viernes, 24 de agosto de 2012

PINOFRANQUEADO EMPAREJA A SUS MOZOS./ LOS QUINTOS DEL 72.

TÍTULO: PINOFRANQUEADO EMPAREJA A SUS MOZOS.

Va bien? ¡Bien va! Y si no. ¡Que se joda!', esta es la letrilla que se canta mientras se realizan los emparejamientos de los chicos y las ...
En 2011 más de 50 parejas participaron de esta peculiar tradición y este año la Concejalía de Festejos espera superar ese número.
Va bien? ¡Bien va! Y si no. ¡Que se joda!', esta es la letrilla que se canta mientras se realizan los emparejamientos de los chicos y las chicas que participan en la Enramá», explica Verónica Sánchez Martín, concejala de Cultura y Festejos del Ayuntamiento de Pinofranqueado, lugar donde tiene lugar esta peculiar fiesta que fue declarada de Interés Turístico Regional en el año 1997.
El próximo sábado, 25 de agosto, esta localidad de la comarca de las Hurdes volverá a celebrar uno de sus días grandes. «La Enramá es una fiesta muy arraigada, no se sabe con exactitud cuando comenzó pero tiene más de 140 años de historia», indica la edil de Cultura local. Consiste en el emparejamiento de mozos y mozas del pueblo mediante un sorteo y su objetivo es facilitar posibles noviazgos. «La idea con la que comenzó a celebrarse es que los jóvenes del pueblo se casen entre sí y que continúen viviendo aquí. Era una forma de garantizar la pervivencia de Pinofranqueado», apunta Sánchez. En la actualidad, a este propósito hay que sumar los de mantener la tradición y el desarrollo del turismo. Por eso, la participación ya no está cerrada, únicamente, a los vecinos de Pinofranqueado sino que pueden inscribirse todos los que lo deseen.
«El día de la Enramá comienza temprano, a las 6 de la mañana con la Alborá, que este año contará con el grupo El Pescador», dice la responsable de Festejos. Sin embargo, la tradición comienza varios días atrás. La semana previa a la celebración, los mozos y mozas que quieran participar en la fiesta pueden inscribirse para formar parte del sorteo. «Puede que haya más chicos o más chicas, pero siempre se acaba buscando gente para que nadie que se haya apuntado se quede sin pareja», incide Sánchez.
De este modo, dos días antes de la Enramá se celebra el sorteo, al que solo pueden asistir los mozos. Las chicas tienen prohibido salir a la calle durante la noche que se empareja a los participantes, cita que empieza con las campanadas de la medianoche. Sin embargo, la curiosidad por enterarse de la pareja correspondiente y la levedad del castigo por saltarse la prohibición, que consiste en ser mojadas si son vistas, supone que muchas de ellas salgan a la calle.
Sorteo
En ese momento, de dos bolsas repletas de papeles con los nombres de las futuras parejas se extrae el nombre de un chico y el de una chica. Esta parte del ritual comienza en el torreón de la localidad, sito en la plaza, y los emparejamientos se dicen a voz en grito. Los encargados del sorteo son participantes en la Enramá y se les conoce como 'cantaoles'. Al mismo tiempo todos los presentes gritan: '¿Con quién digo? ¿Con quién diré? La burra cana del tío José'. Posteriormente, se canturrea la canción ya mencionada y los emparejamientos se hacen efectivos, aunque no se darán a conocer hasta el día siguiente. La ceremonia, pese a que empieza en el torreón, es itinerante, los mozos se van moviendo por el pueblo y suelen terminar de sacar los papeles en las proximidades del río. «El año pasado se formaron 50 parejas y esperemos que este año la cifra sea similar», reconoce Sánchez.
Como en muchos aspectos de la vida, la picaresca también entra a formar parte de este juego y, en algunas ocasiones, los jóvenes amañan el sorteo para que les toque con la chica que les gusta. O bien, se hacen cambios en las papeletas. Si bien, esto solo lo reconocen las personas más mayores de Pinofranqueado, aquellos que participaron hace mucho tiempo en la Enramá. Los encargados del sorteo en la actualidad aseguran que no hay ni trampa ni cartón y que lo único que se hace es separar los papeles por edades, con el objetivo de que las parejas sean más compatibles.
El día previo a la Enramá el listado de parejas se cuelga en el Ayuntamiento. Esta jornada, los participantes la dedican a conocerse y, las chicas, a preparar la enramá. «El término 'enramá' se debe al detalle que las chicas colocan en la vestimenta de los chicos cuando salen de sus casas. Es un ramo que tradicionalmente se hacía con juncos y ahora se hace con flores de la zona», expone la edil. Este aspecto es tan importante que hay un concurso para premiar la enramá más bonita y original. Mientras se realiza el recorrido por las casas de las chicas, un jurado va examinando cada enramá que se coloca en la solapa de los chicos.
Ya, el día 25 por la tarde, sobre las 18.00 horas, se celebra la Enramá infantil. Esta es una forma de mantener viva la tradición y de inculcar a los más pequeños el cariño hacia su localidad y hacia los actos que en ella se desarrollan.
A su conclusión comienza otro de los rituales propios de la jornada, el cortejo en el que los mozos de Pinofranqueado recorren las calles, casa por casa, buscando a las mozas. Una vez que todas las parejas se han reunido se dirigen hasta la plaza Reina Victoria, donde los tamborileros, que les han acompañado durante todo el recorrido, tocan las notas de la 'jota del Arco' para que las parejas bailen.
La jota del Arco
Con esta danza, en la que se unen los brazos por encima de la cabeza como si fuera un arco y las parejas van pasando por debajo, se recorre toda la plaza y se rodea la iglesia. Al finalizar hay una cena compartida por todos los 'enramaos'.
Entre los jóvenes que este año participarán en la fiesta de la Enramá están Fátima Domínguez Martín y Jonathan Membrives Castellano. Ambos ya han participado en ediciones anteriores y en esta ocasión se encargan de organizar los actos. Ninguno de los dos vive durante todo el año en Pinofranqueado. Él estudiará en Alicante a partir de septiembre y ella lleva un año completando su formación en Madrid, sin embargo consideran muy importante mantener la tradición.
Además de los actos de la Enramá, en la localidad se celebra un concurso de balcones. Los vecinos engalanan las fachadas de sus casas con numerosas flores y macetas. El premio se entregará el sábado a las 18.30 horas.
Pinofranqueado tiene unos dos mil habitantes y en los meses de verano multiplica su población. Durante el próximo fin de semana, además de la Enramá, celebrará su tradicional mercadillo de los viernes. Tanto los turistas como los vecinos pueden disfrutar durante estos meses de los baños en el río y de los chiringuitos, que se transforman en discotecas, uno de los lugares más concurridos.

