TÍTULO: PLEGARIAS DE IRA:
En Hebrón a la munición le dicen piedras y a los soldados, mártires. Tomen 175.000 palestinos ávidos de venganza, mézclenlos con 800 ...foto.
En Hebrón a la munición le dicen piedras y a los soldados, mártires. Tomen 175.000 palestinos ávidos de venganza, mézclenlos con 800 judíos irreductibles y el resultado es un cóctel letal que amenaza con explotar en cualquier momento. A la cuna de la Intifada se llega desde Jerusalén siguiendo la estela del muro que ordenó levantar Sharon y sorteando controles que parecen metas volantes, pero con tanques. Son los Territorios Ocupados, ocupados por legiones de desheredados, privados de toda esperanza. Una tierra donde no se vive, se sobrevive. Los musulmanes evocan a Saladín, muestran orgullosos la imagen de Bin Laden y están dispuestos a plantar cara al Tío Sam a cambio de un paraíso repleto de huríes y fuentes que manan leche y miel, todo lo contrario de lo que se les ha concedido en vida. Los judíos, escarmentados con el Holocausto y siglos de persecuciones, se niegan a dar un paso atrás y defienden la posición con uñas y dientes.
En Hebrón es posible respirar dolor y resentimiento. Dos comunidades viven de espaldas la una a la otra, sin atisbo de conciliación, entregadas a rociar con sal, una y otra vez, esa herida sangrante que es la mejor ofrenda a un dios que parece beber de las fuentes de la ira. En este infierno se levanta un templo que es a la vez mezquita y sinagoga, 'Majpelá', la tumba del patriarca Abraham o Ibrahim, «padre de un gran pueblo». ¿O será mejor decir de dos? El edificio tiene aspecto de fortaleza -los muros gruesos, sin ventanas- y en su interior los devotos rezan por turnos para evitar que salte la chispa. Hasta allí se llega atravesando un mercado árabe cubierto de techos encalados sobre los que se levantan las viviendas de los judíos. Los tenderos advierten al viajero que no vaya por el centro, que evite pasar debajo de las celosías, que el vecino de arriba gusta de desaguar su porquería por esos agujeros. Vamos, que así no hay quien viva.
La Tumba de Abraham -y de Isaac, y de Jacob, la leyenda dice que hasta de Adán- está edificada desde tiempos de Herodes el Grande, y en ella han dejado su huella romanos, cruzados y hasta Lawrence de Arabia. Es un edificio sin concesiones: barreras, cacheos, preguntas... Si uno entra a rezar puede levantar sospechas dependiendo de a quien dirija sus oraciones. Los judíos solo controlan una quinta parte del edificio, pese a ser su segundo lugar sagrado después del Muro de las Lamentaciones. En el patio interior, los devotos estudian la Torah y el Talmud. No pasan desapercibidos. Lucen con orgullo las filactelias, unas correas que llevan atadas al brazo y con las que sujetan sobre la frente una cajita que guarda un pasaje de las Escrituras. Son los mismos que ves por la calle, con el sombrero de fieltro y el caftán de seda, tres pasos por delante de la esposa abnegada -y nunca maquillada- que arrastra una recua de hijos. Los musulmanes tienen su entrada propia hasta una sala cubierta de alfombras donde dirigen sus oraciones. En medio, cubierto por un cenotafio, está la tumba de Abraham. Prohibido el acceso, ni a unos ni a otros, que la lían.
Profeta o asesino
Alrededor del templo se extiende una trinchera flanqueada de garitas cubiertas de alambre de espino y mallas de camuflaje, y soldados armados hasta los dientes que cubren su cabeza con la kipa. ¿Su misión? Proteger el barrio de Avraham-Avino, un reducto de judíos ortodoxos expertos en el arte de la supervivencia. Viven en estado de guerra, ellos y sus familias; mitad monjes, mitad soldados. Nada que ver con los judíos de Ben Yehuda, la avenida de Jerusalén donde los jóvenes se saltan el sabbath en las discotecas a golpe de cerveza y chunda-chunda. El subsuelo es un dédalo de galerías y en la superficie, los padres de familia acompañan armados a sus hijos al autobús blindado de la escuela. Uno tiene la sensación de que, en cuanto levante la voz para hacer la primera pregunta, los tejados se van a erizar de subfusiles y le van a tomar por un mono de feria. Eso sí, por el amor de Dios.
