Es cíclico. Cada cierto tiempo en la ciudad de Cáceres aparece un Romeo y una Julieta, en una plaza de la ciudad, para reavivar la tragedia ...foto,.
Es cíclico. Cada cierto tiempo en la ciudad de Cáceres
aparece un Romeo y una Julieta, en una plaza de la ciudad, para reavivar
la tragedia de Shakespeare.
En 1986 se representó en la Plaza Mayor, en la primera
edición del recordado Festival Medieval de Cáceres. Entonces se usó la
Torre de Bujaco, para que desde su balcón arrojara Julieta una escala a
Romero, que entonces era el actor Fernando Guillén Cuervo. La Julieta
Maribel Verdú, recuerda perfectamente esa noche porque fue su debut en
el teatro. Tenía entonces 16 años.
Ahora la tragedia se representará en la Plaza de San Jorge.
Será la noche del próximo viernes, día 28, mezclando el texto clásico
con la vigorosidad de la danza contemporánea. Es una versión de Isidro
Timón, que fue estrenada el año pasado en Plasencia con la misma
compañía Paspie Danza. Una compañía constituida en 2005 al volver a
encontrarse Victoria López Talaván, cofundadora de la compañía extremeña
'Karlik Danza', y Juan Luis Leonisio cofundador de 'El Curro DT' de
Madrid.
Este moderno '#RomeoyJulieta' es una de las
representaciones más esperadas de lo que queda de la 25 edición del
Festival de Teatro Clásico de Cáceres que se desarrolla a lo largo del
mes de junio.
El Festival tiene como uno de los principales escenarios la
Plaza de San Jorge, en plena Ciudad Monumental, que ayer se quedó
pequeña para ver a Rafael Álvarez, llamado 'El Brujo', dando vida de
nuevo al personaje juvenil de El Lazarillo de Tormes, al que el gran
monologuista asegura que encarnará mientras pueda seguir interpretando.
Ayer por la mañana, en otro escenario del Festival, en el
Parque de Calvo Sotelo volvió a ser protagonista la música, al ofrecer
un recital el grupo de Saxofones del Conservatorio de Cáceres, dirigido
por David Alonso.
En el calendario del Festival hay marcados 43 actos
culturales, la mayoría representaciones de teatro, desde el 4 de junio
al próximo 30 de junio. El Festival ya entra en su última semana en la
que aún se pueden ver 11 actuaciones.
Hoy y mañana hay descanso, pero la actividad se reanudará
el miércoles por la noche con un montaje de Escuela Superior de Arte
Dramático, que pondrá en escena 'Los locos de Valencia' de Lope de Vega.
La entrada es gratis.
El jueves, día 27, a las nueve de la noche en el Parque de
Calvo Sotelo, Cambaluz Ateneo representará 'Siglo de oro tabernario', y a
las 22.30 horas en la Plaza de San Jorge comenzará la obra 'Sueña
Casanova'. La compañía Arden Producciones resucitará al gran prodigio
amatorio. La entrada cuesta 15 euros.
El viernes 28, en el Gran Teatro ofrecerá un concierto la
Orquesta de Extremadura a las 20.30 horas (18 euros la entrada). Dos
horas más tarde será cuando le toque el turno a Romeo y Julieta en la
Plaza de San Jorge, la entrada cuesta 12 euros.
El sábado, día 29, a la una de la tarde volverán los
títeres de La Linterna Mágica al Parque Calvo Sotelo, para mostrar 'Los
personajes perdidos de Shakespeare'. En el mismo escenario, pero a las
nueve de la noche, se representará 'Teverso' con Santi Senso; y a las
diez y media en San Jorge será la noche de Calderón con 'La Dama Duende'
por Producciones Faraute (18 euros).
El último día, el domingo 30, en el Parque de Calvo Sotelo
actuará Berzosax por la mañana, y por la noche se representará 'El
entremés del Doctor Borrego' por la compañía Perséfone. Cerrará el
Festival Santi Senso, a las diez y media de la noche en San Jorge, con
'La religión de Sade' (15 euros la entrada).
Desde hace tiempo, Felipe Benítez Reyes está considerado como uno de los mejores escritores en castellano de la actualidad. Y no solo por ...
