viernes, 21 de junio de 2013

Erótica adolescente,./ MARIO CONDE SE MIRA EN TELE 5,./ En América Latina hay menos dudas que aquí sobre el español como lengua común».

Tres eran tres las sombras de Grey. O las sombras de Grey son alargadas. Quien a Grey se arrima, buena sombra le cobija... Se pueden hacer mil variaciones con el título de la ya famosa trilogía de E.L. James, porque resulta que en época de crisis -de la otra y de la editorial- ha venido a vender más de 40 millones de ejemplares en el mundo (dicen que más de dos solo en España, kits de artículos sexuales inspirados en la obra aparte, y ya está en marcha la adaptación cinematográfica). Pero este no es un reportaje sobre el superventas, sino en cierta medida sobre su influencia. Ya nos habíamos dado cuenta de que la novela romántica se había desmelenado y vuelto a ponerse de actualidad con estos títulos, hasta el punto de que de repente las portadas se inundaron de tacones, corbatas y gemelos; y los contenidos, de parejas que se daban caña. Hasta ahora los que saben nos hablaban de lectoras que rondaban y pasaban los 30 años, de amas de casa modernas que redescubrían a su pareja, y lo llamaban 'porno para mamás', 'porno chic' o 'porno soft'. Y va y llega Abbi Glines, que se trae bajo el brazo a 'El chico malo' (en Destino Juvenil). Cuyo público objetivo es otro.
En Estados Unidos Glines aterrizaba con una tirada inicial de 100.000 ejemplares. La historia tiene dos partes (la primera se publicó en castellano en mayo y la segunda, 'Si fueras mío', este mes; en Estados Unidos han vendido 300.000 unidades). Ambas están protagonizadas por el triángulo formado por el chico perfecto, la chica que aparenta serlo también y el primo del primero, que es el rebelde del pueblo. La chica es novia del bueno, pero le tira el malote. Y cuando el buenazo desaparece de escena, tenía que ocurrir, la novia y el primo se dedican a conocerse. A fondo. Las novelas se publicitan bajo el lema de que «la literatura erótica se reinventa para llegar también al público adolescente». De ahí que lo llamen erótica adolescente, y aunque la cosa no es nueva, reverdece influida por las sombras. «Las modas nunca se inventan del todo», reconoce la directora editorial del área infantil y juvenil de Planeta, Marta Bueno. «Novela erótica la ha habido siempre pero a raíz de la trilogía se ha puesto más de moda. Son los temas de siempre pero tratados de otra forma», explica.
'El chico malo' se perfila como la primera novela de las que está previsto que en los próximos meses acerquen a la adolescencia esta nueva corriente erótica (como ocurrió con el famoso Grey, se espera que guiados por su estela se publiquen unos cuantos títulos). Los protagonistas tienen 16 y 17 años, que es la edad de quienes las editoriales llaman 'público joven adulto'.
Un público lector que ya no se contenta con historias de aventuras, dramas, magia y fantasía, sino que va creciendo y según qué tipos de libros no les llegan para nada», dice la editora. «Buscan tramas más realistas, pegadas a su realidad, y en las que no se rehuyan temas que habitualmente no aparecen en sus lecturas». Eso se refiere a los conflictos de pareja, a las discusiones y las dudas amorosas. «¿Quién no se ha enamorado del novio de su mejor amiga? ¿O no se ha dejado arrastrar por un atracción muy fuerte por alguien que parece que no le conviene», se pregunta.
Y hace referencia, claro, también al sexo, el motor del fenómeno Grey; menos prejuicios, más explícito, convertido en un juego de pareja. 'El chico malo' contiene escenas de sexo entre adolescentes. «No es algo gratuito ni morboso, la trama lo exige, tiene sentido. Y no hay razón para escondérselo a los lectores adolescentes. A esas edades en realidad ya se puede leer cualquier tipo de libro, lo único necesario es una cierta madurez intelectual. Pero evitar algunos temas para intentar preservar la inocencia... No creo que haya nada que evitar. Es más, hay que tratarlo de una manera natural». Como «las complicaciones que uno se encuentra en la vida diaria. 'El chico malo' no idealiza a la pareja y por eso tiene un punto de vista más realista», sostiene.
Por otra parte, no solo serán adolescentes de 16 años quienes lean estas dos novelas, asegura Marta Bueno. «Se considera que este público llega hasta los 25 año. Es muy heterodoxo». Lo que sí parece claro es que se trata de mujeres. «Sí, la 'new romance', que es un género muy en boga en Estados Unidos y que se refiere a novelas de amor con tramas más maduras, busca sobre todo un público femenino. Eso es así: ellos leen más acción y fantasía, aunque estos géneros también los leen mujeres, y ciencia ficción».
Sobre todo chicas
'El chico malo' es solo un ejemplo, el más reciente. A principios de año la misma editorial publicaba la novela de Blanca Álvarez 'París, luna roja', protagonizada por una pareja no convencional, en el sentido de que no es la típica historia de guaperas: Dámaso sí que es un chico de 20 años que se las liga a todas por su cara bonita, pero el objeto de su deseo, una chica un poco más joven que él, no es la más guapa aunque sí es una seductora nata. «Él parece que lo tiene todo pero va a París a encontrarse a sí mismo y allí se encuentra con esta chica, que no es tan perfecta pero que tiene mucho carácter y consigue siempre lo que quiere», describe la directora editorial. «Y él se vuelve loco por ella incluso antes de comenzar su relación. Queda enganchado de otro tipo de belleza». La sensualidad y el erotismo están muy presentes en la historia.
El objetivo son ahora lectoras más jóvenes, en vista de que se ha descubierto un filón que a partir de los 25 (y hasta más allá de los 40) está cubierto. La actualización del género sigue su curso. Desde que llegó Grey, no han dejado de surgir historias en idiomas diversos. En castellano, por ejemplo y solo en los últimos tiempos, Francesca Serra con su 'Las buenas chicas no leen novelas' (Península); Miquel Esteve recordándonos a uno de los iniciadores de la literatura erótica con su 'El juego de Sade (Ediciones B)... Y sobre todo Megan Maxwell, el pseudónimo que utiliza una escritora española especializada en 'chick lit' o romántica de nueva generación y ahora en erótica. 'Pídeme lo que quieras' y 'Pídeme lo que quieras, ahora y siempre', plagadas de fantasías sexuales y morbo, son sus últimas contribuciones al género.

