martes, 13 de agosto de 2013

El ladrillo invadió dos hectáreas diarias de costa durante 18 años,./ LA MELONA CULTIVA EN ALMENDRALEJO ES UNICA,./ SIEMPRE ES SATISFACTORIO INTENTAR AYUDAR A LOS DEMAS CON MI TRABAJO,.

  1. Tiene sentido que sea en esta época de chiringuito y chapuzón cuando Greenpeace aproveche para poner el foco de atención sobre la ...
     

    Sociedad

    El ladrillo invadió dos hectáreas diarias de costa durante 18 años

    Greenpeace denuncia en un informe que la urbanización del litoral español «no se ha ralentizado a pesar de la crisis»

    Tiene sentido que sea en esta época de chiringuito y chapuzón cuando Greenpeace aproveche para poner el foco de atención sobre la presión urbanística que sufren las costas españolas. El dato que presenta la organización es escalofriante: España ha perdido costa natural a un ritmo de dos hectáreas por día durante dieciocho años. «Nos hemos comido el litoral», sentenció ayer Pilar Marcos, responsable de la campaña de Costas de la asociación. Es el balance que hacen los ecologistas en un informe que recoge casi dos décadas de observaciones. Bajo el título 'Destrucción a toda costa 2013', el documento analiza miles de fotografías tomadas vía satélite en los años 1987, 2000 y 2005, a través del proyecto europeo Corine Land Cover, y toma como referencia una franja de 500 metros de distancia al mar.
    Queda claro, por tanto, que «las cifras son conservadoras, teniendo en cuenta que el 'boom' urbanístico no cesó hasta 2008», apuntó María José Caballero, directora de Campañas de Greenpeace. En este sentido, la organización echa mano de la prospectiva y asegura que si se siguiera construyendo a este ritmo «en 124 años» la famosa ardilla podría cambiar los árboles por el hormigón y «cruzar la costa mediterránea, de edificio en edificio, gracias a un litoral totalmente colapsado».
    No en vano, este tramo de costa es el más castigado de España, con un 43% de ocupación artificial. En términos generales, la comunidad autónoma con el litoral más deteriorado es la valenciana, con el 51% de su superficie costera construida; seguida por Cataluña, con el 44%, y Andalucía, con el 36%. El estudio también reconoce aquellas comunidades que han hecho un buen papel a la hora de proteger su línea de playa y concede al Principado de Asturias el primer premio, con solo un 9% de la costa artificial. A sus arenales y acantilados siguen los de Cantabria, con un 14% de superficie construida, y los del País Vasco, con un 15%.
    El documento de Greenpeace también hace hincapié en los municipios y comunidades que se subieron al carro de la burbuja inmobiliaria. En este punto, la Comunidad Valenciana vuelve a destacar, con un 43% de la superficie costera ocupada en esos 18 años, junto a las Islas Baleares, con un 37%, y las Canarias, con un 36%. Al observar los datos por municipios, Castellón, con un 74% de destrucción costera en 18 años; Valencia, con un 71%, y Almería, con un 39%, son las provincias que con más rapidez han destruido suelo costero durante los 18 años que recoge el estudio.
    Con cierta sorna, el informe se permite otorgar los 'Premios a la Burbuja Inmobiliaria de Oro' y confecciona un 'top ten' con los «municipios que no deben servir de ejemplo», según indicó Marcos. Son Calpe (Alicante), Calvià (Mallorca), Chiclana de la Frontera (Cádiz) -que pasa de los 80.000 habitantes censados a 300.000 en verano-, Cubelles (Barcelona), Oliva (Valencia) -la localidad española en la que más ha aumentado la urbanización en primera línea de playa, dice Greenpeace-, Oropesa (Castellón), San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), San Josep de sa Talaia (Ibiza), Vera (Almería) y Zierbena (Vizcaya).
    La ley de costas
    La organización aprovechó la presentación del estudio para criticar la nueva ley de costas aprobada por el Gobierno, que «permite que se reduzca la protección de 100 a 20 metros en determinados tramos de costa» y cuyo espíritu, según señaló María José Caballero al inicio de su intervención, es «convertir la costa en un solar para construir de forma arbitraria». Un argumento que Marcos no dudó en defender: «La nueva ley nos preocupa enormemente porque nos está devolviendo a los años 60 en materia de protección ambiental, estamos retrocediendo a pasos agigantados». El problema ahora es que, pese a que la construcción se ha detenido por la crisis, «hay mucho suelo que ya está rotulado como urbanizable y que está esperando a tiempos mejores para poder construir».
    En este sentido, Caballero ha destacado que «en un momento en que la locura constructora se ha parado, la destrucción de las costas no se ha ralentizado». A su juicio, lo que está sucediendo tiene mucho que ver con cómo los Ayuntamientos costeros han gestionado sus terrenos. Dice Caballero que la costa «no puede ser privatizada» y que es «un bien público que todos tenemos derecho a disfrutar. Un valor único, estratégico e irremplazable cuya conservación es la llave del desarrollo a medio y largo plazo». Finalmente, Greenpeace ha cifrado en 140 millones de euros el gasto público en 2012 por «la mala gestión» de las costas españolas.