TÍTULO: A QUEMARROPA CON JORGE FERNÁNDEZ ENTREVISTA.
Hay señoras casadas que tienen una foto mía en la mesilla.
No deja que nadie le toque el pelo y recuerda que en la tele también triunfan los feos ¡Mira a Sobera!.
Jorge Fernández presenta este formato imbatible desde abril de 2006 y, por los datos que ofrece diariamente Sofres, no presenta ningún signo de erosión. En los más de 400 programas que ha presentado, las cuotas de pantalla están por encima, normalmente, del 25% (El dato de ayer, lunes 22 de octubre, un 27.8%, con picos del 36%). A las dos de la tarde, en el momento de la despedida, el espacio de Martingala se acerca a menudo al 40% de share…
El éxito de "La Ruleta de la suerte" ha convertido a Jorge Fernández en uno de los presentadores estrella de Antena 3, hasta el punto de que la cadena le ha confiado la conducción de una de sus próximas apuestas de prime time, el reality "Esta casa era una ruina", que transformará viviendas en mal estado en hogares de ensueño.
¿No le cansan ya todas las felicitaciones que recibe por “La Ruleta”?
De eso no se cansa uno nunca (entre risas). “La Ruleta” va como un tiro y es un caballo ganador. Estoy entusiasmado y muy agradecido porque me ha situado en lo más alto a nivel profesional.
¿Se ve muchos años presentándola?
Ojalá, aunque por desgracia los concursos en España suelen tener una fecha de caducidad, excepto “Saber y ganar” en La 2, que ya lleva un montón de años en antena. Normalmente, si llegan a los a los cinco o seis años en el aire ya nos podemos dar con un canto en los dientes. Lo que está claro es que, mientras haya “Ruleta”, yo estaré ahí. De hecho, cuando me ofrecieron presentar “Esta casa era una ruina” puse como condición seguir en mi concurso.
Le han llegado a llamar “El Rey de las mañanas”…
No estoy de acuerdo. Soy el rey de mi franja, de mi concurso, pero la mañana es muy larga. Nosotros ofrecemos un concurso ameno y divertido, pero, eso sí, nos los curramos bastante. Aunque parezca sencillo, no dejamos nada al azar y todo está muy controlado. Día a día nos esforzamos por inventar cosas nuevas que sorprendan al público. Cada programa tiene su historia y no se graban como churros.
Cierto, porque cada programa tiene su miga...
Este año, sin ir más lejos, hemos dedicado programas a casi todas las Comunidades Autónomas. Ahora estamos celebrando días monográficos dedicados a países de todo el mundo y me encantan también los “especiales” que hemos creado para celebrar el inicio del curso escolar, el Día de la Hispanidad o uno que se va emitir en los próximos días que es el del Día de Todos los Santos, que hemos mezclado con la celebración mundial del “Halloween” y el “Día de los muertos” de México. La verdad es que el equipo no para y nos alegra ver que el público nos premia con su atención.
¿Y el secreto del éxito?
Creo que hay varios, pero sobre todo creo que ha sido bueno recuperar un formato que sigue triunfando en medio mundo en una franja en la que somos una alternativa joven al resto de programas. Además, tenemos un público muy fiel que nos acompaña cada día pese a la nueva competencia que se nos presenta. Sobre todo, creo que es muy importante que “La Ruleta” permita jugar desde casa. Yo lo veo en el plató y me aseguran que también pasa en el control de realización: todo el mundo juega a adivinar paneles, desde el productor al mezclador, pasando por el realizador y los cámaras.
Alguna anécdota divertida del programa que se le haya quedado en la memoria…
Hay muchas porque nos lo pasamos francamente bien… Por ejemplo, una en la que debían resolver un panel con el nombre de “Woody Allen”, sólo faltaba la “W” y el concursante respondió: la “b” de por W, o sea Boody. Los concursantes, además, son muy graciosos y me sorprenden con todo tipo de habilidades: cantan canciones, cuentan chistes y anécdotas y me hacen la vida muy agradable. Espero que todo esto trascienda y que también disfruten los espectadores.
Se ha convertido en uno de los presentadores con estrella de España, ¿ha rechazado ofertas de la competencia?
