El
catalán se convierte con 20 años y dos meses en el piloto más joven en lograr el
triunfo en la máxima categoría, por delante de Pedrosa y ...foto,.
Miura
y Escribano, la bomba de la feria
Márquez, oro de primera ley
El catalán se convierte con 20 años y dos meses en el piloto más joven en lograr el triunfo en la máxima categoría, por delante de Pedrosa y de un Lorenzo al que le pesó la diferencia de aceleración favorable a las Honda
Pedrosa y Márquez, o mejor dicho, Márquez y Pedrosa, se fueron a
hacer las Américas en avión, concretamente en uno de 1.000cc y con un motor
Honda cuya aceleración no es comparable a ninguna otra montura del campeonato.
Sobre cuál es la mejor moto, el debate puede durar desde hoy y hasta noviembre.
Sobre cuál es la más rápida no hay lugar ni al comentario. La superioridad
aplastante de las dos HRC fue tal, que desde la segunda vuelta y hasta el
banderazo a cuadros toda la emoción de la carrera radicó en saber si se
impondría la veteranía de Dani o el empuje de Marc. El debutante, con 20 años y
66 días, pegó un hachazo a nueve vueltas de la conclusión y se llevó a su
compañero y a la historia por delante. Nadie, nunca, ha logrado lo que consiguió
el joven piloto español en Texas. Ya es el más joven en ganar una carrera, y
tiene esta temporada y la siguiente para ser el campeón del mundo más precoz.
Pedrosa, segundo, sigue con la calculadora en las manos, intentando que no se
vuele por culpa del ciclón que le han metido en su box. Tras ellos, Lorenzo, en solitario, mucho mejor que el resto de
perseguidores pero con una moto que en un circuito de «stop and go» como el de
Austin tiene como meta pensar en subir al tercer escalón del podio, sumar 16
puntos y mirar al horizonte buscando en el siguiente gran premio.
El actual campeón arrancó patinando y se vio envuelto en una
lucha que tampoco era la suya. Se quitó de delante a Bradl y a Crutchlow y se
instaló en la tercera posición, tratando de que el chicle con los dos de cabeza
no se estirase demasiado. El 26 marcaba el ritmo y el 93 seguía sumando vueltas
de experiencia, sabedor de que había elegido un neumático más duro que su
compañero y que su momento estaría muchas vueltas después. Frialdad a 160
pulsaciones por minuto, un monstruo con cara de niño, con una eterna sonrisa que
no pierde ni cuando aniquila a sus adversarios. Esas son las credenciales, ese
es el ogro al que todos miran de reojo. Otro gigante, Lorenzo, supo en apenas
dos giros que su principal misión era no perder la concentración y no tener
sustos. Tras él, Crutchlow, Bradl y un Valentino Rossi decepcionante. Los que
soñaron con verle en la lucha por el campeonato pronto se han llevado el primer
revés. Estar lejos de las dos Honda era lo esperado. Tan por detrás de su
compañero de equipo un jarro de agua fría, pero no poder seguir la estela de una
Tech3 y de la LCR supera el cálculo más pesimista de cualquier seguidor del 46,
cuyo sitio ni es ni debería ser pelear contra Dovizioso y Bautista por la sexta
plaza. Claro que peor le van las cosas a Spies, en una tercera oportunidad que
nunca debió tener, y a Bradley Smith, en las antípodas de Márquez y ante
desafíos para los que no está preparado.
Con el escalafón claro en Yamaha, quedaba por ver cómo acabaría
la guerra civil entre las dos HRC. A nueve vueltas para el final, Marc Márquez
dio el segundo golpe de estado en dos semanas. Hachazo a la moral de Pedrosa y
directo a por el triunfo. Marc fue tercero en Losail y afirmó que no estaba del
todo contento porque «habría sido mejor ganar la carrera».
Una mentalidad así solo puede acabar o por los suelos o en lo más
alto.
Para el joven piloto español no existen los grises. Es todo o
nada, y de momento, en su estreno de MotoGP las cosas le están yendo
completamente de cara. Pedrosa buscó su estela pero la diferencia de gomas acabó
por darle un susto que le devolvió a su realidad habitual, la de piloto que en
los cuerpo a cuerpo pasa problemas. Dani volvió a tirar de la manta y se tapó el
horizonte a cambio de quedar desnudo en el presente. Sigue muy vivo de cara al
campeonato, pero en dos duelos directos su compañero, un rookie, ha caído
con claridad. No hay órdenes de equipo, y si las hubiera saldría fuego de los
despachos para decidir a quién deberían beneficiar. En abril, en solo dos
carreras y en apenas quince días, Márquez ha puesto del revés el mundo de las
dos ruedas. Con la moto más rápida y con un hambre voraz, ya no le tiene miedo a
nada. «No sé cómo iban los otros, pero yo iba muy bien; toca disfrutar del
momento y ya habrá lugar para los análisis». Márquez, con una sonrisa,
Pedrosa con cara de resignación y Lorenzo aceptando el desafío.
Hay Mundial, y llega a Jerez. Espectáculo asegurado.
TÍTULO: MIURA Y ESCRIBANO, LA BOMBA DE LA FERIA,.
La
corrida de Miura en la que estuvo anunciado El Juli -reclamo mayor-
trajo cuatro toros de buena nota: tercero, segundo, cuarto y sexto.