    TÍTULO;  LA MELONA CULTIVA EN ALMENDRALEJO ES UNICA,.

     
    La crisis ha hecho que, de nuevo, Almendralejo se llene de puestos de melones y sandías que venden directamente los agricultores
    Domingo Álvarez es uno de esos jornaleros de toda la vida. Hijo de jornalero, lleva toda la vida dedicado al campo y lo que es más destacado, a la siembra de melones y sandías.
    Se trata de una costumbre ancestral que, por suerte, o por obra y no sabemos si gracia de la crisis, aún se mantiene, incluso vive un renacer, ya que son muchos los que han regresado al campo y lo han hecho con la siembra de los tradiciones melones y sandías.
    Aunque melones y sandías se cultivan en todas partes, lo peculiar es que en Almendralejo cualquier agricultor puede venderlos en la calle, directamente, sin intermediarios y en casi cualquier punto. Aunque la conversión de la travesía de la N-630 en avenida cambió el paisaje de los meloneros en la carretera, ahora hay los mismos o incluso más que antes, aunque los meloneros ya se pueden ver en cualquier calle o esquina de la ciudad.
    -¿Deja dinero lo de sembrar melones y sandías?
    -Desde luego no da para hacerse rico, pero sí para ganar algo de dinero durante unos meses. Mientras te queden melones, tienes dinero, porque puedes venderlos, lo malo es cuando se terminan.
    -Pero ahora hay muchos meloneros, ¿se nota en el precio al que se vende el producto?
    -Sí, claro. Siempre que hay mucha competencia, bajan los precios. Ahora somos muchos vendiendo melones. Hay mucha gente que dejó el campo hace años, pero ahora, con la crisis, han tenido que volver, y se ponen a vender melones y sandías.
    -¿Pero usted los cultiva aquí mismo, en Almendralejo?
    -Sí, yo arriendo unas tierras, y planto melones y sandías, y el resto del año, pues voy a coger aceitunas, a la vendimia, o a lo que sea. Tengo también tierras propias, pero llevo muchos años sembrando lo mismo y la tierra se cansa del mismo cultivo, así que de vez en cuando hay que variarlo.
    -De siempre las sandías y los melones de Almendralejo han tenido fama. ¿Por qué?
    -En realidad, lo que ha tenido y sigue teniendo mucha fama es la melona de Almendralejo. Es un tipo de melón muy dulce. Al puesto que tenemos en la rotonda de Hormigusa llegan cada día mujeres preguntando si tenemos melonas. Pero es que las melonas necesitan mucho tiempo para madurar. Si una sandía tiene suficiente con un mes o mes y medio, la melona necesita dos o tres. Y, además, este año con la primavera tan lluviosa y fresca está tardando más en madurar. Aún no las tenemos para vender.
    -¿Y qué tiene la melona de Almendralejo que es tan peculiar?
    -Pues que es buenísima y es una variedad rara, que se cultiva en muy pocos sitios. La verdad es que viene mucha gente de fuera a comprarla.
    -¿Y los melones y las sandías son de secano o de regadío?
    -Antes siempre eran de secano, pero ahora la verdad es que hay poco de secano, porque el rendimiento es mucho más bajo. Además, no se diferencia en el precio entre la sandía o el melón de secano o de regadío. Ahora hay mucha competencia con las grandes superficies, que ponen unos precios muy bajos. En lo que sí se nota la diferencia de precio es en la melona. La gente sí paga más porque sabe que es una cosa especial. Es que la melona no se puede comprar en casi ningún sitio. Mira, en regadío una hectárea te puede dar 100.000 kilos, pero en secano si te da 12.000 o 13.000 kilos te puedes dar con un canto en los dientes.
    -¿Y cuesta mucho cultivar melones y sandías?
    -Bueno, son unos meses de trabajo en los que no paras, preparando la tierra. Pero lo peor, sin duda, es el miedo a los robos. Así que tenemos que estar aquí vigilando las sandías las 24 horas del día. Nos turnamos para estar aquí en la caseta, pero es muy duro. Pero es que si llevas todo el año cultivando y preparando la tierra y luego te roban los frutos, pues tú me dirás. Así que no podemos correr ese riesgo.