Alguna que otra, aunque ellos saben que mientras “La Ruleta” tenga tanto éxito será difícil que me mueva de la cadena. Además, aquí estoy muy bien y sólo pienso en hacer cosas para Antena 3. De momento, tengo muy claro que voy a pasar el próximo año 2008 en San Sebastián de los Reyes, muy a gusto además.
Arrasa diariamente con “La Ruleta” pero ahora llega “Esta casa era una ruina”, cuéntenos
Es la primera vez que hablo de este nuevo proyecto que, todavía no sabemos cuando se estrenará, seguramente en noviembre. Sin duda, es el programa más emotivo de toda mi carrera y el más complicado de hacer por todo el esfuerzo que conlleva. Hay que verlo porque no se puede explicar con palabras.
Se le nota emocionado...
De verdad que es muy gratificante. Un programa diferente donde, de verdad, ayudamos a gente con problemas serios, incluso con enfermedades, en una situación muy incómoda y precaria… Reconozco que en las grabaciones algunas situaciones me han partido el alma y me han hecho llorar como una magdalena en algunos momentos.
Éste sí que es un servicio público y no los programas de algunas cadenas que deberían ofrecerlos, ¿no?
Ya lo creo. No sé si funcionará, ojalá que sí, pero simplemente la labor con estas cuatro familias, el darles la oportunidad de revivir otra vez y hacerles felices en sólo diez días, merece mucho la pena y uno se siente verdaderamente realizado.
¿Este nuevo programa tiene algo que ver con “Cambio radical”, conocido tanto aquí como en Estados Unidos?
Para nada, se les ha comparado mucho pero no les veo ninguna similitud. ¡Hombre!, en los dos se hace feliz a la gente por diferentes motivos, pero éste no tiene nada que ver con la cirugía estética ni con otros realities como “La casa de tu vida”. Aquí vivimos situaciones realmente duras en las que tenemos que superar muchas adversidades.
¿En qué medida se implica usted en las reconstrucciones de las casas?
En casi todo. En la mayoría de programas que he presentado he tenido la suerte de que te lo daban todo hecho. Sin embargo, en éste, me dejo la piel. Primero, porque me creo las historias de la gente a la que ayudamos. Después, porque me implico mucho con las familias que viven esta situación tan desastrosa.
¿Ha cargado con el hormigón?
Además de presentar, doy también ideas, llevo cosas de producción, vivo situaciones de riesgo, demoliciones y hasta manejo un mazo de ocho kilos para cargarme todo lo que tengo delante…. Vamos, adrenalina pura.
Menuda odisea…
Sobre todo, el esfuerzo de trabajar la mayoría de los días 17 ó 18 horas con 42 grados en algunos casos. De sol a sol y de madrugada. Trabajamos en contra de los elementos, como la lluvia y el viento, y todo a contrarreloj para que la casa esté lista en la fecha prevista.
Se habrá convertido entonces en un auténtico jefe de obra…
¡Qué va! (entre risas), pero sí que he aprendido un montón de cosas relacionadas con la construcción. Trabajo con muchas herramientas: el pico, la pala… siempre junto a mis compañeros del programa, que incluso me enseñan a manejar una excavadora.
Tras la experiencia, ¿se le han quitado ganas de hacer reformas en su casa?
Por suerte, mi casa tiene cuatro años y está recién reformada. Lo pasé mal durante la reforma porque cuando metes obreros en tu casa todo el mundo está muy pendiente de cómo hacen las cosas. En el primer momento, parecían las obras de El Escorial, pero luego ya que me quedé tranquilo y tengo bastante con lo que pasé.
Y las familias, ¿qué dicen cuando ven su nueva casa?
No se lo pueden creer. Primero les mandamos de vacaciones con todo pagado a un lugar alejado. Después, les enseñamos poco a poco a través de un portátil lo que estamos haciendo. En este sentido, hay situaciones muy divertidas ya que sólo ven los destrozos y no se imaginan lo que vendrá después. Al final, se quedan muy impactados porque esperan una pequeña obra, nada que ver cómo les dejamos las casas en realidad.
¿Qué diferencias tiene con el formato americano?
Las insalvables y lógicas. Ellos llevan seis años con mucha audiencia, reconocimiento y dinero. Aquello es Estados Unidos y es todo a lo grande. En cualquier caso, ya se han hecho varias adaptaciones en países europeos y me han dicho que la nuestra es de las más potentes, dignas y parecida a la de los americanos. Tanto cadena como productora invierten todo lo posible.
