El viaje más caro
Abstenerse ciudadanos sin dinero y adinerados sin tiempo.
Así, de entrada. Porque si quiere abordar el viaje de sus sueños y
conocer de un tirón los 962 monumentos y rincones del planeta declarados
por la Unesco patrimonio de la humanidad deberá disponer de dos años
sabáticos y de un montón de pasta. La idea se le ha ocurrido a una
página web, llamada Verfirstto.com, que vende productos de lujo y ofrece
servicios, experiencias inimaginables y turismo a la carta, siempre a
la medida de la abultada cartera del cliente. La propuesta lanzada hace
un mes y bautizada como 'Las vacaciones más caras del mundo', tiene
precio: 1.200.000 euros (un millón de libras). Incluye, siempre que haya
plazas disponibles, vuelos en 'business' y hoteles de cinco estrellas,
como el Sandy Lane, en Barbados; el parisino George V; La Plaza, en
Nueva York; el Palacio Taj Mahal, en Bombay; el hotel Cipriani, en
Venecia, o el Ritz-Carlton, en Moscú, entre otros. Ah!, y se evitarán
los lugares en los que la seguridad de los turistas no esté garantizada.
¿Un simple y sugerente reclamo publicitario? Parece que no.
Siempre hay gente para todo y decenas de curiosos ya han solicitado
información. Un estudiante chino que prepara un doctorado (se supone
que de familia adinerada) y un empresario italiano son firmes candidatos
para coronar la hazaña. El fundador de la compañía, Marcel Knobil,
prefiere no hacer pública la identidad de los dos intrépidos
aventureros, aunque no ha dejado de sorprenderle su firme decisión.
«Cuando lanzamos el producto, no sabíamos si se iba a vender. No todos
nuestros productos son adquiridos», ha comentado al periódico británico
'The Guardian'. Entre esos artículos que duermen en el cajón virtual,
hay un pintauñas negro con 267 quilates de diamantes y 180.000 euros de
coste.
Más marketing que aventura
Volviendo a las vacaciones ultralujosas, no todos los del
sector turístico alaban la idea. La empresa Catai Tours, líder española
en la organización de grandes viajes por el mundo, expresa su
convicción de que la propuesta de Marcel Knobil tiene más de marketing
que de aventura real, lo que no es descartable debido a que la web
Verfirstto abrió el pasado mes de noviembre, aunque dice su fundador que
el número de miembros de su exquisito club alcanza ya los 18.000.
«Viajar es una actividad privada y lúdica, cada persona es un viaje,
dependiendo de su presupuesto y sus inquietudes», alega Susana García,
responsable de Comunicación de Catai Tours, que no entra a valorar el
viaje como tal ante el desconocimiento de datos tan importantes como las
rutas que incorpora, el tipo de servicios que le ofrecerán al cliente
durante esos dos años, los hoteles «o si los vuelos son en línea regular
o en jets privados».
En cualquier caso, muestra su satisfacción por el hecho de
que propuestas como el del viaje más caro del mundo o el lanzado esta
semana por la compañía holandesa Mars One, que pretende instalar la
primera colonia humana en el planeta rojo a partir de 2023 en un pasaje
sin retorno, acaparen titulares y portadas. Desde luego, asegura que la
visita a los patrimonios mundiales puede salir muchísimo más barata y
sin hipotecar dos años de vida consecutivos.
Así lo ha hecho, por ejemplo, el intrépido Graham Hughes,
de 34 años y de Liverpool, que hace unos meses completó su viaje
alrededor del mundo con un presupuesto infinitamente menor. En su
periplo de cuatro años -por tierra, sin vuelos- recorrió todos los
estados miembros de la ONU, en un intento de obtener el Récord Guinness,
que de momento se lo niegan, por lo que ha presentado una demanda en la
que adjunta pruebas escritas y fotográficas.
El desembolso, que financió con préstamos y venta de
documentales sobre los lugares que visitaba, ascendió a 36.500 euros.
Hughes cree factible, aunque difícil, conocer en dos años los 962
monumentos y lugares protegidos, entre los que se encuentran las siete
maravillas del mundo, y encima no dispondrán de limusinas en muchos de
ellos ni hoteles de cinco estrellas. Para colmo, el cliente que se lance
tampoco podrá alardear de haberlos visitado todos en esa megagira, ya
que los organizadores advierten de que, por seguridad, algunos podrían
quedar excluidos, y quedará más de uno.
De todas formas, si usted no dispone de tanto presupuesto,
puede optar a otras «experiencias», que ofrece Verfirstto, como la de
conducir un superdeportivo diferente cada semana, durante un año... por
solo 246.000 euros.
