La escena fue más o menos esta: yo estaba paseando por la playa, dudando si meterme en el agua, y vi a una pareja que, entre risas y bromas salía del mar; dos jóvenes, de 17 o 18 años. De repente, él le mandó a ella (sí, utilizo el verbo mandar) que le acercara la toalla, que estaba bajo una sombrilla. Ella se quejó: “Ve tú, la arena quema mucho”. Él, sin cortarse, respondió: “Por eso te he dicho que vayas tú”. Ella volvió a protestar pero al final, dando saltitos sobre la arena, cumplió obediente el encargo. Me metí en el agua pensando que la chica era demasiado complaciente. Poco después, volvieron al mar y les vi jugando. Mejor dicho, él se dedicaba a fastidiar a la chica haciéndole aguadillas. Y empezaron a discutir. “Eres un bruto, te estoy diciendo que me dejes ya. He tragado agua tres veces y me has hecho daño en el cuello”. La respuesta del chico me dejó atónita: “No seas quejica, y si has tragado agua es porque eres tonta y te aguantas”.
Para ese momento ya me había hecho una idea de cómo se las gastaba el gañán. Ella comenzó a salir del agua y él dio un silbido para llamar su atención. “¡Pero adónde vas! ¡Ven aquí ahora mismo!”. La chica, gimoteando, se volvió: “Me has hecho daño y no me apetece seguir en la playa, me voy a casa”. Él fue tras ella, gritándole: “No te vas. ¿Te he dicho yo que nos vamos? Tú te quedas hasta que lo diga yo”. La joven, recogiendo su toalla, no parecía hacerle caso.
“¡Bien! –dije para mí–. Menos mal que reacciona y no se deja mangonear por este aprendiz de energúmeno”. Pero él volvió a alzar la voz: “Quieta ahí. Si te vas, atente a las consecuencias”. “Es que me has hecho daño y me quiero ir”, respondió ella. Pero él se plantó delante de la chica, y cogiéndola del brazo, le dijo: “Que te he dicho que no te vas”. “Que sí, que me quiero ir”, insistió la joven. Entonces él la soltó. Apartándose unos pasos, la miró fijamente y le soltó: “Ya te he dicho que, si te vas, te atengas a las consecuencias”. “Pero es que...”, balbuceó la chica. “¡Que te atengas a las consecuencias!”, gritó él.
Me llevé un chasco cuando vi que la chica volvía a extender la toalla y se sentaba. La amenaza había surtido efecto, fueran cuales fueran esas “consecuencias”. Él la miró riendo, satisfecho de verla reducida a su voluntad. Y a mí me dio un ataque de rabia. Me arrepiento de no haber intervenido. Me habría gustado decirle a ella que se fuera, que ese chico era un maltratador en potencia, que en realidad ya lo era, y que las amenazas eran maltrato psicológico que, con el tiempo, podían convertirse en maltrato físico.
Me pregunto qué estamos haciendo mal como sociedad para que un chico sea capaz de tratar así a una chica, y para que ella lo acepte. Sí, algo estamos haciendo mal, porque doy por sentado que en el colegio, en el instituto y en la universidad, a los jóvenes les enseñan el valor del respeto y de la igualdad. No sé cómo es posible que, en una relación entre dos casi adolescentes, se pueda dar un comportamiento tan manifiestamente machista por parte de él y de sumisión por parte de ella. Sí, debería haberle dicho cuatro frescas al chico. Si a los 18 trata así a una chica, habrá que ponerse a temblar por lo que será capaz de hacer en el futuro. Está visto que no podemos bajar la guardia y que hay que seguir luchando por domeñar a los energúmenos.
TÍTULO; QUÉ HAY DE NUEVO AL SERVICIO DE SU MAJESTAD, KATIE MELUA,.
Pocas cantantes pueden presumir de haber estrenado uno de sus temas cantándolo en exclusiva para la reina de Inglaterra. Y Katie Melua es ...
Katie Melua ha tenido el privilegio de cantar para la reina de Inglaterra.
Pocas cantantes pueden presumir de haber estrenado uno de sus temas cantándolo en exclusiva para la reina de Inglaterra. Y Katie Melua es consciente del privilegio: “I will be there” se escuchó por primera vez en la Gala de la Coronación con la que Isabel II celebraba sus 60 años de reinado. “No era un reto fácil –asegura la artista–. Pero cuando escuché la canción, todo encajó: es un homenaje a una madre fuerte”. Pronto podremos escuchar este y otros temas en directo, ya que la cantante británica actuará el 13 de agosto en el Festival Cap Roig (Girona). Quienes no puedan asistir a la cita, solo tienen que esperar al 16 de septiembre (el día del 29 cumpleaños de Melua, por cierto), cuando llegará su nuevo disco. “Ketevan” (Naïve) es un álbum de inspiración retro (blues, jazz), con grandes dosis de romance y melancolía, toques de humor y la poderosa voz de Melua al frente. Una curiosidad: “Ketevan” es el nombre de nacimiento de Katie, que procede de una familia de la ex república soviética de Georgia y consiguió la nacionalidad británica hace ocho años.
Pocas cantantes pueden presumir de haber estrenado uno de sus temas cantándolo en exclusiva para la reina de Inglaterra. Y Katie Melua es consciente del privilegio: “I will be there” se escuchó por primera vez en la Gala de la Coronación con la que Isabel II celebraba sus 60 años de reinado. “No era un reto fácil –asegura la artista–. Pero cuando escuché la canción, todo encajó: es un homenaje a una madre fuerte”. Pronto podremos escuchar este y otros temas en directo, ya que la cantante británica actuará el 13 de agosto en el Festival Cap Roig (Girona). Quienes no puedan asistir a la cita, solo tienen que esperar al 16 de septiembre (el día del 29 cumpleaños de Melua, por cierto), cuando llegará su nuevo disco. “Ketevan” (Naïve) es un álbum de inspiración retro (blues, jazz), con grandes dosis de romance y melancolía, toques de humor y la poderosa voz de Melua al frente. Una curiosidad: “Ketevan” es el nombre de nacimiento de Katie, que procede de una familia de la ex república soviética de Georgia y consiguió la nacionalidad británica hace ocho años.
TÍTULO; 7 DÍAS CITAS,.
1-- Sábado-10- Música para un mundo mejor,.
2--Domingo-11-La princesa madre coraje,.
4--Martes-13- ¿ Triste yo? ¡nunca!.
5--Miércoles-14- Hasta el infinito y más allá.
6--Jueves-15- ¿ Quedamos delante de la tele?,.
7-- Viernes-16- El sushi es cosa de chicas,.
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