Jamie Cullum
Jamie Cullum-foto. | |
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Datos generales | |
Nacimiento | 20 de agosto, 1979 (32 años) |
Origen | Rochford, Essex, Inglaterra |
Cónyuge | Sophie Dahl 2010 - Present |
Ocupación | Cantante, Compositor |
Información artística | |
Género(s) | Crossover jazz, Power pop, Blue-eyed soul |
Instrumento(s) | Voz, Piano, Teclados, Guitarra, Bajo, Batería |
Discográfica(s) | UCJ, Candid, Decca, Verve (US), Verve Forecast (US), Deckdisc (BR) |
Web | |
Sitio web | Sitio Web Oficial |
Jamie Cullum nació el 20 de agosto de 1979 en Romford, Essex (Inglaterra). Se crió en Hullavington, Whiltshire. Su madre, Yvonne, es una secretaria de origen anglo-birmano; y su padre John Cullum, trabajaba en finanzas. Su abuelo paterno fue oficial de la armada inglesa, mientras que su abuela paterna fue una judía refugiada de Prusia que cantaba en discos en Berlín; Cullum la ve como su «icono cultural». Creció en Hullavington, Wiltshire pero actualmente reside en North West London.
Empezó su carrera musical a los dieciséis años, tocando en bares, clubes y hoteles de su pueblo natal. Años más tarde se trasladó a la Universidad de Reading, para estudiar cine y literatura inglesa. Fue durante esta etapa cuando comenzó a componer y a tocar su propia música para acompañar los cortometrajes que hacía como parte de su curso. Además, Cullum aprovechaba para dar algunos conciertos con su grupo Jamie Cullum Trío, de los cuales nació un primer disco titulado "Heard it all before", en 1999, del cual sólo se hicieron 500 copias; debido a su rareza, copias originales de este disco llegan a ser vendidas hasta por 1000£ en eBay. Gracias al éxito de su primer disco, Jamie Cullum fue invitado a participar en el disco de Geoff Gascoyne Songs of the summer. Después logró sacar un segundo CD, "Pointless Nostalgic", el cual llamó la atención de personalidades de la talla de Michael Jackson, entre otros.
A pesar de que "Pointless Nostalgic" lo editó un sello de jazz pequeño (Candid), la música de Cullum atrajo la atención de la discográfica Universal Records. Esta firma le ofreció un contrato por un millón de libras para promocionar y grabar sus discos durante los siguientes cinco años, ganándole así la batalla a Sony. Tras muchos años intentando abrirse un hueco en el mundo del jazz, Cullum se encontraba ahora a las puertas del éxito.
En octubre de 2003, pocos meses después de firmar el contrato, Cullum lanzó «Twentysomething». De este álbum se vendieron 850.000 copias en sólo 4 meses, consiguiendo dos discos de platino y convirtiéndose en el disco de estudio número 1 editado por un artista de jazz en Inglaterra hasta entonces. Gracias a este trabajo, la nueva figura del jazz británico obtuvo el premio al «Mejor Artista Nuevo» en la BBC National Radio 3 Jazz Awards y fue nominado como "Artista Revelación" en los premios Brit Awards de ese año.
Tras el gran éxito mundial, se estaba preparando su cuarto disco que fue lanzado en septiembre de 2005 en Inglaterra y luego en el resto del mundo, bajo el nombre de "Catching Tales". En este último trabajo se pudo ver un cambio en el que se incorporan nuevos sonidos sin dejar su base de jazz. Su primer corte de difusión fue "Get your way", con la colaboración de Dan The Automator. Su segundo corte fue "Mind Trick", canción que fue escrita por el propio Jamie junto con su hermano mayor, Ben Cullum. El último corte de difusión de este disco fue "Photograph", también escrita por Cullum en la víspera de año nuevo de 2005, tras encontrar una caja con viejas fotos que le hicieron recordar lo especial que fue su juventud, a pesar de que en ese momento él no lo había visto así.
