El legendario dibujante de cómic estadounidense Joe Kubert, padre de personajes tan conocidos como Sgt. Rock, Hawkman o Tor, ...
Varias generaciones de jóvenes crecieron con las aventuras de 'Tor', 'Sgt. Rock' o 'Hawkman', sus personajes más populares.
El legendario dibujante de cómic estadounidense Joe Kubert, padre de personajes tan conocidos como 'Sgt. Rock', 'Hawkman' o 'Tor', ha fallecido a los 85 años, según informaron ayer varios medios estadounidenses. Su hijo David confirmó la muerte del reconocido artista de origen polaco al diario 'Star Ledger', aunque no precisó la causa del deceso.
Nacido el 18 de septiembre de 1926 en el seno de una familia judía en la localidad polaca de Yzeran -actualmente perteneciente a Ucrania-, Kubert emigró con sus padres a América cuando era niño, y realizó sus primeros pinitos con el lápiz a la temprana edad de once años en los estudios MLJ de Nueva York. Bajo la tutela de artistas como Charles Biro, Mort Meskin y Bob Montana, Kubert logró, sólo un año más tarde, abrirse un hueco en el cómic 'Archie'.
A comienzos de la década de 1940, Kubert fue contratado por DC Comics, realizando primero dibujos para varias historietas y desarrollando posteriormente el personaje de 'Hawkman'.
En los años cincuenta, Kubert comenzó a dibujar las aventuras de 'Sgt. Rock', ambientadas durante la Segunda Guerra Mundial. Una contienda que mucho más tarde, en 2003, le sirvió de inspiración para su novela gráfica 'Yossel, 19 de abril, 1943', que relata la historia de un joven artista judío que trata de sobrevivir en en el gueto de Varsovia bajo el dominio nazi.
Según explicó alguna vez Kubert, esa novela replanteaba lo que hubiese sido el destino de su propia familia si no hubiesen escapado de Polonia antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial.
También en aquellos años Kubert dio luz a otro de sus personajes más conocidos: el hombre prehistórico 'Tor', que le acompañó a lo largo de toda su vida artística.
En 1976, Kubert fundó la escuela que lleva su nombre, una institución de vocación técnica centrada en las artes y la ilustración comercial y de la cual han salido algunos de los nombres más famosos del mundo actual del cómic, como Amanda Conner, Stephen Bissette, Alex Maleev, Shane Davis y Rags Morales. Los propios hijos del prestigioso dibujante, Andy y Adam Kubert, siguieron sus pasos y obtuvieron el reconocimiento de crítica y público.
A lo largo de su carrera, Kubert acumuló numerosos reconocimientos, como los premios Harvey y Eisner, que también han sido concedidos a míticos autores como Robert Crumb, Charles M. Schulz, Hergé o Uderzo y Goscinny.
Se prevé que en octubre próximo DC Comics publique la antología 'Joe Kubert Presents', que incluirá una historia con el personaje de 'Hawkman', escrita e ilustrada por Kubert y otros colaboradores .
TÍTULO: APRENDER EL CASTUO EN CANADA.
Se dice que los que vienen de fuera saben valorar más algunas cosas que los propios dueños de ellas. Este podría ser el caso del extremeño.
Una joven canadiense-foto- aprende y promociona el habla extremeña a través de la red.
Se dice que los que vienen de fuera saben valorar más algunas cosas que los propios dueños de ellas. Este podría ser el caso del extremeño, un dialecto prácticamente olvidado que sin embargo despierta la curiosidad de algunos foráneos. Melanie Matthews es una filóloga canadiense de 34 años enamorada de la lengua española que descubrió el castúo por casualidad. «Un día de 2001 estaba buscando en Internet las lenguas de España, de repente me apareció 'estremeñu' y me llamó la atención, porque no había oído hablar de él antes», cuenta.
Melanie quería aprender una lengua relacionada con el castellano, así que comenzó a investigar más sobre su nuevo descubrimiento. «Como filóloga, me sorprendió las sustituciones de -u e -i en palabras que son -o y -e en español, además de las diferencias fonológicas», explica. Al contrario de lo que se cree, advierte de que el extremeño no es otra forma de español. «Para el oído inexperto podría parecerlo, porque tienen muchas similitudes, pero si se va más a fondo, al vocabulario, la gramática y el mismo habla, se comprueba que es muy diferente al castellano. Además, aparte de las características asturleonesas comparte rasgos con el portugués», afirma.
