miércoles, 27 de febrero de 2013

NI EN EL VERTEDERO COMI TAN MAL EL HORMIGUERO Adela Úcar,. ./ VOY INTENTAR DISFRUTAR EN LA PLAZA A LA AFICIÓN,«José Tomás es mucho más que un torero que se queda quieto».

TÍTULO: NI EN EL VERTEDERO COMI TAN MAL. EL HORMIGUERO Adela Úcar,.

 El Hormiguero 3.0 lo visita la artista
Adela Úcar, y le hace Pablo Motos esta gran entrevista,.

NI EN EL VERTEDERO COMI TAN MAL.


Porque no es lo mismo contarlo que vivirlo, Adela Úcar (Bilbao, 1980) dormirá entre rejas para compartir la experiencia de varias españolas,.


Porque no es lo mismo contarlo que vivirlo, Adela Úcar (Bilbao, 1980) dormirá entre rejas para compartir la experiencia de varias españolas en una prisión cerca de Najayo (República Dominicana). En ‘21 días en la cárcel’ (mañana a las 0.30 horas en Cuatro) sentirá en su piel el peligro constante.
– ¿Qué le impactó más?
– La pérdida de la libertad y la falta de control sobre ti misma, eso te hace sentir muy vulnerable. Me afectó anímicamente, estuve con crisis de ansiedad y bastante decaída. Nada más llegar te quitan todo lo que tienes y te dan un uniforme y un colchón. No tenía teléfono, cumplía los horarios, solo tenía la comida de allí que es malísima...
– ¿Cuál era el menú?
– Ha sido la peor alimentación que he tenido en ‘21 días’. ¡Ni en el vertedero de Nicaragua comí tan mal! Aparte de que no estaba buena, la dieta se basaba en hidratos de carbono: arroz, habichuelas, harina y plátano. Dos días pusieron trozos minúsculos de pollo y arenques secos. No había fruta, verduras, ni leche. Eso hace que haya sobrepeso y anemia en esta prisión.
– ¿Llegó a compartir celda?
– La cárcel decidió, por temas de seguridad, que no compartiera celda. Por la noche, me encerraban para que no entrara nadie.
– ¿Su presencia perturbó a las internas?
– El problema era la cámara. Había chicas que no querían salir en televisión porque tienen familia en España y no saben que están allí. Los primeros días tenían recelo, se apartaban y, en una ocasión, llegaron a increparme. Cuando vieron que solo tenía interés en las personas que querían contarnos su historia, la relación cambió.
– En la ‘promo’ hay peleas...
– Fue un momento muy tenso y me puse muy nerviosa. Me pilló sola en un pasillo y me acerqué. Fue una pelea entre dos chicas, el motivo no lo sé, y fue fuerte aunque sabía que no tenían armas. Tampoco sabía cómo iban a reaccionar ellas al verme grabando. Incluso tenía miedo de que me requisaran la grabación.
La cárcel de hombres
– En las películas, la hora del patio es muy conflictiva. ¿Es solo un estereotipo?
– No vi peleas ni chanchullos. El patio es donde pueden respirar, hacer deporte y relajarse. Delante de esta cárcel hay una de hombres y, aunque está prohibidísimo, han creado un sistema de comunicación de signos para hablar con ellos.
– ¿Cómo vio a las españolas?
– Están desesperadas por estar lejos de sus familias y desorientadas por el funcionamiento del sistema judicial dominicano. La mayoría no tienen recursos económicos y cuentan con abogados públicos. Les falta información sobre sus propios casos y, al no tener nadie en quien apoyarse, sufren mucha angustia.
– ¿Qué futuro les espera?
– La llegada a España va a ser un palo fuerte, aunque les quedan varios años. Deberán enfrentarse a la realidad y les puede afectar el estigma de ser presa. Ellas están muy preocupadas por sus hijos, porque son pequeños y temen que ese vínculo se rompa.

TÍTULO:  VOY INTENTAR DISFRUTAR EN LA PLAZA A LA AFICIÓN,.

TOROS

«José Tomás es mucho más que un torero que se queda quieto»,.

 