Jamie Cullum se ha convertido en uno de los principales referentes del jazz vocal actual, hasta el punto de ser considerado por el público americano como sucesor de Harry Connick Jr. Su gran habilidad para la música hizo que mediante el jazz, se adentrara en diversos estilos musicales, haciendo variaciones de canciones de artistas de la talla de White Stripes, Kanye West, Pussycat Dolls, Elton John, John Legend, Justin Timberlake, Coldplay y muchos más. De hecho, se hizo famoso copiando la canción "Don't stop the music", de Michael Jackson. Su prestigio le ha llevado incluso a adentrarse en el terreno del cine, donde ha sido intérprete del tema principal de la banda sonora de la película El diario de Bridget Jones, versionando el clásico de la canción "Everlasting love", que Buzz Cason y Mac Gayden compusieron en 1967; así como también la canción "Grace is Gone", que forma parte de la banda sonora de la película con el mismo título. El último tema para una película es "Gran Torino" por Kyle Eastwood y Jamie Cullum para la película del mismo nombre y dirigida por Clint Eastwood, fue nominada como mejor canción original en los "Golden Globe Awards". Sacó su último disco, The Pursuit, en noviembre de 2009.
Jamie Cullum, que ya visitó España en mayo de 2010 con actuaciones en Madrid y Barcelona, realizó tres nuevos conciertos en España dentro de la gira The Pursuit European Tour de su nuevo álbum The Pursuit. El 26 de noviembre actuó en el Festival de Jazz de Barcelona, el 27 de noviembre en el Pabellón Pisuerga de Valladolid y el 28 de noviembre en Kursaal en San Sebastián, también participó en Vitoria en 2011 en el festival de Jazz.1
En 2012, presentó la canción «Standing Still» a la selección alemana para el Festival de la Canción de Eurovisión. Finalmente el tema gana la final germana mediante el voto telefónico y fue interpretada en Bakú por Roman Lob. También ha participado en un spot de España, para la marca de cervezas 'San Miguel' cantando una canción con otros cantantes como Carlos Sadness y otros.
Discografía
- Heard It All Before (1999)
- Pointless Nostalgic (2002)
- Twentysomething (2003)
- Catching Tales (2005)
- The Pursuit (2009)
- Momentum (2013)
Cuando reciben un Oscar, ellas son las primeras en la lista de
agradecimientos que recitan, hechos un manojo de nervios, sobre el
escenario. Si acaban de firmar un divorcio amargo, es su hombro sobre el
que lloran desconsolados. Y si estalla un escándalo, se esconden de las
lenguas viperinas bajo sus faldas de amianto. Pueden ejercer de
estilistas, de consejeras o de psicólogas de cabecera. Y ni si quiera
extienden la pertinente factura. Porque si algo hace que las
“celebrities” parezcan simples mortales es la debilidad que sienten por
sus madres. Sin embargo, no todas son iguales. Hay tantos tipos de
madres como estrellas en el firmamento de Hollywood. Pasen y lean.
Mamá, ¿quieres salir conmigo?
Soltero de oro en periodo de “entre novias” busca acompañante para el estreno de su nueva película. ¿La solución? Invitar a mamá. La estrategia nunca falla porque les hace más encantadores e irresistibles si cabe. George Clooney y su madre, Nina Warren, son dos expertos del photocall en pareja. Igual que Ryan Gosling que lleva a su madre, Donna, a los Oscar; o Bradley Cooper que, además de invitar a su progenitora, Gloria, a los saraos, se la lleva a cenar con amigos de la farándula. Todas tienen fama de ser el último (e implacable) filtro cuando se trata de dar el visto bueno a la novia. Dicen que la opinión de Irmelin, mamá de Leonardo DiCaprio, va a misa. Su retoño no lo niega: “Tener a mi lado a una mujer tan fuerte, que siempre es sincera conmigo, es un tesoro. Eso es algo que busco en una mujer”. Soltero y sin compromiso, de momento, su madre sigue siendo su “cita” favorita.
Una madre de manual
Mamá, ¿quieres salir conmigo?
Soltero de oro en periodo de “entre novias” busca acompañante para el estreno de su nueva película. ¿La solución? Invitar a mamá. La estrategia nunca falla porque les hace más encantadores e irresistibles si cabe. George Clooney y su madre, Nina Warren, son dos expertos del photocall en pareja. Igual que Ryan Gosling que lleva a su madre, Donna, a los Oscar; o Bradley Cooper que, además de invitar a su progenitora, Gloria, a los saraos, se la lleva a cenar con amigos de la farándula. Todas tienen fama de ser el último (e implacable) filtro cuando se trata de dar el visto bueno a la novia. Dicen que la opinión de Irmelin, mamá de Leonardo DiCaprio, va a misa. Su retoño no lo niega: “Tener a mi lado a una mujer tan fuerte, que siempre es sincera conmigo, es un tesoro. Eso es algo que busco en una mujer”. Soltero y sin compromiso, de momento, su madre sigue siendo su “cita” favorita.
