miércoles, 20 de febrero de 2013

JUAN MANUEL CUELGA LAS TIJERAS,./ EL BARCO RUMBO AL FIN,.

TÍTULO: JUAN MANUEL CUELGA LAS TIJERAS,.

Juan Manuel Merino se ha jubilado recientemente tras cumplir 50 años como peluquero. Un hombre popular en Puebla de la Calzada, que ha.

Juan Manuel Merino se ha jubilado recientemente tras cumplir 50 años como peluquero. Un hombre popular en Puebla de la Calzada, que ha cortado el pelo a cuatro generaciones de poblanchinos, abuelos, padres, hijos y nietos. Juan Manuel es un eslabón intermedio de una saga de peluqueros que inició su padre Basilio y que continúan ahora sus hijos Antonio y Ángel.
Los inicios de la familia Merino en el mundo de la peluquería se remontan al primer tercio del siglo pasado. «Mi padre Basilio empezó en 1937 a los 13 años con don Alfonso 'el practicante', que dejó la peluquería para dedicarse a sacar muelas y poner inyecciones», rememora Juan Manuel Merino, al tiempo que detalla que sus primeros clientes «fueron los moros que estaban en la guerra».
En cuanto al local era el mismo que hasta ahora, la misma habitación en la misma casa. «Mi padre tenía tanto trabajo que una tía le llevaba la comida a la peluquería y así entre corte y corte, comía».
De aquella época también destaca que hizo igualas, «sobre todo con la gente más pudiente». «Mi padre afeitaba mucho a domicilio y algunas clientes le pagaban en especie, por ejemplo, con aceite». En el año 1953 se inauguran los Salesianos, y Basilio, ayudado por un cuñado, también se hace cargo de la peluquería del colegio, siendo años más tarde cuando entra en escena Juan Manuel. «Yo me incorporé en 1960, con 13 años, cuando lo dejó su cuñado. Además también contábamos con varios oficiales de tantísimo trabajo como teníamos, ya que por aquellos años llevábamos tres establecimientos, El Casino, los Salesianos y la peluquería de la calle los Silos. Yo me fui a cortar el pelo a los Salesianos y allí, entre cientos de alumnos, también corté el pelo a Pedro Almodóvar. Pasados unos años, mi padre enfermó y se fue a Madrid y yo me quedé solo en la peluquería hasta mi jubilación, tras medio siglo de oficio», recuerda Juan Manuel.
Volviendo la vista atrás, afirma que «antiguamente se afeitaba mucho, entre los útiles de trabajo teníamos un suavizador de correa y una navaja de hoja. Las máquinas eran manuales y nos salían callos en las manos. Una vez que decayó el afeitado, llegó la máquina eléctrica. A los 18 años me trasladé tres meses a Madrid para hacer un curso de corte de pelo a navaja».
En cuanto a tendencias y estilos, resalta que antiguamente lo que se llevaba era el corte clásico. «A los pequeños se les cortaba con la máquina manual y se les quedaba el pelo muy corto con un poco de flequillo». «Con el curso realizado en Madrid -agrega- aprendí el corte de pelo a navaja, y conseguí atraer a mucha juventud con esa nueva tendencia, además de mantener una clientela muy exquisita, a los cuales le hacía un corte de pelo a tijera completamente artesanal y manual, entre ellos Antonio Pérez y Juan Murillo, que le decían 'el chaira'.
Preguntado sobre sus preferencias a la hora de trabajar, Juan Manuel no duda a la hora de responder que «lo que más me gustaba era cortar el pelo con la tijera y el peine, así como los arreglos de bigote».

TÍTULO: EL BARCO RUMBO AL FIN,.

.Aún estoy en shock, a ver si al publicarlo caigo en la cuenta», tuiteó Bernabé Fernández (Palomares) hace unas semanas. Ni el cura del ...
 
Aún estoy en shock, a ver si al publicarlo caigo en la cuenta», tuiteó Bernabé Fernández (Palomares) hace unas semanas. Ni el cura del Estrella Polar daba crédito a la noticia: ‘El Barco’ llega a su final. Después de 43 capítulos, la ficción española con mejor debut televisivo de las últimas tres décadas –con 4.769.000 espectadores– termina mañana su travesía por un mundo devastado por un cataclismo (a las 22.30 horas, en Antena 3).
Para muchos de sus parroquianos, las tramas no soportaban más vueltas de tuerca y, cada vez, se parecía más a ‘El Internado’, ‘Los hombres de Paco’ y ‘Perdidos’. Pero no iban por ahí los motivos de su llegada a puerto. La cadena argumentó que la decisión se debía a que «no se han cumplido las expectativas de audiencia», aunque durante estos dos años ha registrado una media de 3.218.000 espectadores –el capítulo menos visto tuvo 2.013.000 seguidores–. «Es una serie cara que solo tendría sentido mantenerla, desde el punto de vista empresarial, si fuese absolutamente líder en todas las franjas», ha explicado Iván Escobar, su director ejecutivo.
Además de pagar el caché de actores como Mario Casas y Blanca Suárez, hay que tener en cuenta que se rueda en «dos platós inmensos en Madrid que recrean completamente un barco por dentro, que nada tiene que ver con una casa de Ikea», comentó Escobar, «y eso se refleja en el presupuesto». Se trata de uno de los escenarios «más espectaculares de Europa», que ahora visitan productores extranjeros interesados en adaptar en sus países esta serie, que ya ha llegado a Eslovenia, República Checa y Brasil.
A lo que se le suma la partida destinada a Biodramina para soportar las mareas en la goleta Cervantes Saavedra. Un velero con más de 48 metros de eslora –el segundo más grande de España solo superado por el Juan Sebastián Elcano–, donde se han rodado los exteriores. «Aquí ha vomitado hasta el apuntador», revela Escobar. «Hemos tenido que cortar muchísimas tomas porque alguno de los compañeros se encontraba mal. No solo por los actores, ¡también por los cámaras! Se paraba la escena, se recuperaban un poco y de vuelta al trabajo».
Boda a la vista
La tripulación del Estrella Polar se deberá enfrentar a su última aventura. Burbuja o, mejor dicho, Roberto Schneider (Iván Massagué), intentará rescatar a sus compañeros convenciendo a Alexander y los soldados del Estrella del Norte de que toda la información que necesitan está en su cabeza. ¿Será verdad que ha estado fingiendo todo este tiempo?
Pero sin duda la guinda del pastel será la boda de Ainhoa, aunque todavía no sabemos con quién. La actriz Blanca Suárez ya matizó que «nada es lo que parece en esta serie» y la puerta está abierta para Max o Ulises. Los guionistas prometen «un giro inesperado», que cierra con Ulises (Mario Casas). ¿Cumplirá Gamboa su misión: matar a Ulises? Lo que sí han asegurado es que lo vivido por los personajes no será un sueño –como en ‘Los Serrano’– y la vida seguirá. Como colofón han grabado «un epílogo con frases de Mario Casas, Blanca Suárez y Juanjo Artero (el capitán)» para un desenlace que espera no defraudar –aunque saben que «no convencerá a todo el mundo»– y que dejará alguna de las incógnitas abiertas.

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