,.Eran y fueron dos asuntos mayores: la
reaparición de Fernando Cruz tras su gravísima cornada del
pasado agosto en las Ventas, y la primera ...
Eran y fueron dos asuntos mayores: la reaparición de Fernando Cruz
tras su gravísima cornada del pasado agosto en las Ventas, y la primera vez que
Victorino Martín lidiaba corrida completa del hierro de Albaserrada en
Valdemorillo. Ni Sergio Aguilar ni Alberto Lamelas habían toreado antes en esta
feria singular y tempranera.
Fue una tarde de invierno cerrado, aguanieve al entrar en la plaza,
lluvia fina al salir. Y, sin embargo, un casi lleno. En plaza cubierta, una
temperatura más que aceptable. Ambiente de gente caliente. El gancho de
Victorino, los fieles a Fernando Cruz, que es torero muy querido en Madrid, el
reclamo de las novedades. A Fernando lo sacaron a saludar después del paseo con
una ovación clamorosa.
Fue espectáculo serio y de interés. Una corrida de Victorino más
desigual que variada: de tipo, remate, condición y hechuras muy distintos. Dos
toros de particular relieve: un tercero de nobilísima embestida al ralentí y un
sexto de linda estampa, bajo de agujas, corto de manos, elástico, con carbón,
fijeza, prontitud y estilo de fondo. Bravo. Cinqueños los dos, y los dos en el
lote de Lamelas.
Fue corrida enlotada y resuelta a capricho: en el lote de Sergio
Aguilar se reunieron un bonito primero entrepelado, bien armado, de mucha viveza
pero pegajoso, revoltoso y de meterse por debajo finalmente; y un cuarto feo con
ganas, fuera de tipo, cornicorto pero cornipaso y bizco, cabezón, montado, de
alta cruz y corto cuello que topó con brusquedad, escarbó, se rebotó y solo se
movió para defenderse o salirse distraído.
Y un tercer lote, el de Fernando Cruz, que no fue ni el goloso de
Lamelas ni el ingrato de Aguilar. El segundo de corrida, que atacó de salida,
cortó en banderillas, fue toro celoso y por eso incómodo, un punto incierto.
Nada sencillo. Y un quinto de cuerna oscura, pobres pitones negros, muchas
carnes -caja, culata, vientre-, cobardón, aplomadote y apagado, sin gota de
temperamento. Se dice manejables de muchas clases de toros , y este lo fue. Lo
lidió con exquisita suavidad Agustín Serrano y la brega, sucinta, fue calmante o
sedante para toro tan poco ganoso.
La sombra de Victorino se deja siempre sentir y, avisada o
consciente de ello, la gente vive las corridas del hierro con una atención
distinta. La emoción incierta, el riesgo de andar por el alambre, algún
calambre. De todo hubo en festejo de tan abierto menú. El primero se echó a los
lomos a Sergio Aguilar después de haberle apuntado a los tobillos varias veces,
pero la cogida quedó en gran revolcón; pese a su seráfico espíritu, el sexto no
perdonó un error de Lamelas ya avanzada la faena y lo prendió entre las piernas
para zarandearlo de un cuerno a otro hasta sacudírselo. No pasó tampoco nada más
que la tunda incruenta y breve.
Cuadrillas
El segundo anduvo amagando con llevarse a Cruz en algún rebañón.
Sergio Aguilar no le dio al cuarto ni cancha ni tregua, porque era toro de
matadero. Los picadores y los banderilleros recibieron atención especial.
Fernando Téllez, notable rehiletero, puso dos pares buenos al quinto. Se portó
la cuadra de caballos con dócil diligencia. Aunque los dos trasteos de Cruz y
Lamelas fueron más largos que cortos, la corrida pasó en un suspiro. Buena
señal.
Fernando Cruz, suelto, encajado y airoso con el capote a la
verónica -brazos sueltos, buen dibujo-, le hizo al celoso segundo una hermosa
faena de valor y aguante, emotiva porque se corrieron riesgos y porque en los
momentos de tensión se impuso el torero de Chamberí, con toques oportunos.
na excelente tanda en redondo de acento clásico -Fernando es torero
muy fiel al clasicismo madrileño entre garboso y gracioso-, dos monumentales
pases obligados de pecho. Y ese candor de torero que siente el oficio. Una
estocada caída, una oreja. Más cómodo el trabajo con el apacible quinto, que
llegó a desarmarlo en un descuido, pero le dejó plantarse entre pitones en un
medio péndulo descarado. Suaves muletazos de compañía, sosegada actitud,
torería, ilusión evidente, media estocada contraria, otra oreja. Una reaparición
por todo afortunada.