La corrida de Miura en la que estuvo anunciado 'El Juli' -reclamo
mayor- trajo cuatro toros de buena nota: tercero, segundo, cuarto y sexto. Los
tres jugados de pares, abiertos en lotes distintos. Un lote completo para el
tercer espada, Manuel Escribano, que tuvo la audacia de apuntarse en la
sustitución de 'El Juli'. Se cumplió el adagio latino: audaces fortuna iuvat. La
suerte sonríe a los valientes. La suerte de dos toros más que relevantes, la que
le pone al valor alas y la suerte de encontrarse la música dispuesta como nunca
-hasta el regalo de una diana floreada cuando tocaron a muerte en el sexto- y de
dulce el público de Sevilla. La última tarde de la feria fue un festín.
Dos orejas casi por la Puerta del Príncipe Escribano, que, novillero
puntero en su día, arrinconado luego en su natal Gerena -el pueblo sevillano de
los Campuzano y los Quinta, de Punta y Daniel Luque también-, se fue a Venezuela
en busca de fortuna, y la encontró, y vino hace dos años a repescarse, curtirse
y refrescarse en el circuito del torismo duro francés.
El domingo que viene está anunciado en la Camarga -San Marín de Crau,
baluarte de severo torismo- con una corrida de Dolores Aguirre, el 12 de mayo
con la de Prieto de la Cal cerca de Nimes, en Alés; el 19 de mayo en Vic
Fezensac con la de Escolar y el 14 de julio en Ceret con la de Palha. Antes de
salir a torear por la tarde, había firmado la de Palha con la empresa de
Azpeitia.
Los miuras de son fueron toros de diversa fortuna: el cuarto, no el
de más peso pero sí el de más cuajo de todos, remató de salida con estilo
sobresaliente, pero, al ser cerrado a destiempo, se estrelló contra un
burladero, el de capotes, y se tronchó el cuerno izquierdo por mitad de la pala.
Lo devolvieron sin demora. Sensación segura de que el toro era de excelente
reata. Por la manera de galopar, por las hechuras, hasta por el aire con que
volvió a corrales. Acudió a un toque de capote entre barreras y lo tomó largo.
Al limbo el toro.
Los otros tres de nota fueron distintos, pero tuvieron en común la
prontitud, la viveza y la entrega. Cárdenos, como toda la corrida entera,
incluido el reserva, que salió, por cierto, rana: perverso, geniudo, listo,
violento y la defensiva. Una prenda. El segundo se descaró de salida nervioso y
buscando caras por el tendido -señal tan propia de Miura-, no remató en el
caballo, galopó en banderillas y quiso mejor por una mano que por otra. Un toro
derechoso; por la izquierda se rebotaba un poco. El tercero sacó acompasado
tranco y bondad, tanta que hasta se dejó clavar en tablas un par de banderillas
al violín y al quiebro, que no todos. Banderillas de Escribano, que ya era de
novillero competente rehiletero y no ha hecho más que irse soltando y ganando.
El sexto, picado lo imprescindible, sacó particular alegría y en nobleza ganó a
todos los compañeros de envío. Más noble que ninguno, de fijeza particular,
pronto y fiable en toques, enganches y remates.
De modo que, con la excepción tan notoria del sobrero, la corrida de
Miura no fue tan fiera como se pintaba. Tampoco fue de comunión diaria. Tardo y
parado, reservón por tanto el primero, celoso de salida, se desinfló en
banderillas; llevaba un primer puyazo duro porque se empleó muy en serio contra
el caballo de pica y es probable que acusara el castigo cuando lo hizo trabajar
con buenas artes e ideas Rafaelillo. El quinto, de buen arranque -salida muy
codiciosa-, terminó pegando cabezazos a final de viaje: señal de falta de
fuerza. Salvo el sobrero de marras, ninguno de los miuras pecó de medir a los
toreros -ni siquiera en banderillas- ni pegó los gaitazos tan temibles que
vienen con el precio. Bramar sí que bramó alguno. Pero poco.
Rafaelillo bailó con la más fea: el torote reservón que abrió el
baile y el sobrero alimaña. Anduvo listo, fácil, resuelto, decidido, capaz,
tranquilo. Sin volver la cara, dueño incluso de los regates del reserva, al que
acabó engañando con muletazos de pitón a pitón. Al primero lo toreó de salida
con lances templados, media docena, y remató con bella revolera. A los dos los
mató por arriba de formidables estocadas inapelables. Javier Castaño lidió con
buen criterio al segundo y se estiró a la verónica con el quinto y en buen
compás. Una primera faena en un palmo de terreno -les costó a toro y torero
pasar del tercer muletazo- y una segunda de buenos recursos, habilidad y pulso.
Y tragaderas porque el final del toro no fue la pipa de la paz. Al quinto lo
tumbó sin puntilla de gran estocada. Al segundo, al cuarto viaje.
Y el hombre del día, Manuel Escribano, que lo hizo todo: a porta
gayola a esperar a sus dos toros de salida, al lance en la vertical con serio
encaje, por chicuelinas en un quite, de frente por detrás en un airoso galleo,
seis pares de banderillas de supina seguridad y dos trasteos de absoluto encaje,
el ajuste necesario, los brazos sueltos, las distancias intuidas y entendidas
como si llevara toreando miuras desde ni se sabe cuándo.
Una alegría, una sonrisa que parecía llegar hasta la última fila de
la grada de sol. Con la izquierda o con la derecha, el de pecho, las líneas bien
tiradas, una soberbia estocada para dejar al sexto sin tiempo ni de agonizar. Un
jaleo importante. La suerte estaba echada.
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