    TÍTULO; SIEMPRE ES SATISFACTORIO INTENTAR AYUDAR A LOS DEMAS CON MI TRABAJO,.
    «Siempre es satisfactorio intentar ayudar a los demás con mi trabajo» 

    marcelino ollé | bloguero de hoy

    «Siempre es satisfactorio intentar ayudar a los demás con mi trabajo»

    «Se ha minusvalorado a los funcionarios tachándonos de vagos, nos han colgado el sambenito del 'vuelva usted mañana'. Y eso no es así, no es justo, no somos los culpables de una crisis que no hemos creado»

    - Para quien no le conozca, ¿usted es.? ¿de qué trata su blog?
    -Marcelino Ollé Sesé. Nací en Barbastro (Huesca) en 1964. Soy Periodista (Universidad Autónoma de Barcelona) y Funcionario de la Administración de Justicia. He desarrollado mi actividad profesional en Cope, El Mundo, Onda Cero, Colpisa, Servimedia, La Razón y en distintos gabinetes de prensa y comunicación. Además, he trabajado en varios órganos judiciales; mi actual destino es la Fiscalía de Área en Mérida. Cuando no trabajo, además de estar con mi mujer y mis dos hijos, me gusta correr y participar en todo tipo de carreras populares incluido el maratón. Mi blog recoge, o al menos lo intento, todos aquellos asuntos relacionados con la actualidad de los empleados públicos, lo bueno y lo malo.
    -¿Cómo resumiría, brevemente, la época que nos toca vivir?
    -Difícil, estamos en una época decisiva para dejar encarrilado y definido el futuro de nuestros hijos, que es el que me preocupa. Habrá un antes y un después tanto a nivel económico como político y cultural. El problema es que con tanto recorte se están tocando servicios básicos en educación, sanidad o justicia que afectan a nuestros derechos como ciudadanos. El estado del bienestar no es tal y como nos lo habían vendido, las diferencias sociales son cada vez más acusadas.
    -Será una época positiva porque.
    -Nos habrá hecho más fuertes en lo psicológico, veremos la vida desde el valor del esfuerzo para luchar por lo que queremos y habremos dejado lo superfluo en el camino. No seremos los mismos de hace unos años, la reflexión formará parte de nuestro quehacer diario, las decisiones ya no se toman alegremente y de forma impulsiva porque ahora las consecuencias, sobre todo las económicas, son más dolorosas.
    -O quizás será lo contrario porque.
    -Haya podido cundir el desánimo, por no ver luz al final de esta crisis en la que todo son carencias, lo que está obligando a muchos españoles a emigrar fuera. Perdemos capital humano con toda la carga que eso lleva en lo intelectual y que, inevitablemente, afectará al futuro de este país. Es triste ver como se pagan millones de euros por jugadores de fútbol y a la vez se están despidiendo a investigadores por ahorrarse 40.000 euros. Es un sinsentido. La investigación en cualquier campo, sanitario o tecnológico, siempre repercutirá en nuestro propio beneficio por eso no concibo que sea precisamente de ahí de donde se tenga recortar. Me cuesta entender que no haya dinero para avanzar, por ejemplo, en la cura de enfermedades crónicas o degenerativas y sí lo haya para espectáculos deportivos.
    -¿Cómo saldremos de esta en Extremadura? ¿Mejores, peores, más, menos, más lejos, más cerca.?
