TÍTULO. A QUEMARROPA, EN LA ÚLTIMA CENA HUBIERA PUESTO MÁS PAN
Y VINO, JOSÉ ANDRÉS.
José Andrés: «En la Última Cena hubiera puesto más que pan y vino»
Está a punto de dedicarle un plato a
la alopecia y saliva por los garbanzos con espinacas de su mujer. Ha
dado de comer a Obama, que le dijo: 'José, un filetito de carne no
estaría mal'
- ¿José Andrés se ha comido el mundo?
- No sé si me lo estoy comiendo, pero me estoy poniendo morao en el proceso (risas).
- ¿Cuántas veces se ha acordado del enfado con Ferrán Adriá que le llevó a cruzar el charco?
- Es un visionario hasta para eso.
- En América es una celebridad, ha cocinado en la
Casa Blanca, para una lista interminable de famosos y su vida da para
una peli, ¿quién la protagonizaría?
- Si se diera el caso, un Depardieu un poquito más delgado.
- ¿Un cocinero se pone a dieta?
- Hace 50 años tal vez no, pero ahora tenemos que ser los
primeros en dar una imagen más saludable de la que damos algunos... yo
el primero.
- ¿Usted con qué plato saliva?
- Con los garbanzos con espinacas de mi mujer.
- ¿Y cocina en su casa?
- En mi casa mando yo con permiso de mi mujer. Cuando me pone a cocinar, yo lo hago, pero a mí me encanta, me libera.
- Entonces le conquistaron por el estómago...
- Más bien sería por el potencial del estómago (carcajadas). Pero no fue por el estómago, me conquistó por todo lo demás.
- ¿Se le ha quemado muchas veces la comida?
- Uff, a mí se me quema hasta el sushi (risas). Nadie es perfecto.
- ¿A usted le falta sal o le sobra?
- De sal voy sobrado. Además, el plato que más vendo es la
margarita con aire de sal. Así que hasta el aire que respiro está
salado.
- ¿Y come muchas 'guarrerías'?
- Si por guarrería se refiere a los sobres de ibéricos que me zampo muy a menudo, pues sí.
- ¿Cómo vamos de abdominales? ¿Las enseñamos?
- ¡En la playa llevo camiseta! Con eso se lo digo todo.
- Por cierto, ¿qué le daría de comer a Rajoy? ¿Y a Rubalcaba?
- Lo que haría es sentarlos a la misma mesa. Creo que habría que hacer un buen cocido de esos, de los de olla podrida.
- ¿Qué le da a Obama para que tenga esa energía?
- (Risas) Una revista me llamó el Energizer, el conejo de
las pilas. A lo mejor me caí como Obélix en la marmita de pequeño y no
lo sé.
- Pero me ha esquivado qué plato le zampa Obama...
- Cocinarle a un presidente siempre es complejo. Cuando
vino a Minibar le hice un menú muy creativo y entonces el presidente me
dijo: «José, un filetito de carne no estaría mal».
- 'The Wall Street Journal' dijo que era un superhéroe, ¿cuál es su superpoder?
- Soy más como Superlópez, que era lo que me gustaba de chico.
- Apareció entre las 100 personas más influyentes del mundo, y el quele hacía más ilusión del ránking era Messi...
- Sí. Como amante del fútbol y del Barcelona, algún día
podré decir que he estado en el mismo equipo que Messi y no habré
mentido.
- Messi ha estado en horas bajas con Hacienda. ¿Qué le damos?
- Una buena torta pascualina con espinacas o unas ostras Rockefeller, que son sinónimo de dinero.
- ¿Qué es lo que tiene usted más deconstruido?
- El cerebro (risas).
- Apasionado del flamenco, ¿se arranca alguna vez a cantar?
- La primera vez que me puse a hacer palmas, el tío de mi mujer le dijo: «¿Le puedes decir a esa foca que pare?» (risas).
- ¿Y ahora cómo vamos?
- Veinte años después empiezo a pillarle el ritmo. Y en EE UU hay mucha foca suelta, como dicen en el flamenco (risas).
- Si se quedase calvo, ¿se haría un 'Bono'?
- Estoy a punto de crear un plato dedicado a la alopecia
(risas). Decidí que no me iba a hacer ningún injerto y que ese dinero lo
podía gastar en otra cosa.
