lunes, 12 de agosto de 2013

REVISTA PANTALLA XL SEMANAL CON Esther López Palomera,./ Bono se convierte en un chico malo

TÍTULO; REVISTA PANTALLA XL SEMANAL CON Esther López Palomera,.

Esther López Palomera (Madrid, 1968), conocida como Esther Palomera o Esther L. Palomera, es una periodista1 española.
Es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
Ingresó2 en el diario "ABC" en 1989 como redactora de política local.
En 1998, participa en la fundación del periódico "La Razón" como redactora jefe de la Sección de Madrid. En 2000, fue nombrada adjunta a la dirección y cronista parlamentaria.
Colabora en «Los Desayunos de TVE y 59 segundos/El Debate de la1 (La 1), en Al rojo vivo (La Sexta) y en diversos programas de la Cadena COPE.
En 1996 fue galardonada con el Premio Luis de Azúa de Periodismo sanitario,.

Bono se convierte en un chico malo
Es Bono, el líder de U2, un héroe o un mercachifle de ideas trucadas? Harry Browne, un escritor y periodista que ha estudiado a fondo su vida .
 
¿Es Bono, el líder de U2, un héroe o un mercachifle de ideas trucadas? Harry Browne, un escritor y periodista que ha estudiado a fondo su vida y trayectoria, lo tiene claro: en su faceta de filántropo, se ha dedicado antes que nada a «besar el culo a ricos y poderosos». Browne cree que no hay que ver a Bono como un gurú y sobre todo no se le puede tomar muy en serio. ¿Qué se puede pensar de un hombre que un día se reúne con los mandatarios del G8 y al siguiente litiga con su expeluquero para recuperar un sombrero? La nada amable biografía que Browne ha escrito es mordaz e inmisericorde con Paul Hewson, alias Bono.
El periodista arguye que, como abogado de los pobres, Bono se ha aliado con la élite occidental y neoliberal, hasta el punto de que «ha hecho más daño que bien». «Es un exponente del filantrocapitalismo» y no ha tenido el menor rubor en erigirse en portavoz y brindar la coartada moral para que George Bush, Condoleezza Rice, Bill Gates, Steve Jobs o Jesse Helms -el ya fallecido senador republicano y pilar fundamental del conservadurismo más recalcitrante- hicieran más digeribles sus postulados».
Qué duda cabe de que gracias a Bono se han recaudado ingentes cantidades de dinero para obras de caridad, pero él se ha rascado poco su propio bolsillo. De acuerdo con el autor de 'Bono: En el nombre del poder', que publicará en España a mediados de octubre la editorial Sexto Piso, la estrella del rock es un hombre rico, con una fortuna de más de 500 millones de dólares. Adora la ropa de diseño, los buenos vinos, los coches de lujo y, además, no hace ascos a la evasión fiscal. Durante muchos años los miembros de U2 mantuvieron su residencia en Irlanda. Pero cuando cambiaron las tornas y se modificó el régimen tributario que mimaba a los artistas, todos trasladaron su domicilio fiscal a Ámsterdam, donde los derechos de autor eran gravados con un exiguo 5%, un privilegiado trato impositivo del que también disfrutaron los Rolling Stones.
Ejemplo digno de estudio
U2 es una de las pocas bandas de rock cuya trayectoria se estudia como ejemplo en las escuelas de negocios. Y algunas veces el prurito moral del cantante llega ser «insoportable». Mientras el rockero abanderaba una campaña para que los estados dedicaran el 0,7% de su PIB a los países pobres, el grupo ocultaba a la hacienda pública sus ingresos. La sociedad U2 Ltd. apenas pagó al fisco 16.500 euros en 2010, temporada en que la banda estuvo inmersa en la gira 360º, que batió todos los récords de recaudación en la historia del rock.
Bono no tiene empacho en frecuentar la compañía y colaborar con hombres que contribuyeron a la invasión de Irak, como Tony Blair y Paul Wolfowitz, a quienes el autor del libro tilda de «criminales de guerra» por alentar el infundio de las armas de destrucción masiva para derrocar a Sadam Hussein.
Aunque ha descollado en su lucha contra el sida en África, el cantante también forjó alianzas con extraños compañeros de cama. Por un lado, persuadió a George W. Bush y a la extrema derecha religiosa para sufragar la compra masiva de antirretrovirales. Pero por otro, su compromiso para luchar contra la pandemia contaba con la presencia de Randall Tobias, un funcionario de Bush que exigió que un tercio de los fondos se destinaran a iniciativas para fomentar la abstinencia y fidelidad sexual.
El rockero ha apadrinado proyectos solidarios a favor de África, como los conciertos Live8, que apenas sirvieron de algo para los habitantes del continente pero que reportaron jugosos beneficios publicitarios a Blair y Bush. Por añadidura, Bono ayudó a que la élite empresarial limpiara su imagen. Según Browne, los compañeros de viaje de Bono estaban movidos por intereses espurios. Ahí estaba Nestlé, que «explotó la epidemia», según algunos activistas, para vender productos sustitutorios de la leche materna a las mujeres infectadas por el VIH. También figuraba Rio Tinto, la corporación minera más grande del mundo y muchas veces condenada por atentar contra los derechos humanos y el medio ambiente; así como BAE Systems, «el mayor fabricante de armas de Gran Bretaña».

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