¿Conoceremos a los miembros de su equipo?
Por supuesto. Al encargado de “grandes ideas”, la decoradora de interiores, la jefe de obra y el capataz; unos profesionales que, además, por primera vez se ponen delante de la cámara y quiero felicitarles por lo bien que lo hacen.
EL TEST DE VERTELE
Un programa o serie de televisión que le guste:
Me encanta “Sé lo que hicisteis…” de laSexta
Un programa o serie de televisión que no le guste:
Alguno que otro, pero prefiero no decir nombres para no herir a los compañeros de profesión, ya que conozco a la mayoría, y no me apetece decir cosas negativas de nadie.
Su trabajo en televisión del que se sienta más orgulloso:
“La Ruleta”, porque supone el mejor momento profesional que estoy viviendo en cuanto a éxito, y “Esta casa era una ruina”, por ser el programa que más realizado me ha hecho sentir.
Un programa que no presentaría jamás:
Nunca se puede decir "de esta agua no beberé", pero no me veo presentando un programa de corazón sangrante. Si hiciera un espacio rosa, mi referente sería Jaime Cantizano, al que considero el más elegante tratando estos temas.
Un programa de la infancia del que guarde mejores recuerdos:
Era fan de la serie “Mazinger Z”
Una manía o superstición que tenga antes de ponerse delante de una cámara:
Ninguna, si acaso la puntualidad
Un famoso/a de televisión al que admire:
Al actor Alberto San Juan (“El otro lado de la cama”)… Es un crack
Un profesional de la televisión al que admire:
Enric Lloveras, productor ejecutivo de “La Ruleta” y “El Millonario”, porque tenemos una gran sintonía y es uno de los profesionales con mayor coherencia que he conocido en este alocado medio que es la televisión.
TÍTULO: A QUEMARROPA CON JORGE FERNÁNDEZ ENTREVISTA.
Hay señoras casadas que tienen una foto mía en la mesilla.
No deja que nadie le toque el pelo y recuerda que en la tele también triunfan los feos ¡Mira a Sobera!.
Entrevista
Jorge Fernández: "Mientras haya Ruleta, yo estaré ahí".
Hablamos con uno de los presentadores estrella de Antena 3.
La Ruleta de la suerte” es uno de esos programas tocados, nunca mejor dicho, por la fortuna. Comparte los honores del éxito diario en Antena 3 con “Los Simpson” y lidera sistemáticamente su franja, superando a sus competidores de La Primera -Inés Ballester y “El Negociador”- y de Telecinco -El programa de Ana Rosa Quintana-.Jorge Fernández presenta este formato imbatible desde abril de 2006 y, por los datos que ofrece diariamente Sofres, no presenta ningún signo de erosión. En los más de 400 programas que ha presentado, las cuotas de pantalla están por encima, normalmente, del 25% (El dato de ayer, lunes 22 de octubre, un 27.8%, con picos del 36%). A las dos de la tarde, en el momento de la despedida, el espacio de Martingala se acerca a menudo al 40% de share…
El éxito de "La Ruleta de la suerte" ha convertido a Jorge Fernández en uno de los presentadores estrella de Antena 3, hasta el punto de que la cadena le ha confiado la conducción de una de sus próximas apuestas de prime time, el reality "Esta casa era una ruina", que transformará viviendas en mal estado en hogares de ensueño.
¿No le cansan ya todas las felicitaciones que recibe por “La Ruleta”?
De eso no se cansa uno nunca (entre risas). “La Ruleta” va como un tiro y es un caballo ganador. Estoy entusiasmado y muy agradecido porque me ha situado en lo más alto a nivel profesional.
¿Se ve muchos años presentándola?
Ojalá, aunque por desgracia los concursos en España suelen tener una fecha de caducidad, excepto “Saber y ganar” en La 2, que ya lleva un montón de años en antena. Normalmente, si llegan a los a los cinco o seis años en el aire ya nos podemos dar con un canto en los dientes. Lo que está claro es que, mientras haya “Ruleta”, yo estaré ahí. De hecho, cuando me ofrecieron presentar “Esta casa era una ruina” puse como condición seguir en mi concurso.