- ¿Qué caprichitos se da?
- Jugar al golf, que me encanta. Eso de meter la bolita en el agujero es una cosa muy masculina.
- ¿Cómo va usted de chistes? ¿Los cuenta como Arguiñano?
- A mí los chistes me los tienen que explicar, si no no me
río; soy un poco corto. Eso sí, cuando los cojo me río como el que más.
- ¿Cuál es su sueño friki?
- Sería haber estado en la Última Cena y haber cocinado yo.
De menú no sé, pero prometo que iba a haber más que pan y vino (risas).
- ¿Un mensaje para Dios?
- Que no se pegue tantas siestas, que esté más atento a lo que pasa, a ver si arregla esto.
TÍTULO. HASTA LA COCINA.
Hasta la cocina
Un 'okupa' se instala por la cara casi una semana en la mansión de Jennifer Lopez en los Hamptons
Mientras Estados Unidos ultima la implantación del 'sistema
óptico de vigilancia biométrica', resulta que a Jennifer Lopez se le ha
colado un 'okupa'... hasta la cocina. La noticia se hizo pública el
pasado viernes, pero ocurrió a principios de agosto, cuando los
guardaespaldas de Jennifer, que por lo visto no la cuidan tanto como
Kevin Costner a Whitney Houston en aquella película, descubrieron en su
mansión de los Hamptons (Nueva York) a un intruso que llevaba una semana
dándose la vida padre en el ala de invitados, también conocida como la
casa de la piscina, y que hasta había colgado fotos de su increíble
hazaña en internet. Ya puede presumir la reina del pop latino de tener,
como la de Inglaterra, su propio Michael Fagan. Fagan fue aquel
treintañero que (tal vez bajo el síndrome Díez Carabantes) penetró hasta
el dormitorio de Isabel II convencido de ser su novio. Aquello duró
solo un ratito, lo que tardó Isabel en ir a por tabaco (para él) y no
regresar. Pero lo de JLo es bastante más escandaloso porque su intruso,
que responde al nombre de John Dubois, no solo se ha quedado casi una
semana por todo el morro en su residencia veraniega sino que además
asegura ser el padre de sus hijos. Que, vale, el auténtico papá de esos
niños, Marc Anthony, será poquita cosa (un tirillas), pero tampoco es
cuestión de ningunearlo de esa manera.
La policía de Long Island detuvo a Dubois el 8 de agosto,
después de que los empleados de la finca descubrieran que llevaba una
semana viviendo a plena satisfacción. Del incidente puede deducir la
multimillonaria Lopez que su servicio de vigilancia y doméstico dejan
mucho que desear. Los unos no habían detectado al invasor y los otros en
una semana no habían pasado por las dependencias de los invitados ni a
limpiar, ni siquiera a ventilar los cuartos. Bien es verdad que la
propiedad que compró JLo en mayo en la localidad de Water Mill por diez
millones de dólares abarca unos quince mil metros cuadrados, tiene una
cocina como un campo de fútbol, ocho habitaciones y siete cuartos de
baño, lo cual requiere un ejército de 'mister propers' solo para quitar
el polvo. Pero más cuartos de baño hay en casa de la Preysler y la tiene
como la patena. Y lo que es la vida, resulta que la propia JLo, nacida
en el Bronx, también fue 'okupa' en su día. Ella ha contado que antes de
ser estrella llegó a quedarse sin casa y tuvo que recurrir a dormir una
temporadita en el sofá de la academia donde tomaba clases de baile.
El detenido duerme ahora en una celda de la cárcel del
condado de Suffolk a la espera de prestar declaración. Tiene 49 años y
trabajaba de bombero en Rhode Island hasta el año pasado, que lo
jubilaron por incapacidad. Tal vez después de esto le retiren 'la
absoluta' porque ha demostrado que capacidad tiene de sobra para según
qué cosas. El hombre, que curiosamente mantuvo aparcado su coche frente a
la entrada de la mansión los seis días que la ocupó, se identificó como
«el padre de los hijos de la cantante» y aseguró que ella le había
dejado abierta la casa para que viviera allí. Este Dubois debe de ser
pariente de Blanche, la de 'Un tranvía llamado deseo', por su tendencia
al delirio.
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