TÍTULO: LOS QUINTOS DEL 72.

 Apenas había televisores en Salvatierra en 1972. Ese año, con una televisión en blanco y negro todavía, comenzó Un, dos, tres.responda otra ...-foto.
Apenas había televisores en Salvatierra en 1972. Ese año, con una televisión en blanco y negro todavía, comenzó 'Un, dos, tres.responda otra vez' o José Luis López Vázquez quedaba encerrado en una cabina de teléfono, pero a 33 familias de la localidad poco le importaban esas historias. Lo que les preocupaba entonces tenía que ver con la llegada al mundo ese mismo año de 35 descendientes (con dos parejas de mellizos incluidos), ahora ya convertidos en cuarentones hechos y derechos.
Procedentes de distintos puntos de la geografía regional y otras regiones españolas, los salvaterreños de la quinta del 72 se reunieron el sábado en una espléndida jornada de convivencia en la que se recordaron anécdotas del colegio, travesuras interminables, viajes a cuevas y a maestros que dejaron huella para una generación que nació a medio camino entre el franquismo y la democracia.
Tampoco faltó la música de las décadas de los 70 y los 80 -con la de la abeja Maya o Cuéntame entre otras- ni una misa de Acción de Gracias en la ermita del Santísimo Cristo de las Misericordias. La fiesta, que se prolongó durante más de doce horas, tuvo como aliciente gastronómico una selección de la más rica chacina de la zona y acabó con un deseo: «Nos vemos en 2022, con cincuenta años en las espaldas». Todo con soplido colectivo de una tarta, claro está, con un 40 como número de referencia.
Los 35 niños y niñas de Salvatierra de la quinta del 72 acordaron hace meses celebrar la fecha redonda de los 40 años en el tercer sábado de agosto. Con Paqui Mejías y Marifé Sanguino como 'inductoras', la celebración fue tomando forma. No fue fácil contactar con todos. Pero se hizo. Y casi todos, faltaron siete, acudieron a la cita. Ganadero, sacerdote, camionero, periodista, vendedor ambulante, trabajadora social, empleado de funeraria, una agente de la Policía Nacional o trabajador de una explotación avícola. Los hay de casi todas las profesiones. Todos, menos dos, están casados. Uno de ellos, por razones obvias, el cura José María Campanón. Otro, Juan Antonio Caro, al que no le faltaron cariñosos ánimos y bromas de todos para abandonar la soltería. Un mural recogió fotos pasadas y actuales de los chicos del 72. De un lado, instantáneas de Primera Comunión, los bailes regionales del Día de Extremadura en la Escuela, una matanza de entonces, excursiones escolares. De otro, los salvaterreños de cuarenta años con sus hijos. Los más recientes, una pareja de gemelos de menos de medio año y una niña de diez meses.
La emotividad también fue palpable en la misa. Al Señor de las Misericordias se le dio las gracias porque todos los del 72 estén vivos y también, como si se tratase de una conversación, se le recordó algunas de las travesuras de los años de estudio. Algunas incidencias, refrescadas de nuevo, levantaron carcajadas porque la memoria, en muchos casos, es frágil.
Tras la ceremonia religiosa, en un local cedido por el Ayuntamiento, los cuarentones dieron buena cuenta de productos ibéricos, quesos y pescados, bañados con vinos y cava extremeños. Los números 4 y 0 coronaban una deliciosa tarta. La próxima a soplar, se comprometieron todos, será la de los 50. Salvatierra tendrá entonces otra fiesta.

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