Mira quién habla. «Vivir como han vivido hasta ahora los tabaqueros, eso se acabó». Patricia Travieso Filóloga y hortelana ecológica biodinámica en la Vera Acabaron Filología y se vinieron a La Vera a vivir de la tierra. Ahora comercializan .
Entre huertas. Patricia Travieso vive en el campo, en Villanueva de la Vera, trabajando en sus tres hectáreas de cultivo ecológico. -foto.
Patricia Travieso Filóloga y hortelana ecológica biodinámica en la Vera
Acabaron Filología y se vinieron a La Vera a vivir de la tierra. Ahora comercializan sopas, especias, pimentón y cuscús,.
Su padre era el delegado en Madrid de
Fagor Industrial y su madre era ama de casa. Gente de ciudad. En su
familia no había antecedentes hortelanos. Conoció a José, su pareja,
estudiando Filología. Se fueron a vivir al campo, a un pueblo de Madrid.
Tenían un huerto de autoconsumo y descubrieron que ese modo de vida les
gustaba mucho.
-Creo que la felicidad es relativa. Son momentos en la
vida. Es estar donde quieres estar. En ese sentido sí me siento feliz.
Hemos elegido la vida que queremos llevar. Esto lo hemos conseguido, era
nuestro sueño, hemos partido de cero, hemos dejado a nuestros amigos, a
nuestra familia, nuestro entorno. Y nos ha costado. Pero hemos
conseguido salir adelante y vivir de esto cien por cien.
TÍTULO: LLEGAN LOS CARNAVALES LOW COST,.
Con un mono de color naranja hay quien piensa vestirse de preso de Guantánamo estos carnavales. Y con uno azul más pañuelo moquero .
De los 40.000 euros menos de Navalmoral al 4,5% de
reducción en el presupuesto de Badajoz, el carnaval de la crisis echa
más que nunca mano de la imaginación
El tijeretazo a la fiesta no echa atrás a sus adeptos, dispuestos a dar la murga para alegrar la crisis
TIEMPO DE REBAJAS
368.221
euros en Badajoz para este año, un 4,5% menos de presupuesto que el año pasado
95.340
es el dinero con el que se cuenta en Navalmoral para esta edición, 40.000 menos que en 2011
15.700
euros es el presupuesto para la fiesta en Mérida, idéntico al de la edición anterior
LAS REACCIONES
ABDÓN GUISADO BADAJOZ
«Hay una comparsa menos pero las mismas murgas, así que nos mantenemos bien»
LUIS ZAMORANO MÉRIDA
«Hay ánimo de fiesta, de hecho hemos tenido un crecimiento espectacular de agrupaciones»
Con un mono de color naranja hay quien piensa
vestirse de preso de Guantánamo estos carnavales. Y con uno azul más
pañuelo moquero con cuatro nudos sobre el cráneo, resucitar el pefil en
estos momentos prácticamente exótico de obrero de la construcción.
Habrá, en definitiva, menos oropel que en otras ediciones pero los
adictos a esta fiesta aseguran que no están dispuestos a que se pierdan
las ganas de pasarlo bien a pesar de la reducción de presupuesto para
celebrarlo.
Es su objetivo para estos carnavales de la crisis, en los
que los ayuntamientos han metido la tijera. El caso más notable es el
de Navalmoral de La Mata, donde se cuenta con 23.000 euros menos que el
año pasado, en el que ya hubo una rebaja del 20% respecto a la
aportación de 2011. En Badajoz la reducción es del 4,5%, mientras que en
Mérida se mantiene la misma asignación que el año anterior y en Cáceres
no se va a aportar nada.
«En nuestro caso está claro que se puede hacer más con
menos», dice el concejal de Festejos de Mérida, Daniel Serrano, que
convocó a las asociaciones para ver cómo podían organizar la fiesta sin
subir la partida, idéntica a la del año anterior. «La gente está
contenta y una prueba de ello es que hemos batido records en chirigotas y
comparsas. Son 28 las que quieren participar frente a la media de 20
que eran habituales y eso nos ha obligado incluso a organizar un día más
de semifinal».
Han aplicado fórmulas como que quien gestiona la barra
de la carpa de la Plaza de España se encarga también de los gastos de
instalación, luces y demás; han ofrecido por segundo año a las
asociaciones una caseta de las que utilizan en la feria del libro y
otros eventos para que realicen actividades, desde talleres hasta
degustaciones y actuciones; han rebajado el número de premios o han
hecho trueque con la edición de la revista de carnaval para que la haga
una empresa a cambio de publicidad. Medidas que no han molestado a
carnavaleros de pro como los De La Marara, el grupo de chirigotas más
veterano de la capital emeritense «porque es la lógica del día a día,
las administraciones tienen menos recursos y se recorta de las fiestas.
Pero se pueden seguir haciendo cosas muy dignas, todo es cuestión de
ponerle imaginación», indica Luis Zamorano, miembro de este grupo.
En Navalmoral también se ha aplicado la tijera sobre los ostentosos vestidos de las reinas entre otras cosas.
Los que lucían eran espectaculares, del corte de los que
se utilizan en Tenerife, pero su precio era muchas veces de más de 3.000
euros y en estos momentos no se puede sostener. Lo que va a hacer el
consistorio es proporcionar a las chicas un atuendo también vistoso pero
más modesto y tendrán que lucirlo sin damas de honor porque el recorte
presupuestario también las ha quitado del medio. Lo cierto es que en
vestuario se van ahorrar hasta 18.000 euros.
La merma económica ha llevado también a disminuir el
número de premios y su cuantía, de manera que se distinguirán 5 carrozas
en vez de las 6 habituales y a 6 comparsas frente a 9; la cuantía para
unas y otras se reduce en 200 euros. A los moralos, sin embargo, no se
les han quitado tampoco las ganas de salir a la calle a celebrar su
carnaval, aunque tendrán que esperar a que pase un tiempo para proponer
el paso de la declaración de Interés Turístico Regional que ahora
detenta a la de Nacional que por el momento es exclusiva del de Badajoz.
En la capital pacense también ha habido menos dinero para
la edición de este año, tercero de bajada presupuestaria para la
celebración. Una de las consecuencias más llamativas es que el desfile
del 10 de febrero será por la mañana en lugar de la noche «para ahorrar
en la iluminación especial que el Ayuntamiento instalaba», apunta Abdón
Guisado, presidente de la Federación de Asociaciones Locales del
Carnaval Pacense, Falcap.
Se ha recuperado sin embargo el desfile infantil del
Entierro de la Sardina que el año pasado no pudo celebrarse por falta de
fondos. Este año será posible gracias a aportaciones privadas que ha
conseguido la asociación de vecinos de San Roque que no estaba dispuesta
a que una cita tan tradicional tampoco tuviera lugar en esta ocasión.
«La crisis no nos quita las ganas de salir a la calle.
Hay muchas, muchísimas, porque llevamos todo el año ensayando y
esperando este momento».
Donde el Ayuntamiento no va a aportar dinero a la fiesta
es en Cáceres. «No hay capacidad para contratar nada», decía la semana
pasada el concejal de Juventud, Pedro Muriel, después de que el
colectivo que está intentando devolverle peso a la celebración pidiera
colaboración municipal. Sí la han prestado, sin embargo, los hosteleros
de la zona centro, que se disfrazarán y organizarán actividades para
crear ambiente.
A lo que sí se ha comprometido el consistorio es a
someter a debate el respaldo popular que se dé a la fiesta este año para
determinar si la apoya en sucesivas ediciones.
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