidad ya sea de un partido, de una entrevista, o de un peinado
de un jugador. Hablamos de la cosa más importante de las cosas menos
importantes, parafraseando a Valdano. Y Joseba [Larrañaga] siempre dice muchas
veces que él, la forma que tiene de ver el deporte y de hacer la radio
deportiva es poniéndole una sonrisa a cosas que, al fin y a cabo son
absolutamente intranscendentes para la vida de cualquier ser humano [Risas], y
yo estoy muy de acuerdo con él. Tú puedes hablar del peinado de un jugador
porque al final lo vas a hacer en plan “chascarrillo”, no creo que a ningún
oyente que escuche la radio deportiva le interese saber si Ozïl se ha cambiado
de peinado. No creo la radio deportiva o el periodismo deportivo sea para una
élite. De hecho gente como Segurola o Palomar son gente que ha dignificado
mucho la profesión del periodista deportivo. Pero muchísimo.
Yo no lo veo
mal. La objetividad es imposible de conseguir. Hasta en el sentido estricto de
la palabra somos sujetos, es imposible que seamos objetivos. Se tiene que
intentar tender a ser objetivo o más bien a ser honesto. A mi me gusta más esa
palabra. Me gusta más ser honesta absolutamente. Yo no veo mal que cada uno se
identifique con un equipo, no hay nada malo en que Joseba diga que es de la
Real, o que Antoñito [Ruiz] diga que es del “Atleti”, o yo que soy del Getafe o
Paco [González] que es del Oviedo. No hay nada malo en eso. Otra cosa es
traspasar la barrera de la información para convertirte en eso, en un mero
aficionado. Valoro mucho también a los periodistas que solo dan opinión y que
tienen su trabajo dando opinión, porque hay muchos periodistas ahora que su
trabajo se remite a dar opinión acerca de lo que se cuece alrededor del Madrid,
del Barça,…Entiendo por donde vas. Yo no veo mal que haya periodistas forofos
porque respeto profundamente la labor del resto de los compañeros. Sí que a
veces, en lugar de ayudar a crear opinión con esa opinión personal, se crispa a
más de uno. Se convierten casi en gurús, en mesías con un montón de seguidores,
pero yo no lo veo mal, siempre dentro del término de ser honesto, honesto con
la gente que te ve. También es verdad que ahí entran los medios y son los que
te piden muchas veces que tiendas a esto, tiendas a lo otro, o “dame un poco
más de guindilla” o “hazte un poco más el madridista” o “dale un poco más de
caña al culé”…
Exacto. Es que
siempre hay un medio detrás o un director detrás en televisión que esta
diciendo “azuza azuza que tenemos ahora mismo nosecuantos puntos de share o nosecuanta gente hoy viéndonos”.
Con la llegada
de los chicos de la “SER” yo dejé de hacer el Atlético de Madrid y pasé a
cubrir las necesidades de la redacción. Apostaron por mí para hacer la
publicidad por la noche y yo no quería dejar de ser periodista para hacer la
publicidad solamente, entonces quise continuar con la labor de periodista
diario. Por las mañanas me toca o bien Getafe, es decir, entrenamientos del
Getafe, del Atleti sobre todo. Si alguna vez libra Fouto [Isaac] también al
Rayo…Luego toda esa información que tienes durante la mañana, del entrenamiento:
se ha lesionado alguien, no, con lo que haya ensayado, el “once” para el
siguiente fin de semana y la rueda de prensa, se traslada a antena, en el
local, 15:20 a 16:00 de la tarde. Después, este año tengo la sección de “Palco
VIP” en “El partido de las 12”, con lo cual estoy enganchada todo el santo día
al teléfono, buscando protagonistas, con lo cual, también me toca estar
pendiente de la producción de “El partido de las 12”. Por supuesto 19:15 y
20:30, en formato condensado tienes que volver a meter lo que haya durante el
día, y después en apoyo de “El partido de las 12” y hacer la publicidad.
Pues [risas]
durante la semana es un poquito complicado, pero bueno, suelo librar el fin de
semana, no todos. Así que te digo, para todo. Hay que dar gracias cada día por
tener trabajo. Así que si es tanto no me quejo para nada, lo celebro. Y si
tuviera más, más.
Es complicadísimo.
A mí me encantaría que hubiera alguna chica que se atreviera a narrar y que le
dieran la oportunidad de narrar. En mi caso, es que me veo incapaz. Pero es que
si fuera chico te diría lo mismo. Es algo muy complicado. A mí me encantaría.
Yo se que Lola Hernández, por ejemplo, o Julita del Mar, en “Onda Madrid”, y
Julita en “Radio Marca”, ellas si que han sido capaces de narrar partidos, de
2ª B o de 3ª aquí en Madrid. Ellas sí que han sido capaces, pero yo me veo
incapaz. No creo que sea un rol secundario. Todo aporta, como dice Lama
[Manolo], todo aporta.
Yo creo que es
muy difícil narrar. Muy difícil que suene bien, porque yo siendo chica soy la
primera que reconozco que es muy complicado que suene bien la voz de una chica,
que no suene demasiado estridente o demasiado agudo, es decir, tiene que quedar
bien en antena, pero aquí tenemos un ejemplo excelente en la “COPE” que es
Silvia Ortiz, mi compañera de Barcelona que, hombre, un partido entero igual no
narra, pero ella cubre al Sabadell, cubre al Barça B, y creo que a la vista de
todos esta que lo hace divinamente. Ha narrado cachitos de partido pero creo
que lo ha hecho excelentemente bien.
No es que sea un
mal necesario, esto es la pescadilla que se muerde la cola. Desde los medios
sabemos que lo que vende es el Madrid y el Barça, y al público, al final, lo
que le interesa es saber lo que pasa entre el Madrid y el Barça. Por supuesto
que cada vez van teniendo un poquito más de espacio equipos como el “Atleti”,
de siempre, equipos ahora como el Málaga, como el Valencia…pero es que es la
pescadilla que se muerde la cola. Nosotros vendemos Madrid y Barça sobre todo
porque es lo que más vende, y la gente escucha sobre todo Madrid y Barça. Es
algo objetivo que el “Marca” vende más cuando sale en portada algo del Madrid o
el Barça.
La noticia, deportiva o no, que te hubiera
gustado dar ¿Cuál sería?
El fin de ETA,
esa por supuestísimo. La que me gustaría dar es que el Getafe es campeón de la
Copa del Rey. La verdad es que en el mundo del deporte son muchas. En estos
últimos Juegos Olímpicos cualquiera. Me emocioné mucho con, fíjate que fue una
medalla de plata ¿Eh?, pero me emocioné mucho con la plata de las niñas de
sincronizada, con Ona y con Andrea, el Mundial o la Eurocopa este año, eso ya
centrándonos en el fútbol…Es que son muchas ¿Eh? En el deporte español son
muchísimas. O la Vuelta de Contador también. ¿Ves? Es que me pongo a pensar y
son muchas [Risas].
Ahora ya para terminar. Te nombro a algunas
personas y tú me las intentas describir con la primera palabra que se te venga
a la cabeza
Vale.
Sara Carbonero
Genial.
Abellán
Pionero.
Paco García Caridad
Gran profesional
José Antonio Alcalá
Un amor.
Tomas Guash
Un crack. Un puñetero crack. Un cielo. Una estrella.
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