«Estoy con los nervios desquiciados porque llega un verano y unas colillas o un vidrio y yo puedo salir en El Caso sin tener por qué. Y tengo una familia que mirar por ella», confiesa María Trujillo, vecina de un solar abandonado que desde hace tres años acompaña a los vecinos de la calle Doctor Castañón.
El solar, en el número 6 de la calle, era, según los testimonios vecinales, una casa que merecía haber continuado en pie. «Era una casa preciosa con un patio interior que cada vez que venía pensaba que era la típica para un hotelito rural», destaca Inmaculada Viñolo, presidenta de la asociación de vecinos de Churriana, que recuerda que contaba con un escudo heráldico en la fachada. «Mi tío estaba intentando guardarla para cuando echaran la casa abajo pero el escudo heráldico lo trocearon», recuerda.
Para María Trujillo, «la casa era muy bonita y creo que debían haber respetado al menos la fachada».
Pero la cruda realidad es que, desde hace tres años, los vecinos de esta calle y de la contigua, la calle Molino de Linares, comparten los sinsabores que les depara este solar. Sinsabores con momentos impactantes, como señala esta vecina. «De aquí han salido dos serpientes. Una vez vino la policía y se la llevó porque era una especie protegida y en otra ocasión estaba mi madre bajando la escalera, que vive al lado y tiene 84 años y al bajar los escalones pisó una bicha», recuerda María Trujillo, que también señala que en el solar hay ratas y en verano abundan las moscas. «Esto no me afecta a mí solo, que vivo al lado sino a toda la zona», reitera.
El solar presenta un aspecto desolador, tomado por los matojos y con arbustos de gran altura. «Lo único que pido es que lo limpien», señala María, que cuenta que conoce al propietario y le ha contado su preocupación, «pero me dice que ya limpió el solar en su día y que no tiene dinero para limpiarlo».
El propietario, precisa esta vecina, ha llegado incluso a ponerle el solar a su disposición para que pueda entrar a limpiarlo. «Pero esto no es mío, yo si limpio es una cosa de mi casa», razona María Trujillo, al tiempo que pide que el solar se cierre con un muro y no, como ahora, con una valla.
Una de las curiosidades del solar es una puerta que asoma por la pared del fondo y que comunica, según la presidenta de la asociación de vecinos, con algunas de las muchas cuevas que hay en Churriana.
Pero hay otros problemas añadidos y que pueden verse en las dos calles: Al demolerse la vivienda, los cables que la rodeaban han quedado al aire y forman un nada suntuoso matojo tecnológico de increíbles proporciones.
«Aquí hay una mezcla de todo, cables de la televisión, el teléfono y la luz», cuenta Inmaculada Viñolo, mientras señala unos cables que casi rozan el suelo, enmarañados, en una estampa que deja en muy mal lugar a las empresas responsables. «Una vez hubo una comisión de Urbanismo y me los traje a todos aquí porque era digno de verse», indica la presidenta vecinal.
También para la vecina más próxima al solar los cables son un problema y señala cómo uno de los racimos más gruesos, descolgado, pasa por delante de una ventana de su casa. «Ahí está la habitación de mi hijo», señala María Trujillo, que a la vista de este doble problema que dura ya tres años plantea: «Quiero agotar todos los pasos antes de poner una denuncia porque no es una cosa que me guste». La petición vecinal es que sea el Ayuntamiento el que limpie el solar de forma subsidiaria.
Como en otras ocasiones, Línea Directa ha pasado la información y las fotografías del caso al concejal de Urbanismo, Diego Maldonado, para que estudie qué medidas tomar.
TÍTULO; Si no realizamos cambios a gran escala, volveremos a estar en una situación agónica»
«En el blog realizo un recorrido
diferente por el patrimonio extremeño, un viaje a los espacios más
singulares, atractivos y amenazados de nuestra tierra, un experimento
de divulgación,.