TÍTULO:  MARIO CONDE SE MIRA EN TELE 5,.

 La tv-movie recrea la incesante búsqueda del éxito en los negocios, el complejo entramado financiero y el acecho del poder político que marcaron la vida del empresario gallego desde su asociación con Juan Abelló hasta su ingreso en prisión.
«En América Latina hay menos dudas que aquí sobre el español como lengua común» 

TÍTULO: En América Latina hay menos dudas que aquí sobre el español como lengua común».

  La conquista de América fue una empresa extraordinaria, una epopeya como no ha habido otra igual en la Historia, ni nunca volverá a haberla, al menos en el horizonte temporal que el ser humano es capaz de imaginar con un margen razonable de verosimilitud. Esa epopeya ha servido a William Ospina (Padua, Colombia, 1954) para escribir una trilogía novelística que acaba de cerrar con 'La serpiente sin... 

 

La conquista de América fue una empresa extraordinaria, una epopeya como no ha habido otra igual en la Historia, ni nunca volverá a haberla, al menos en el horizonte temporal que el ser humano es capaz de imaginar con un margen razonable de verosimilitud. Esa epopeya ha servido a William Ospina (Padua, Colombia, 1954) para escribir una trilogía novelística que acaba de cerrar con 'La serpiente sin ojos'. Antes aparecieron 'Ursúa' y 'El país de la canela' (todas en Ed. Mondadori). En esta última novela, Ospina aborda el relato de la desmesurada expedición de Ursúa por el Amazonas, siguiendo los pasos de Orellana en busca de El Dorado. Una aventura enloquecida, en la que el conquistador viaja con la bella Inés de Atienza, una mestiza que vende su hacienda para financiar la expedición y abandona la seguridad de su palacio para acompañarlo. La Historia cuenta que en ese viaje iba también un tipo deforme y cruel en extremo llamado Lope de Aguirre, capaz de establecer su propio reino al margen de la corona española, asentándolo sobre el asesinato sistemático de sus propios hombres.
- Hasta esta trilogía, su obra se ceñía a poesía y ensayo. ¿Cómo surgió un proyecto así?
- Fue evolucionando mucho desde su origen. Inicialmente, quería hacer un relato sobre los viajes de los conquistadores por el Amazonas. Y hubo un momento en que vi que el material era tanto que no podía incluirlo en un solo volumen. Si desde el principio hubiese pensado que escribiría tres libros y más de mil páginas en total, quizá no lo habría hecho.
- La conquista fue una epopeya que transformó el mundo. Pero empezó por cambiar radicalmente a sus protagonistas. ¿Por qué?
- El Renacimiento, la época histórica de la conquista, fue el tiempo en que se descubrió que la aventura cambia a los seres humanos. No pasaba así en la Edad Media: en la literatura medieval, los personajes hacían grandes viajes, vivían grandes aventuras, y eran siempre iguales. Por eso, los relatos suenan a cuentos de hadas. En cambio, en el siglo XVI, hay una gran apertura al descubrimiento del mundo.
- Todo cambió.
- Claro, y por eso se borra la frontera entre lo real y lo fantástico. En unos pocos años se pasa de un mundo plano a otro esférico, y resulta que la mitad de ese mundo está por descubrir. La desmesura de tal hallazgo los cambió a todos. Gentes que venían del anonimato en sus pueblos de España terminaron en América como grandes señores con enormes propiedades. Aunque fueron muchos más quienes fracasaron o los héroes anónimos.
- ¿Cuáles eran?
- Los europeos querían dejar su huella en el mundo. Los americanos tenían otra actitud; no solo no querían destacar sino que estaban mimetizados con la naturaleza, con el paisaje.
- Los conquistadores procedían de zonas muy pobres de España. ¿Explica eso su ambición, su codicia?
