Juan Manuel Merino se ha jubilado recientemente tras cumplir 50 años como peluquero. Un hombre popular en Puebla de la Calzada, que ha.
Juan Manuel Merino se ha jubilado recientemente tras cumplir 50
años como peluquero. Un hombre popular en Puebla de la
Calzada, que ha cortado el pelo a cuatro generaciones de
poblanchinos, abuelos, padres, hijos y nietos. Juan Manuel es un eslabón
intermedio de una saga de peluqueros que inició su padre Basilio y que continúan
ahora sus hijos Antonio y Ángel.
Los inicios de la familia Merino en el mundo de la peluquería se
remontan al primer tercio del siglo pasado. «Mi padre Basilio empezó en 1937 a
los 13 años con don Alfonso 'el practicante', que dejó la peluquería para
dedicarse a sacar muelas y poner inyecciones», rememora Juan Manuel Merino, al
tiempo que detalla que sus primeros clientes «fueron los moros que estaban en la
guerra».
En cuanto al local era el mismo que hasta ahora, la misma
habitación en la misma casa. «Mi padre tenía tanto trabajo que una tía le
llevaba la comida a la peluquería y así entre corte y corte, comía».
De aquella época también destaca que hizo igualas, «sobre todo con
la gente más pudiente». «Mi padre afeitaba mucho a domicilio y algunas clientes
le pagaban en especie, por ejemplo, con aceite». En el año 1953 se inauguran los
Salesianos, y Basilio, ayudado por un cuñado, también se hace cargo de la
peluquería del colegio, siendo años más tarde cuando entra en escena Juan
Manuel. «Yo me incorporé en 1960, con 13 años, cuando lo dejó su cuñado. Además
también contábamos con varios oficiales de tantísimo trabajo como teníamos, ya
que por aquellos años llevábamos tres establecimientos, El Casino, los
Salesianos y la peluquería de la calle los Silos. Yo me fui a cortar el pelo a
los Salesianos y allí, entre cientos de alumnos, también corté el pelo a Pedro
Almodóvar. Pasados unos años, mi padre enfermó y se fue a Madrid y yo me quedé
solo en la peluquería hasta mi jubilación, tras medio siglo de oficio», recuerda
Juan Manuel.
Volviendo la vista atrás, afirma que «antiguamente se afeitaba
mucho, entre los útiles de trabajo teníamos un suavizador de correa y una navaja
de hoja. Las máquinas eran manuales y nos salían callos en las manos. Una vez
que decayó el afeitado, llegó la máquina eléctrica. A los 18 años me trasladé
tres meses a Madrid para hacer un curso de corte de pelo a navaja».
En cuanto a tendencias y estilos, resalta que antiguamente lo que
se llevaba era el corte clásico. «A los pequeños se les cortaba con la máquina
manual y se les quedaba el pelo muy corto con un poco de flequillo». «Con el
curso realizado en Madrid -agrega- aprendí el corte de pelo a navaja, y conseguí
atraer a mucha juventud con esa nueva tendencia, además de mantener una
clientela muy exquisita, a los cuales le hacía un corte de pelo a tijera
completamente artesanal y manual, entre ellos Antonio Pérez y Juan Murillo, que
le decían 'el chaira'.
Preguntado sobre sus preferencias a la hora de trabajar, Juan
Manuel no duda a la hora de responder que «lo que más me gustaba era cortar el
pelo con la tijera y el peine, así como los arreglos de bigote».
TÍTULO: EL BARCO RUMBO AL FIN,.
.Aún estoy en shock, a ver si al publicarlo caigo en la cuenta», tuiteó Bernabé Fernández (Palomares) hace unas semanas. Ni el cura del ...
Aún estoy en shock, a ver si al publicarlo caigo en la cuenta», tuiteó Bernabé
Fernández (Palomares) hace unas semanas. Ni el cura del Estrella Polar daba crédito a la noticia: ‘El Barco’ llega a su final. Después de 43 capítulos, la
ficción española con mejor debut televisivo de las últimas tres décadas –con
4.769.000 espectadores– termina mañana su travesía por un mundo devastado por un
cataclismo (a las 22.30 horas, en Antena 3).
Para muchos de sus parroquianos, las tramas no soportaban más vueltas
de tuerca y, cada vez, se parecía más a ‘El Internado’, ‘Los hombres de Paco’ y ‘Perdidos’. Pero no iban por ahí los motivos de su llegada a
puerto. La cadena argumentó que la decisión se debía a que «no se han cumplido
las expectativas de audiencia», aunque durante estos dos años ha registrado una
media de 3.218.000 espectadores –el capítulo menos visto tuvo 2.013.000
seguidores–. «Es una serie cara que solo tendría sentido mantenerla, desde el
punto de vista empresarial, si fuese absolutamente líder en todas las franjas»,
ha explicado Iván Escobar, su director ejecutivo.
Además de pagar el caché de actores como Mario Casas y Blanca Suárez, hay que tener en cuenta que se rueda en «dos
platós inmensos en Madrid que recrean completamente un barco por dentro, que
nada tiene que ver con una casa de Ikea», comentó Escobar, «y eso se refleja en
el presupuesto». Se trata de uno de los escenarios «más espectaculares de
Europa», que ahora visitan productores extranjeros interesados en adaptar en sus
países esta serie, que ya ha llegado a Eslovenia, República Checa y Brasil.
A lo que se le suma la partida destinada a Biodramina para soportar
las mareas en la goleta Cervantes Saavedra. Un velero con más de 48 metros de
eslora –el segundo más grande de España solo superado por el Juan Sebastián
Elcano–, donde se han rodado los exteriores. «Aquí ha vomitado hasta el
apuntador», revela Escobar. «Hemos tenido que cortar muchísimas tomas porque
alguno de los compañeros se encontraba mal. No solo por los actores, ¡también
por los cámaras! Se paraba la escena, se recuperaban un poco y de vuelta al
trabajo».
Boda a la vista
La tripulación del Estrella Polar se deberá enfrentar a su última
aventura. Burbuja o, mejor dicho, Roberto Schneider (Iván Massagué), intentará rescatar a sus compañeros
convenciendo a Alexander y los soldados del Estrella del Norte de que toda la
información que necesitan está en su cabeza. ¿Será verdad que ha estado
fingiendo todo este tiempo?
Pero sin duda la guinda del pastel será la boda de Ainhoa, aunque todavía no sabemos con quién. La actriz Blanca
Suárez ya matizó que «nada es lo que parece en esta serie» y la puerta está
abierta para Max o Ulises. Los guionistas prometen «un giro inesperado», que
cierra con Ulises (Mario Casas). ¿Cumplirá Gamboa su
misión: matar a Ulises? Lo que sí han asegurado es que lo vivido por los
personajes no será un sueño –como en ‘Los Serrano’– y la vida seguirá. Como
colofón han grabado «un epílogo con frases de Mario Casas, Blanca Suárez y
Juanjo Artero (el capitán)» para un desenlace que espera no defraudar –aunque
saben que «no convencerá a todo el mundo»– y que dejará alguna de las incógnitas
abiertas.
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