- Para quien no le conozca, ¿usted es.? ¿de qué trata su blog?
-Me llamo Víctor Gibello Bravo, soy arqueólogo,
historiador, historiador del arte, fotógrafo y emprendedor. Desde hace
una década dirijo la empresa Arqveocheck con la que he realizado
numerosos proyectos de estudio, excavación, restauración y puesta en
valor del patrimonio cultural por toda España. Nací en Cáceres, resido
en Mérida y he vivido en diversos lugares de la región, entre ellos
Hervás, Plasencia, Burguillos del Cerro y Montemolín, circunstancia que
me ha ayudado a apreciar, querer y conocer en profundidad Extremadura.
He escrito varios libros, otro está en camino, así como numerosos
artículos en publicaciones científicas nacionales e internacionales. Mi
blog, 'Paraísos olvidados', es un recorrido diferente por el patrimonio
extremeño, un viaje a los espacios más singulares, atractivos y
amenazados de nuestra tierra, un experimento de divulgación y un intento
de crear conciencia en la sociedad para su valoración, protección,
restauración y disfrute.
-¿Cómo resumiría, brevemente, la época que nos toca vivir?
-Injusta, contradictoria, incoherente y, pese a todo ello,
muy esperanzadora. Usamos tecnología del siglo XXI, pero vivimos en un
sistema del siglo XIX que ya no es capaz de dar respuesta a las
necesidades reales de la gente. Fruto de ese desacompasamiento se
generan conflictos absurdos, pues intentamos remediar nuevos problemas
con viejas soluciones, ya totalmente inútiles. La crisis será superada,
ojalá en breve, pero, teniendo en cuenta que esta es consustancial al
propio sistema, si no realizamos cambios estructurales valientes a gran
escala, en unos años volveremos a estar en una situación agónica
similar. Este círculo vicioso será roto cuando nuestro espíritu
creativo, el que define realmente nuestra especie, supere la mentalidad
depredadora que nos gobierna, cuando, por fin, entendamos que colaborar
es mejor que competir.
-Será una época positiva porque.
-Haremos una reflexión seria que nos permitirá aprender de
los errores y diseñar el mundo en que queremos vivir. Será una época
positiva porque ha llegado el momento de hacer los cambios necesarios.
-O quizás será lo contrario porque.
-Soy un optimista, no me planteo esta posibilidad, la opción B está descartada de partida.
-¿Cómo saldremos de esta en Extremadura? ¿Mejores, peores, más, menos, más lejos, más cerca.?
-Hace unos días leí una frase interesante: «Si ha entrado
en un callejón sin salida, no se ponga nervioso, basta con que salga por
donde ha entrado». Extremadura tiene todas las posibilidades de salir
fortalecida de una situación crítica como la que estamos viviendo, basta
con dar marcha atrás y rectificar todos los errores que nos han
conducido a donde estamos. Nuestros recursos están casi intactos, hay
muchas personas dispuestas a darlo todo por su tierra, personas
formadas, ilusionadas y comprometidas. Saldremos mejores, el propio
hecho de sobreponerse y vencer la tempestad lleva implícito ascender un
escalón cualitativo.
-¿Escribir el blog supone un reto, un riesgo, un placer, un dolor.? ¿Por qué?
-Un placer, por supuesto. Escribir de algunos de los temas
que me apasionan y poder compartirlos con los lectores es un gusto.
También es un acto de compromiso con el patrimonio, su defensa es hoy
muy necesaria.
-¿Y hacerlo en el HOY implica.?
-Realizar el blog para HOY (escribir y fotografiar, en mi
caso) implica una gran responsabilidad, no en vano, por su trayectoria,
historia y posicionamiento es el principal medio de comunicación de la
región. Es un desafío estar a la altura de lo que se espera de un medio
de referencia para todos los extremeños, de una verdadera institución.
