TÍTULO: Tabaco con sabor a fresa, un gancho para los jóvenes,.
Primero fueron los cigarrillos mentolados y ahora los que
tiene aroma a vainilla, fresa, cacao o piña colada. Europa y las
autoridades sanitarias están librando una nueva batalla con las
compañías tabacaleras para prohibir los aditivos con sabores, su último
gancho. «Los saborizantes dan una falsa sensación de que el cigarrillo
es más seguro, lo que acerca a la población joven a esta adicción»,
explica Francisco Camarelles, médico y vicepresidente del Comité
Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT).
La prohibición de estos aditivos golosos se ha incluido en
la nueva Directiva Europea de los Productos del Tabaco y con ella se
quiere reducir en un 2% el número de fumadores. «Ya está en el
Parlamento Europeo y si éste da el visto bueno sólo quedará el
consentimiento del Consejo de Europa», señala Camarelles. La citada
legislación pretende aumentar, además, a un 65% el espacio de la
cajetilla ocupado por advertencias sanitarias, además de prohibir la
comercialización del tabaco mentolado o con aditivos que le den distinto
sabor.
«También queremos que se dejen de vender los cigarrillos
delgados o 'slim', especialmente pensados por su estética para la mujer.
La población femenina fuma más y le cuesta más que al hombre dejarlo»,
aclara este especialista.
La batalla contra los cigarrillos mentolados es doble: son
más dañinos y su sabor también es atrayente. «Enmascaran el sabor real
del tabaco y además las tabacaleras aprovechan para añadirles más
sustancias adictivas. El mentol dilata más las vías respiratorias y, por
tanto, su efecto es más nocivo», concluye Camarelles.
Francisco Rodríguez Lozano, médico estomatólogo y
presidente del CNPT, añade que la intención de todas estas medidas es
«proteger a los jóvenes». Rodríguez explica que, «al principio, el
tabaco sabe muy mal y si lo maquillan con sabores agradables hay más
probabilidades de que los jóvenes fumen». A ello añade que aspiran a
«retrasar la edad de consumo y, a ser posible, que no fumen nunca».
«Romper el equilibrio»
Las grandes tabacaleras, a través de la Mesa del Tabaco
-entidad que engloba a todos los miembros del sector-, consideran que la
nueva legislación es «totalmente desproporcionada». Afirman que el
aumento del espacio destinado a advertencias sanitarias supondrá «la
desaparición de marcas y logotipos en las cajetillas», lo que colocará
este negocio en manos «de falsificadores y contrabandistas». Además
entienden que medidas como las de prohibir los cigarrillos mentolados o
saborizantes son «completamente subjetivas» porque lo que pretenden es
«que todos tengan el mismo sabor». Para las tabacaleras, esto traería
como resultado que el precio fuera «el único elemento para competir»,
por lo que «caerían los precios y el producto sería más accesible».
Reconocen que sabores «como la piña colada» podrían incitar
a los menores a fumar, y por ello están de acuerdo con que se regulen,
pero rechazan la misma acción en los mentolados. «Se supone que el
objetivo de la Directiva es desincentivar el consumo entre los jóvenes,
pero resulta que el tabaco mentolado es consumido de forma preferente
por personas de mayor edad», señalan. Tampoco entienden que se quieran
prohibir los 'slim', pues entienden que los argumentos en los que se
basan «no tienen ninguna evidencia objetiva».
Comprenden que las autoridades quieran proteger la salud
pública, pero defienden que se ha de legislar «con evidencias
científicas» para no «romper el equilibrio». Recuerdan que el tabaco
emplea a unas 56.000 personas en nuestro país y deja una contribución de
9.300 millones de euros a las arcas públicas. «En esta situación de
crisis económica, debemos buscar también el mantenimiento de los puestos
de trabajo y de riqueza que aporta este sector a España y Europa»,
argumentan.
Si se aprueba la nueva Directiva Europea de los Productos
del Tabaco, el resultado será un mercado tabacalero uniforme en toda la
Unión. «Tendrán dos años desde su aprobación para adaptarse a las nuevas
medidas», explican desde el CNPT.
Un plazo que la industria estima «muy corto» tanto para
ella como para los propios países. Aunque aclaran que, más que el tiempo
de adaptación, lo que les preocupa es «la falta de consistencia y
evidencia de muchas de las medidas propuestas».
TÍTULO; CARRERA CONTRA EL COLESTEROL,.
Tres grandes compañías farmacéuticas han dado el
pistoletazo de salida a una nueva carrera para poner en las farmacias el
medicamento más potente contra el colesterol. Será probablemente el
próximo superventas, el fármaco capaz de reducir el LDL o colesterol
'malo' a niveles mínimos, por debajo incluso del que los humanos tienen
en el momento de su nacimiento.