Sin la menor suerte en el reparto de toros , Aguilar estuvo tan
firme y entero como suele. Vocación purista en su empeño de traerse hacia atrás
y adentro las embestidas pegajosas del primero; una tanda de gran trazo con la
zurda por el pitón tratable del toro. Y desacierto con las espadas: cuatro
intentos con la de matar, seis con el verduguillo. Al cuarto lo despachó con
oficio.
Lamelas no había matado nunca antes una corrida de Victorino. Se
cumplió una tradición casi rigurosa: Victorino sonríe a los que se estrenan con
él. Los dos toros de la corrida. No fue sencillo acoplarse a la embestida tan
despaciosa del tercero, y menos hacerlo algo encima y hasta al hilo del pitón,
pero se dejó ver Lamelas entonces como torero de recursos, templado.
Desigual el ritmo de la faena, cuya cumbre fue la reacción tras la
voltereta. Reacción apasionada, de torero al ataque. No con la espada: un feo
metisaca, un pinchazo, una estocada. No le volvió la cara al bravo sexto, muy
bien picado y sangrado, y, aunque costó estar más que antes, se estuvo. Sin
redondear, sin renunciar, tranquilo en la cara y terrenos del toro. Faena de
méritos. Se quedó el toro dentro algunas cosas. Estaba en una terraza de tendido
y en silla de ruedas 'El Chano', banderillero gravemente herido el pasado
verano. Le brindó Lamelas la muerte de ese sexto.
TÍTULO: EL HORMIGUERO FERNANDO VÁZQUEZ,.
El gallego Fernando Vázquez entrenará al Deportivo de la Coruña tras la dimisión de Domingos Paciencia. El nuevo técnico será presentado,.
Fútbol | Deportivo de la Coruña
TÍTULO: EL HORMIGUERO FERNANDO VÁZQUEZ,.
El gallego Fernando Vázquez entrenará al Deportivo de la Coruña tras la dimisión de Domingos Paciencia. El nuevo técnico será presentado,.
Fútbol | Deportivo de la Coruña
Fernando Vázquez será el nuevo entrenador del Deportivo de la Coruña
- Ocupa el puesto que ha dejado libre el portugués Domingos Paciencia
- El gallego, que lleva cinco años sin entrenar, firmará hasta final de temporada
- El extécnico de equipos como Celta o Mallorca será presentado esta tarde,.
- El gallego Fernando Vázquez entrenará al Deportivo de la Coruña tras la dimisión
de Domingos Paciencia. El nuevo técnico será presentado este mismo
lunes por la tarde, según ha
informado la televisión pública gallega (CRTVG).
Vázquez también ha confirmado a la agencia EFE su fichaje por el club que preside Augusto César Lendoiro y destacó que, a pesar de la situación del equipo en la clasificación, va a Coruña "muy ilusionado".
El de Castrofeito, que en Primera ha entrenado a Compostela, Celta, Oviedo, Mallorca, Betis, UD Las Palmas, Rayo Vallecano y Real Valladolid; lleva cinco años sin ejercer. Vázquez se encontraba sin equipo desde que fue destituido por el presidente del Celta de Vigo, Carlos Mouriño, en la temporada 2006-07, después de ascender al equipo a Primera en su primera campaña en Balaídos y clasificarlo para la Copa de la UEFA en su segunda temporada.
Vázquez será el tercer preparador del Deportivo en lo que llevamos de temporada y firmará hasta final de temporada. Se convertirá así en el primer entrenador gallego que dirija a tres equipos gallegos en Primera (Compostela, Celta de Vigo y Deportivo).
Domingos Paciencia llegó a un acuerdo con el Deportivo de la Coruña para desvincularse de la entidad gallega y no dirigió la sesión de entrenamiento prevista para el lunes en las instalaciones de Abegondo según ha informado el club coruñes. El portugués ha firmado en su estreno en España un triunfo, un empate y cuatro derrotas en seis partidos al frente del 'Depor'. Se va dejando al Deportivo último en la clasificación.
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