- La carne de cañón de la conquista eran personas muy humildes, pero los impulsores no. Fueron reyes, banqueros, la Iglesia... Esos hombres que ejercieron allí la violencia eran el instrumento de otros. Es cierto que la enormidad de los desafíos magnificó su crueldad, pero no debemos limitar a eso lo que sucedió, ni hablar solo de su ambición. Unos iban a por oro, es cierto; pero otros buscaban amazonas o centauros, cosas que en Europa ya nadie creía posibles. La conquista fue también la búsqueda de unos sueños desmesurados.
- Uno de los personajes históricos de su libro asigna una soldada a su perro y con el dinero le compra un collar de oro. ¿Qué proceso mental lleva a las personas a estos delirios?
- Estar en otra realidad permite licencias a la conducta y a la imaginación. En Europa, nadie o casi nadie nacido en cuna pobre habría pensado nunca en ser rey. En América sucedió. Los casos de Gonzalo Pizarro y Lope de Aguirre son claros. Y eso pasó como fruto del cambio del entorno moral. En Europa no se habrían atrevido.
- ¿Hubo diferencias en los conquistadores en su trato a los nativos?
- Hubo muchos que fueron capaces de valorar el mundo americano. El principal fruto de todo aquello, aunque España no suele reivindicarlo -históricamente ha preferido las hazañas militares- estuvo en la cultura. En esos cronistas, de Bernal Díaz del Castillo a Juan de Castellanos, que hizo el poema más extenso de la lengua contándolo todo y que es muy poco conocido en América y nada aquí. España debería estar orgullosa de ese narrador que lo puso todo en un poema.
- La Iglesia prohibió la esclavitud de los nativos en 1537, unos veinte años antes de la acción que narra en sus novelas. ¿Tuvo algún efecto real esa prohibición?
- En 1542 llegaron las nuevas leyes de Indias dictadas por Carlos V. Eso causó la rebelión de los encomenderos. Como ya se habían agotado las riquezas que estaban en la superficie, necesitaban a los indios como mano de obra para trabajar en las minas; de ahí la rebelión. La de Gonzalo Pizarro fue la más visible, pero hubo muchas más. Por eso el emperador envió al obispo Pedro de la Gasca para someter a los insurrectos. Cuando regresó, las insurrecciones volvieron. América estaba muy lejos y el emperador y sus ministros sabían que quizá sus normas no iban a cumplirse, pero era una forma de quedar bien con el Papa.
- ¿A qué epopeya actual podría parecerse la conquista de América?
- No es posible que vuelva a producirse nada semejante. Nunca más volverán a encontrarse las dos mitades del mundo. Eso tuvo un impacto gigantesco y ya nada volvió a ser igual. Europa influyó mucho en América, y al revés. Buena parte de la modernidad no es comprensible sin el hallazgo de esa otra mitad.
- Acaba de hablar de influencias mutuas. ¿Cuál fue a su juicio la mayor aportación de España a América?
- España fue el agente más antiguo y poderoso de la globalización: extendió un concepto de mercado, una lengua, el cristianismo... Incorporó un mundo nuevo al orden europeo. Es curioso, pero los moros estuvieron ocho siglos en España y no se extendió la lengua árabe. Allí en cambio hay menos dudas que aquí acerca de que el español es la lengua común.
- El deslumbramiento que se produjo en su momento fue mutuo y usted lo cuenta. Indios que creían que los barcos surgían de las fuentes de los ríos y europeos atónitos ante la narración de la existencia de ciudades de oro.
- Eso era fruto de la ingenuidad de unos y otros. Pero en Europa ya no existe. En América Latina, en cambio, hay aún una mirada mítica sobre el mundo.

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