    -Es difícil saberlo, pero tengo confianza en nosotros, en que cada uno aportemos nuestro granito de arena para sumar esfuerzos e ideas que se puedan poner en marcha y ayuden a que esto mejore. El ingenio, que aquí tenemos mucho, ayudará seguro. Aunque eso sí, sin trabajo, sin dar lo mejor de nosotros mismos no será fácil el camino. Un camino que sobre todo debe abrirse hacia la economía productiva.
    -¿Escribir el blog supone un reto, un riesgo, un placer, un dolor.? ¿Por qué?
    -Un poco de todo, es un reto porque me gusta escribir sobre temas frescos y no conocidos, pero evidentemente tiene una parte de riesgo porque puedo equivocarme en lo que explico, hasta ahora no ha pasado pero puede pasar. Eso sí, no deja de ser un placer el que muchos lectores me digan que me siguen y que les gusta e interesa lo que cuento. De hecho, cada vez son más los que hacen comentarios a los post, unos a favor otros en contra, pero lo que está claro es que si generan polémica es porque interesan. También tengo que decir que recibo muchas preguntas técnicas sobre horarios, jubilaciones, bajas, salarios, etc. Siempre es satisfactorio intentar ayudar a los demás con tu trabajo.
    -¿Y hacerlo en el HOY implica.?
    -Mucha responsabilidad. Escribir en un medio de comunicación como este hace que le dé muchas vueltas a los temas que quiero tocar y en la forma de contarlos. No es lo mismo tener un blog suelto por el mundo de la blogosfera que respaldado por un periódico como el Hoy. El ver cada nueva entrada publicada en la portada de HOY.es impresiona y te obliga a tener una mayor atención y compromiso con tus lectores y con el medio que te acoge. El rigor es fundamental.
    -¿Son muchas las veces que se muerde la lengua? ¿Con qué temas, personas o noticias de actualidad?
    -La verdad es que no. Pero eso no quiere decir que no sea cuidadoso en la forma de contar los temas que nos afectan a los empleados públicos. No me gusta descalificar sino simplemente informar sobre lo que está pasando en nuestro ámbito aunque en muchas ocasiones es difícil controlarse porque hay una excesiva «funcionariofobia» a la que han contribuido desde el poder político y económico. Y ya está bien.
    -¿Cuáles son sus temas fetiche, aquellos por los que irremediablemente siente más atracción o interés?
    -Todos aquellos que contribuyan a dignificar el trabajo del empleado público y los que aporten información de interés para su labor diaria. Se ha minusvalorado nuestro trabajo tachándonos de vagos, nos han colgado el 'sambenito' del «vuelva usted mañana». Y eso no es así, cualquiera que vaya a un hospital, a una comisaría o a un juzgado verá que no damos abasto con el trabajo que tenemos y para colmo ahora nos obligan a acudir a trabajar enfermos. No es justo, nosotros no somos los culpables de una crisis que no hemos creado.
    -¿En quién piensa cuando escribe? ¿A qué perfil o prototipo de lector se dirige?
    -En todo el colectivo de empleados públicos. Intento que la información que doy en mi blog sea de utilidad para el ordenanza, el administrativo, el médico, el policía, el profesor, el bombero, etc; todos estamos en el mismo barco y a todos nos afectan los recortes a los que nos están sometiendo los que nos gobiernan. Lo que quiero transmitir es que debemos estar orgullosos de ser empleados públicos, no tenemos porqué escondernos, sino recordar que sin nuestro trabajo diario este país no funcionaría.