Una madre de manual
Suele ser la señora de mediana edad,
tímida, sin afán de protagonismo y look sobrio, algo anticuado, pero
siempre correcto que acompaña de vez en cuando a su hijo al estreno de
turno sin poder (ni querer) ocultar su sonrisa de orgullo. Jane Pitt, la
mamá de Brad, es la “presidenta” del club de las mamás clásicas. Son,
además, abuelas entregadas. Como Myfanwy, la madre de Naomi Watts, o
Kathleen, la de Katie Holmes, que no se ha separado de su hija desde que
se divorció de Tom Cruise. Encarna, la madre de Penélope Cruz, también
forma parte de este grupo. Alérgica a los focos, jamás ha hablado con la
prensa sobre su hija. Eso sí, en privado es su mejor confidente.
Como dos gotas de agua
Todas las mujeres se convierten en sus
madres. Esa es su tragedia”, escribió Oscar Wilde en “La importancia de
llamarse Ernesto”. Le sobraba mala uva, pero no le faltaba razón. Es
obvio de dónde ha sacado Helena Bonham Carter su personal estilo. Su
madre, la psicoterapeuta Elena Propper de Callejón, descendiente de una
familia de aristócratas y diplomáticos españoles, puso de moda ese look
victoriano mucho antes que ella. Como Gywneth Paltrow que, puesta a
imitar a su mamá, Blythe Danner, quiso ser actriz como ella. Sienna
Miller lo ha heredado todo de la suya, la ex modelo Jo Miller: la melena
platina, las facciones dulces, ese estilo chic y hasta la forma de
caminar con maxi-bolso en una mano y café de Starbucks en la otra.
Inseparables
Inseparables
Alguien en el hospital se olvidó de cortar el cordón
umbilical que las unía antes del parto. Así que, más que madre e hija,
son amigas íntimas. ¿Por ejemplo? Katherine Heigl (“Anatomía de Grey”) y
su madre, Nancy, van juntas a todas partes: al súper para hacer la
compra, de paseo con los niños, a las galas benéficas y hasta a las
reuniones de negocios. Kate Hudson y su mamá, la actriz Goldie Hawn,
hablan por teléfono hasta cinco veces al día y se mandan decenas de
mensajes y fotos. “Mi madre es la persona que mejor me conoce y a la
primera a la que acudo cada vez que tengo un problema”, ha explicado
Hudson. Charlize Theron está tan unida a la suya que su casa y la de su
madre, Gerda, están a solo dos minutos de distancia en la misma calle de
Los Ángeles. Y, claro, también les gusta hacerlo todo juntas: ir de
shopping, ver partidos de baloncesto a pie de pista o lucir palmito en
los Oscar con idéntica sonrisa.
A tus órdenes, hija mía
A tus órdenes, hija mía
Les une un contrato laboral que invierte
los roles naturales: la hija pasa a ser la jefa y mamá, la mánager
asalariada. Pero cuidado, este arreglo puede tener efectos secundarios
potencialmente peligrosos, dando lugar a madres controladoras como Chris
Jenner, la progenitora déspota de las hermanas Kardashian y cerebro del
entramado de “reality shows”, líneas de ropa y exclusivas varias que
Kim, Kloe y Kourtney acatan sin rechistar. No es la única. Tish, madre,
mánager y clon de Miley Cyrus, se encarga de gestionar la agenda, los
compromisos y los viajes de su archifamosa hija. Igual que Dina, la
abnegada mamá de Lindsay Lohan, que coge llamadas, negocia sueldos,
cierra acuerdos y hasta amenaza, si hace falta, con querellar a
cualquiera que ose echar por tierra la escasa buena reputación que le
queda a su hija. Beyoncé y su madre, Tina Knowles, son socias. Juntas
crearon la línea de ropa House of Dereon: mamá diseña y Beyoncé, imagen
de la marca, se encarga de venderla.
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