Ferrera, 'El Juli', Perera y Talavante darán clases magistrales en Ecuextre.
Ferrera, 'El Juli', Perera y Talavante darán clases magistrales en Ecuextre. 'El Juli' en una clase magistral celebrada en Málaga.
La Feria del Toro y del Caballo de
Badajoz acogerá estos encuentros en los que los diestros enseñarán a
torear a los aficionados y lidiarán reses extremeñas
Compartir una clase de toreo de salón con una figura del
toreo y terminar tentando una vaca junto a él es el sueño de muchos
aficionados. Una ilusión que muy pronto van a poder llevar a cabo los
que se acerquen a la V edición de la Feria del Caballo y el Toro,
Ecuextre, de Badajoz. Los matadores de toros Antonio Ferrera, Julián
López 'El Juli', Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante impartirán
lecciones magistrales para todos los aficionados y compartirán con ellos
un tentadero en el que se lidiarán reses de ganaderías extremeñas.
Estos encuentros serán uno de los atractivos más
interesantes de esta edición de Ecuextre, que se celebrará en la
Institución Ferial de Badajoz (Ifeba) entre los días 20 y 23 de junio.
Estas clases magistrales se celebrarán en la plaza de tientas que se
ubica en el propio recinto, y en el que también habrá exhibiciones de
forçados y de alumnos de la Escuela Taurina pacense.
La celebración de las lecciones magistrales surgió la
pasada semana, durante un encuentro entre el alcalde de la ciudad,
Francisco Javier Fragoso, con los matadores 'El Juli', Perera y
Talavante -Antonio Ferrera no pudo asistir al encontrarse toreando en
Lisboa-. También asistieron a la misma empresarios y demás organizadores
y colaboradores de la Feria del Toro.
Todos se mostraron muy receptivos con el evento y se
implicaron con él, para que la ciudad sea aún más taurina y potenciar la
única Feria del Toro que se celebra en estos momentos en todo el país.
Por eso, los propios matadores se ofrecieron para protagonizar estas
lecciones magistrales. El año pasado se puso la primera piedra con un
tentadero en el que participó el diestro Alejandro Talavante, pero en
esta ocasión estos encuentros irán un paso más allá, con los tres
espadas más punteros de la región y 'El Juli', que se siente un
extremeño más y tiene en Olivenza su finca de bravo.
Precisamente Julián López 'El Juli' será el encargado de
poner en marcha la primera de estas clases magistrales, que se celebrará
el jueves 20 por la tarde. Un día más tarde llegará el turno de los
pacenses Antonio Ferrera y Alejandro Talavante.
Mientras el torero de Villafranco del Guadiana impartirá su
lección magistral el viernes por la mañana, el diestro de Badajoz hará
lo propio por la tarde. Por último, Miguel Ángel Perera llevará a cabo
este encuentro con los aficionados el sábado por la mañana. Todos ellos
lidiarán junto a las personas que participen reses de ganaderías
extremeñas.
Pepa Dueñas, directora de Ifeba, hizo hincapié en la
importancia de estas clases magistrales al ser un acontecimiento único
del que van a poder disfrutar todos los aficionados a la tauromaquia y
también los pacenses y extremeños que quieran conocer un poco más de
cerca el mundo del toro. Además, aprovechó para agradecer a los espadas
su implicación, sobre todo en una semana en la que se celebran ferias en
varias ciudades del país en la que ellos están anunciados.
«Los toreros se han entregado con la feria, son conscientes
de la importancia de promover la fiesta y saben que la Feria del Toro
es un acontecimiento único para ello», relató a HOY Pepa Dueñas.
Aunque este será uno de los atractivos más importantes de
esta edición de Ecuextre no será el único. Como ya adelantó HOY, habrá
una exposición temática de Julián López 'El Juli', presentaciones de
libros y se mantendrán los encuentros con Manolo Molés, en los que
participarán algunos de los actuantes en la feria taurina de San Juan,
como el rejoneador Diego Ventura o los novilleros Tomás Campos, José
Garrido y Posada de Maravillas. Con estas actividades la organización
espera que los taurinos se acerquen a disfrutar de su afición durante
los cuatro días de feria.
TÍTULO: TERRITORIO GIACOMETTI,.