No es sólo una hipótesis de partida. Ya existen varios
principios activos que los laboratorios Amgen, Sanofi y Pfizer están
probando de forma experimental en hospitales de Estados Unidos y Europa,
incluidos varios centros españoles. Todos imitan los efectos de una
mutación genética que de forma natural permite a algunos privilegiados
vivir con un colesterol extraordinariamente bajo, con independencia de
su alimentación o su estilo de vida.
De momento solo se ha logrado desarrollar en inyectables,
para administrar como si fuera insulina. No se cuenta aún con una
pastilla, pero la ventaja es que bastaría con una inyección cada 15 días
o un mes para dejar el colesterol 'malo' por debajo de 25 mg por
decilitro en sangre. La cifra es muy baja si se compara con los 70 mg/dl
que tiene un recién nacido o los 100 de una persona sana sin problemas
de colesterol.
Estos medicamentos en ensayo se incluyen dentro de las
llamadas terapias biológicas y su precio podría ser tan elevado como
algunos de los tratamientos utilizados contra el cáncer. «Probablemente,
se reservarán para pacientes de muy alto riesgo cardiovascular,
personas con antecedentes de infarto o con hipercolesterolemia familiar
que no logran mantener a raya su colesterol con los tratamientos
tradicionales», explica Alberto Cordero, secretario de la sección de
Riesgo Cardiovascular y Rehabilitación de la Sociedad Española de
Cardiología. Cordero es también uno de los cardiólogos que prueban esta
nueva familia de medicamentos en España, en el Hospital San Juan de
Alicante. «Existe mucha expectación entre la comunidad científica. No
solo logran que baje al máximo el LDL, sino que lo hacen de una forma
más natural, potenciando los mecanismos que tiene el hígado para
eliminarlo», señala.
Si funciona se contaría con una alternativa a las estatinas
tradicionales, que a largo plazo y en dosis elevadas pueden alterar la
función hepática y causar dolores musculares.
¿Es peligroso bajarlo tanto?
Ya se sabe que esos tres medicamentos son capaces de bajar
el colesterol 'malo' a cifras casi despreciables. Pero esto no es
suficiente. También deben demostrar que al reducirlo tanto se evita la
aparición de infartos. Y, sobre todo, responder a una pregunta clave:
¿Puede ser peligroso reducirlo a niveles tan bajos? La respuesta se
tendrá cuando terminen los ensayos clínicos que se han puesto en marcha
en Europa y Estados Unidos.
De momento, hay al menos dos personas en el mundo -una
mujer estadounidense y otra de Zimbabwe-, que viven sin problemas de
salud con una cifra de LDL anormalmente baja de 14 y 15,
respectivamente. Ambas portan dos copias de una rara variante genética,
heredada de sus progenitores, que les permite disfrutar de forma natural
de un colesterol casi anecdótico. Su mutación en el gen PCSK9 es la que
ha inspirado el desarrollo de esta nueva familia de fármacos.
Ellas son la demostración palpable de que se puede vivir
casi sin LDL aunque lo hacen de forma natural, sin recurrir a ningún
medicamento y esto es lo que preocupa a los expertos.
El colesterol es el enemigo número uno del corazón en el
mundo occidental. Junto al tabaco es uno de los mayores factores de
riesgo de la enfermedad cardiaca. Sin embargo, su presencia en dosis
moderadas es vital en el organismo humano. Todas las células necesitan
cierta cantidad de moléculas de colesterol, que además favorece la
digestión, ayuda a regular hormonas sexuales y participa, entre otras
funciones, en el metabolismo del calcio. Su presencia es necesaria,
aunque basta una cantidad pequeña. La clave está en averiguar cuál es el
nivel mínimo de seguridad.
«Un territorio desconocido»
«Nos adentramos en un territorio desconocido y habrá que
ser prudente», advierte José María Ordovás, investigador del Centro
Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y director del
Laboratorio de Nutrición y Genética de la Universidad de Tufts (Estados
Unidos). «Sabemos que las personas que de forma natural tienen niveles
de LDL por debajo de lo normal cuentan con una protección cardiovascular
extra. Pero no debemos olvidar que las enfermedades cardiovasculares
son multifactoriales y un buen número de personas también desarrollan la
enfermedad pese a tener valores de colesterol normales», recuerda.
Sobre su seguridad, Ordovás prefiere esperar a los
resultados de los estudios en marcha. Si nos basamos en los casos
extraordinarios de estas dos mujeres y otras personas con alteraciones
genéticas más atenuadas que también reducen el LDL, «podríamos pensar
que son relativamente seguros», dice. «Naturalmente, eso no es
suficiente para poder juzgar que todos los usuarios potenciales de estos
medicamentos estarían a salvo de efectos secundarios».
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