TÍTULO: LA CARA LINDA DEL INFIERNO,.
La cara linda del infierno
El
canto alegre no se corresponde con la sonrisa lánguida, no tan alegre,
de los músicos. Doce entusiastas cubanos tocan sus instrumentos ...
El canto alegre no se corresponde con la sonrisa lánguida,
no tan alegre, de los músicos. Doce entusiastas cubanos tocan sus
instrumentos ante un público inusual, periodistas de la isla y más allá,
en un escenario atípico: Combinado del Este, la prisión de máxima
seguridad de La Habana, donde 3.000 reos cumplen condena. Sus cuerpos se
mueven al son de la música mientras chisporrotean las cámaras, las
lentes por las que los fotógrafos ven a los aplicados músicos: cabellos
bien rasurados, camisas limpias e impecablemente planchadas, rostros
amables... La cara linda del infierno, el otro nombre de este centro
penitenciario.
Fuera de los canales oficiales, en la videoteca más grande
del mundo, Youtube, desde hace más de un año circulan las grabaciones
clandestinas que muestran una imagen muy distinta de la cárcel idílica
que exhibió esta semana el régimen castrista. Un vídeo fechado el 15 de
marzo de 2012 es un ejemplo. Las celdas en las que Cuba presumía hace
unos días de ducha y retrete, son un mugriento y oscuro habitáculo con
un repugnante agujero a ras de suelo.
Pero el gobierno de los hermanos Castro, a tres semanas de
que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU analice el caso cubano,
enseñó al mundo -hacía nueve años que los medios de comunicación no
entraban- la parte más convincente de sus cárceles, las mismas que
mantiene cerradas a las organizaciones internacionales desde 1988. Y lo
que vieron los periodistas en la mayor prisión de Cuba, situada en la
zona rural que bordea La Habana, fue a la aplicada orquesta Luz del
Alba, que les contó que ninguno de sus miembros sabía tocar un
instrumento y que gracias al programa de reeducación ahora amenizan las
horas entre las alambradas de Combinado del Este.
El penal nada tiene que ver con los destartalados
edificios, por donde campan ratas y cucarachas, escuetas ranuras en vez
de ventanas, que retrata el vídeo 'robado' de unos presos rebeldes. La
prensa encontró en los alrededores de la capital unos aseados bloques de
edificios recién pintados de blanco con franjas azul celeste.
Dentro, entre muros con retratos del Che, Fidel Castro y
hasta Hugo Chávez, los reclusos responden educadamente a las preguntas. Y
es allí donde internos como Juan Óscar explican las excelencias de la
prisión. «Gracias a la escuela he adquirido los conocimientos que no
tenía». Frases que casan perfectamente con los datos redondos que va
deslizando, con habilidad de crupier, el director de la penitenciaría,
el teniente coronel Roelis Osorio: que el 27% de los presos se han
incorporado después a un trabajo socialmente útil; que un 33% recibe
instrucción escolar y que eso permite que los incidentes hayan
disminuido considerablemente; que solo el 9% de los reclusos que salen,
reinciden, o que el 95% de los funcionarios de prisiones tienen, cómo
mínimo, 12 grados de enseñanza y que todos los jefes poseen algún título
universitario.
Vejaciones
Human Right Watch (HRW) maneja otro tipo de información y
en su último informe denuncia que prevalecen las condiciones de
hacinamiento, falta de higiene e insalubridad. O que cuando protesta un
recluso, cualquiera de los 57.300 que hay en Cuba, con un censo próximo a
los 11 millones de habitantes, recibe severos castigos: aislamiento
prolongado, restricciones de visitas, palizas, denegación de atención
médica... Las tinieblas.
Osorio lo niega todo mientras a sus espaldas, magnífica
postal para el mundo, se disputan silenciosos partidos de béisbol y
voleibol. El teniente coronel señala a los vigilantes que pasean sin
armas entre los reclusos y afirma que no hay navajazos ni contagios de
sida. Solo concede que de vez en cuando se enfrentan a una huelga de
hambre, un asunto peliagudo en Cuba, donde en febrero de 2010 falleció
el disidente Orlando Zapata tras 85 días de ayuno, una muerte que atrajo
todo tipo de condenas internacionales.
El problema es lo que sucede cuando los periodistas se
marchan y las cerraduras chirrían. Allá dentro volverá a ensayar Luz del
Alba, pero entonces su música puede dejar de sonar alegre para
convertirse en la triste melodía del infierno.
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