    -¿En quién se inspira? ¿Qué escritores, blogueros o columnistas son sus referentes?
    -No es cuestión de inspirarse en unos u otros, aunque siempre tienes blogs de referencia como el de 'Comunicación se llama el juego', 'Mi mesa cojea' o 'El Mundo Today' que el humor a pesar de la que está cayendo no hay que perderlo nunca porque si no estamos perdidos. Columnistas que leo hay muchos, pero destaco tres, Manuela Martín, Raúl del Pozo, y cada vez me gusta más Manuel Jabois.
    -¿Recuerda algún blog especial por su repercusión o consecuencias, fuesen positivas o no?
    -Sí, me impresionó mucho la campaña de Pablo Herreros en su blog 'Comunicación se llama el juego' contra la actitud del programa 'La Noria' de pagar a los familiares de asesinos o delincuentes por acudir a contar sus miserias. Creo que hizo lo correcto y se merece todo nuestro apoyo. No podemos perder la ética y mucho menos la dignidad, en esta vida no todo vale por un puñado de euros. Menudo ejemplo para nuestros hijos.
    -¿Qué se pierden los extremeños que no leen a los blogueros de HOY?
    -No conocer otras caras de la actualidad que se salen del cauce habitual de lo que es el periodismo diario. Se pierden información, datos, análisis, consejos, humor o misterio. Todo lo que se puede contar lo contamos nosotros. Son tan distintos y tan variados que los hay para todos los gustos. Cualquier lector ávido de nuevas lecturas seguro que encuentra algo distinto y diferenciador de las noticias habituales del día a día. Porque hay noticias que semana tras semana se repiten de una y mil formas, y cansa un poco.
    -¿En verano lee más de lo habitual? ¿Qué lee? ¿A quién? ¿Dónde? ¿Cuándo?
    -Sí, pero en verano leo best sellers, me gustan y es la mejor manera de olvidarte un poco de todo. Me gustan los libros que me cuentan historias que me atrapan y me enganchan porque me evaden y eso me seduce y me gusta. Para mí, el verano no es el momento de leer la 'Crítica de la razón pura', de Kant. Por eso, Pérez Reverte, Dolores Redondo, Idelfonso Falcones, Lorenzo Silva o Dan Brown están ya en mi maleta hacia el Pirineo aragonés.
    -¿Estas fechas son idóneas para.?
    -Estar con la familia y los amigos, descansar, viajar, pensar, hacer deporte; en definitiva, desconectar. Ver las cosas desde la distancia te ayuda a valorarlas en su justa medida, a darte cuenta de que eso que tanto te preocupa ni es tan importante ni tanto te afecta. Muchas veces olvidamos lo sencillo que es vivir y lo que nos complicamos el día a día con preocupaciones absurdas. Por eso son necesarias las vacaciones y, si se puede, poner tierra de por medio y salir del entorno habitual.
    -El curso que viene se ha propuesto.
    -Mantener el optimismo para no perder las fuerzas en la lucha diaria contra una crisis que nos está ahogando a los ciudadanos de a pie. Con sentido del humor todo se soporta mejor, prefiero una carcajada o una sonrisa a tiempo que no un cabreo que te amargue el día y que por otra parte no lleva a ningún lado. Otro de mis objetivos para el próximo curso, en mi faceta de corredor popular, será correr otro maratón, el cuarto.
     

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