Le han llegado a llamar “El Rey de las mañanas”…
No estoy de acuerdo. Soy el rey de mi franja, de mi concurso, pero la mañana es muy larga. Nosotros ofrecemos un concurso ameno y divertido, pero, eso sí, nos los curramos bastante. Aunque parezca sencillo, no dejamos nada al azar y todo está muy controlado. Día a día nos esforzamos por inventar cosas nuevas que sorprendan al público. Cada programa tiene su historia y no se graban como churros.
Cierto, porque cada programa tiene su miga...
Este año, sin ir más lejos, hemos dedicado programas a casi todas las Comunidades Autónomas. Ahora estamos celebrando días monográficos dedicados a países de todo el mundo y me encantan también los “especiales” que hemos creado para celebrar el inicio del curso escolar, el Día de la Hispanidad o uno que se va emitir en los próximos días que es el del Día de Todos los Santos, que hemos mezclado con la celebración mundial del “Halloween” y el “Día de los muertos” de México. La verdad es que el equipo no para y nos alegra ver que el público nos premia con su atención.
¿Y el secreto del éxito?
Creo que hay varios, pero sobre todo creo que ha sido bueno recuperar un formato que sigue triunfando en medio mundo en una franja en la que somos una alternativa joven al resto de programas. Además, tenemos un público muy fiel que nos acompaña cada día pese a la nueva competencia que se nos presenta. Sobre todo, creo que es muy importante que “La Ruleta” permita jugar desde casa. Yo lo veo en el plató y me aseguran que también pasa en el control de realización: todo el mundo juega a adivinar paneles, desde el productor al mezclador, pasando por el realizador y los cámaras.
Alguna anécdota divertida del programa que se le haya quedado en la memoria…
Hay muchas porque nos lo pasamos francamente bien… Por ejemplo, una en la que debían resolver un panel con el nombre de “Woody Allen”, sólo faltaba la “W” y el concursante respondió: la “b” de por W, o sea Boody. Los concursantes, además, son muy graciosos y me sorprenden con todo tipo de habilidades: cantan canciones, cuentan chistes y anécdotas y me hacen la vida muy agradable. Espero que todo esto trascienda y que también disfruten los espectadores.
Se ha convertido en uno de los presentadores con estrella de España, ¿ha rechazado ofertas de la competencia?
Alguna que otra, aunque ellos saben que mientras “La Ruleta” tenga tanto éxito será difícil que me mueva de la cadena. Además, aquí estoy muy bien y sólo pienso en hacer cosas para Antena 3. De momento, tengo muy claro que voy a pasar el próximo año 2008 en San Sebastián de los Reyes, muy a gusto además.
Arrasa diariamente con “La Ruleta” pero ahora llega “Esta casa era una ruina”, cuéntenos
Es la primera vez que hablo de este nuevo proyecto que, todavía no sabemos cuando se estrenará, seguramente en noviembre. Sin duda, es el programa más emotivo de toda mi carrera y el más complicado de hacer por todo el esfuerzo que conlleva. Hay que verlo porque no se puede explicar con palabras.
Se le nota emocionado...
De verdad que es muy gratificante. Un programa diferente donde, de verdad, ayudamos a gente con problemas serios, incluso con enfermedades, en una situación muy incómoda y precaria… Reconozco que en las grabaciones algunas situaciones me han partido el alma y me han hecho llorar como una magdalena en algunos momentos.
Éste sí que es un servicio público y no los programas de algunas cadenas que deberían ofrecerlos, ¿no?
Ya lo creo. No sé si funcionará, ojalá que sí, pero simplemente la labor con estas cuatro familias, el darles la oportunidad de revivir otra vez y hacerles felices en sólo diez días, merece mucho la pena y uno se siente verdaderamente realizado.
¿Este nuevo programa tiene algo que ver con “Cambio radical”, conocido tanto aquí como en Estados Unidos?
Para nada, se les ha comparado mucho pero no les veo ninguna similitud. ¡Hombre!, en los dos se hace feliz a la gente por diferentes motivos, pero éste no tiene nada que ver con la cirugía estética ni con otros realities como “La casa de tu vida”. Aquí vivimos situaciones realmente duras en las que tenemos que superar muchas adversidades.
¿En qué medida se implica usted en las reconstrucciones de las casas?