TERRITORIO GIACOMETTI,
Te Interesa
- Me di cuenta de que nunca podría hacer otra cosa que una mujer inmóvil y un hombre caminando», dijo Alberto Giacometti allá por 1947.«Me di cuenta de que nunca podría hacer otra cosa que una mujer inmóvil y un hombre caminando», dijo Alberto Giacometti allá por 1947. Sin embargo, detrás de esa modesta descripción que el propio escultor realizó de su producción se esconde la compleja y transgresora obra de uno de los artistas más reconocidos del siglo XX. Detrás de esas características figuras esbeltas de bronce, el autor buscaba convertir las esculturas en espacios públicos, en una especie de tableros de juego en los que involucrar al espectador, al público, al transeúnte, hasta convertirlo en una ficha más. Y es precisamente ese aspecto el que sobresale en la exposición 'Giacometti. Terrenos de juego' de la Fundación Mapfre, en Madrid. La muestra -que podrá visitarse del 13 de junio al 4 de agosto- reúne 190 piezas entre esculturas, pinturas, dibujos, grabados y fotografías cedidas por museos, fundaciones o coleccionistas privados. Sin embargo, como insisten los comisarios, no se trata de una retrospectiva sino de un «nuevo enfoque».«La exposición nos da una visión muy moderna y seductora de Giacometti», asegura Pablo Jiménez, uno de los responsables de una muestra que repasa toda la obra del artista, desde sus primeros trabajos surrealistas hasta sus icónicas figuras para la plaza del Chase Manhattan Bank, un proyecto frustrado. En la primera parte de la muestra puede contemplarse su obra temprana y más desconocida, aquella surgida de la influencia del arte africano y de Oceanía que le impactó durante sus estudios escultóricos en el París de los años viente. El cubismo también adorna sus primeras representaciones, como en 'Hombre y mujer'. Sin embargo, en esas primigenias esculturas el artista suizo ya desarrolla la idea del terreno de juego. «Quiere que los espectadores nos metamos en el tablero del suelo. Que el observador se integre en la escultura», explica Annabelle Görgen-Lammers.Alberto Giacometti nació en 1901 en Suiza, cerca de la frontera italiana. Animado por su padre Giovanni, pintor impresionista, viajó a Francia para formarse. Desde un comienzo sintió la necesidad de ir más allá de la escultura tradicional. Sus figuras pierden la verticalidad y se aplanan. Logran una horizontalidad, como maquetas de lugares. Sus obras surrealistas se presentan como tableros de juego que sirven de modelo para desarrollar su concepto de escultura como lugar. En esos terrenos de juego conforma una base donde se encuentran los personajes e invitan al observador a introducirse en él. Tras la II Guerra Mundial evoluciona y sus esculturas agrupadas muestran el juego entre diferente figuras que representan espacio y tiempos diversos, haciendo hincapié en las relaciones espaciales entre las diferentes representaciones. De esta manera, plantea su escultura como un lugar que podemos recorrer, como un terreno de juego entre el arte, la vida y la muerte.El taller como escenarioEl escultor llevó su obsesión por relacionar su obra con el espacio a su propio taller. El habitáculo de 18 metros cuadrados se convirtió en un terreno de juego. «No era más que un agujero. Pero cuanto más tiempo permanecía en él, más grande se volvía», reflexionaba Giacometti. Su taller se transforma en un terreno de experimentación donde se pone en escena a sí mismo con sus propias obras.«El ser humano se diferencia de los muertos únicamente por la mirada». Así expresó el artista la relevancia que le concedía al elemento de vitalidad de la cabeza escultórica. Los ojos de sus figuras devuelven la mirada al observador y le transmiten una sensación semejante a que le contemplara una persona. Sus cabezas rompen proporciones con la intención de instar al observado de buscar la mirada.Sin duda, el hombre que camina y la mujer grande son las figuras más representativas y características de su obra. Son esculturas que representan aspectos fundamentales de las relaciones humanas entre sí y sobre el tablero de juego. Y parte del proyecto más ambicioso que afrontó el artista: diseñar la explanada del Chase Manhattan Bank en Nueva York. Pero su boceto es desechado con el argumento de que las figuras no forman la composición que se esperaba. Giacometti no desistió y trató, sin éxito, de llevar a cabo sus planes en otro lugar.La contradicción entre el artista ensimismado en su pequeño taller y su obsesión por unas obras destinadas a la socialización y el espacio público en las plazas también se retrata en la exposición. «Giacometti quiere reflejar que el ser humano está aislado y tiene problemas de comunicación. Es el Giacometti que busca aislado un encuentro lleno de tensión», asegura Görgen-Lammers.
No hay comentarios:
Publicar un comentario