domingo, 21 de abril de 2013

SILENCIO EN LAS OBRAS DEL AVE,/ LA SED QUE NUNCA SE SACIA,.

 TÍTULO: SILENCIO EN LAS OBRAS DEL AVE,.
 
SE HUNDIÓ UN TÚNEL Y FOMENTO LO OCULTÓ

Los responsables de la obra del AVE justifican su silencio: "No es nada relevante"

Las reacciones de los medios ante la caída del túnel del AVE entre Madrid y Valencia han obligado a sus responsables a defender que el suceso ocurrido el pasado martes, 9 de diciembre, en el tramo Aranjuez-Ontígola de la línea de alta velocidad es "un incidente de obra nada relevante".

L D (Agencias) Ante las reacciones de los medios de comunicación por el silencio de los responsables –el incidente no ha  trascendido hasta este domingo–, los responsables de la obra argumentaron que al ser un incidente "desde el punto de vista técnico y de obra" sin la "mayor relevancia" no se pensó en hacer ninguna declaración. "Los técnicos estamos sorprendidos" por el revuelo ocasionado por el incidente, recalcaron.

En este sentido, el Director de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Valencia, Santiago Cobo, ha calificado de "incidente menor" el derrumbe de parte del túnel del Regajal entre Aranjuez (Madrid) y Ontígola (Toledo) el pasado día 9. El derrumbe afectó a 60 metros de túnel, próximos a la boca de Aranjuez, y obligó al desalojo de los 30 trabajadores que en ese momento trabajaban en la zona.

En el interior del túnel quedaron atrapadas una grúa de hormigón, una hormigonera y parte de una pala excavadora. "Se trata de un túnel complejo en su construcción -ha explicado Cobo- por la composición de los terrenos", que se caracterizan por ser arcillosos y con una importante mezcla de sal que aumenta su capacidad de disolución.

Por otro lado, el túnel discurre bajo la reserva natural de El Regajal-Mar de Ontígola, por lo que las obras se han tenido que realizar por excavación en mina, según Cobo.

Junto al responsable de la línea han comparecido esta tarde en rueda de prensa los responsables de la UTE Acciona-Obra Subterránea, adjudicataria de la obra. El Director General de Acciona, Pedro Martínez, ha dicho que este tipo de incidencias "son normales" en este tipo de obras, destacando la complejidad geotécnica de la misma.

Martínez ha resaltado que el túnel mide 2.080 metros de largo, con 180 metros cuadrados de sección y 15 metros de diámetro. Según el responsable de Acciona, se ha trabajado por el sistema de rozadura, para evitar procesos de descomplexión. "Hemos ido al método de excavación menos lesivo", ha dicho, para después achacar a las lluvias caídas en los últimos días el desprendimiento de parte del túnel.

En cuanto a las medidas de seguridad, el presidente de Obras Subterráneas, Arturo Figar, ha resaltado que "al primer síntoma, el encargado de la obra dio la orden de desalojo". Figar ha destacado también que el túnel tiene lecturas diarias cada doce metros, y ha explicado que ahora se está trabajando en reforzar la parte que ha aguantado para minimizar el efecto del derrumbe.

Por otro lado, el director de la línea, Santiago Cobo,ha desmentido que la Ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, hubiera visitado la obra el día del derrumbe, "sino el Embalse de Contreras, a cien kilómetros de aquí". "Lo que se presentó hace un mes fue el avance del túnel, porque hoy parece que es que el túnel ya estaba funcionando", ha dicho Cobo.

Cobo se ha referido también a los plazos de ejecución de la obra, diciendo que éstos no se verán mermados por el incidente. Ha vaticinado que la obra completa estará acabada en noviembre de 2009, un mes antes de que expire el plazo de ejecución.

Con respecto al tiempo de reparación del derrumbe, ha asegurado que estará listo en "un mes y medio o dos meses", antes de que se tengan que producir la parada ambiental de la obra por estar ubicada en una reserva natural, y que tendrá lugar entre el 1 de marzo y el 15 de junio.

TÍTULO:  LA SED QUE NUNCA SE SACIA,.
La sed que nunca se sacia
 La sed que nunca se sacia

En el campamento de refugiados de Abu Shouk, situado al Norte de Darfur, en Sudán, el agua se mide en sorbos. Kariya Mohamed Abbakar .
 
En el campamento de refugiados de Abu Shouk, situado al Norte de Darfur, en Sudán, el agua se mide en sorbos. Kariya Mohamed Abbakar, a quien pertenece la mano que sujeta el cuenco, es la encargada del suministro familiar: cada semana recorre el largo camino que separa su tienda del pozo más cercano para volver con un par de bidones en la carretilla. Su espalda y su economía solo le permiten cargar ochenta litros, con los que deberán arreglarse todos hasta dentro de siete días. Cualquiera de nosotros gasta 200 a diario.
Sudán, y Darfur en particular, llevan años encadenando una guerra tras otra. El último conflicto, que empezó en 2003, ha cosechado ya más de 400.000 vidas -algunas ONG duplican la cifra- y ha obligado a 2,5 millones de personas a abandonar sus hogares huyendo del horror. Se habla de enfrentamientos tribales, conflictos raciales y contiendas religiosas pero, en definitiva, se trata de una lucha desesperada por el agua.
Recientemente, una serie de prospecciones han mostrado evidencias de la existencia de un gigantesco lago subterráneo en la zona. Ese tesoro es la gran esperanza de un pueblo que nunca ha logrado saciar su sed.

No hay comentarios:

Publicar un comentario