sábado, 4 de agosto de 2012

AL CAER DE LA TARDE:/ MEDALLA DE ORO A LA FIDELIDAD.

TÍTULO: AL CAER DE LA TARDE:

Olor a yerba quemada
olor a establo y a pino,
animales que descansan,
y algarabía en el camino.

Una campana que tañe,
un horizonte de fuego,
el ave que llega al nido
y eleva al ciclo su ruego.

¡Ah! ... ¡Ah! ...

Tras la montaña lejana
la luna acecha curiosa,
y mientras muere la tarde,
la luz se enciende en la choza.

La campiña languidece,
se va envolviendo en la calma,
y el viento ya se adormece
tranquilizando las almas.

¡Ah! ... ¡Ah! ...

Las voces del día se escuchan,
que va muy lejos,
cual los amores pasados,
que siempre nos dejan ecos.

Y así se muere la tarde,
como se va nuestra vida,
se va envolviendo en las sombras
hasta que queda perdida.

¡Ah! ... ¡Ah! ...


TÍTULO: MEDALLA DE ORO A LA FIDELIDAD.
Ante el altar de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de Los Santos de Maimona ha tenido lugar una ceremonia de fidelidad-foto.
Ante el altar de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de Los Santos de Maimona ha tenido lugar una ceremonia de fidelidad que se viene repitiendo desde hace ya varios años: la celebración de las Bodas de Oro y de Plata de aquellas parejas que decidieron unir sus vidas en el sacramento del matrimonio hace 25 y 50 años.
Seis parejas se han vuelto a dar el 'sí quiero' ante el mismo altar donde se lo dieron por primera vez hace 50 años, en 1962. Todos ellos responden de la misma manera a la pregunta de cómo han vivido estos años de matrimonio: «ha habido de todo, buenos momentos y malos, pero lo más importante es que juntos hemos superado todo».
Francisca Castilla y Joaquín García es una de estas parejas. Se casaron un lluvioso 29 de diciembre y llevan «toda la vida juntos» porque, antes de casarse, fueron novios durante 13 años. Tienen dos hijos. Ramona Castilla y Eduardo Barros llevaban 11 años siendo novios cuando, el 15 de septiembre, se casaron. En la misma casa donde viven -calle San Bartolomé- celebraron la boda y tuvieron a sus tres hijos. Consideran que han sido siempre muy felices a pesar de no contar con demasiados recursos económicos y pasar mucho para criar a sus hijos.
También llovía el 12 de octubre cuando se casaron Presentación González y Ángel Magro, al que todos conocen por haber sido, durante muchos años, el sacristán de la misma parroquia donde se casó. En su casa nunca ha faltado ni el trabajo ni la salud, dicen. Tienen tres hijos «no nos ha sobrado nada pero tampoco nos ha hecho falta».
En la misma calle viven Adela Monge y Modesto Bermúdez, que se casaron el siete de julio y aún están emocionados por la reciente celebración de este acontecimiento con toda su familia. Tienen cinco hijos. «Yo a los 50 años de casada -dice Adela- tengo la misma ilusión que en los primeros años de matrimonio».
Dolores Tardío y Miguel Álvarez están pasando el verano en su casa de campo de la 'Cortapisa'. Mucha gente fue a verlos el 26 de mayo, el día de su boda. Poco después de casarse, y por motivos laborales, emigraron a Éibar, donde nacieron dos de sus cinco hijos. Entre Éibar y Los Santos han pasado toda su vida que dicen «no se ha salido de lo normal». La sexta pareja de las bodas de oro es la compuesta por Rita Tejón y Rufino García. Se casaron el 17 de octubre tras ser novios durante 11 años. Dicen ellos que en su juventud no han sabido lo que eran unas vacaciones, sólo trabajar para sacar adelante a la familia -seis hijos -. Rufino se ríe cuando dice que con las Bodas de Oro te das cuenta que «cada vez somos más viejos» y que a pesar de todo han disfrutado mucho en la medida de sus posibilidades.

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