Desde hace tiempo, Felipe Benítez Reyes está considerado
como uno de los mejores escritores en castellano de la actualidad. Y no
solo por los múltiples y variados premios recibidos (Nacional de
Literatura, Loewe de poesía, Nadal de novela, Julio Camba de periodismo)
sino porque estamos ante un escritor en el sentido más amplio y
estricto de la palabra. Poesía, novela, ensayo, artículos de prensa, son
algunos de los géneros en los que vuelca una escritura exquisita y
depurada. Los lectores de este periódico tienen buena prueba de su
calidad periodística en las columnas que desde hace tiempo aparecen los
sábados de forma quincenal.
A ese lenguaje cuidado y personal hay que unir un agudo
sentido del humor y una profunda humanidad que aportan a sus escritos
una complicidad lúcida y nada autocomplaciente. Su último libro, 'Cada
cual y lo extraño' (Ed. Destino), es una excelente ocasión para aquellos
que no han tenido ocasión de degustar al autor gaditano y disfrutar de
su prosa y de sus historias. Y que a los adictos a su escritura siempre
sabrá a poco.
Se trata de doce relatos, uno por cada mes del año, que
emocionan y divierten al lector y que le pueden llegar incluso a
despertar alguna huella o recuerdo semioculto de su propia memoria. Los
falsos reyes magos de Oriente (enero), la imagen de la primera mujer
desnuda (febrero), unos carnavales tardíos y poco convencionales
(marzo), el rumbo imprevisible de las fortunas (abril), el frustrado
examen de química de un lector de tebeos de superhéroes (mayo), una
noche simbólica de San Juan (junio), un crucero de complicaciones
conyugales por el Báltico (julio), el primer amor adolescente en los
cines (agosto), una mili con un brigada 'cultureta' (septiembre),
pesadillas y ambientes familiares (octubre), una delirante función
geriátrica del Tenorio (noviembre) y una inoportuna cena de empresa
(diciembre).
Son relatos cortos, pero redondos y cargados de todo
aquello que puede hacer maravillosa la vida, pero también decepcionante,
caprichosa y cómica. En palabras de Benítez Reyes, «la vida resulta
fascinante por la misma razón por la que resulta peligrosa: porque es
imprevisible. Nos esforzamos en crear un parámetro de comportamiento,
una guía para la estabilidad, una rutina armoniosa y, de repente, en
cuestión de segundos, todo puede desbaratarse, para bien o para mal.
Somos en esencia inestables».
En una primera apreciación y dada la sensación de
autenticidad de lo narrado puede parecer que en los relatos se ha
servido de su propia biografía e incluso que puede haber algún ajuste de
cuentas con una parte de su pasado. Sin embargo, el escritor lo niega:
«Hay pocos elementos autobiográficos en lo que escribo. Puedo partir de
alguna experiencia o de alguna sensación propias, pero mi meta es la
ficción, no el testimonio personal. Busco la verosimilitud narrativa, no
la veracidad biográfica».
En algunos relatos se percibe de forma muy viva el
acelerado paso del tiempo y cómo va desgarrando nuestro propio entorno y
vivencias. El resultado puede llegar a ser una tremenda paradoja: «A
veces -considera Benítez Reyes- uno tiene la sensación, con respecto al
tiempo, de que todo transcurre vertiginosamente. Otras veces, en cambio,
todo parece inmovilizado por su propia inacción, como un mantra
obsesivo, como una especie de secuencia detenida. Es lo que alguien me
dijo una vez: 'Con lo corta que es la vida, hay días que parecen que no
van a acabarse nunca'».
En una conversación con Benítez Reyes no puede faltar una
reflexión sobre la actualidad y este tiempo de crisis y transformaciones
aceleradas: «Algo está cambiando, sin duda. Los síntomas no son
tranquilizadores, pero ya veremos. Lo preocupante es que se malbarate de
un plumazo un entramado cultural que ha llevado décadas poner en pie.
Las manifestaciones culturales son frágiles. Son esenciales para la
configuración de una sociedad, pero acaban siendo prescindibles cuando
una sociedad empieza a descomponerse».
No hay comentarios:
Publicar un comentario