Comienza 2013 y con él las publicaciones en materia taurina. Ediciones Bellaterra ha sido la primera en lanzar un libro sobre tauromaquia este año. 'Elogio y refutación de la quietud. Una tauromaquia (casi) inmóvil. José Tomás versus Morante de la Puebla' es la obra de Antonio Pradel Rico (Madrid, 1975).
De los tres paradigmas que conforman el canon de la tauromaquia -parar, templar y mandar- el autor ha decidido reflexionar sobre la quietud. Licenciado en Bellas Artes e Historia del Arte, Antonio Pradel ha conjugado su labor como investigador en el campo de la estética con su pasión por el toreo.
-En su obra reflexiona sobre la quietud y toma como referencia los conceptos del toreo de José Tomás y Morante. ¿Por qué ha elegido a estos matadores?
-El concepto de quietud en tauromaquia y en las artes escénicas era algo que siempre me había interesado, especialmente en el toreo dentro del canon de parar, templar y mandar. El hecho de parar resulta un tanto enigmático y me gustaba. Cuando surge la figura de José Tomás, es evidente que emociona al público en gran parte por esa forma tan manifiesta de aguantar quieto la embestida del toro. Por otra parte Morante, en repetidas entrevistas a lo largo de los años, empieza a desmarcarse de lo que él llama obsesión por la quietud, algo que surge a partir de las nuevas formas impuestas por José Tomás a base de valor y exposición. Morante reivindica otro tipo de tauromaquia, diferente. Lo que vengo a resumir en el libro es que ninguna de las dos está por encima de la otra, sino que son complementarias y que así deberíamos entenderla los aficionados más allá de rivalidades lógicas entre toreros.
-La rivalidad siempre está presente en el toreo y en parte es necesaria, ¿no cree?
-Sí, de hecho en las épocas de más auge siempre ha habido rivalidad, desde Joselito y Belmonte. Cuando uno de ellos se queda solo surge un vacío enorme, porque no es solo una cuestión de ver quien tiene la verdad del toreo, sino que para que uno exponga su tauromaquia necesita del contrapeso de la otra figura.
-¿La quietud es la palabra que define el toreo de José Tomás?
-En un primer momento yo creo que sí, pero José Tomás es mucho más que un torero que se queda quieto. Cada vez que ha reaparecido, ha profundizado en su concepto del toreo hasta hacerlo extraordinariamente bien. Torea con más carga, con más profundidad, más largo, más despacio. Intenta hacer las cosas de otra manera, con otra intención, con más sabiduría. Mientras toreros como él no se cansen de jugarse la vida estaremos viviendo una época esplendorosa en la forma de torear. La pena es que estos matadores no entren, no digo en competencia directa porque esto no es una competición deportiva, pero sí sería extraordinario para la fiesta que se les pudiera ver ocho o diez tardes toreando juntos a lo largo del año.
-¿Cree que la quietud se confunde con el valor?
-Desde luego no son lo mismo. Hay muchos toreros con valor que no lo manifiestan por medio de la quietud. El valor es consustancial a todo el que se pone delante de un toro pero la quietud sería un paso más, una cualidad que enfatiza ese valor, pero no son la misma cosa. Quedarse quieto no es torear, hacen falta más cualidades para expresar el toreo.
-¿Cuál sería la cualidad para expresar el toreo que definiría a Morante de la Puebla?
-Para mí es más difícil de definir el toreo de Morante que el de José Tomás, que me parece más evidente en ese sentido, sin que esto sea un demérito. Cuando intentas hablar de Morante recurres a términos que no significan nada y das vueltas alrededor de lo que quieres decir sin llegar a conseguirlo. Puedes hablar de gracia, duende, embrujo, genio... Yo recurro a sus entrevistas. A la hora de hablar de su toreo Morante hace menciones que pueden resultar sorprendentes cuando se trata de hablar de un torero denominado artista. Él se remite a la tauromaquia de Domingo Ortega y explica que a él lo que le gusta es el toreo campero. En un primer momento puede chocar, pero que si atiendes a las labores que él desarrolla sobre el ruedo se entiende muy bien. Lo que finalmente podría definir su toreo es la naturalidad, porque cuando él se encuentra a gusto y lo transmite al público, es cuando aquello parece surgir de un estado absolutamente no forzado. La naturalidad es lo más difícil de conseguir, porque implica también la quietud necesaria y el valor, pero sin enfatizarlo.
-Morante de la Puebla es un torero que para también el tiempo cuando cuaja un toro por lo despacio que llega a torear...
-Morante tiene una fórmula preciosa con respecto al temple. Él habla no ya de frenar la embestida del toro, sino de echarla para atrás irrealmente. No es una percepción muy habitual en tauromaquia, pero ocurre alguna vez. Hoy en día hay muchos toreros que torean extraordinariamente bien y muy despacio, pero creo que con Morante la sensación es otra. Es el torero que más lejos ha llevado la cuestión del toreo curvo, de la línea curva en tauromaquia. En el embroque no solo frena la embestida del toro, sino que la lleva más atrás en sentido circular, alrededor del cuerpo, con lo cual se acentúa ese frenazo del toro al llegar al embroque.
Una trilogía
-¿Tiene en mente continuar reflexionando sobre cuestiones estéticas y tauromaquia?
-Como escritor, lo que más me gusta es escribir de toros, aunque también he escrito sobre cuestiones de estética, arte contemporáneo, historia del arte. Lo que me interesa es tratar la tauromaquia como un arte en sí misma, y analizar cuestiones de estética y de arte desde el punto de vista de la tauromaquia. Me gustaría seguir indagando en los conceptos de temple y mando, hacer una trilogía, un primer acercamiento al canon. No obstante también me gusta mucho el flamenco y algún día me gustaría recopilar y editar material que tengo sobre toros y flamenco.

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