-¿Son muchas las veces que se muerde la lengua? ¿Con qué temas, personas o noticias de actualidad?
-Tengo libertad absoluta para expresarme, de otra forma no
podría afrontar el reto que supone la elaboración de cada artículo. Sin
embargo, de forma irónica, tendría que decir que, dado que somos dueños
de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras, en ocasiones, he
de hacer ejercicios de autocontención discursiva para seguir manteniendo
mi libertad. Me enseñaron hace años que, tan importante como decir lo
que se piensa es pensar lo que se dice, por lo que entiendo esencial
escribir desde la reflexión.
-¿Cuáles son sus temas fetiche, aquellos por los que irremediablemente siente más atracción o interés?
-Los temas que trato son siempre aquellos que me apasionan,
que me atraen, teniendo en cuenta que tengo libertad absoluta para
elegir, sería absurdo decantarme por otros. Disfruto con cada monumento,
con cada yacimiento arqueológico, con los paisajes históricos y la
naturaleza que los envuelve y trato de regalar un poco de ese goce
personal a los lectores en cada post.
-¿En quién piensa cuando escribe? ¿A qué perfil o prototipo de lector se dirige?
-No pienso en personas o posibles lectores-tipo, pienso en
los espacios y cómo ellos, si pudieran tener preferencias, quisieran ser
mostrados. Establezco conexiones sentimentales y simbólicas con estos
lugares, de algún modo, les doy voz, ellos me utilizan para contar sus
historias largo tiempo guardadas.
-¿En quién se inspira? ¿Qué escritores, blogueros o columnistas son sus referentes?
-La fuente de mi inspiración está en los sitios que
fotografío y los temas sobre los que escribo, cada uno de esos paraísos
olvidados daría pie para escribir libros completos. Trato de seguir mi
propia senda y huir de referentes, pero cada libro estudiado, cada
artículo leído crea influencias inconscientes de las que es difícil
desvincularse.
-¿Recuerda algún blog especial por su repercusión o consecuencias, fuesen positivas o no?
-Quizás esta sea una pregunta que debieran contestar los
lectores. Cada artículo está generando multitud de anécdotas, todas muy
positivas, y, sobre todo, despertando el interés existente sobre nuestro
Patrimonio, sobre nuestra historia, un tanto dormido debido a la
desconexión existente entre investigadores y gestores y la población en
general.
-¿Qué se pierden los extremeños que no leen a los blogueros de HOY?
-Los blogs de HOY aportan una visión amplia y heterogénea
de temas muy variados, leerlos permite un acercamiento diferente a la
realidad de la región.
-¿En verano lee más de lo habitual? ¿Qué lee? ¿A quién? ¿Dónde? ¿Cuándo?
-La época del año no condiciona mis lecturas, el verano ni
aumenta ni disminuye mi acercamiento a los libros. Leo todo aquello que
atrae mi atención, mucho libro técnico, científico, pero también ensayo,
novela y poesía. Suelo tener siempre varios libros abiertos que voy
alternando en función de lo que me apetece en el momento. Ahora estoy
leyendo (o releyendo) Desobediencia civil y otros ensayos, de Henry
Thoreau, Breve historia del progreso, de Ronald Wright, Nocturno, de
James Attlee, Dentro de la mente neolítica, de David Lewis-Williams y
Scivias, de Hildegard von Bingen.
-¿Estas fechas son idóneas para.?
-Para hacer todo lo que llevamos demasiado tiempo posponiendo y no nos atrevemos a hacer, ha llegado su tiempo.
-El curso que viene se ha propuesto.
-La vida es un continuo, no hay cursos, esa es una ficción
que nos concede el mundo académico. El tiempo que viene intentaré seguir
recorriendo esa senda no trazada, ese camino que se desbroza cada día y
que se crea del puro acto de caminar. El tiempo que viene espero seguir
visitando paraísos olvidados y compartir esta maravillosa experiencia
con todos ustedes.
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