En casi todo. En la mayoría de programas que he presentado he tenido la suerte de que te lo daban todo hecho. Sin embargo, en éste, me dejo la piel. Primero, porque me creo las historias de la gente a la que ayudamos. Después, porque me implico mucho con las familias que viven esta situación tan desastrosa.
¿Ha cargado con el hormigón?
Además de presentar, doy también ideas, llevo cosas de producción, vivo situaciones de riesgo, demoliciones y hasta manejo un mazo de ocho kilos para cargarme todo lo que tengo delante…. Vamos, adrenalina pura.
Menuda odisea…
Sobre todo, el esfuerzo de trabajar la mayoría de los días 17 ó 18 horas con 42 grados en algunos casos. De sol a sol y de madrugada. Trabajamos en contra de los elementos, como la lluvia y el viento, y todo a contrarreloj para que la casa esté lista en la fecha prevista.
Se habrá convertido entonces en un auténtico jefe de obra…
¡Qué va! (entre risas), pero sí que he aprendido un montón de cosas relacionadas con la construcción. Trabajo con muchas herramientas: el pico, la pala… siempre junto a mis compañeros del programa, que incluso me enseñan a manejar una excavadora.
Tras la experiencia, ¿se le han quitado ganas de hacer reformas en su casa?
Por suerte, mi casa tiene cuatro años y está recién reformada. Lo pasé mal durante la reforma porque cuando metes obreros en tu casa todo el mundo está muy pendiente de cómo hacen las cosas. En el primer momento, parecían las obras de El Escorial, pero luego ya que me quedé tranquilo y tengo bastante con lo que pasé.
Y las familias, ¿qué dicen cuando ven su nueva casa?
No se lo pueden creer. Primero les mandamos de vacaciones con todo pagado a un lugar alejado. Después, les enseñamos poco a poco a través de un portátil lo que estamos haciendo. En este sentido, hay situaciones muy divertidas ya que sólo ven los destrozos y no se imaginan lo que vendrá después. Al final, se quedan muy impactados porque esperan una pequeña obra, nada que ver cómo les dejamos las casas en realidad.
¿Qué diferencias tiene con el formato americano?
Las insalvables y lógicas. Ellos llevan seis años con mucha audiencia, reconocimiento y dinero. Aquello es Estados Unidos y es todo a lo grande. En cualquier caso, ya se han hecho varias adaptaciones en países europeos y me han dicho que la nuestra es de las más potentes, dignas y parecida a la de los americanos. Tanto cadena como productora invierten todo lo posible.
¿Conoceremos a los miembros de su equipo?
Por supuesto. Al encargado de “grandes ideas”, la decoradora de interiores, la jefe de obra y el capataz; unos profesionales que, además, por primera vez se ponen delante de la cámara y quiero felicitarles por lo bien que lo hacen.
EL TEST DE VERTELE
Un programa o serie de televisión que le guste:
Me encanta “Sé lo que hicisteis…” de laSexta
Un programa o serie de televisión que no le guste:
Alguno que otro, pero prefiero no decir nombres para no herir a los compañeros de profesión, ya que conozco a la mayoría, y no me apetece decir cosas negativas de nadie.
Su trabajo en televisión del que se sienta más orgulloso:
“La Ruleta”, porque supone el mejor momento profesional que estoy viviendo en cuanto a éxito, y “Esta casa era una ruina”, por ser el programa que más realizado me ha hecho sentir.
Un programa que no presentaría jamás:
Nunca se puede decir "de esta agua no beberé", pero no me veo presentando un programa de corazón sangrante. Si hiciera un espacio rosa, mi referente sería Jaime Cantizano, al que considero el más elegante tratando estos temas.
Un programa de la infancia del que guarde mejores recuerdos:
Era fan de la serie “Mazinger Z”
Una manía o superstición que tenga antes de ponerse delante de una cámara:
Ninguna, si acaso la puntualidad
Un famoso/a de televisión al que admire:
Al actor Alberto San Juan (“El otro lado de la cama”)… Es un crack
Un profesional de la televisión al que admire:
Enric Lloveras, productor ejecutivo de “La Ruleta” y “El Millonario”, porque tenemos una gran sintonía y es uno de los profesionales con mayor coherencia que he conocido en este alocado medio que es la televisión.
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