El conocimiento del habla extremeña ha despertado en Melanie la curiosidad por conocer Extremadura y ya ha hecho algunas investigaciones sobre la región. «Me encantaría visitarla para conocer más sobre la cultura e historia, ver los paisajes, ciudades y pueblos y conocer a su gente», afirma. De momento ha creado un foro, 'Amus a palral Estremeñu!', para estrechar lazos.
Profesores on-line
Internet ha sido la herramienta principal de Melanie para familiarizarse con el 'estremeñu' y es gracias a la red que esta canadiense conoció a su 'profesor' de extremeño, Ismael Carmona, presidente del Órgano de Seguimiento y Coordinación del Extremeño y su Cultura.
Esta organización, formada mayoritariamente por profesores, investigadores y estudiantes, busca preservar y promover el habla extremeña. Carmona cree que el caso de Melanie no es extraño. «Los que se han preocupado por nuestra lengua siempre han venido de fuera», lamenta. Sin embargo, desde la Oscec organizan distintas actividades: charlas, talleres, conciertos... para despertar el interés por su cultura en los propios extremeños que, por lo general, suelen tener buena acogida.
Internet, en este otro caso las redes sociales, es el medio por el cual el psicólogo José Antonio Ruiz está elaborando encuestas para conocer el habla extremeña y descubrir las diferencias entre las distintas zonas de la región. A través de su grupo, 'Diccionario Extremeño', la gente pone palabras y la manera de decirlas en su localidad. «Por ejemplo tenemos más de 9 maneras de llamar a las arañas patilargas, desde 'morgaño' a 'burgaño'», cuenta.
Se dice que los que vienen de fuera saben valorar más algunas cosas que los propios dueños de ellas. Este podría ser el caso del extremeño, un dialecto prácticamente olvidado que sin embargo despierta la curiosidad de algunos foráneos. Melanie Matthews es una filóloga canadiense de 34 años enamorada de la lengua española que descubrió el castúo por casualidad. «Un día de 2001 estaba buscando en Internet las lenguas de España, de repente me apareció 'estremeñu' y me llamó la atención, porque no había oído hablar de él antes», cuenta.
Melanie quería aprender una lengua relacionada con el castellano, así que comenzó a investigar más sobre su nuevo descubrimiento. «Como filóloga, me sorprendió las sustituciones de -u e -i en palabras que son -o y -e en español, además de las diferencias fonológicas», explica. Al contrario de lo que se cree, advierte de que el extremeño no es otra forma de español. «Para el oído inexperto podría parecerlo, porque tienen muchas similitudes, pero si se va más a fondo, al vocabulario, la gramática y el mismo habla, se comprueba que es muy diferente al castellano. Además, aparte de las características asturleonesas comparte rasgos con el portugués», afirma.
El conocimiento del habla extremeña ha despertado en Melanie la curiosidad por conocer Extremadura y ya ha hecho algunas investigaciones sobre la región. «Me encantaría visitarla para conocer más sobre la cultura e historia, ver los paisajes, ciudades y pueblos y conocer a su gente», afirma. De momento ha creado un foro, 'Amus a palral Estremeñu!', para estrechar lazos.
Profesores on-line
Internet ha sido la herramienta principal de Melanie para familiarizarse con el 'estremeñu' y es gracias a la red que esta canadiense conoció a su 'profesor' de extremeño, Ismael Carmona, presidente del Órgano de Seguimiento y Coordinación del Extremeño y su Cultura.
Esta organización, formada mayoritariamente por profesores, investigadores y estudiantes, busca preservar y promover el habla extremeña. Carmona cree que el caso de Melanie no es extraño. «Los que se han preocupado por nuestra lengua siempre han venido de fuera», lamenta. Sin embargo, desde la Oscec organizan distintas actividades: charlas, talleres, conciertos... para despertar el interés por su cultura en los propios extremeños que, por lo general, suelen tener buena acogida.
Internet, en este otro caso las redes sociales, es el medio por el cual el psicólogo José Antonio Ruiz está elaborando encuestas para conocer el habla extremeña y descubrir las diferencias entre las distintas zonas de la región. A través de su grupo, 'Diccionario Extremeño', la gente pone palabras y la manera de decirlas en su localidad. «Por ejemplo tenemos más de 9 maneras de llamar a las arañas patilargas, desde 'morgaño' a 'burgaño'», cuenta.
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